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Channel: EL RINCÓN DE LA MEDICINA INTERNA. juanpedromacaluso@yahoo.com.ar
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Casos Clínicos: Varón de 31 años con lesión vesículo pustular en dorso de la nariz de un año de evolución.

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Un colega de Ecuador, envía estas imágenes con el siguiente texto:





Buena tarde doctor. Quisiera comentar un caso si se puede de MANERA ANÓNIMA para asesoría de los colegas. Le escribo desde Ecuador.

Paciente de 31 años de edad, antecedente de Acné manejado en la adolescencia con Isotretinoina, ningún otro antecedente relevante para el caso, cuadro clínico de aproximadamente un año de evolución consistente en lesión en dorso de nariz con distintas fases de cicatrización. Nunca ha presentado cicatrización completa de la pústula. Tratamientos previos con ácido benzoico, retinoides tópicos, ciclos orales cortos con Doxiciclina con mejoría parcial. Me gustaría la opinión, ya que ando en un sitio rural. Muchas gracias

Las imágenes fueron traídas por el paciente con diferencia aproximadamente de 8 días entre lesiones, siempre tienen la misma evolución cíclica

Medida de la lesión aproximadamente 1 mm , sin cambios en su diámetro durante el tiempo de evolución

 

 

 

Opinión: Teniendo en cuenta el diagnóstico de acné de este paciente, que ameritó tratamientos médicos desde la adolescencia, deberíamos pensar en alguna relación causal entre el acné y esta lesión de aspecto vesículo pustular, localizada siempre en la misma zona. Las exacerbaciones y remisiones espontáneas o como consecuencia de diferentes tratamientos, hacen sospechar un QUISTE EPIDERMOIDE, también llamado quiste epidérmico, QUISTE DE INCLUSIÓN EPIDÉRMICO o, incorrectamente, "QUISTE SEBÁCEO", que es el quiste cutáneo más común. Los quistes epidermoides pueden ser primarios o secundarios a, por ejemplo, un comedón, el cual, a su vez, se relaciona con el acné. El tratamiento de los quistes epidermoides estables y no infectados no es necesario, a menos que lo desee el paciente por un motivo estético. Los quistes inflamados y rotos que no están infectados pueden resolverse espontáneamente sin tratamiento, aunque tienden a recurrir. Si la lesión es fluctuante, está indicada la incisión y el drenaje. La escisión en cambio, si se decide la misma, debe realizarse cuando la lesión no está inflamada; cuando el quiste está inflamado de forma aguda, la pared del quiste es muy friable, por lo general no es posible la extirpación completa y es probable que reaparezca. Por lo tanto, es razonable esperar hasta que la inflamación se haya resuelto antes de intentar la escisión. La técnica de incisión puede ser con sacabocados o con la técnica de incisión mínima.

Si la lesión fuese dura y de características nodulares habría que hacer el diagnóstico diferencial con la PÁPULA FIBROSA NASAL. Es considerarada como el equivalente del fibroma perifolicular, los angiofibromas y las lesiones de la esclerosis tuberosa, mal llamadas adenomas sebáceos ya que son hamartomas. También es equivalente a las pápulas perladas del pene. Estos hamartomas presentan un componente epitelial (folículos pilosos) y un componente mesenquimal (fibrocitos, fibrosis y vénulas). El tratamiento es generalmente quirúrgico, sea por motivos estéticos dado su localización, o también debido a que muchas veces no se puede diferenciar clínicamente del carcinoma basocelular.


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