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Channel: EL RINCÓN DE LA MEDICINA INTERNA. juanpedromacaluso@yahoo.com.ar
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GANGLIO DE VIRCHOW

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Paciente de 72 años, sexo masculino,con epigastralgias intermitentes desde hace 3 años tratado con inhibidores de bomba, refiere pérdida de peso mas o menos 4 kilos en el último año. En el examen presenta una masa localizada en la fosa supraclavicular izquierda,  dura fija de contorno irregular e indolora a la palpación.




De acuerdo a la localización y a las características de la masa obtenidas de la exploración, la misma es muy sugestiva de  ganglio de Virchow (para algunos autores como algunos franceses ganglio de Troisier). Generalmente corresponde a metástasis ganglionar de neoplasia maligna torácica o abdómino-pélvica (especialmente de tubo digestivo, y clásicamente estómago tal como la describiera Virchow). En este caso, la historia de epigastralgia de tres años de evolución tratada con inhibidores de bomba sin estudios diagnósticos al menos que sepamos, apunta como responsable al estómago en primer término.
El ganglio supraclavicular izquierdo se ubica muy próximo a la desembocadura del conducto torácico en la vena subclavia izquierda, lugar en que la linfa de la mayor parte del cuerpo desagua en la circulación sistémica y está por ese motivo propenso a verse involucrado precozmente interfiriendo en la itinerario de las metástasis linfáticas .
Para completar con un dato de la historia de la medicina,  Rudolf Virchow (1821-1902), dio una conferencia en la Escuela de Medicina Charité de la Universidad Humboldt de Berlín, donde descubrió varios hechos fundamentales de la medicina moderna entre ellos la asociación entre cáncer gástrico y este ganglio. Posteriormente fue descrito también por Charles Émile Troisier, quien también lo describió, razón por la cual algunos llaman a este hallazgo “signo de Troisier.









Gentileza:
Dr. Rene Mendoza
Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión.
Huacho

Perú

LENGUA FISURADA, ESCROTAL O PLICATA.

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El Dr. Rene Mendoza envía estas imágenes con el siguiente texto:
Paciente que acude a control de salud asintomático.En el examen de la lengua llama la atención su aspecto.


Impresiona como lengua fisurada la cual tiene varias sinonimias, lengua escrotal o lengua plicata. Es un trastorno benigno caracterizado por fisuras de mayor o menor profundidad y localización en la superficie dorsal de la lengua. No se conoce la causa aunque existe aparentemente predisposición genética a padecerla. Los pacientes con síndrome de Down también suelen tener lengua escrotal en forma prevalente. A veces es parte del síndrome de Melkersson-Rosenthal cuando se asocia a hinchazón de los labios y parálisis facial periférica uni o bilateral recidivante. A veces las fisuras delimitan verdaderos “lóbulos” dando como en este caso a la lengua un aspecto “cerebriforme”.Son generalmente asintomáticos estos pacientes aunque cuando esta entidad se asocia a mala higiene de la boca, las profundas fisuras pueden colonizarse con bacterias y hongos siendo causa de halitosis y glositis. En este caso se ven restos alimenticios que plantean diagnóstico diferencial con micosis lingual. Es muy importante la higiene de la boca cepillando especialmente la lengua, buches con colutorios etc. Se recomienda en general evitar tabaco y alcohol



LENGUA ESCROTAL O LENGUA FISURADA
La lengua fisurada es una alteración benigna que puede ser denominada lengua escrotal o lengua plicata. Se caracteriza por numerosas fisuras sobre la superficie dorsal de la lengua que varían en tamaño y profundidad. Esta alteración puede ser congénita, aunque puede manifestarse en cualquier etapa de la vida y exacerbarse con la edad.

La lengua fisurada tiene una incidencia mundial promedio de más de 21% de la población, sin predilección de raza. Los casos reportados muestran una mayor tendencia por el sexo masculino y pacientes jóvenes. La lengua fisurada es considerada una variación de la anatomía normal de la lengua, que puede estar asociada a diversos síndromes como el síndrome de Melkersson-Rosenthal. En este caso se trata de una alteración secundaria a la inflamación granulomatosa de los tejidos blandos que conforman cara y labios.

CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS

Se observan fisuras en el dorso de la lengua que pueden extenderse hasta los bordes laterales  y ser tan profundas como para dividir la lengua en lóbulos.

Las lesiones generalmente son asintomáticas, aunque una mala higiene en conjunto con las características de la lengua puede ocasionar halitosis e inflamación de los tejidos debido a la acumulación de restos de alimentos en las fisuras. Puede complicarse con patologías como la glositis migratoria y candidiasis.



ETIOLOGÍA

 La causa de esta alteración es desconocida, pero debido a la predilección por ciertas familias se cree que puede deberse a una alteración autosómica.


HISTOPATOLOGÍA

Es raro que se indique una biopsia en esta alteración debido a que sus características clínicas bastan para establecer el diagnóstico, sin embargo, el examen histopatológico  muestra un incremento del grosor de la lámina propia, pérdida de las papilas filiformes en la superficie lingual, microabscesos con presencia de neutrófilos y un infiltrado inflamatorio en la lámina propia.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

La lengua fisurada puede asociarse a otras alteraciones como son: el síndrome de Down, acromegalia, síndrome de Sjögren, psoriasis, lengua geográfica y síndrome de Melkersson Rosenthal (síndrome que se caracteriza por la tríada: edema labial parálisis del nervio facial y lengua fisurada). Generalmente la lengua fisurada es diagnosticada en forma accidental, en un examen clínico de rutina; la mayoría de los pacientes no requiere atención para esta patología.

El tratamiento consiste en evitar complicaciones, entre ellas las infecciones (generalmente provocadas por los hongos) y halitosis, por lo que es labor del odontólogo educar al paciente acerca de una dieta libre de irritantes, una correcta higiene de la cavidad bucal (con énfasis en la superficie dorsal de la lengua) y evitar bebidas alcohólicas y tabaco. En casos de dolor agudo en la lengua al ingerir alimentos, puede indicarse algún anestésico tópico sobre la superficie lingual, como la lidocaína y benzocaína o infiltraciones de esteroides intralesional.







Gentileza:
Dr. Rene Mendoza
Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión.
Huacho
Perú

Fuente de consulta 
Intramed online.

MUJER DE 32 AÑOS CON SÍNDROME MELAS PROBABLE.

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Mujer de 32 años:

ANTECEDENTES AÑO 2013 (Hospital Padilla San Miguel de Tucumán año 2013)
Paciente de 32 años sin factores de riesgo cardiovascular cursó internación debido a hemiplejia faciobraquiocrural izquierda  con lesión cerebral frontal derecha, que luego de ser estudiado como ACV en paciente Joven fue interpretada como proceso de origen vascular criptogenico.
Figuras 1 2 y 3



Figura 1

Figura 2

Figura 3

ANTECEDENTES HOSPITAL DE  CONCEPCIÓN 2015

El dia 09/4/15 ingresa al hospital de Concepción debido a un debut convulsivo con crisis tónico clónica generalizada, con posterior deterioro del sensorio  con bradipsiquia y desorientación temporoespacial.
Se le solicita una TC de Cerebro, que no demuestra cambios densitométricos compatibles con lesión aguda. (figura 4, 5 y 6)



Figura 4

Figura 5

Figura 6

EEG: Patológico. (Sin informe)

Se interpreta al cuadro como un proceso encefalitico y se realiza una PL. (fig 7)






Figura 7

RMN (14/4/15) (H Concepción Abril 2015): Se observa en región temporal  derecha pérdida de la diferenciación entre sustancia gris y blanca, con engrosamiento de las circunvoluciones. Sin  desplazamiento de la línea media. (figura 8,9,10 y 11)






Figura 8.  Se observa en región temporal  derecha pérdida de la diferenciación entre sustancia gris y blanca, con engrosamiento de las circunvoluciones. Sin  desplazamiento de la línea media. 

Figura 9. Se observa en región temporal  derecha pérdida de la diferenciación entre sustancia gris y blanca, con engrosamiento de las circunvoluciones. Sin  desplazamiento de la línea media. 

Figura 10. Se observa en región temporal  derecha pérdida de la diferenciación entre sustancia gris y blanca, con engrosamiento de las circunvoluciones. Sin  desplazamiento de la línea media. 

Figura 11. Se observa en región temporal  derecha pérdida de la diferenciación entre sustancia gris y blanca, con engrosamiento de las circunvoluciones. Sin  desplazamiento de la línea media. 


RMN (29/4/15) (H Concepción Abril 2015): Lesión temporo parieto occipital cortico subcortical derecha  hiperintensa en T2 e hipointensa en T1 sin captación de gadolinio, con efecto de masa focal con compresión de estructuras adyacentes, incluido ventrículo lateral derecho y discreto desplazamiento de la línea media. (12,13,14,15,16,y 17)


Figura 12. Lesión temporo parieto occipital cortico subcortical derecha  hiperintensa en T2 e hipointensa en T1 sin captación de gadolinio, con efecto de masa focal con compresión de estructuras adyacentes, incluido ventrículo lateral derecho y discreto desplazamiento de la línea media.

Figura 13. Lesión temporo parieto occipital cortico subcortical derecha  hiperintensa en T2 e hipointensa en T1 sin captación de gadolinio, con efecto de masa focal con compresión de estructuras adyacentes, incluido ventrículo lateral derecho y discreto desplazamiento de la línea media.

Figura 14. Lesión temporo parieto occipital cortico subcortical derecha  hiperintensa en T2 e hipointensa en T1 sin captación de gadolinio, con efecto de masa focal con compresión de estructuras adyacentes, incluido ventrículo lateral derecho y discreto desplazamiento de la línea media.

Figura 15. Lesión temporo parieto occipital cortico subcortical derecha  hiperintensa en T2 e hipointensa en T1 sin captación de gadolinio, con efecto de masa focal con compresión de estructuras adyacentes, incluido ventrículo lateral derecho y discreto desplazamiento de la línea media.

Figura 16. Lesión temporo parieto occipital cortico subcortical derecha  hiperintensa en T2 e hipointensa en T1 sin captación de gadolinio, con efecto de masa focal con compresión de estructuras adyacentes, incluido ventrículo lateral derecho y discreto desplazamiento de la línea media.

Figura 17. Lesión temporo parieto occipital cortico subcortical derecha  hiperintensa en T2 e hipointensa en T1 sin captación de gadolinio, con efecto de masa focal con compresión de estructuras adyacentes, incluido ventrículo lateral derecho y discreto desplazamiento de la línea media.



EL 6/5/15  SE REALIZA DERIVACION DESDE HOSPITAL  ZONAL  A HOSPITAL PADILLA
Ingreso por Guardia mayor, Vigil, DOTE. Resto del examen neurologico sin particularidades
 Se realiza nueva TAC :  Lesión hipodensas Temporo Parieto-occipital Derecha con desplazamiento de la línea media (figura 18)


Figura 18. Lesión hipodensas Temporo Parieto-occipital Derecha con desplazamiento de la línea media



UTI 8/5/15:
Se solicita su pase a UTI, con diagnostico presuntivo de ACV extenso ,en donde permanece durante seis días  hemodinámicamente estable, Vigil , Afasia mixta.


RMN DE CEREBRO: HTAL PADILLA 9/5/15
Proceso extenso Temporo parieto- occipital derecho cortico subcortical hiperintenso T2 y FLAIR, hipointenso T1,  hiperintensa en difusión , heterogéneo en mapa ADC, y efecto de masa  con VLD  desplazado. (Figuras 19,20,21,22,23,24,25,26 y27)
Figura 19. Proceso extenso Temporo parieto- occipital derecho cortico subcortical hiperintenso T2 y FLAIR, hipointenso T1,  hiperintensa en difusión , heterogéneo en mapa ADC, y efecto de masa  con VLD  desplazado.


Figura 20. Proceso extenso Temporo parieto- occipital derecho cortico subcortical hiperintenso T2 y FLAIR, hipointenso T1,  hiperintensa en difusión , heterogéneo en mapa ADC, y efecto de masa  con VLD  desplazado.

Figura 21.Proceso extenso Temporo parieto- occipital derecho cortico subcortical hiperintenso T2 y FLAIR, hipointenso T1,  hiperintensa en difusión , heterogéneo en mapa ADC, y efecto de masa  con VLD  desplazado.

Figura 22. Proceso extenso Temporo parieto- occipital derecho cortico subcortical hiperintenso T2 y FLAIR, hipointenso T1,  hiperintensa en difusión , heterogéneo en mapa ADC, y efecto de masa  con VLD  desplazado.

Figura 23. Proceso extenso Temporo parieto- occipital derecho cortico subcortical hiperintenso T2 y FLAIR, hipointenso T1,  hiperintensa en difusión , heterogéneo en mapa ADC, y efecto de masa  con VLD  desplazado.

Figura 24. roceso extenso Temporo parieto- occipital derecho cortico subcortical hiperintenso T2 y FLAIR, hipointenso T1,  hiperintensa en difusión , heterogéneo en mapa ADC, y efecto de masa  con VLD  desplazado.

Figura 25. Proceso extenso Temporo parieto- occipital derecho cortico subcortical hiperintenso T2 y FLAIR, hipointenso T1,  hiperintensa en difusión , heterogéneo en mapa ADC, y efecto de masa  con VLD  desplazado.

Figura 26. roceso extenso Temporo parieto- occipital derecho cortico subcortical hiperintenso T2 y FLAIR, hipointenso T1,  hiperintensa en difusión , heterogéneo en mapa ADC, y efecto de masa  con VLD  desplazado.

Figura 27. Proceso extenso Temporo parieto- occipital derecho cortico subcortical hiperintenso T2 y FLAIR, hipointenso T1,  hiperintensa en difusión , heterogéneo en mapa ADC, y efecto de masa  con VLD  desplazado.



Sala 12 : 14/5/15
Al ingreso la paciente se encontraba buen estado general lúcida, Afasia mixta. Alteraciones de la conducta . El resto del examen neurológico sin particularidades

RMN CON GADOLINIO Y ESPECTROSCOPIA:
Persistencia de la lesión sin extensión sin captación de contraste, con pico ac. Lactico, de colina, lípidos, y caída de aspartato (Figuras 28,29 y 30)



Figura 28. Persistencia de la lesión sin extensión sin captación de contraste, con pico ac. Lactico, de colina, lípidos, y caída de aspartato 

Figura 29. Persistencia de la lesión sin extensión sin captación de contraste, con pico ac. Lactico, de colina, lípidos, y caída de aspartato 

Figura 30. Persistencia de la lesión sin extensión sin captación de contraste, con pico ac. Lactico, de colina, lípidos, y caída de aspartato 


Resumen de los resultados de Laboratorio (figura 31)





Figura 31 resumen análisis de laboratorio


EEG 14/05/15
Severa desorganización del ritmo. Asimetría interhemisferica de frecuencia y voltaje. Ritmo lento en hemisferio derecho.  Salvas de puntas en área para central derecha (actividad paroxística interctal) . Poli puntas recluctantes en hemisferio derecho (actividad paroxística ictal)



Figura 32 EEG. 

Figura 33. EEG

Figura 34. EEG


CONCLUSION: trazado patológico con signos de focalidad y comisialidad ictal focal en hemisferio derecho (figuras 32,33 y 34)

Se realiza nueva PL (figura 35)


Figura 35 Punción lumbar

21/12/15: EXAMEN MICOLÓGICO DE LCR
Aspergillus flavus, Ac. Anti- IDD: reacción de NO IDENTIDAD
Aspergillus fumigatus, Ac. Anti- IDD: reacción de NO IDENTIDAD
Aspergillus niger, Ac. Anti- IDD: reacción de NO IDENTIDAD
Coccidiodes immitis, Ac. Ig G Anti: reacción de NO IDENTIDAD
Histoplasma capsulatum, Ac. IgG Anti: reacción de NO IDENTIDAD
Paracoccidiodes brasilensis, Ac IgG Anti: reacción de NO IDENTIDAD
(Figura 36)




Figura 36. 


TAC Tórax Abdomen Pelvis:
Litiasis Renal Izquierda y Litiasis Ureteral izquierda
Vejiga con paredes engrosadas,
Colon paredes edematizadas.

Mamografia , examen ginecologico, ecografia ginecologica: sin particularidades
Ecocardiograma: AI 3,5; Area 16; FEY 72%
Doppler de vasos de cuello: normal
EGC: bradicardia sinusal

POR BUENA EVOLUCION SE DECIDE ALTA HOSPITALARIA  PARA CONTINUAR ESTUDIO POR CONSULTORIO EXTERNO

REINGRESO 10/12/15
El 10/12/15 ingresa nuevamente a este nosocomio
debido a disartria y hemiparesia facial central izquierda de instalación súbita de 24 hs de evolucion .
Examen neurológico: disartria. paresia facial central izquierda
Moca 7/30
Se solicita RMN de Cerebro, que demuestra  lesiones NUEVAS parietal derecha y frontal medial derecha.

RMN 11/12/15
(Figuras 37,38,39,40,41)




Figura 37.  Lesiones NUEVAS parietal derecha y frontal medial derecha.

FIGURA 38. Lesiones NUEVAS parietal derecha y frontal medial derecha.

Figura 39. Lesiones NUEVAS parietal derecha y frontal medial derecha.

Figura 40. Lesiones NUEVAS parietal derecha y frontal medial derecha.

Figura 41. Lesiones NUEVAS parietal derecha y frontal medial derecha.


28/12/16 TC DE CONTROL
Se visualiza una imagen NUEVA hipodensa temporal anterior izquierda.
(Figura 42)



Figura 42.Lesión hipodensa temporal anterior izquierda nueva.


Dosaje de acido lactico:
Sangre : normal
LCR : normal

FECHA 21/11/16
Nueva internación por crisis convulsiva. Durante la misma se le solicita neuroimagenes de control en donde se observa imagen NUEVA occipital IZQUIERDA.
Examen neurologico: lucida, paresia facial central izquierda(secuelar) afasia, episodios de movimientos anormales rítmicos  hemifacial izquierdo, motilidad sensibilidad taxia conservada.
(Figuras 43,44,45,46,47,48 y 49)




Figura 43

Figura 44

Figura 45

Figura 46

Figura 47

Figura 48

Figura 49




Debido a la negatividad de todos los estudios previos realizados en el contexto de la investigación etiológica de un ACV en paciente joven, se solicita estudio genético para confirmar MELAS.
MUTACIÓN A3243G: NO DETECTABLE


REINTERNACIÓN 10/05/2017
La paciente volvio ahora por mioclonías que impresionan subcorticales en miembro inferior derecho  vs estatus parcial mioclónico
En la resonancia de actual se ven nuevas imagenes en la region fronto parietal interhemisferica córtico subcorticales





MITOCONDRIAL ENCEPHALOMYIOPATY WITH LACTIC ACIDOSIS AND STROKE LIKE EPISODES SYNDROME

SÍNDROME MELAS
Sindrome de Encefalomiopatia Mitocondrial con Acidosis Lactica y episodios Stroke like.
Enfermedad metabolica que se presenta en adultos jovenes con Epilepsia, mioclonias y episodios Stroke like. Prototipo de enfemedad mitocondrial. Patrón de herencia materno.
Afecta a los tejidos de alta demanda metabólica (cerebro y musculo)
Heteroplasmia: Cantidad variable de mitocondrias mutadas (afectadas), en diferentes tejidos.
Umbral efecto: Numero de mitocondrias afectadas a partir del cual aparecen los síntomas.

CLÍNICA: Síntomas comunes son migraña crónica, convulsiones, hipoacusia neurosensorial, debilidad muscular y episodios stroke like. Mejora o fluctúa a lo largo del tiempo Desencadenados por infecciones o ejercicio severo.
CPK: ligeramente aumentada o normal.
Acidosis láctica en sangre y LCR.
RMN:  Lesiones no limitadas a un territorio arterial. Migratorias. Preferencia por regiones parietales y occipitales. O pueden afectar la corteza respetando la sustancia blanda profunda.  Imagen 1 y 2




Imagen 1.








Imagen 2



ESPECTROSCOPÍA
La anormalidad  más común en MELAS vista en espectroscopía incluye una señal disminuida de N-acetyl aspartato y la acumulación de lactato
Hay consenso general que el pico de lactato representa un marcador metabólico de enfermedad.
Más aún, parece haber una fuerte correlación entre alto lactato ventricular cuando es medido por MRS (espectroscopía por resonancia), y el grado de deterioro neuropsicológico y neurológico.






Imagen 3






Imagen 4

EMG: Con patrón normal, salvo que se produzca miopatía.
Estudio genético: 80% mutacion del gen MTT1: A3243G
Biopsia muscular: Acumulacion subsarcolemal de mitocondrias anormales, que en los cortes  se observan fibras rojas rasgadas (FRA).

TRATAMIENTO
Coenzima Q10
Arginina
Creatina

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE EPISODIOS STROKE LIKES
Encefalopatias mitocondriales (MELAS MERRF)
Miopatias mitocondriales (S de Kearns Sayre)
S, de Emery Dreyfuss
Enfermedad de Jacob Creutzfeld
Síndrome de Sneddon
Deficiencia de Propionil Co A carboxidasa

IMAGENOLOGIA
Hiperintensas T2, DWI y mapa ADC.
Compatibles con edema vasogenico.
Puede coexistir con edema citotoxico.
AngioRM suelen ser normales.
Persisten por semanas o meses pero pueden desaparecer luego de años de evolucion.



ESPECTROSCOPIA
Caida NAA
Disminucion cociente NAA/Cr
Pico Acido Lactico
Estas caracteristicas pueden estar presentes tanto en las lesiones como en la corteza normal



PATOGENESIS
Lesiones NO isquémicas
Aumento de la permeabilidad capilar.
Hiperperfusion neuronal
Hiperexcitabilidad y necrosis neuronal






Imagen 5





Imagen 6 




Imagen 7




Imagen 8




Imagen 9





Imagen 10




Imagen 11






Presentó:
Dr. Humberto Hurtado.
Residente de Neurología del  Hospital “Ángel C. Padilla”
Ciudad de Tucumán
Argentina


MUJER DE 20 AÑOS CON HIPERTENSIÓN INTRACRANEANA IDIOPÁTICA.

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Paciente de 20 años   sexo femenino
MOTIVO DE INTERNACIÓN: cefalea, vómitos, diplopía.
Hospital "Dr.Ángel Pintos" de Azul

ENFERMEDAD ACTUAL: comienza hace 15 días con otalgia izquierda que se generaliza a la región cefálica especialmente al hemicráneo izquierdo.  Consulta a la guardia del hospital donde se le diagnostica otitis y se le prescribe amoxicilina. La paciente toma sólo tres comprimidos y suspende la medicación por intolerancia gástrica y porque atribuye un episodio de vómitos que presentó a intolerancia medicamentosa. La  cefalea  aumenta en jerarquía y desarrolla  una intensidad de 7 en 10 en una escala donde 10 es la máxima intensidad. Consulta nuevamente a la guardia y en esta oportunidad es examinada  también por  un neurólogo quien indica TC de cráneo   y punción lumbar. La TC es normal y la punción lumbar es totalmente normal  excepto que aparentemente el LCR “estaba  hipertenso” aunque no se registró la presión del mismo en ese momento.  Se le realiza un análisis de laboratorio que muestra como único elemento positivo una leucocitosis de 12600/mm3 con neutrofilia. VIH negativo, resto de laboratorio normal. 
Se le indica AINES con respuesta analgésica parcial. Alguien refiere en el examen repetido   realizado en la sala, que en algún momento presentó un síndrome meníngeo dudoso con cierta rigidez o resistencia al intento de flexionar el cuello  por lo que se repitió la TC y la punción lumbar las cuales fueron normales nuevamente. 
La paciente presenta varios episodios de vómitos en los últimos días y un episodio transitorio que la paciente espontáneamente refiere de visión doble  por lo que se interna en nuestra sala.

ANTECEDENTES
No refiere antecedentes de importancia personales ni familiares. Dice que ha presentado otitis en varias oportunidades y que es tratada con su ORL de cabecera. No toma medicamentos habitualmente y no toma anovulatorios ni  ninguna otra medicación hormonal.

EXAMEN FÍSICO
Signos vitales normales excepto taquicardia sinusal, afebril,  TA 100/50 mm Hg, frecuencia 98 por minuto. Paciente con IMC de 30.
En el examen físico como único elemento positivo se encuentra una parálisis del VI par izquierdo, y dolor a la palpación del globo ocular izquierdo, con dolor bulbar en la mirada lateral   y el resto del examen clínico y neurológico negativo. Parálisis del VI par izquierdo.
 
No existe síndrome meníngeo. Nunca presentó fiebre desde el comienzo de su enfermedad actual. El examen de ambos  conductos auditivos externos y ambos tímpanos  es normal.




Parálisis del VI par izquierdo evidenciada en la mirada extrema a la izquierda. 

EVOLUCIÓN
Se solicita una nueva punción lumbar pero previo a ello se solicita una TC y un fondo de ojo. La tercera TC de cráneo en los últimos 15 días  es informada como normal  y el fondo de ojo, informado por un oftalmólogo como edema de papila bilateral.
En ese contexto se interpreta el cuadro como hipertensión endocraneana y parálisis secundaria del VI par. Se lleva a cabo una nueva punción lumbar a los fines de medir la presión del LCR la cual arroja un resultado medido de 290 mmH2O con la paciente acostada. El examen físico-químico-microbiológico del líquido es negativo.
Se solicita RMN y angio RMN con tiempos venosos para descartar tromboflebitis de seno transverso secundario a otitis.

RMN Y ANGIO-RMN
Se llevó a cabo RMN de cerebro y fosa posterior que fue informada como normal y una angio-RMN en tiempos venosos que se informa normal excepto por: “disminución del flujo venoso transverso izquierdo que plantea el diagnóstico diferencial entre seno venoso transverso derecho dominante versus patología del seno venoso transverso izquierdo,a correlacionar con la clínica y los antecedentes”.
Se realizó un examen campimétrico digitalizado que fue informado como normal
Se indicó una polisomnografía que descartó apnea/hipopnea del sueño.

SE ESTABLECIÓ EL DIAGNÓSTICO DE HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL IDIOPÁTICA.
Se indicó un plan de descenso de peso médicamente controlado y acetazolamida en dosis crecientes hasta llegar a 2500 mg/día. Tuvo una respuesta clínica muy buena especialmente a su cefalea la cual desapareció. Sigue con controles clínicos-neurológicos-oftalmológicos mensuales en forma ambulatoria.

CONCLUSIONES DEL CASO.
Esta paciente de 20 años con un índice de masa corporal de 30 se presentó a la consulta con el cuadro típico de  hipertensión intracraneana consistente en cefalea, vómitos y edema de papila asociado con una parálisis del VI par lo que apoyó más aun la hipótesis diagnóstica. La sospecha clínica de hipertensión intracraneana es siempre motivo de preocupación especialmente por el acto reflejo del médico que siempre es asociar como primera hipótesis  diagnóstica una masa intracraneal como responsable del cuadro. Por lo tanto las imágenes fueron solicitadas en forma inicial y repetidas  en  el transcurso de los primeros días de su enfermedad actual. La presencia del antecedente de dolor en oído izquierdo 15 días antes de su internación despertó también la preocupación de tromboflebitis del seno transverso como generador de hipertensión intracraneana. La hipótesis diagnóstica de hipertensión intracraneana fue objetivamente confirmado por la cuantificación de la presión del LCR de 290 mm H20 con la paciente acostada. Las causas secundarias de hipertensión intracraneana fueron descartadas en el curso de la internación por lo que quedó firme la sospecha diagnóstica de hipertensión intracraneana idiopática o pseudotumor cerebri (PC).El único elemento de los estudios que provocó cierto grado de preocupación fue la presencia en la angio-RMN en tiempo venoso, la presencia de una “disminución del flujo venoso transverso izquierdo” lo  que planteó el diagnóstico diferencial entre seno venoso transverso derecho dominante versus patología del seno venoso transverso izquierdo, especialmente porque la paciente había presentado dolor en la región del oído izquierdo 15 días antes del comienzo de sus síntomas. Sin embargo esas alteraciones en los senos transversos están descriptas en los cuadros de PC  y se discute si la presencia de cierto estrechamiento en los senos puede ser causa o consecuencia del PC. Al ser descartada definitivamente la tromboflebitis de los senos venosos, dada la permeabilidad venosa en los estudios angiográficos por angio-RMN,  la ausencia de factores de riesgo para la misma (especialmente la no ingesta de medicación hormonal, anticonceptivos ni ninguna otra medicación), y también  apoyados en  el cuadro clínico típico de PC que suele presentarse en mujeres con sobrepeso y de la edad de nuestra paciente nos hizo concluir en el diagnóstico. La excelente respuesta terapéutica al tratamiento médico como PC apoyó más aun el diagnóstico definitivo.






HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL IDIOPÁTICA (PSEUDOTUMOR CEREBRAL)

La hipertensión intracraneal idiopática, llamada comúnmente  pseudotumor cerebri (PC), es un trastorno definido por criterios clínicos que incluyen síntomas y signos aislados producidos por la tensión intracraneal elevada (cefalea, edema de papila, pérdida de visión), presión del líquido cefalorraquídeo aumentada pero de características normales y ninguna otra causa de hipertensión intracraneal evidente en las neuroimágenes o en otras evaluaciones.
El hecho que se hable de proceso benigno, es para diferenciarlo por ejemplo del aumento de presión ocasionado por los tumores cerebrales, sin embargo muchos pacientes tienen cefaleas discapacitantes y además existe el riesgo de pérdida de visión permanente. 

EPIDEMIOLOGÍA
La incidencia anual es 1 a 2 casos por 100.000 habitantes. Se ve más en mujeres obesas entre 15 y 44 años. Afecta más frecuentemente a mujeres en edades fértiles con sobrepeso, aunque puede verse en niños desde los 4 meses hasta en pacientes de hasta 88 años. Un aumento de peso reciente (promedio 1,8 kg en los últimos 2 meses), se ha identificado como factor de riesgo adicional en algunos estudios caso-control. Existen condiciones que se han asociado al PC como algunas drogas, déficits vitamínicos y algunas condiciones hereditarias aunque la mayoría de los pacientes no las presentan. Entre ellos están el uso de hormona de crecimiento, tetraciclinas incluyendo minociclina y doxiciclina, hipervitaminosis e hipovitaminosis A, otros retinoides como all transretinoico, tretinoina. Reemplazo tiroideo, retiro de corticosteroides, litio, ácido nalidíxico, nitrofurantoína.
Existen enfermedades sistémicas que se han asociado a PC como la enfermedad de Addison,  hipoparatiroidismo,  anemias severas, la apnea del sueño, LES, síndrome de Behcet's, síndrome de ovario poliquístico, coagulopatías, uremia.

PATOGÉNESIS
Aunque existen muchas teorías la patogenia aún es incierta. Se ha propuesto anomalías del flujo venoso como estenosis e hipertensión venosas como la resistencia aumentada al flujo del LCR ya sea a nivel de las granulaciones aracnoideas o los sitios de drenaje linfático del LCR, el aumento de la presión intraabdominal relacionada con aumento de presión venosa intracraneal.
El aumento de la presión venosa intracraneal se ha postulado como mecanismo primario o “vía final común” del PC.  Aunque se ha encontrado alteraciones en el flujo venoso en la angio RMN y en la venografía por RMN en pacientes con PC no existe acuerdo en el significado de estos hallazgos.  La trombosis venosa, claramente tiene significado clínico-patológico, pero el aparente estrechamiento de los senos venosos puede no tener el mismo significado. La diferenciación entre estenosis venosa primarias y el  estrechamiento secundario a las alteraciones del flujo pueden ser dificultosas y pueden aun mimetizar las trombosis venosas.  Existen especulaciones de que estrechamientos congénitos de los senos venosos pueden ser la causa primaria de PC, o bien puede ser secundaria pero un factor contribuyente potencial. En el segundo escenario la presión aumentada del LCR comprime los senos transversos  llevando a estenosis que exacerbaría el aumento de la presión intracraneal produciendo la clínica del paciente.
Existe controversia sobre si las alteraciones venosas, especialmente las estenosis venosas son causa o consecuencia del PC. Hay quienes dicen que la  aparente estenosis es causada por una presión intracraneana elevada y no al revés. También está la teoría de que la obesidad central aumenta la presión intraabdominal, la  presión en el espacio pleural, presión de llenado cardíaco y presión venosa central y que ello puede llevar a aumento de la presión intracraneal. Otras causas involucradas en el aumento de la presión intracraneana han sido hipotetizadas como la microtrombosis del seno sagital que podría bloquear la reabsorción del LCR en las granulaciones aracnoideas, aun en ausencia de trombosis de tamaño suficiente como para ser vista en las imágenes. Sin embargo, la mayoría de las causas conocidas de alteración de la reabsorción de LCR son las secundarias a hemorragia subaracnoidea o meningitis, y la sobreproducción de LCR como se ve por ejemplo en los papilomas de los plexos coroideos producen hidrocefalia la cual no se ve en PC. La apnea del sueño y la hipercarbia pueden jugar algún rol.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Una presentación típica del PC es una mujer en edad fértil que se queja de cefalea y en la cual se encuentra edema de papila en el fondo de ojo.  Los síntomas del PC y su frecuencia son los siguientes:
  • Cefalea  (84 to 92 por ciento)
  • Oscurecimientos transitorios de la visión (68 to 72 por ciento)
  • Ruidos intracraneales (tinnitus pulsátil)  (52 to 60 por ciento) Fotopsias (48 to 54 por ciento) 
  • Dolor de espalda (53 por ciento)
  • Dolor retroocular  (44 por ciento)
  • Diplopia (18 to 38 por ciento)
  • Pérdida de visión sostenida  (26 to 32 por ciento)
  • Todos estos síntomas aun cuando se dan juntos, no son específicos de PC.  El más específico de todos estos síntomas puede ser el tinnitus pulsátil.


CEFALEA.
La cefalea es el síntoma de presentación más común del PC. Sin embargo esta es variable e inespecífica. Muchos, pero no todos los pacientes en cuenta que el dolor es de gravedad inusual sino que es una cefalea inespecífica y no muy intensa muchas veces. Los dolores de cabeza pueden ser lateralizados y  pulsátiles en carácter. Pueden ser intermitente o persistente, se producen diariamente o más espaciadamente. Náuseas y vómitos asociados no son infrecuentes. Algunos pacientes tienen  exacerbación del dolor de cabeza con los cambios de postura y algunos se alivian  con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos o analgésicos. El dolor  retrobulbar y el dolor al mover los ojos  o a la compresión del globo ocular son un poco más específicos de PC. En algunos pacientes, el dolor sigue una distribución de la raíz del nervio trigémino o cervical. Rigidez en el cuello y dolor de espalda también son comúnmente referidos.

En la mayoría de los casos, las características de la cefalea son similaresa otros trastornos de cefaleas primaria, incluida la migraña y la cefalea de tipo tensional. La naturaleza a menudo refractaria del dolor puede llevar al paciente a abusar de medicamentos analgésicos, lo que a su vez puede causar un dolor de cabeza de rebote, oscureciendo aún más el diagnóstico.
Raramente algunos pacientes no tienen cefalea. Entre los niños más pequeños, el dolor de cabeza es un hallazgo menos universal. En ausencia de dolor de cabeza, el diagnóstico es sugerido a menudo durante un examen ocular de rutina cuando el edema de papila se descubre por casualidad.

SÍNTOMAS VISUALES
Oscurecimientos visuales transitorios ocurren en cerca de dos tercios de los pacientes con edema de papila. Estos oscurecimientos  suelen durar segundos y pueden ser uni o  bilaterales. La frecuencia es variable, desde episodios raros o aislados a los que se producen varias veces al día. Algunos pacientes notan que estos pueden ser precipitados por cambios a la posición de pie por lo general, pero a veces cuando se acuestan o al agacharse, con la maniobra de Valsalva, la luz brillante, o el movimiento de los ojos.  La ocurrencia de oscurecimientos visuales transitorios no parece correlacionarse con el grado de elevación de la presión intracraneal o el aumento del edema de papila, y no es predictivo de  futura pérdida visual.
Fotopsias, breves destellos o destellos de luz, también puede ocurrir en pacientes con PC y, de forma similar a los oscurecimientos visuales, pueden ser provocados por los cambios de posición y la maniobra de  Valsalva.

Un subgrupo de individuos con PC tiene un curso más maligno o fulminante con un rápido desarrollo de  pérdida de la visión dentro de algunas semanas de inicio de los síntomas. Esto es generalmente evidente en la presentación. Para evitar la severidad de la pérdida permanente de la visión, medidas de tratamiento más agresivos son consideradas de entrada después de establecido el diagnóstico.

RUIDOS INTRACRANEALES (TINNITUS)
El acúfeno pulsátil (también llamado tinnitus síncrónico con el pulso) es común en PC y en el contexto de cefalea, es muy sugestiva de PC. Los pacientes a menudo describen oír agua corriendo o viento. Este síntoma puede ser persistente o intermitente y se cree que representa pulsaciones vasculares transmitidas por el líquido cefalorraquídeo a alta presión a los senos venosos.

DIPLOPÍA
Los pacientes con PC pueden referir diplopía horizontal intermitente o continua. Esto es típicamente debido a parálisis del sexto par craneal por  parálisis del nervio o divergencia por insuficiencia unilateral o bilateral de aumento de la presión intracraneal. En raras ocasiones, otras causas de diplopía pueden ocurrir en PC (por ejemplo, otras neuropatías craneales, foria descompensada).

EXAMEN FÍSICO
 Lo signos más comunes en PC son:
  • Edema de papila
  • Pérdida del campo visual
  • Parálisis del sexto par craneal.

EDEMA DE PAPILA
El edema de papila es el signo distintivo de PC

Aunque normalmente bilateral y simétrica, el edema de papila puede ser asimétrico o francamente unilateral.
El edema de papila se puede clasificar de acuerdo a la gravedad. Utilizamos la escala de calificaciones Frisén de edema de papila que va de gado O donde no hay edema de papila, hasta el Grado 6 (imágenes)






Disco normal: grado 0







Frisen Grado I  mostrando el halo en forma de C del edema de papila con una interrupción temporal.





Frisén Grado II mostrando edema de papilla circunferencial.







Frisén Grado III mostrando ocultamiento de un vaso mayor cuando deja el disco óptico (flecha).






Frisén Grado IV mostrando borramiento de los vasos mayores en el disco óptico (flecha).





Frisén Grado V mostrando borramiento completo de todos los vasos del disco óptico. 
Los pacientes con edema de papila más graves están en mayor riesgo de pérdida visual permanente. Es útil tomar fotografías de ambos discos ópticos y clasificar la gravedad del edema de papila en la visita inicial y cada una de seguimiento.

Otros hallazgos en el examen del fondo de ojo pueden incluir exudados maculares y edema macular, pliegues coroideos a través de la mácula, neovascularización coroidea, y elevación de la retina serosa alrededor de la cabeza del nervio.

Pueden verse pacientes con dolores de cabeza y elevada presión de apertura en la punción lumbar sin edema de papila, pero son raros.  

Se aconseja evaluación oftalmológica para confirmar la presencia de edema de papila y evaluar aquellos pacientes con edema de papila cuestionable o sutil.

PÉRDIDA VISUAL
La pérdida de visión es la mayor morbilidad en PC y puede estar presente en la evaluación inicial. La pérdida de visión suele ser gradual, pero puede ser abrupta. Estos pacientes tienen un curso más fulminante y la pérdida permanente de la visión más significativa.
La pérdida del campo visual es típicamente periférica.

PARÁLISIS DEL VI PAR
Un sexto PAR craneal (nervio motor ocular externo), puede ser unilateral o bilateral en pacientes con PC. Esto refleja un efecto no localizador de presión intracraneal elevada en el sexto nervio, que tiene un curso intracraneal largo antes de salir del cráneo.

OTRAS DEFICIENCIAS DE LOS NERVIOS CRANEALES
Otras deficiencias de  nervios craneales que se resuelven con el tratamiento del PC han sido reportados en informes de casos. Algunos de estos pueden ser más comunes en los niños prepúberes que en los pacientes de mayor edad:


  1. Olfatorio
  2. Motor ocular común.
  3. Patético (IV par)
  4. Facial
  5. Auditivo



OTROS SIGNOS NEUROLÓGICOS
Los pacientes con PC no suelen tener déficits cognitivos evidentes aunque se han comunicado déficits en test neuropsicológicos como  déficits en el tiempo de reacción y la velocidad de procesamiento.

EVALUACIÓN
En cualquier paciente con cefalea y edema de papila debe sospecharse siempre aumento de la presión intracraneal. Se requiere con urgencia realizar  una neuroimagen para excluir causas secundarias de hipertensión intracraneal. Si el estudio de neuroimagen no revela ninguna etiología estructural para la hipertensión intracraneal, una punción lumbar (PL) debe llevarse a cabo para documentar la presión de apertura y para excluir otras condiciones. Se requiere una evaluación oftalmológica para documentar la gravedad de la afectación del nervio óptico y monitorizar la respuesta al tratamiento.

El diagnóstico de PC  puede sospechar antes de la evaluación, sobre la base de una historia y examen que revela condiciones o medicamentos que están asociados con PC; neuroimágenes y PL  se requieren para excluir otras condiciones.

Además, todos los pacientes con edema bilateral del disco óptico deben tener una medida de la presión arterial sistémica dado que  la neuropatía óptica relacionadas con la hipertensión maligna puede imitar edema de papila y también pueden producir dolor de cabeza y otros síntomas que podrían confundirse con PC.

Algunos también sugieren que todos los pacientes con PC deben tener un recuento sanguíneo completo para excluir una anemia que puede ser causal o contribuyente a la condición del paciente.

RESONANCIA MAGNÉTICA NUCLEAR
En un paciente con dolor de cabeza y edema de papila, el propósito principal de neuroimagen es excluir causas secundarias de hipertensión intracraneal.
La resonancia magnética (RM) con la técnica de venografía (venografía por RMN) es la prueba preferida. Una tomografía computarizada puede ser necesaria para  pacientes con contraindicaciones para la RMN (por ejemplo, marcapasos, clips metálicos en la cabeza, cuerpos extraños metálicos) y algunos pacientes con obesidad mórbida o claustrofóbicos. El uso de la mejora de contraste aumenta la sensibilidad del estudio en particular para masas intracraneales sutiles (por ejemplo, gliomatosis cerebral) y patologías  meníngeas.
La venografía por RMN con la administración de contraste, es una prueba más sensible que la RMN estándar para la detección de la trombosis venosa cerebral. Esta causa potencial de  hipertensión intracraneal secundaria puede tener una presentación clínica similar a PC. Es de buena práctica  incluir una angio RMN venosa poscontraste   en la evaluación de pacientes con sospecha de PC.

Mientras que el parénquima cerebral y los ventrículos parecen normales tanto en la RMN como en la  TC en pacientes con PC, otras anormalidades  pueden ser vistas en RMN en pacientes con PC y que sugieren el diagnóstico:

·         Aplanamiento de la esclerótica posterior (43-80 por ciento)
·         Distensión del espacio subaracnoideo perióptico (45 a 67 por ciento)
·         Realce  (con gadolinio) del nervio óptico prelaminar (7 a 50 por ciento)
·         Silla turca vacía (25 a 80 por ciento)
·         Protrusión del nervio óptico prelaminar (3 a 30 por ciento)
·         Tortuosidad Vertical del nervio óptico orbital (40 por ciento)
Estos hallazgos no son, de forma individual o en su conjunto,  diagnósticos de PC; ni tampoco su ausencia excluye el diagnóstico. Otras anomalías reportadas en algunos casos incluyen ectopía amigdalar, el estrechamiento de la cueva de Meckel y de los senos cavernosos, meningoceles, y la ampliación del foramen oval.

Hay muchos informes de anomalías venosas cerebrales en la venografía por resonancia magnética  en pacientes con PC. En particular, el estrechamiento del seno venoso transverso es común  y sugiere aumento de la presión intracraneal. Dependiendo de la tecnología de RMN  utilizada, este hallazgo se informó en el 65 a 90 por ciento de los pacientes con PC. Aunque es muy común en PC, estenosis del seno transverso no es específico de esta entidad.






PUNCIÓN LUMBAR
La presión de apertura elevada  en la punción lumbar (LP) es un elemento esencial del diagnóstico de PC; Sin embargo, hay algunas dificultades en la medición precisa y la interpretación.

Para el registro  exacto de la presión, el paciente debe estar relajado y acostado en la posición de decúbito lateral con las piernas extendidas. Otras posiciones (decúbito prono, sentado) puede dar lecturas falsamente elevadas, así  como la ansiedad, el dolor  y el uso de medicamentos sedantes. Lecturas engañosamente bajas  pueden obtenerse después de múltiples intentos de punción lumbar o en el contexto de  hiperventilación y  tratamiento con medicamentos para bajar la presión intracraneal.

Tradicionalmente, el límite superior de lo normal para la apertura de la presión en los adultos es de 200 mm H2O. Algunos creen que los pacientes obesos pueden tener un límite superior más alto de lo normal, con presiones de apertura que normalmente pueden acercarse a 250 mm H2O. Sin embargo, otros no han correlacionado con la obesidad presión intracraneal elevada en ausencia de PC. En general se considera normal presiones inferiores a 200 mm H2O y las superiores a 250 mm H2O como hipertensión intracraneal. Entre 200 y 250 existe una zona gris que deben contextualizarse con la clínica y la RMN.  
Además de medir la presión de apertura, el líquido cefalorraquídeo se analiza para recuento de células y fórmula diferencial, glucosa, y proteínas. Los estudios del LCR apropiados para los agentes microbianos, citología del LCR, y la prueba de antígenos (por ejemplo, VDRL en LCR), pueden estar indicados si el contenido LCR ​​es anormal o la situación clínica sugiere pruebas adicionales. La composición de líquido cefalorraquídeo (proteínas, células, glucosa) es normal en pacientes con PC.

EVALUACIÓN OFTALMOLÓGICA
La evaluación oftalmológica es esencial para todos los pacientes con sospecha de PC. Un examen ocular completo debe documentar el examen formal del campo visual, el examen del fondo de ojo dilatado y fotografías del nervio óptico. La ecografía orbital y la angiografía con fluoresceína pueden ser utilizados si la presencia de edema de papila es sutil o cuestionable.
El examen del campo visual es esencial en PC para evaluar la gravedad de la afectación del nervio óptico y monitorizar la respuesta al tratamiento. Las opciones incluyen la perimetría cinética de  Goldmann  y la perimetría estática asistida por ordenador. Si bien cada uno tiene sus ventajas y limitaciones, por lo general se prefiere este último, ya que proporciona una medida más fiable para los exámenes de seguimiento.

Los hallazgos más frecuentes en la perimetría de la hipertensión intracraneal son un defecto arqueado parcial con un punto ciego ampliado (aproximadamente las tres cuartas partes de los hemicampos en el ojo en estudio y aproximadamente la mitad de los hemicampos en el ojo contralateral). La constricción generalizada es también común, menos comúnmente, central, paracentral, en forma de arco, y puede haber  escotomas altitudinales.

La frecuencia de la pérdida del campo visual y pérdida de la agudeza en PC es  variable. En varios informes, la pérdida de campo visual se observó en el 71 al 100 por ciento de los ojos utilizando diversas formas de perimetría.



Figura: defecto del campo visual temprano más común en el edema de papila. A  medida que el  nervio óptico  desarrolla  atrofia óptica aparece un defecto nasal inferior (como se muestra en el gráfico de la izquierda del campo visual del ojo izquierdo. El área sombreada indica la porción defectuosa del campo. Nótese la nítida  línea de demarcación entre el cuadrante inferior nasal defectuoso  y  el cuadrante nasal superior  normal a lo largo de la línea media horizontal. Esto es característico del edema de papila  y atrofia óptica temprana.

DIAGNÓSTICO
EL PC se diagnostica de acuerdo con los criterios de Dandy modificados de acuerdo a lo siguiente:
  • Síntomas y signos de aumento de la presión intracraneal (por ejemplo, dolor de cabeza, oscurecimientos visuales transitorios, tinnitus síncrónico con el pulso, edema de papila, pérdida de la visión)
  • No existencia de otras anomalías neurológicas o nivel de alteración de la conciencia
  • Presión intracraneal elevada con líquido cefalorraquídeo de composición normal (LCR)
  • Un estudio de neuroimagen que no muestre la etiología de la hipertensión intracraneal
  • Ninguna otra causa de la hipertensión intracraneal aparente

Aunque se han propuesto revisiones a estas directrices, estas no cambian sustancialmente el enfoque de diagnóstico. Dado que los estudios de tratamiento han utilizado los criterios de Dandy modificados, creemos que estos siguen siendo los criterios más adecuados para hacer el diagnóstico de PC.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Cuando está presente el edema de papila, esto sugiere presión intracraneal elevada, que puede tener muchas causas, además de PC. También hay muchas etiologías de la hinchazón del disco óptico unilateral o bilateral, que pueden tener un aspecto similar al edema de papila.

HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL SECUNDARIA
Cualquier entidad que aumente la presión intracraneal puede conducir a edema de papila. Éstas incluyen:

  • Lesiones de masa intracraneal (tumor, absceso)
  • La obstrucción al flujo venoso, por ejemplo, trombosis del seno venoso, la compresión de la vena yugular, cirugía de cuello
  • La hidrocefalia obstructiva
  • Disminución de la absorción de LCR, por ejemplo, las adherencias de las granulaciones aracnoideas  después de la meningitis bacteriana infecciosa u otra o hemorragia subaracnoidea
  • El aumento de la producción de líquido cefalorraquídeo (LCR), por ejemplo, papiloma del plexo coroideo
  • Hipertensión sistémica maligna

La mayor parte de las condiciones se excluyen por resonancia magnética. La venografía por RMN es a menudo necesaria para excluir condiciones que causan obstrucción del flujo venoso. En particular, la trombosis venosa cerebral puede tener una presentación clínica muy similar a PC.

Otras causas poco comunes de la obstrucción del flujo venoso incluyen tabique del seno transverso causando estenosis del seno; osteopetrosis del foramen yugular; fractura de cráneo deprimida y estenosis del seno sagital superior. La hipertensión venosa y el aumento secundario en la hipertensión intracraneal también pueden ser causadas por malformaciones cerebrales, malformaciones arteriovenosas arteriovenosas durales, y fístulas arteriovenosas, así como por el aumento de la presión del corazón derecho y el síndrome de vena cava superior.

ANORMALIDADES DE DISCOS ÓPTICOS
Hay muchas causas de elevación de la cabeza del nervio óptico. Mientras que el término edema de papila  se utiliza a veces para describir los hallazgos en estas condiciones,  el término edema de papila  debería reservarse para los pacientes que han elevado la cabeza del nervio óptico como consecuencia del aumento de la presión intracraneal. Existe el pseudopapiledema, hiperviscosidad, toxinas, neuropatía óptica anterior isquémica, papilitis, neurorretinitis,  sarcoidosis, oclusión de la vena central de la retina, papiloflebitis, neuropatíaóptica hereditaria de Leber, baja presión intraocular,injuria ocular, radiación etc


PRONÓSTICO DEL PSEUDOTUMOR CEREBRAL
No hay gran serie prospectiva que describa la historia natural de la hipertensión intracraneal idiopática (PC). Un curso prolongado que dura meses o años parece ser común. En la mayoría de los pacientes, los síntomas empeoran lentamente. Con el tratamiento, por lo general hay mejora gradual y / o estabilización, pero no necesariamente recuperación; muchos pacientes tienen edema de papila persistente, presión intracraneal elevada como se documenta en la punción lumbar, y  déficit del campo visual residuales.

Un subgrupo de individuos con PC tiene un curso más maligno o fulminante con un rápido desarrollo de la pérdida de la visión dentro de algunas semanas de inicio de los síntomas. Esto es generalmente evidente en la presentación. Para limitar la severidad de la pérdida permanente de la visión, las medidas de tratamiento quirúrgicas más agresivas se consideran, en primer lugar, a menudo con medidas contemporizadoras (por ejemplo. Punciones lumbares en serie, drenaje lumbar, y / o corticosteroides) empleados  hasta que se pueda realizar la cirugía.

La pérdida permanente de la visión es la principal morbilidad asociada con PC.
Los estudios han intentado identificar los pacientes en riesgo de pérdida permanente de la visión severa. La pérdida significativa de la visión en la presentación, indican un riesgo más alto en edema de papila mayor grado y oscurecimientos visuales transitorios. Otros factores de riesgo más variables identificados en los estudios son el sexo masculino, la hipertensión sistémica, la anemia, la raza negra, la edad más joven o la aparición en la pubertad, obesidad severa o más reciente aumento de peso y mayor presión de apertura den la punción lumbar. La presencia o ausencia de hallazgos en la resonancia magnética no parecen predecir los resultados visuales. La ausencia de edema de papila parece identificar a los pacientes con bajo riesgo de pérdida de la visión.
Una recurrencia de los síntomas puede ocurrir en 8-38 por ciento de los pacientes después de la recuperación de un episodio de PC o después de un período prolongado de estabilida. El aumento de peso es un antecedente común, pero no universal a la PC recurrente. El intervalo de tiempo puede ser tan largo como varios años.

OBJETIVOS DE TRATAMIENTO Y SEGUIMIENTO
El tratamiento del PC tiene dos objetivos principales: el alivio de los síntomas (dolor de cabeza especialmente) y la preservación de la visión.

Los pacientes requieren visitas de seguimiento regulares hasta que se estabilicen. Los intervalos de visita de seguimiento son individualizados en base a la gravedad, duración y respuesta al tratamiento de las manifestaciones clínicas, pero en un principio deberían ser por lo menos mensualmente. Cada consulta debe incluir una agudeza visual mejor corregida, las pruebas formales campo visual, y el examen del fondo de ojo dilatado con fotografías de discos ópticos.

Algunos pacientes con visión normal y síntomas mínimos no requieren más tratamiento que el monitoreo.

Cualquier agente que  potencialmente podrían causar o empeorar la hipertensión intracraneana (por ejemplo, derivados de las tetraciclinas), se debe interrumpir. Sin embargo, esta intervención por sí sola  puede no ser suficiente para administrar la presión.
Del mismo modo, los pacientes deben ser interrogados acerca de los síntomas de apnea del sueño; la polisomnografía diagnóstica y el tratamiento de la apnea del sueño de deben seguir en tal caso. La asociación de  apnea del sueño y PC es incierta, pero el tratamiento de la apnea del sueño tiene otros beneficios.

PÉRDIDA DE PESO
Un programa de reducción de peso,  con una dieta  baja  en sodio se recomienda para todos los pacientes obesos con PC y parece aliviar los síntomas y signos en muchos, pero no a todos los pacientes.

Programas de pérdida de peso supervisados médicamente o la reducción de peso inducida quirúrgicamente (por ejemplo, la banda gástrica o procedimientos de bypass gástrico) pueden ser necesarios en pacientes con obesidad mórbida.
El aumento de peso puede ser un factor de riesgo para la recurrencia de PC.
La pérdida de peso también tiene otros beneficios para la salud.

MEDICAMENTOS
El tratamiento médico para PC suele comenzar con inhibidores de la anhidrasa carbónica. Los diuréticos de asa se pueden utilizar como  complemento. Los corticosteroides no son recomendables para la mayoría de los pacientes con PC.

INHIBIDORES DE LA ANHIDRASA CARBÓNICA
Los inhibidores de anhidrasa carbónica se cree que reducen  la tasa de producción de líquido cefalorraquídeo. Mientras que la acetazolamida es la primera línea de tratamiento habitual para PC, no hay una evidencia clara de que tal tratamiento mejore el pronóstico a largo plazo.
En pacientes adultos, por lo general se comienza con 500 mg dos veces al día y se aumenta la dosis según sea necesario y tolerada por el paciente. Aunque las dosis de hasta 2 a 4 g por día se pueden administrar, muchos pacientes desarrollan efectos secundarios limitantes de dosis en los niveles superiores. En los niños pequeños, la dosis inicial recomendada es de 25 mg / kg por día, con una dosis máxima de 100 mg / kg o 2 g por día. La formulación de liberación sostenida (secuelas Diamox) puede ser mejor tolerada por los pacientes que son intolerantes a la acetazolamida genérica, pero son sustancialmente más caros.

Aunque una alergia a las sulfas  es una contraindicación relativa para el uso acetazolamida, hay muy poca base clínica o farmacológica para esta recomendación. Una verdadera reacción cruzada entre los antimicrobianos de sulfonamidas y el resto de sulfa de acetazolamida y furosemida es improbable. Antes de prescribir acetazolamida a los pacientes que reportan una alergia a las sulfas, se discuten los riesgos y beneficios del tratamiento teniendo en cuenta la naturaleza de la reacción adversa que comprende la alergia a las sulfas. Para los pacientes que han tenido reacciones adversas importantes (por ejemplo, síndrome de Stevens-Johnson, anafilaxis), que por lo general debe tener en cuenta que el riesgo impide el uso de acetazolamida,  consultar a  alergista  u otros protocolos de desensibilización pueden considerarse en estos pacientes, pero no han empleado estos.
Otros efectos secundarios de la medicación de la acetazolamida incluyen parestesias digitales y orales, anorexia, malestar, sabor metálico, fatiga, náuseas, vómitos, cambios electrolíticos,  acidosis metabólica leve, y  cálculos renales. Estos son por lo general relacionados con la dosis. Seguimiento de los electrolitos se sugiere durante el tratamiento acetazolamida.

El embarazo, sobre todo las primeras 20 semanas, a menudo se considera una contraindicación relativa para el uso de acetazolamida, que está clasificada por la FDA en la categoría C de riesgo durante el embarazo. Los efectos teratogénicos se han reportado con dosis elevadas en animales y en un solo caso de un teratoma se observó en los seres humanos. Si tenemos en cuenta que el beneficio del uso de acetazolamida es mayor que los riesgos potenciales, que deberá ser utilizado en mujeres embarazadas después de la discusión con el paciente y el obstetra y obtener el consentimiento informado. Las opciones de tratamiento son algo limitadas en el embarazo como la restricción calórica y el uso de otros diuréticos también están relativamente contraindicados durante el embarazo.

TOPIRAMATO es un fármaco anticonvulsivo que inhibe la actividad de la anhidrasa carbónica. Su eficacia en el tratamiento de la migraña y su asociación con la pérdida de peso son características que lo convierten en una atractiva opción terapéutica potencial en PC. Los informes de casos y un pequeño estudio no ciego sugieren que el topiramato parece tener una eficacia similar al acetazolamida con respecto a la mejora del campo visual y el alivio de los síntomas.


DIURÉTICOS DE ASA
La furosemida (20 a 40 mg por día para adultos y de 1 a 2 mg / kg por día en niños) puede ser una terapia adjunta útil a la acetazolamida en PC. En un informe de ocho niños que recibieron el tratamiento combinado de acetazolamida y furosemida, todos tuvieron una respuesta clínica rápida con la resolución del edema de papila, reducción de la presión del LCR media después de la primera semana de tratamiento, y la normalización de la presión del LCR dentro de las seis semanas de iniciarse el tratamiento.

Las mismas consideraciones discutidas anteriormente en relación con la alergia a las sulfas y acetazolamida también se aplican a la furosemida.

CORTICOSTEROIDES
Aunque los corticosteroides (por ejemplo, prednisona), han sido recomendados en el pasado para PC, que evitan el uso de corticosteroides en PC por las siguientes razones :

  • Los corticosteroides pueden causar aumento de peso que podrían empeorar PC.
  • La retirada de esteroides puede causar rebote hipertensión intracraneal grave asociada con una marcada pérdida de la visión.
  • Los conocidos efectos secundarios sistémicos significativos de los corticosteroides crónicos

En  la pérdida visual aguda, un curso corto de corticosteroides por vía intravenosa puede ser útil como una medida temporal antes de la intervención quirúrgica en PC. Una serie de casos describe el uso exitoso de metilprednisolona (250 mg cuatro veces al día durante cinco días, seguido de un cono por vía oral) en conjunción con acetazolamida y la ranitidina en cuatro pacientes con PC y severa, pérdida de visión aguda. 

OTROS TRATAMIENTOS

INDOMETACINA
Algunos informes sugieren que la indometacina puede tener eficacia en el tratamiento de la hipertensión intracraneal secundaria  (por ejemplo, lesión cerebral traumática,  encefalopatía hepática) presumiblemente por causar vasoconstricción cerebral y reducir el flujo sanguíneo cerebral. En un informe de siete pacientes con PC, la administración intravenosa de 50 mg de indometacina se asoció con una reducción en el indicador de la presión del LCR, y el tratamiento a largo plazo con 75 mg diarios producidos alivio de los síntomas, y la mejora de los campos visuales y el grado de edema de papila. Se necesitan más estudios de este tratamiento antes de que pueda ser recomendado para su uso en PC.

HIERRO
Los suplementos de hierro en pacientes con PC con anemia por deficiencia de hierro que parecía ser eficaz en una serie de casos de seis pacientes.


PROFILAXIS DE LA CEFALEA
Los pacientes con PC pueden continuar teniendo dolores de cabeza a pesar de la mejora en el edema de papila y la función visual. Los medicamentos utilizados en el tratamiento profiláctico de la migraña se utilizan a menudo en el manejo del dolor de cabeza en PC, si otros tratamientos descritos anteriormente no son eficaces a este respecto. La elección del agente está influenciada por la propensión de algunos de estos medicamentos (por ejemplo, valproato, antidepresivos tricíclicos) para producir el aumento de peso; sin embargo, el aumento de peso puede ser mitigado por el uso de dosis bajas y un control cuidadoso del peso.



PUNCIONES LUMBARES SERIADAS
A pesar de las punciones lumbares seriadas se han recomendado para el tratamiento de PC, que por lo general no se recomienda este tratamiento para las siguientes razones:

  • El  LCR  vuelve a formarse dentro de las seis horas menos que haya una fuga de LCR, por lo que cualquier beneficio del tratamiento de corta duración solamente.
  • Las punciones lumbares son incómodas para la mayoría de los pacientes y dolorosas para muchos.
  • Las punciones lumbares pueden producir complicaciones (por ejemplo, dolores de cabeza por baja presión, fugas de LCR,  infección, tumores epidermoides intraspinales).
  • En los pacientes obesos, las punciones lumbares son técnicamente difíciles.

Sin embargo, las punciones lumbares seriadas pueden ser una medida temporal útil como paso previo a la cirugía o en pacientes que están embarazadas que desean evitar el tratamiento médico.

TRATAMIENTOS QUIRÚRGICOS
Los dos principales procedimientos quirúrgicos en PC son procedimientos fenestración de la vaina del nervio y procedimientos de derivación de LCR. Aunque no es un procedimiento quirúrgico en sí, la colocación de stents de senos venosos cerebrales también es una opción de tratamiento invasivo para PC. Estos tratamientos no han sido comparados en una sola población.

INDICACIONES
Los pacientes con PC que fallan, son intolerantes, o están fuera de cumplimiento con la terapia médica máxima y tienen dolor de cabeza persistente o pérdida de visión progresiva parecen beneficiarse de la intervención quirúrgica. Esta es la minoría, a menos de 10 por ciento en un centro, de los pacientes tratados para PC. Las posibles indicaciones para el tratamiento quirúrgico incluyen:

  • Empeoramiento defecto del campo visual pesar del tratamiento médico.
  • Presencia de pérdida de agudeza visual atribuida a edema de papila (es decir, que no se debe a desprendimiento seroso, edema macular, hemorragia o pliegues coroideos).
  • Cefalea intratable.


Los pacientes que no pueden participar en los exámenes de seguimiento (por ejemplo, el incumplimiento, el deterioro de la cognición, el estilo de vida itinerante).
Mientras que el deterioro de la visión (como se sugiere por una agudeza visual anormal o empeoramiento del déficit del campo visual) es una indicación universalmente aceptada para la intervención quirúrgica, otras consideraciones potenciales deben sopesarse frente a los riesgos inherentes de los procedimientos quirúrgicos y las incertidumbres en cuanto a su eficacia.

FENESTRACIÓN DE LA VAINA DEL NERVIO ÓPTICO –
La fenestración de la vaina del nervio puede estabilizar o mejorar la pérdida de visión debida a edema de papila en PC. La preservación de la visión es el objetivo principal. Mientras que algunos pacientes experimentan alivio de la cefalea después de, muchos no lo hacen.
Las complicaciones ocurren en hasta un 40 a 45 por ciento de los pacientes. La mayoría, pero no todos, de estos son transitorias y no incapacitante. Las complicaciones más comunes incluyen:
  • Diplopía temporal (debido a una lesión isquémica de los músculos extraoculares) en el 29 a 35 por ciento.
  • Disfunción pupilar en hasta el 11 por ciento.
  • Pérdida de visión hasta en un 11 por ciento. Esta suele ser transitoria, pero puede ser catastrófica y permanente en el 1,5 al 2,6 por ciento. La pérdida de visión puede ser resultado de complicaciones vasculares (oclusión de la arteria central de la retina u oclusión de una  rama coroidea), traumatismos (por ejemplo,  tracción operativa), neuritis óptica infecciosa, hematoma orbitario, hemorragia en la vaina del nervio óptico causando un hematoma compresivo, y otros.





PROCEDIMIENTOS DE DERIVACIÓN  VENTRÍCULO-PERITONEAL INCLUYEN O LUMBOPERITONEAL DE LCR.
 Observaciones no controladas informan que estos pueden aliviar el dolor de cabeza, diplopía, papiledema, y ​​la pérdida visual en pacientes con PC. Mientras alivio de la cefalea parece ocurrir en casi todos los pacientes poco después del procedimiento, en una serie de casos, el beneficio no se mantuvo universalmente, con casi la mitad de los pacientes que permanecieron con fuertes dolores de cabeza recurrentes dentro de los tres años de la cirugía, a pesar de una derivación.

Además, la tasa de complicaciones de la derivación puede ser alta. En casos raros, el  shunt insuficiente  se acompaña de pérdida visual que puede ser rápida y severa. Otras complicaciones comunes incluyen infección de la derivación, dolor abdominal, dolor de espalda, dolor radicular, complicaciones operatorias, y pérdida de líquido cefalorraquídeo con baja presión. Las complicaciones raras incluyen herniación cerebelosa amigdalina y siringomielia, hemorragia subdural y subaracnoidea, y perforación intestinal.




 FENESTRACIÓN DE LA VAINA DEL NERVIO ÓPTICO

COLOCACIÓN DE STENTS EN SENO VENOSOS
Los stents en los senos venosos son una opción relativamente nueva y algo controvertido en el tratamiento del PC. Su uso resulta de la observación de que muchos pacientes con PC tienen estenosis aparentes del seno venoso transversal u otras venas cerebrales; aunque si esto es un fenómeno primario o secundario es incierto.
Se requiere documentación adicional de beneficio clínico del stent venoso antes de que esto se convierte en una parte rutinaria del tratamiento.


Fuente UpToDate 2017





  


HEMATOMAS FÁCILES EN ATENCIÓN PRIMARIA

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CASO CLÍNICO
Una mujer de 78 años de edad presenta una historia de tres meses de moretones fáciles. También se siente cansada y ha perdido el apetito. Tiene hipertensión arterial y antecedentes de infarto de miocardio, y ha estado tomando amlodipina y aspirina durante los últimos cinco años. El examen clínico revela hematomas en los brazos, piernas y abdomen y mala salud bucal.


¿CÓMO DEBO EVALUAR A LA PACIENTE?


¿CÓMO ESTUDIAR A UN PACIENTE CON HEMATOMAS FÁCILES?

HAY QUE SABER QUE  AQUELLOS PACIENTES SIN ANTECEDENTES PERSONALES O FAMILIARES ES POCO PROBABLE QUE LOS MORETONES SEAN UN TRASTORNO HEMORRÁGICO.

La historia, el examen clínico y las pruebas de laboratorio ampliamente disponibles suelen ser suficientes para llegar a un diagnóstico o para tranquilizarlo.

Considerar las deficiencias nutricionales, los moretones relacionados con la edad, la púrpura simplex, las drogas y el abuso físico en pacientes con un primer episodio de moretones.

HISTORIA
  • Converse sobre los moretones. Haga preguntas como:
  • ¿Qué significa exactamente para el paciente un “moretón”?
  •  ¿Tienen hematomas ahora o fotografías de moretones anteriores?
  •  ¿Ha notado pequeñas manchas rojas (petequias) o parches púrpura (púrpura) con los moretones?
  • ¿El moretón es espontáneo o infligido por un traumatismo? ¿Está la severidad fuera de proporción con el trauma?



Los moretones limitados a los miembros sugieren trauma, en el tronco y en otras áreas es más sugestivo de un trastorno de sangrado subyacente.1 Los moretones se consideran como un trastorno de sangrado cuando cinco o más hematomas (mayores de 1 cm de tamaño) ocurren simultáneamente en áreas expuestas. Las petequias y los hematomas, cuando ocurren sin traumatismo, sugieren un trastorno hemorrágico2.

CAUSAS DE MORETONES EN ADULTOS


CAUSAS COMUNES
  • Púrpura senil
  • Medicamentos (agentes antiplaquetarios, anticoagulantes y antiinflamatorios no esteroideos)
  • Consumo excesivo de alcohol y cirrosis hepática
  • Enfermedad de von Willebrand (prevalencia 1% -2% de la población general)
  • Purpura simple o síndrome de moretones fácil
  • Deficiencia de vitamina C y vitamina K
  • Vasculitis
  • Enfermedades gastrointestinales


CAUSAS RARAS
  • Hemofilia y deficiencias raras de factores de la coagulación (I, II, V, VII, XI)
  • Hemofilia adquirida o enfermedad de von Willebrand (individuos mayores o en período postparto sin antecedentes de sangrado)
  • Trastornos del tejido conectivo como el síndrome de Ehlers Danlos
  • Trastornos endocrinos: síndrome de Cushing e hipotiroidismo
  • Neoplasias malignas hematológicas (púrpura y petequias de trombocitopenia se pueden observar en leucemias y linfomas y esta última también puede tener linfadenopatía y hepatoesplenomegalia).




 PREGUNTAS QUE HACERSE


¿QUÉ EDAD TIENE EL PACIENTE?
Los cambios relacionados con la edad como el adelgazamiento de la piel, la atrofia del tejido subcutáneo y el debilitamiento de los capilares, pueden causar moretones en las personas mayores. Este tipo de moretón se observa comúnmente en el dorso de las manos y en la superficie extensora del antebrazo y de la espinilla y el moretón se desvanece a un color pardusco durante varios meses. En las mujeres jóvenes el síndrome de purpura simple o de moretones puede presentarse con hematomas principalmente en las piernas y en los brazos después de un trauma menor o inadvertido; y podría estar asociado con menorragia.

¿EL PACIENTE TOMA MEDICAMENTOS QUE CONTRIBUYEN A LOS MORETONES FÁCILES?
Los antiagregantes plaquetarios, los anticoagulantes y los fármacos antiinflamatorios no esteroideos suelen causar hematomas. Los corticosteroides pueden conducir a una aparición de moretones por adelgazamiento de la piel y alteración de los vasos sanguíneos dérmicos. La adición de estos medicamentos puede hacer que el trastorno hemorrágico se vuelva más evidente. El mejoramiento de los moretones después de suspender el fármaco es diagnóstico. También pregunte sobre los remedios herbarios y los medicamentos de venta libre.

¿ESTÁ EL PACIENTE BIEN NUTRIDO?
Preguntar acerca de la dieta y de cualquier historia de enfermedad gastrointestinal como la enfermedad celíaca o la enfermedad inflamatoria intestinal. Tener en cuenta que la desnutrición es más común en las personas mayores, especialmente en las personas que viven solas o en un asilo de ancianos y las que tienen prótesis dentales deficientes. La deficiencia de vitamina C puede producir defectos en el colágeno que conducen a trastornos hemorrágicos. La deficiencia de vitamina K puede causar sangrado a través de la síntesis reducida de factores de coagulación.

¿HAY ANTECEDENTES FAMILIARES DE SANGRADO?
Los trastornos de sangrado, incluyendo la enfermedad de von Willebrand y la hemofilia, pueden ser hereditarios. La hemofilia es rara (1 en 5.000) y sigue un patrón de herencia relacionado con el sexo. Desde la infancia  tienen la necesidad de transfusiones de sangre o de re-exploración después de retos hemostáticos incluyendo cirugías o extracciones de dientes y períodos menstruales abundantes desde la menarquia . Todo esto puede indicar un trastorno hemorrágico hereditario.


¿HAY SIGNOS DE FACTORES DE RIESGO PARA ENFERMEDAD HEPÁTICA CRÓNICA?
Considerar los factores de riesgo tales como: abuso de alcohol, uso de drogas inyectables, transfusiones de sangre y hepatitis viral. El agotamiento de los factores de coagulación dependientes de la vitamina K y de las plaquetas conduce a una mayor tendencia al sangrado.

EXAMEN FÍSICO
Observe el número, el tamaño, la ubicación de los moretones y la presencia de petequias y equimosis. Considere fotografiar los moretones para monitorear la progresión. Observe signos adicionales como la huella de un objeto o de una mano, lo que puede indicar abuso físico.



Figura 1
Púrpura senil








Figura 2
Púrpura vasculítica


Busque signos de desnutrición como el pelo y las uñas quebradizos y la caquexia. Examine la cavidad oral para buscar la hiperplasia de las encías y el sangrado fácil debido a la inflamación periodontal, lo que puede sugerir deficiencia de vitamina C. Busque signos de enfermedad hepática crónica, como ictericia, ascitis, venas distendidas y hepatomegalia.

Examine las articulaciones del paciente para buscar  hemartrosis o cambios crónicos en las articulaciones que a menudo se ven en la hemofilia. Las articulaciones hipermóviles, cicatrices atróficas, aumento de la fragilidad de la piel, moretones alrededor de los ojos y antecedentes de dislocaciones articulares sugieren un trastorno del tejido conectivo, como el síndrome de Ehlers Danlos.

QUÉ SOLICITAR EN EL LABORATORIO?
Puede que no siempre haya rasgos clínicos fácilmente identificables; generalmente se requieren pruebas definitivas para el diagnóstico. Se recomiendan las siguientes pruebas como referencia en todos los pacientes para descartar un trastorno de la coagulación subyacente.

·         Recuento completo de sangre (hemograma).
·         Una hemoglobina baja puede sugerir que los moretones son de larga duración o están asociados con hemorragias en otras partes, por ejemplo, hemorragia gastrointestinal.
·         Un recuento bajo aislado de plaquetas sugiere que la trombocitopenia es la causa probable de las hematomas.
·         El recuento anormal de glóbulos blancos totales y diferenciales en combinación con un bajo recuento de plaquetas sugiere un trastorno de la médula ósea.
·         Frotis de sangre para identificar anormalidades morfológicas en las células sanguíneas, incluyendo la forma y el color de las plaquetas, lo que puede sugerir un trastorno plaquetario hereditario.
·         Perfil de coagulación (tiempo de protrombina, tiempo de tromboplastina parcial activada y fibrinógeno). Si es anormal en un paciente con síntomas de sangrado, esto sugiere un trastorno de coagulación hereditario o adquirido.
·         Razón internacional normalizada (RIN) que está elevada para las personas que toman warfarina.
·         Pruebas de función renal y hepática: la insuficiencia renal puede causar hematomas por disfunción plaquetaria adquirida, y la insuficiencia hepática puede conducir a una disminución de la producción de factores de coagulación y disfunción plaquetaria.

MANEJO CLÍNICO
En la mayoría de los casos la aparición de hematomas en la piel aislada sin antecedentes personales o familiares es improbable que se deba a un trastorno hemorrágico. Tranquilice a su paciente acerca de que los moretones se resuelvan espontáneamente y pídale que haga un seguimiento sobre si los moretones continúan o empeoran.

La Figura muestra un diagrama de flujo para guiar las condiciones que pueden ser manejadas en la atención primaria y aquellas que necesitan referencia adicional al especialista. Si es probable que un fármaco sea la causa, discuta con el paciente y suspenda el fármaco durante un período de prueba. Esto debe ser sopesado contra el riesgo de suspender la medicación. Proporcione una prueba terapéutica de vitamina C o K en pacientes sospechosos de tener estas deficiencias. Considere remitir al especialista si los síntomas no mejoran después de un período de dos a tres meses.

MANEJO DE MORETONES EN ATENCIÓN PRIMARIA






CUÁNDO DERIVAR A UN HEMATÓLOGO?
·         Cuando hay una historia significativa de sangrado (por ejemplo, necesidad de transfusiones de sangre después de retos hemostáticos).
·         Antecedentes familiares positivos (especialmente en mujeres con menorragia).
·         Patrón anormal de localización de los moretones, por ejemplo, moretones en el tronco, el cuello o la cara.
·         Resultados anormales de los análisis de sangre.
·         Resultados de sangre normales pero alta sospecha de un trastorno de sangrado basado en la historia personal o familiar del paciente.
·         El paciente planea una cirugía electiva o está embarazada.

Los exámenes especializados  que deberán realizar el hematólogo incluyen la detección de la enfermedad de von Willebrand, ensayos de factores de coagulación, pruebas de función plaquetaria (para diagnosticar trastornos plaquetarios hereditarios tales como el síndrome de Bernard Soullier, defectos de almacenamiento) y pruebas para excluir los trastornos vasculares del colágeno.


EVOLUCIÓN DEL CASO DE LA PACIENTE PRESENTADA ARRIBA
La paciente vivía sola, tenía mala ingesta nutricional y signos de enfermedad de las encías. Sus análisis de sangre eran normales. Fue diagnosticada clínicamente como escorbuto y se inició tratamiento con suplementos de vitamina C. En 24 horas su fatiga y anorexia mejoraron, y en dos semanas sus moretones habían mejorado notablemente.

FUENTE
Fuente: BMJ 2017;356:j251  Investigating easy bruising in an adult

Bibliografía
1 Thomas AE, Baird SF, Anderson J. Purpuric and petechial rashes in adults and children:
initial assessment. BMJ 2016;356:i1285. doi:10.1136/bmj.i1285 pmid:27004477.
2 Rodeghiero F, Tosetto A, Abshire T, et al. ISTH/SSC joint VWF and Perinatal/Pediatric
Hemostasis Subcommittees Working Group. ISTH/SSC bleeding assessment tool: a
standardized questionnaire and a proposal for a new bleeding score for inherited bleeding
disorders. J Thromb Haemost 2010;356:2063-5. doi:10.1111/j.1538-7836.2010.03975.
x pmid:20626619.
3 Ballas M, Kraut EH. Bleeding and bruising: a diagnostic work-up. Am Fam Physician
2008;356:1117-24.pmid:18481559.
4 National Institute for Health and Care Excellence (NICE). Clinical Knowledge Summaries
(CKS)—Bruising. http://cks.nice.org.uk/bruising#!topicsummary (Accessed 16 April 2015)
5 Karnath B. Easy bruising and bleeding in the adult patient: a sign of underlying disease.
Hosp Physician 2005;356:35-9.
6 Wang TF, Kraut EH. BMJ Best Practice. Assessment of easy bruising. http://bestpractice.
bmj.com/best-practice/monograph/1208.html (Accessed 16 April 2016)
7 Laffan M. BMJ Best Practice. Von Willebrand diseasehttp://bestpractice.bmj.com/bestpractice/
monograph/365/diagnosis/history-and-examination.html (Accessed 16 April 

MUJER DE 20 AÑOS CON HIPERTENSIÓN INTRACRANEANA IDIOPÁTICA.

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Paciente de 20 años   sexo femenino
MOTIVO DE INTERNACIÓN: cefalea, vómitos, diplopía.
Hospital "Dr.Ángel Pintos" de Azul

ENFERMEDAD ACTUAL: comienza hace 15 días con otalgia izquierda que se generaliza a la región cefálica especialmente al hemicráneo izquierdo.  Consulta a la guardia del hospital donde se le diagnostica otitis y se le prescribe amoxicilina. La paciente toma sólo tres comprimidos y suspende la medicación por intolerancia gástrica y porque atribuye un episodio de vómitos que presentó a intolerancia medicamentosa. La  cefalea  aumenta en jerarquía y desarrolla  una intensidad de 7 en 10 en una escala donde 10 es la máxima intensidad. Consulta nuevamente a la guardia y en esta oportunidad es examinada  también por  un neurólogo quien indica TC de cráneo   y punción lumbar. La TC es normal y la punción lumbar es totalmente normal  excepto que aparentemente el LCR “estaba  hipertenso” aunque no se registró la presión del mismo en ese momento.  Se le realiza un análisis de laboratorio que muestra como único elemento positivo una leucocitosis de 12600/mm3 con neutrofilia. VIH negativo, resto de laboratorio normal. 
Se le indica AINES con respuesta analgésica parcial. Alguien refiere en el examen repetido   realizado en la sala, que en algún momento presentó un síndrome meníngeo dudoso con cierta rigidez o resistencia al intento de flexionar el cuello  por lo que se repitió la TC y la punción lumbar las cuales fueron normales nuevamente. 
La paciente presenta varios episodios de vómitos en los últimos días y un episodio transitorio que la paciente espontáneamente refiere de visión doble  por lo que se interna en nuestra sala.

ANTECEDENTES
No refiere antecedentes de importancia personales ni familiares. Dice que ha presentado otitis en varias oportunidades y que es tratada con su ORL de cabecera. No toma medicamentos habitualmente y no toma anovulatorios ni  ninguna otra medicación hormonal.

EXAMEN FÍSICO
Signos vitales normales excepto taquicardia sinusal, afebril,  TA 100/50 mm Hg, frecuencia 98 por minuto. Paciente con IMC de 30.
En el examen físico como único elemento positivo se encuentra una parálisis del VI par izquierdo, y dolor a la palpación del globo ocular izquierdo, con dolor bulbar en la mirada lateral   y el resto del examen clínico y neurológico negativo. Parálisis del VI par izquierdo.
 
No existe síndrome meníngeo. Nunca presentó fiebre desde el comienzo de su enfermedad actual. El examen de ambos  conductos auditivos externos y ambos tímpanos  es normal.




Parálisis del VI par izquierdo evidenciada en la mirada extrema a la izquierda. 

EVOLUCIÓN
Se solicita una nueva punción lumbar pero previo a ello se solicita una TC y un fondo de ojo. La tercera TC de cráneo en los últimos 15 días  es informada como normal  y el fondo de ojo, informado por un oftalmólogo como edema de papila bilateral.
En ese contexto se interpreta el cuadro como hipertensión endocraneana y parálisis secundaria del VI par. Se lleva a cabo una nueva punción lumbar a los fines de medir la presión del LCR la cual arroja un resultado medido de 290 mmH2O con la paciente acostada. El examen físico-químico-microbiológico del líquido es negativo.
Se solicita RMN y angio RMN con tiempos venosos para descartar tromboflebitis de seno transverso secundario a otitis.

RMN Y ANGIO-RMN
Se llevó a cabo RMN de cerebro y fosa posterior que fue informada como normal y una angio-RMN en tiempos venosos que se informa normal excepto por: “disminución del flujo venoso transverso izquierdo que plantea el diagnóstico diferencial entre seno venoso transverso derecho dominante versus patología del seno venoso transverso izquierdo,a correlacionar con la clínica y los antecedentes”.
Se realizó un examen campimétrico digitalizado que fue informado como normal
Se indicó una polisomnografía que descartó apnea/hipopnea del sueño.

SE ESTABLECIÓ EL DIAGNÓSTICO DE HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL IDIOPÁTICA.
Se indicó un plan de descenso de peso médicamente controlado y acetazolamida en dosis crecientes hasta llegar a 2500 mg/día. Tuvo una respuesta clínica muy buena especialmente a su cefalea la cual desapareció. Sigue con controles clínicos-neurológicos-oftalmológicos mensuales en forma ambulatoria.

CONCLUSIONES DEL CASO.
Esta paciente de 20 años con un índice de masa corporal de 30 se presentó a la consulta con el cuadro típico de  hipertensión intracraneana consistente en cefalea, vómitos y edema de papila asociado con una parálisis del VI par lo que apoyó más aun la hipótesis diagnóstica. La sospecha clínica de hipertensión intracraneana es siempre motivo de preocupación especialmente por el acto reflejo del médico que siempre es asociar como primera hipótesis  diagnóstica una masa intracraneal como responsable del cuadro. Por lo tanto las imágenes fueron solicitadas en forma inicial y repetidas  en  el transcurso de los primeros días de su enfermedad actual. La presencia del antecedente de dolor en oído izquierdo 15 días antes de su internación despertó también la preocupación de tromboflebitis del seno transverso como generador de hipertensión intracraneana. La hipótesis diagnóstica de hipertensión intracraneana fue objetivamente confirmado por la cuantificación de la presión del LCR de 290 mm H20 con la paciente acostada. Las causas secundarias de hipertensión intracraneana fueron descartadas en el curso de la internación por lo que quedó firme la sospecha diagnóstica de hipertensión intracraneana idiopática o pseudotumor cerebri (PC).El único elemento de los estudios que provocó cierto grado de preocupación fue la presencia en la angio-RMN en tiempo venoso, la presencia de una “disminución del flujo venoso transverso izquierdo” lo  que planteó el diagnóstico diferencial entre seno venoso transverso derecho dominante versus patología del seno venoso transverso izquierdo, especialmente porque la paciente había presentado dolor en la región del oído izquierdo 15 días antes del comienzo de sus síntomas. Sin embargo esas alteraciones en los senos transversos están descriptas en los cuadros de PC  y se discute si la presencia de cierto estrechamiento en los senos puede ser causa o consecuencia del PC. Al ser descartada definitivamente la tromboflebitis de los senos venosos, dada la permeabilidad venosa en los estudios angiográficos por angio-RMN,  la ausencia de factores de riesgo para la misma (especialmente la no ingesta de medicación hormonal, anticonceptivos ni ninguna otra medicación), y también  apoyados en  el cuadro clínico típico de PC que suele presentarse en mujeres con sobrepeso y de la edad de nuestra paciente nos hizo concluir en el diagnóstico. La excelente respuesta terapéutica al tratamiento médico como PC apoyó más aun el diagnóstico definitivo.






HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL IDIOPÁTICA (PSEUDOTUMOR CEREBRAL)

La hipertensión intracraneal idiopática, llamada comúnmente  pseudotumor cerebri (PC), es un trastorno definido por criterios clínicos que incluyen síntomas y signos aislados producidos por la tensión intracraneal elevada (cefalea, edema de papila, pérdida de visión), presión del líquido cefalorraquídeo aumentada pero de características normales y ninguna otra causa de hipertensión intracraneal evidente en las neuroimágenes o en otras evaluaciones.
El hecho que se hable de proceso benigno, es para diferenciarlo por ejemplo del aumento de presión ocasionado por los tumores cerebrales, sin embargo muchos pacientes tienen cefaleas discapacitantes y además existe el riesgo de pérdida de visión permanente. 

EPIDEMIOLOGÍA
La incidencia anual es 1 a 2 casos por 100.000 habitantes. Se ve más en mujeres obesas entre 15 y 44 años. Afecta más frecuentemente a mujeres en edades fértiles con sobrepeso, aunque puede verse en niños desde los 4 meses hasta en pacientes de hasta 88 años. Un aumento de peso reciente (promedio 1,8 kg en los últimos 2 meses), se ha identificado como factor de riesgo adicional en algunos estudios caso-control. Existen condiciones que se han asociado al PC como algunas drogas, déficits vitamínicos y algunas condiciones hereditarias aunque la mayoría de los pacientes no las presentan. Entre ellos están el uso de hormona de crecimiento, tetraciclinas incluyendo minociclina y doxiciclina, hipervitaminosis e hipovitaminosis A, otros retinoides como all transretinoico, tretinoina. Reemplazo tiroideo, retiro de corticosteroides, litio, ácido nalidíxico, nitrofurantoína.
Existen enfermedades sistémicas que se han asociado a PC como la enfermedad de Addison,  hipoparatiroidismo,  anemias severas, la apnea del sueño, LES, síndrome de Behcet's, síndrome de ovario poliquístico, coagulopatías, uremia.

PATOGÉNESIS
Aunque existen muchas teorías la patogenia aún es incierta. Se ha propuesto anomalías del flujo venoso como estenosis e hipertensión venosas como la resistencia aumentada al flujo del LCR ya sea a nivel de las granulaciones aracnoideas o los sitios de drenaje linfático del LCR, el aumento de la presión intraabdominal relacionada con aumento de presión venosa intracraneal.
El aumento de la presión venosa intracraneal se ha postulado como mecanismo primario o “vía final común” del PC.  Aunque se ha encontrado alteraciones en el flujo venoso en la angio RMN y en la venografía por RMN en pacientes con PC no existe acuerdo en el significado de estos hallazgos.  La trombosis venosa, claramente tiene significado clínico-patológico, pero el aparente estrechamiento de los senos venosos puede no tener el mismo significado. La diferenciación entre estenosis venosa primarias y el  estrechamiento secundario a las alteraciones del flujo pueden ser dificultosas y pueden aun mimetizar las trombosis venosas.  Existen especulaciones de que estrechamientos congénitos de los senos venosos pueden ser la causa primaria de PC, o bien puede ser secundaria pero un factor contribuyente potencial. En el segundo escenario la presión aumentada del LCR comprime los senos transversos  llevando a estenosis que exacerbaría el aumento de la presión intracraneal produciendo la clínica del paciente.
Existe controversia sobre si las alteraciones venosas, especialmente las estenosis venosas son causa o consecuencia del PC. Hay quienes dicen que la  aparente estenosis es causada por una presión intracraneana elevada y no al revés. También está la teoría de que la obesidad central aumenta la presión intraabdominal, la  presión en el espacio pleural, presión de llenado cardíaco y presión venosa central y que ello puede llevar a aumento de la presión intracraneal. Otras causas involucradas en el aumento de la presión intracraneana han sido hipotetizadas como la microtrombosis del seno sagital que podría bloquear la reabsorción del LCR en las granulaciones aracnoideas, aun en ausencia de trombosis de tamaño suficiente como para ser vista en las imágenes. Sin embargo, la mayoría de las causas conocidas de alteración de la reabsorción de LCR son las secundarias a hemorragia subaracnoidea o meningitis, y la sobreproducción de LCR como se ve por ejemplo en los papilomas de los plexos coroideos producen hidrocefalia la cual no se ve en PC. La apnea del sueño y la hipercarbia pueden jugar algún rol.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Una presentación típica del PC es una mujer en edad fértil que se queja de cefalea y en la cual se encuentra edema de papila en el fondo de ojo.  Los síntomas del PC y su frecuencia son los siguientes:
  • Cefalea  (84 to 92 por ciento)
  • Oscurecimientos transitorios de la visión (68 to 72 por ciento)
  • Ruidos intracraneales (tinnitus pulsátil)  (52 to 60 por ciento) Fotopsias (48 to 54 por ciento) 
  • Dolor de espalda (53 por ciento)
  • Dolor retroocular  (44 por ciento)
  • Diplopia (18 to 38 por ciento)
  • Pérdida de visión sostenida  (26 to 32 por ciento)
  • Todos estos síntomas aun cuando se dan juntos, no son específicos de PC.  El más específico de todos estos síntomas puede ser el tinnitus pulsátil.


CEFALEA.
La cefalea es el síntoma de presentación más común del PC. Sin embargo esta es variable e inespecífica. Muchos, pero no todos los pacientes en cuenta que el dolor es de gravedad inusual sino que es una cefalea inespecífica y no muy intensa muchas veces. Los dolores de cabeza pueden ser lateralizados y  pulsátiles en carácter. Pueden ser intermitente o persistente, se producen diariamente o más espaciadamente. Náuseas y vómitos asociados no son infrecuentes. Algunos pacientes tienen  exacerbación del dolor de cabeza con los cambios de postura y algunos se alivian  con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos o analgésicos. El dolor  retrobulbar y el dolor al mover los ojos  o a la compresión del globo ocular son un poco más específicos de PC. En algunos pacientes, el dolor sigue una distribución de la raíz del nervio trigémino o cervical. Rigidez en el cuello y dolor de espalda también son comúnmente referidos.

En la mayoría de los casos, las características de la cefalea son similaresa otros trastornos de cefaleas primaria, incluida la migraña y la cefalea de tipo tensional. La naturaleza a menudo refractaria del dolor puede llevar al paciente a abusar de medicamentos analgésicos, lo que a su vez puede causar un dolor de cabeza de rebote, oscureciendo aún más el diagnóstico.
Raramente algunos pacientes no tienen cefalea. Entre los niños más pequeños, el dolor de cabeza es un hallazgo menos universal. En ausencia de dolor de cabeza, el diagnóstico es sugerido a menudo durante un examen ocular de rutina cuando el edema de papila se descubre por casualidad.

SÍNTOMAS VISUALES
Oscurecimientos visuales transitorios ocurren en cerca de dos tercios de los pacientes con edema de papila. Estos oscurecimientos  suelen durar segundos y pueden ser uni o  bilaterales. La frecuencia es variable, desde episodios raros o aislados a los que se producen varias veces al día. Algunos pacientes notan que estos pueden ser precipitados por cambios a la posición de pie por lo general, pero a veces cuando se acuestan o al agacharse, con la maniobra de Valsalva, la luz brillante, o el movimiento de los ojos.  La ocurrencia de oscurecimientos visuales transitorios no parece correlacionarse con el grado de elevación de la presión intracraneal o el aumento del edema de papila, y no es predictivo de  futura pérdida visual.
Fotopsias, breves destellos o destellos de luz, también puede ocurrir en pacientes con PC y, de forma similar a los oscurecimientos visuales, pueden ser provocados por los cambios de posición y la maniobra de  Valsalva.

Un subgrupo de individuos con PC tiene un curso más maligno o fulminante con un rápido desarrollo de  pérdida de la visión dentro de algunas semanas de inicio de los síntomas. Esto es generalmente evidente en la presentación. Para evitar la severidad de la pérdida permanente de la visión, medidas de tratamiento más agresivos son consideradas de entrada después de establecido el diagnóstico.

RUIDOS INTRACRANEALES (TINNITUS)
El acúfeno pulsátil (también llamado tinnitus síncrónico con el pulso) es común en PC y en el contexto de cefalea, es muy sugestiva de PC. Los pacientes a menudo describen oír agua corriendo o viento. Este síntoma puede ser persistente o intermitente y se cree que representa pulsaciones vasculares transmitidas por el líquido cefalorraquídeo a alta presión a los senos venosos.

DIPLOPÍA
Los pacientes con PC pueden referir diplopía horizontal intermitente o continua. Esto es típicamente debido a parálisis del sexto par craneal por  parálisis del nervio o divergencia por insuficiencia unilateral o bilateral de aumento de la presión intracraneal. En raras ocasiones, otras causas de diplopía pueden ocurrir en PC (por ejemplo, otras neuropatías craneales, foria descompensada).

EXAMEN FÍSICO
 Lo signos más comunes en PC son:
  • Edema de papila
  • Pérdida del campo visual
  • Parálisis del sexto par craneal.

EDEMA DE PAPILA
El edema de papila es el signo distintivo de PC

Aunque normalmente bilateral y simétrica, el edema de papila puede ser asimétrico o francamente unilateral.
El edema de papila se puede clasificar de acuerdo a la gravedad. Utilizamos la escala de calificaciones Frisén de edema de papila que va de gado O donde no hay edema de papila, hasta el Grado 6 (imágenes)






Disco normal: grado 0







Frisen Grado I  mostrando el halo en forma de C del edema de papila con una interrupción temporal.





Frisén Grado II mostrando edema de papilla circunferencial.







Frisén Grado III mostrando ocultamiento de un vaso mayor cuando deja el disco óptico (flecha).






Frisén Grado IV mostrando borramiento de los vasos mayores en el disco óptico (flecha).





Frisén Grado V mostrando borramiento completo de todos los vasos del disco óptico. 
Los pacientes con edema de papila más graves están en mayor riesgo de pérdida visual permanente. Es útil tomar fotografías de ambos discos ópticos y clasificar la gravedad del edema de papila en la visita inicial y cada una de seguimiento.

Otros hallazgos en el examen del fondo de ojo pueden incluir exudados maculares y edema macular, pliegues coroideos a través de la mácula, neovascularización coroidea, y elevación de la retina serosa alrededor de la cabeza del nervio.

Pueden verse pacientes con dolores de cabeza y elevada presión de apertura en la punción lumbar sin edema de papila, pero son raros.  

Se aconseja evaluación oftalmológica para confirmar la presencia de edema de papila y evaluar aquellos pacientes con edema de papila cuestionable o sutil.

PÉRDIDA VISUAL
La pérdida de visión es la mayor morbilidad en PC y puede estar presente en la evaluación inicial. La pérdida de visión suele ser gradual, pero puede ser abrupta. Estos pacientes tienen un curso más fulminante y la pérdida permanente de la visión más significativa.
La pérdida del campo visual es típicamente periférica.

PARÁLISIS DEL VI PAR
Un sexto PAR craneal (nervio motor ocular externo), puede ser unilateral o bilateral en pacientes con PC. Esto refleja un efecto no localizador de presión intracraneal elevada en el sexto nervio, que tiene un curso intracraneal largo antes de salir del cráneo.

OTRAS DEFICIENCIAS DE LOS NERVIOS CRANEALES
Otras deficiencias de  nervios craneales que se resuelven con el tratamiento del PC han sido reportados en informes de casos. Algunos de estos pueden ser más comunes en los niños prepúberes que en los pacientes de mayor edad:


  1. Olfatorio
  2. Motor ocular común.
  3. Patético (IV par)
  4. Facial
  5. Auditivo



OTROS SIGNOS NEUROLÓGICOS
Los pacientes con PC no suelen tener déficits cognitivos evidentes aunque se han comunicado déficits en test neuropsicológicos como  déficits en el tiempo de reacción y la velocidad de procesamiento.

EVALUACIÓN
En cualquier paciente con cefalea y edema de papila debe sospecharse siempre aumento de la presión intracraneal. Se requiere con urgencia realizar  una neuroimagen para excluir causas secundarias de hipertensión intracraneal. Si el estudio de neuroimagen no revela ninguna etiología estructural para la hipertensión intracraneal, una punción lumbar (PL) debe llevarse a cabo para documentar la presión de apertura y para excluir otras condiciones. Se requiere una evaluación oftalmológica para documentar la gravedad de la afectación del nervio óptico y monitorizar la respuesta al tratamiento.

El diagnóstico de PC  puede sospechar antes de la evaluación, sobre la base de una historia y examen que revela condiciones o medicamentos que están asociados con PC; neuroimágenes y PL  se requieren para excluir otras condiciones.

Además, todos los pacientes con edema bilateral del disco óptico deben tener una medida de la presión arterial sistémica dado que  la neuropatía óptica relacionadas con la hipertensión maligna puede imitar edema de papila y también pueden producir dolor de cabeza y otros síntomas que podrían confundirse con PC.

Algunos también sugieren que todos los pacientes con PC deben tener un recuento sanguíneo completo para excluir una anemia que puede ser causal o contribuyente a la condición del paciente.

RESONANCIA MAGNÉTICA NUCLEAR
En un paciente con dolor de cabeza y edema de papila, el propósito principal de neuroimagen es excluir causas secundarias de hipertensión intracraneal.
La resonancia magnética (RM) con la técnica de venografía (venografía por RMN) es la prueba preferida. Una tomografía computarizada puede ser necesaria para  pacientes con contraindicaciones para la RMN (por ejemplo, marcapasos, clips metálicos en la cabeza, cuerpos extraños metálicos) y algunos pacientes con obesidad mórbida o claustrofóbicos. El uso de la mejora de contraste aumenta la sensibilidad del estudio en particular para masas intracraneales sutiles (por ejemplo, gliomatosis cerebral) y patologías  meníngeas.
La venografía por RMN con la administración de contraste, es una prueba más sensible que la RMN estándar para la detección de la trombosis venosa cerebral. Esta causa potencial de  hipertensión intracraneal secundaria puede tener una presentación clínica similar a PC. Es de buena práctica  incluir una angio RMN venosa poscontraste   en la evaluación de pacientes con sospecha de PC.

Mientras que el parénquima cerebral y los ventrículos parecen normales tanto en la RMN como en la  TC en pacientes con PC, otras anormalidades  pueden ser vistas en RMN en pacientes con PC y que sugieren el diagnóstico:

·         Aplanamiento de la esclerótica posterior (43-80 por ciento)
·         Distensión del espacio subaracnoideo perióptico (45 a 67 por ciento)
·         Realce  (con gadolinio) del nervio óptico prelaminar (7 a 50 por ciento)
·         Silla turca vacía (25 a 80 por ciento)
·         Protrusión del nervio óptico prelaminar (3 a 30 por ciento)
·         Tortuosidad Vertical del nervio óptico orbital (40 por ciento)
Estos hallazgos no son, de forma individual o en su conjunto,  diagnósticos de PC; ni tampoco su ausencia excluye el diagnóstico. Otras anomalías reportadas en algunos casos incluyen ectopía amigdalar, el estrechamiento de la cueva de Meckel y de los senos cavernosos, meningoceles, y la ampliación del foramen oval.

Hay muchos informes de anomalías venosas cerebrales en la venografía por resonancia magnética  en pacientes con PC. En particular, el estrechamiento del seno venoso transverso es común  y sugiere aumento de la presión intracraneal. Dependiendo de la tecnología de RMN  utilizada, este hallazgo se informó en el 65 a 90 por ciento de los pacientes con PC. Aunque es muy común en PC, estenosis del seno transverso no es específico de esta entidad.






PUNCIÓN LUMBAR
La presión de apertura elevada  en la punción lumbar (LP) es un elemento esencial del diagnóstico de PC; Sin embargo, hay algunas dificultades en la medición precisa y la interpretación.

Para el registro  exacto de la presión, el paciente debe estar relajado y acostado en la posición de decúbito lateral con las piernas extendidas. Otras posiciones (decúbito prono, sentado) puede dar lecturas falsamente elevadas, así  como la ansiedad, el dolor  y el uso de medicamentos sedantes. Lecturas engañosamente bajas  pueden obtenerse después de múltiples intentos de punción lumbar o en el contexto de  hiperventilación y  tratamiento con medicamentos para bajar la presión intracraneal.

Tradicionalmente, el límite superior de lo normal para la apertura de la presión en los adultos es de 200 mm H2O. Algunos creen que los pacientes obesos pueden tener un límite superior más alto de lo normal, con presiones de apertura que normalmente pueden acercarse a 250 mm H2O. Sin embargo, otros no han correlacionado con la obesidad presión intracraneal elevada en ausencia de PC. En general se considera normal presiones inferiores a 200 mm H2O y las superiores a 250 mm H2O como hipertensión intracraneal. Entre 200 y 250 existe una zona gris que deben contextualizarse con la clínica y la RMN.  
Además de medir la presión de apertura, el líquido cefalorraquídeo se analiza para recuento de células y fórmula diferencial, glucosa, y proteínas. Los estudios del LCR apropiados para los agentes microbianos, citología del LCR, y la prueba de antígenos (por ejemplo, VDRL en LCR), pueden estar indicados si el contenido LCR ​​es anormal o la situación clínica sugiere pruebas adicionales. La composición de líquido cefalorraquídeo (proteínas, células, glucosa) es normal en pacientes con PC.

EVALUACIÓN OFTALMOLÓGICA
La evaluación oftalmológica es esencial para todos los pacientes con sospecha de PC. Un examen ocular completo debe documentar el examen formal del campo visual, el examen del fondo de ojo dilatado y fotografías del nervio óptico. La ecografía orbital y la angiografía con fluoresceína pueden ser utilizados si la presencia de edema de papila es sutil o cuestionable.
El examen del campo visual es esencial en PC para evaluar la gravedad de la afectación del nervio óptico y monitorizar la respuesta al tratamiento. Las opciones incluyen la perimetría cinética de  Goldmann  y la perimetría estática asistida por ordenador. Si bien cada uno tiene sus ventajas y limitaciones, por lo general se prefiere este último, ya que proporciona una medida más fiable para los exámenes de seguimiento.

Los hallazgos más frecuentes en la perimetría de la hipertensión intracraneal son un defecto arqueado parcial con un punto ciego ampliado (aproximadamente las tres cuartas partes de los hemicampos en el ojo en estudio y aproximadamente la mitad de los hemicampos en el ojo contralateral). La constricción generalizada es también común, menos comúnmente, central, paracentral, en forma de arco, y puede haber  escotomas altitudinales.

La frecuencia de la pérdida del campo visual y pérdida de la agudeza en PC es  variable. En varios informes, la pérdida de campo visual se observó en el 71 al 100 por ciento de los ojos utilizando diversas formas de perimetría.



Figura: defecto del campo visual temprano más común en el edema de papila. A  medida que el  nervio óptico  desarrolla  atrofia óptica aparece un defecto nasal inferior (como se muestra en el gráfico de la izquierda del campo visual del ojo izquierdo. El área sombreada indica la porción defectuosa del campo. Nótese la nítida  línea de demarcación entre el cuadrante inferior nasal defectuoso  y  el cuadrante nasal superior  normal a lo largo de la línea media horizontal. Esto es característico del edema de papila  y atrofia óptica temprana.

DIAGNÓSTICO
EL PC se diagnostica de acuerdo con los criterios de Dandy modificados de acuerdo a lo siguiente:
  • Síntomas y signos de aumento de la presión intracraneal (por ejemplo, dolor de cabeza, oscurecimientos visuales transitorios, tinnitus síncrónico con el pulso, edema de papila, pérdida de la visión)
  • No existencia de otras anomalías neurológicas o nivel de alteración de la conciencia
  • Presión intracraneal elevada con líquido cefalorraquídeo de composición normal (LCR)
  • Un estudio de neuroimagen que no muestre la etiología de la hipertensión intracraneal
  • Ninguna otra causa de la hipertensión intracraneal aparente

Aunque se han propuesto revisiones a estas directrices, estas no cambian sustancialmente el enfoque de diagnóstico. Dado que los estudios de tratamiento han utilizado los criterios de Dandy modificados, creemos que estos siguen siendo los criterios más adecuados para hacer el diagnóstico de PC.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Cuando está presente el edema de papila, esto sugiere presión intracraneal elevada, que puede tener muchas causas, además de PC. También hay muchas etiologías de la hinchazón del disco óptico unilateral o bilateral, que pueden tener un aspecto similar al edema de papila.

HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL SECUNDARIA
Cualquier entidad que aumente la presión intracraneal puede conducir a edema de papila. Éstas incluyen:

  • Lesiones de masa intracraneal (tumor, absceso)
  • La obstrucción al flujo venoso, por ejemplo, trombosis del seno venoso, la compresión de la vena yugular, cirugía de cuello
  • La hidrocefalia obstructiva
  • Disminución de la absorción de LCR, por ejemplo, las adherencias de las granulaciones aracnoideas  después de la meningitis bacteriana infecciosa u otra o hemorragia subaracnoidea
  • El aumento de la producción de líquido cefalorraquídeo (LCR), por ejemplo, papiloma del plexo coroideo
  • Hipertensión sistémica maligna

La mayor parte de las condiciones se excluyen por resonancia magnética. La venografía por RMN es a menudo necesaria para excluir condiciones que causan obstrucción del flujo venoso. En particular, la trombosis venosa cerebral puede tener una presentación clínica muy similar a PC.

Otras causas poco comunes de la obstrucción del flujo venoso incluyen tabique del seno transverso causando estenosis del seno; osteopetrosis del foramen yugular; fractura de cráneo deprimida y estenosis del seno sagital superior. La hipertensión venosa y el aumento secundario en la hipertensión intracraneal también pueden ser causadas por malformaciones cerebrales, malformaciones arteriovenosas arteriovenosas durales, y fístulas arteriovenosas, así como por el aumento de la presión del corazón derecho y el síndrome de vena cava superior.

ANORMALIDADES DE DISCOS ÓPTICOS
Hay muchas causas de elevación de la cabeza del nervio óptico. Mientras que el término edema de papila  se utiliza a veces para describir los hallazgos en estas condiciones,  el término edema de papila  debería reservarse para los pacientes que han elevado la cabeza del nervio óptico como consecuencia del aumento de la presión intracraneal. Existe el pseudopapiledema, hiperviscosidad, toxinas, neuropatía óptica anterior isquémica, papilitis, neurorretinitis,  sarcoidosis, oclusión de la vena central de la retina, papiloflebitis, neuropatíaóptica hereditaria de Leber, baja presión intraocular,injuria ocular, radiación etc


PRONÓSTICO DEL PSEUDOTUMOR CEREBRAL
No hay gran serie prospectiva que describa la historia natural de la hipertensión intracraneal idiopática (PC). Un curso prolongado que dura meses o años parece ser común. En la mayoría de los pacientes, los síntomas empeoran lentamente. Con el tratamiento, por lo general hay mejora gradual y / o estabilización, pero no necesariamente recuperación; muchos pacientes tienen edema de papila persistente, presión intracraneal elevada como se documenta en la punción lumbar, y  déficit del campo visual residuales.

Un subgrupo de individuos con PC tiene un curso más maligno o fulminante con un rápido desarrollo de la pérdida de la visión dentro de algunas semanas de inicio de los síntomas. Esto es generalmente evidente en la presentación. Para limitar la severidad de la pérdida permanente de la visión, las medidas de tratamiento quirúrgicas más agresivas se consideran, en primer lugar, a menudo con medidas contemporizadoras (por ejemplo. Punciones lumbares en serie, drenaje lumbar, y / o corticosteroides) empleados  hasta que se pueda realizar la cirugía.

La pérdida permanente de la visión es la principal morbilidad asociada con PC.
Los estudios han intentado identificar los pacientes en riesgo de pérdida permanente de la visión severa. La pérdida significativa de la visión en la presentación, indican un riesgo más alto en edema de papila mayor grado y oscurecimientos visuales transitorios. Otros factores de riesgo más variables identificados en los estudios son el sexo masculino, la hipertensión sistémica, la anemia, la raza negra, la edad más joven o la aparición en la pubertad, obesidad severa o más reciente aumento de peso y mayor presión de apertura den la punción lumbar. La presencia o ausencia de hallazgos en la resonancia magnética no parecen predecir los resultados visuales. La ausencia de edema de papila parece identificar a los pacientes con bajo riesgo de pérdida de la visión.
Una recurrencia de los síntomas puede ocurrir en 8-38 por ciento de los pacientes después de la recuperación de un episodio de PC o después de un período prolongado de estabilida. El aumento de peso es un antecedente común, pero no universal a la PC recurrente. El intervalo de tiempo puede ser tan largo como varios años.

OBJETIVOS DE TRATAMIENTO Y SEGUIMIENTO
El tratamiento del PC tiene dos objetivos principales: el alivio de los síntomas (dolor de cabeza especialmente) y la preservación de la visión.

Los pacientes requieren visitas de seguimiento regulares hasta que se estabilicen. Los intervalos de visita de seguimiento son individualizados en base a la gravedad, duración y respuesta al tratamiento de las manifestaciones clínicas, pero en un principio deberían ser por lo menos mensualmente. Cada consulta debe incluir una agudeza visual mejor corregida, las pruebas formales campo visual, y el examen del fondo de ojo dilatado con fotografías de discos ópticos.

Algunos pacientes con visión normal y síntomas mínimos no requieren más tratamiento que el monitoreo.

Cualquier agente que  potencialmente podrían causar o empeorar la hipertensión intracraneana (por ejemplo, derivados de las tetraciclinas), se debe interrumpir. Sin embargo, esta intervención por sí sola  puede no ser suficiente para administrar la presión.
Del mismo modo, los pacientes deben ser interrogados acerca de los síntomas de apnea del sueño; la polisomnografía diagnóstica y el tratamiento de la apnea del sueño de deben seguir en tal caso. La asociación de  apnea del sueño y PC es incierta, pero el tratamiento de la apnea del sueño tiene otros beneficios.

PÉRDIDA DE PESO
Un programa de reducción de peso,  con una dieta  baja  en sodio se recomienda para todos los pacientes obesos con PC y parece aliviar los síntomas y signos en muchos, pero no a todos los pacientes.

Programas de pérdida de peso supervisados médicamente o la reducción de peso inducida quirúrgicamente (por ejemplo, la banda gástrica o procedimientos de bypass gástrico) pueden ser necesarios en pacientes con obesidad mórbida.
El aumento de peso puede ser un factor de riesgo para la recurrencia de PC.
La pérdida de peso también tiene otros beneficios para la salud.

MEDICAMENTOS
El tratamiento médico para PC suele comenzar con inhibidores de la anhidrasa carbónica. Los diuréticos de asa se pueden utilizar como  complemento. Los corticosteroides no son recomendables para la mayoría de los pacientes con PC.

INHIBIDORES DE LA ANHIDRASA CARBÓNICA
Los inhibidores de anhidrasa carbónica se cree que reducen  la tasa de producción de líquido cefalorraquídeo. Mientras que la acetazolamida es la primera línea de tratamiento habitual para PC, no hay una evidencia clara de que tal tratamiento mejore el pronóstico a largo plazo.
En pacientes adultos, por lo general se comienza con 500 mg dos veces al día y se aumenta la dosis según sea necesario y tolerada por el paciente. Aunque las dosis de hasta 2 a 4 g por día se pueden administrar, muchos pacientes desarrollan efectos secundarios limitantes de dosis en los niveles superiores. En los niños pequeños, la dosis inicial recomendada es de 25 mg / kg por día, con una dosis máxima de 100 mg / kg o 2 g por día. La formulación de liberación sostenida (secuelas Diamox) puede ser mejor tolerada por los pacientes que son intolerantes a la acetazolamida genérica, pero son sustancialmente más caros.

Aunque una alergia a las sulfas  es una contraindicación relativa para el uso acetazolamida, hay muy poca base clínica o farmacológica para esta recomendación. Una verdadera reacción cruzada entre los antimicrobianos de sulfonamidas y el resto de sulfa de acetazolamida y furosemida es improbable. Antes de prescribir acetazolamida a los pacientes que reportan una alergia a las sulfas, se discuten los riesgos y beneficios del tratamiento teniendo en cuenta la naturaleza de la reacción adversa que comprende la alergia a las sulfas. Para los pacientes que han tenido reacciones adversas importantes (por ejemplo, síndrome de Stevens-Johnson, anafilaxis), que por lo general debe tener en cuenta que el riesgo impide el uso de acetazolamida,  consultar a  alergista  u otros protocolos de desensibilización pueden considerarse en estos pacientes, pero no han empleado estos.
Otros efectos secundarios de la medicación de la acetazolamida incluyen parestesias digitales y orales, anorexia, malestar, sabor metálico, fatiga, náuseas, vómitos, cambios electrolíticos,  acidosis metabólica leve, y  cálculos renales. Estos son por lo general relacionados con la dosis. Seguimiento de los electrolitos se sugiere durante el tratamiento acetazolamida.

El embarazo, sobre todo las primeras 20 semanas, a menudo se considera una contraindicación relativa para el uso de acetazolamida, que está clasificada por la FDA en la categoría C de riesgo durante el embarazo. Los efectos teratogénicos se han reportado con dosis elevadas en animales y en un solo caso de un teratoma se observó en los seres humanos. Si tenemos en cuenta que el beneficio del uso de acetazolamida es mayor que los riesgos potenciales, que deberá ser utilizado en mujeres embarazadas después de la discusión con el paciente y el obstetra y obtener el consentimiento informado. Las opciones de tratamiento son algo limitadas en el embarazo como la restricción calórica y el uso de otros diuréticos también están relativamente contraindicados durante el embarazo.

TOPIRAMATO es un fármaco anticonvulsivo que inhibe la actividad de la anhidrasa carbónica. Su eficacia en el tratamiento de la migraña y su asociación con la pérdida de peso son características que lo convierten en una atractiva opción terapéutica potencial en PC. Los informes de casos y un pequeño estudio no ciego sugieren que el topiramato parece tener una eficacia similar al acetazolamida con respecto a la mejora del campo visual y el alivio de los síntomas.


DIURÉTICOS DE ASA
La furosemida (20 a 40 mg por día para adultos y de 1 a 2 mg / kg por día en niños) puede ser una terapia adjunta útil a la acetazolamida en PC. En un informe de ocho niños que recibieron el tratamiento combinado de acetazolamida y furosemida, todos tuvieron una respuesta clínica rápida con la resolución del edema de papila, reducción de la presión del LCR media después de la primera semana de tratamiento, y la normalización de la presión del LCR dentro de las seis semanas de iniciarse el tratamiento.

Las mismas consideraciones discutidas anteriormente en relación con la alergia a las sulfas y acetazolamida también se aplican a la furosemida.

CORTICOSTEROIDES
Aunque los corticosteroides (por ejemplo, prednisona), han sido recomendados en el pasado para PC, que evitan el uso de corticosteroides en PC por las siguientes razones :

  • Los corticosteroides pueden causar aumento de peso que podrían empeorar PC.
  • La retirada de esteroides puede causar rebote hipertensión intracraneal grave asociada con una marcada pérdida de la visión.
  • Los conocidos efectos secundarios sistémicos significativos de los corticosteroides crónicos

En  la pérdida visual aguda, un curso corto de corticosteroides por vía intravenosa puede ser útil como una medida temporal antes de la intervención quirúrgica en PC. Una serie de casos describe el uso exitoso de metilprednisolona (250 mg cuatro veces al día durante cinco días, seguido de un cono por vía oral) en conjunción con acetazolamida y la ranitidina en cuatro pacientes con PC y severa, pérdida de visión aguda. 

OTROS TRATAMIENTOS

INDOMETACINA
Algunos informes sugieren que la indometacina puede tener eficacia en el tratamiento de la hipertensión intracraneal secundaria  (por ejemplo, lesión cerebral traumática,  encefalopatía hepática) presumiblemente por causar vasoconstricción cerebral y reducir el flujo sanguíneo cerebral. En un informe de siete pacientes con PC, la administración intravenosa de 50 mg de indometacina se asoció con una reducción en el indicador de la presión del LCR, y el tratamiento a largo plazo con 75 mg diarios producidos alivio de los síntomas, y la mejora de los campos visuales y el grado de edema de papila. Se necesitan más estudios de este tratamiento antes de que pueda ser recomendado para su uso en PC.

HIERRO
Los suplementos de hierro en pacientes con PC con anemia por deficiencia de hierro que parecía ser eficaz en una serie de casos de seis pacientes.


PROFILAXIS DE LA CEFALEA
Los pacientes con PC pueden continuar teniendo dolores de cabeza a pesar de la mejora en el edema de papila y la función visual. Los medicamentos utilizados en el tratamiento profiláctico de la migraña se utilizan a menudo en el manejo del dolor de cabeza en PC, si otros tratamientos descritos anteriormente no son eficaces a este respecto. La elección del agente está influenciada por la propensión de algunos de estos medicamentos (por ejemplo, valproato, antidepresivos tricíclicos) para producir el aumento de peso; sin embargo, el aumento de peso puede ser mitigado por el uso de dosis bajas y un control cuidadoso del peso.



PUNCIONES LUMBARES SERIADAS
A pesar de las punciones lumbares seriadas se han recomendado para el tratamiento de PC, que por lo general no se recomienda este tratamiento para las siguientes razones:

  • El  LCR  vuelve a formarse dentro de las seis horas menos que haya una fuga de LCR, por lo que cualquier beneficio del tratamiento de corta duración solamente.
  • Las punciones lumbares son incómodas para la mayoría de los pacientes y dolorosas para muchos.
  • Las punciones lumbares pueden producir complicaciones (por ejemplo, dolores de cabeza por baja presión, fugas de LCR,  infección, tumores epidermoides intraspinales).
  • En los pacientes obesos, las punciones lumbares son técnicamente difíciles.

Sin embargo, las punciones lumbares seriadas pueden ser una medida temporal útil como paso previo a la cirugía o en pacientes que están embarazadas que desean evitar el tratamiento médico.

TRATAMIENTOS QUIRÚRGICOS
Los dos principales procedimientos quirúrgicos en PC son procedimientos fenestración de la vaina del nervio y procedimientos de derivación de LCR. Aunque no es un procedimiento quirúrgico en sí, la colocación de stents de senos venosos cerebrales también es una opción de tratamiento invasivo para PC. Estos tratamientos no han sido comparados en una sola población.

INDICACIONES
Los pacientes con PC que fallan, son intolerantes, o están fuera de cumplimiento con la terapia médica máxima y tienen dolor de cabeza persistente o pérdida de visión progresiva parecen beneficiarse de la intervención quirúrgica. Esta es la minoría, a menos de 10 por ciento en un centro, de los pacientes tratados para PC. Las posibles indicaciones para el tratamiento quirúrgico incluyen:

  • Empeoramiento defecto del campo visual pesar del tratamiento médico.
  • Presencia de pérdida de agudeza visual atribuida a edema de papila (es decir, que no se debe a desprendimiento seroso, edema macular, hemorragia o pliegues coroideos).
  • Cefalea intratable.


Los pacientes que no pueden participar en los exámenes de seguimiento (por ejemplo, el incumplimiento, el deterioro de la cognición, el estilo de vida itinerante).
Mientras que el deterioro de la visión (como se sugiere por una agudeza visual anormal o empeoramiento del déficit del campo visual) es una indicación universalmente aceptada para la intervención quirúrgica, otras consideraciones potenciales deben sopesarse frente a los riesgos inherentes de los procedimientos quirúrgicos y las incertidumbres en cuanto a su eficacia.

FENESTRACIÓN DE LA VAINA DEL NERVIO ÓPTICO –
La fenestración de la vaina del nervio puede estabilizar o mejorar la pérdida de visión debida a edema de papila en PC. La preservación de la visión es el objetivo principal. Mientras que algunos pacientes experimentan alivio de la cefalea después de, muchos no lo hacen.
Las complicaciones ocurren en hasta un 40 a 45 por ciento de los pacientes. La mayoría, pero no todos, de estos son transitorias y no incapacitante. Las complicaciones más comunes incluyen:
  • Diplopía temporal (debido a una lesión isquémica de los músculos extraoculares) en el 29 a 35 por ciento.
  • Disfunción pupilar en hasta el 11 por ciento.
  • Pérdida de visión hasta en un 11 por ciento. Esta suele ser transitoria, pero puede ser catastrófica y permanente en el 1,5 al 2,6 por ciento. La pérdida de visión puede ser resultado de complicaciones vasculares (oclusión de la arteria central de la retina u oclusión de una  rama coroidea), traumatismos (por ejemplo,  tracción operativa), neuritis óptica infecciosa, hematoma orbitario, hemorragia en la vaina del nervio óptico causando un hematoma compresivo, y otros.





PROCEDIMIENTOS DE DERIVACIÓN  VENTRÍCULO-PERITONEAL INCLUYEN O LUMBOPERITONEAL DE LCR.
 Observaciones no controladas informan que estos pueden aliviar el dolor de cabeza, diplopía, papiledema, y ​​la pérdida visual en pacientes con PC. Mientras alivio de la cefalea parece ocurrir en casi todos los pacientes poco después del procedimiento, en una serie de casos, el beneficio no se mantuvo universalmente, con casi la mitad de los pacientes que permanecieron con fuertes dolores de cabeza recurrentes dentro de los tres años de la cirugía, a pesar de una derivación.

Además, la tasa de complicaciones de la derivación puede ser alta. En casos raros, el  shunt insuficiente  se acompaña de pérdida visual que puede ser rápida y severa. Otras complicaciones comunes incluyen infección de la derivación, dolor abdominal, dolor de espalda, dolor radicular, complicaciones operatorias, y pérdida de líquido cefalorraquídeo con baja presión. Las complicaciones raras incluyen herniación cerebelosa amigdalina y siringomielia, hemorragia subdural y subaracnoidea, y perforación intestinal.




 FENESTRACIÓN DE LA VAINA DEL NERVIO ÓPTICO

COLOCACIÓN DE STENTS EN SENO VENOSOS
Los stents en los senos venosos son una opción relativamente nueva y algo controvertido en el tratamiento del PC. Su uso resulta de la observación de que muchos pacientes con PC tienen estenosis aparentes del seno venoso transversal u otras venas cerebrales; aunque si esto es un fenómeno primario o secundario es incierto.
Se requiere documentación adicional de beneficio clínico del stent venoso antes de que esto se convierte en una parte rutinaria del tratamiento.


Fuente UpToDate 2017





  


Una espiral diagnóstica...

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En este ejercicio clínico se presenta un caso que es discutido por un médico internista al que se le van proporcionando datos de la historia clínica en forma secuencial, y este analiza el cuadro a la luz de los nuevos elementos, de una manera análoga al proceso diagnóstico en la práctica real de la medicina


Un hombre de 22 años se presentó al servicio de urgencias el día de Navidad con un cuadro de  5 días de mialgias, tos, disnea, emesis no biliar y diarrea no sanguinolenta. Aunque había estado enfermo durante varios días, finalmente buscó tratamiento porque los  vómitos eran incontrolables.  Informó que se sentía febril, aunque no había medido su temperatura, y notó un episodio de hemoptisis.

PONENTE
La presentación subaguda de fiebre, tos, mialgia y síntomas gastrointestinales en una persona joven durante la temporada de virus respiratorios lo más probable es que sea indicativo de  influenza u otras infecciones virales o bacterianas, como Legionella pneumophila o Mycoplasma pneumoniae. Si la hemoptisis ha ocurrido realmente, esto sería una manifestación inusual de estas infecciones, particularmente en ausencia de una tos productiva. La presencia hemoptisis debe ampliar el diagnóstico diferencial para incluir patógenos que podrían causar neumonía necrotizante y síntomas sistémicos, tales como Staphylococcus aureus, bacilos gramnegativos, y menos comúnmente, Leptospira Interrogans El paciente debe ser interrogado acerca de l comportamientos de riesgo de infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH),  por  viajes y exposición a animales. La combinación de fiebre y hemoptisis también aumentan la posibilidad de enfermedades inflamatorias no infecciosas, como el síndrome de Goodpasture, que causan hemorragia alveolar y que a su vez pueden ser desencadenados por una infección.


EVOLUCIÓN
El paciente no había recibido la vacuna anual contra la influenza. Era sexualmente activo con una pareja femenina. Había fumado marihuana y medio paquete de cigarrillos diariamente durante varios años. No bebía alcohol ni usaba otras drogas. Vivía  en Baltimore con su abuela y no informó de ningún viaje reciente. También informó que no tenía antecedentes de  encarcelamiento.


PONENTE
El domicilio estable del paciente y la falta de encarcelamiento previo son importantes antecedentes para estimar el riesgo de exposición a la tuberculosis, aunque el ritmo de la actual enfermedad no sugiere que ese diagnóstico. La posibilidad de infección de VIH subyacente debe ser considerada en todos los pacientes sexualmente activos y debe ser abordada temprano, ya que la inmunosupresión afecta profundamente el diagnóstico diferencial de los procesos. El tabaquismo también puede conferir una predisposición a las infecciones  broncopulmonares. La inhalación de marihuana puede causar colonización de especies de aspergillus y otros mohos, que pueden ser particularmente problemáticos en inmunocomprometidos.



EVOLUCIÓN
En el examen físico, la temperatura del paciente era  36,4 ° C , la TA 102/50 mm Hg, la frecuencia cardíaca 108 latidos por minuto, frecuencia respiratoria 17 respiraciones por minuto y saturación de oxígeno 100% mientras respiraba aire ambiente. Él parecía estar bien. Los pulmones estaban claros a la auscultación. El abdomen era blando, sin náuseas, y sin organomegalia. No tenía dolor en el ángulo costovertebral. El recuento de glóbulos blancos fue de 12.650 por milímetro cúbico, con 63% de neutrófilos, 26% de bandas y 6% de linfocitos. El nivel de hematocrito fue del 40%, el volumen corpuscular medio 82 fl, y la plaquetas de 129.000 por milímetro cúbico. El nivel de sodio sérico  fue de 128 mmol por litro, potasio 3,7 mmol por litro, cloruro 83 mmol por litro, bicarbonato 21 mmol por litro, nitrógeno ureico en sangre 34 mg por decilitro, creatinina 3,9 mg por decilitro, y de  1,0 mg por decilitro 4 años antes. Glucosa 110 mg por decilitro, Magnesio 1,6 mg por decilitro, y calcio 10,1 mg por decilitro. El nivel de aspartato aminotransferasa fue
43 U por litro (intervalo de referencia, 0 a 37), alanina aminotransferasa 31 U por litro, bilirrubina total 1,9 mg por decilitro (referencia 0 a 1,2 mg por decilitro), fosfatasa alcalina 92 ​​U por litro, y lactato 2,8 mmol por litro (intervalo de referencia, 0,5 a 2.2). Tiempo de protrombina y tromboplastina parcia  normales. Los virus respiratorios no se detectaron en la investigación de PCR de hisopado nasal.  Una prueba para el VIH fue negativo. Un análisis de orina reveló, orina amarilla turbia con un pH de 5,5, densidad de 1,011,  proteínas 2+, y  eritrocitos 4 y glóbulos  blancos 21 por campo de alta potencia (rango de referencia, 0 a 5), aunque el paciente no informó disuria ni dolor en flanco. Una prueba de detección toxicológica de orina fue positiva para  cannabinoides.


PONENTE
Dado  que no hay antecedentes conocidos de enfermedad renal, la lesión renal es probablemente aguda y relacionada a la enfermedad actual. El vómito precedente y la diarrea puede haber llevado a azotemia prerrenal; sin embargo, la densidad de la orina no está elevada. La necrosis tubular aguda como complicación de la sepsis también es posible pero no se informó de cilindros  tubulares  en el sedimento de orina. La hemoptisis asociada a  lesiones renales agudas aumenta la preocupación por la posibilidad de enfermedad inflamatoria  no infecciosa. Procesos tales como enfermedad por anticuerpos anti- membrana basal glomerular , lupus eritematoso sistémico, y vasculitis, son posibles pero el paciente no tienen hematuria apreciable. En cambio, el sedimento contiene un número elevado de leucocitos, pero ni el examen ni sus síntomas sugieren pielonefritis o infecciones de transmisión sexual. Con exclusión de otras causas, la combinación de piuria y lesión renal aguda conduce a la consideración de nefritis  tubulointerstitial, que puede ser causada por una variedad de drogas, procesos inflamatorios, y menos comúnmente, infecciones, de las cuales la leptospirosis es una.

EVOLUCIÓN
Nueve horas más tarde, la presión arterial del paciente disminuyó a 59/31 mm Hg, a pesar del volumen de resucitación agresivo. Su temperatura era de 38,3 ° C, la frecuencia cardiaca de 120 latidos por minuto,  20 respiraciones por minuto y la saturación de oxígeno del 95% mientras respiraba aire. Se obtuvieron hemocultivos y se comenzó con vancomicina, cefepima, metronidazol, azitromicina y oseltamivir, así como norepinefrina. La tomografía computarizada de tórax, abdomen y  pelvis sin contraste mostró difusa
Espesamiento de la pared bronquial difuso  y nodularidad en “ árbol en  brote” (Figura 1).





Figura 1. Tomografía axial computarizada de tórax, mostrando nodularidad y nódulos Centrilobulares  en “árbol en brote” (“Tree in-Bud” pattern ) .
Una tomografía axial computarizada (TC) del tórax muestra nodularidad en árbol en brote difuso y centrilobular y nódulos que involucran los lóbulos superiores derecho e izquierdo (Panel A) y los lóbulos inferiores (Panel B).



PONENTE
Un patrón de árbol en brote sugiere enfermedad bronquial, con los restos y deshechos inflamatorios llenando las vías aéreas. Las más comunes causas son la infección y la aspiración, que dan cuenta de más del 80% de los casos. A pesar de que las infecciones indolentes por micobacterias y hongos patógenos están entre las posibles causas, la infección viral o bacteriana es mucho más compatible con el tiempo de curso de la enfermedad de este paciente. Un ensayo de PCR viral respiratoria fue negativo, pero los resultados falsos negativos para la gripe ocurren en hasta un 10% de los casos; En un paciente cuya condición es inestable, es justificable continuar tratamiento empírico con un inhibidor de neuraminidasa. Entre los patógenos respiratorios bacterianos, organismos piógenos, tales como Streptococcus pneumoniae, son poco propensos a causar sepsis grave sin neumonía obvia. Las bacterias "atípicas", incluyendo Bordetella pertussis, L. pneumophila y M. pneumoniae, puede causar bronquitis y radiografías con hallazgos similares a los de este paciente y ocasionalmente causan este grado de efectos tóxicos. Los dos últimos patógenos también se asocian con nefritis intersticial aguda. Aunque la leptospirosis encaja mejor con  el cuadro clínico de este paciente,   como enfermedad severa asociada con hemoptisis,  hiperbilirrubinemia, lahemoptisis en pacientes con leptospirosis es el resultado de hemorragia alveolar difusa, que la imagen de tórax no sugiere.



EVOLUCIÓN

La orina y los hemocultivos siguieron siendo negativos. Un cultivo de esputo reveló flora respiratoria; las tinciones de  esputos expectorados fueron negativos para bacilos ácido alcohol resistentes.  Las pruebas de heces fueron negativas para patógenos, huevos y parásitos. Pruebas de anticuerpos antinucleares (FAN), anticuerpos IgG contra  la membrana basal, mononucleosis y sífilis (Prueba treponémica) fueron todos negativos, al igual que pruebas de anticuerpos IgG e IgM contra parvovirus,  fiebre Q, e IgM contra la leptospira. Las pruebas para los anticuerpos contra hepatitis A y C y para antígeno de superficie de hepatitis B y anti-core fueron todos negativos. IgG e IgM contra la influenza tipo A fueron detectados por medio de complemento.  Prueba de fijación a un título de 1:16 (referencia menos de 1: 8); Pruebas de anticuerpos contra la influenza Tipo B fueron negativos. Una prueba de orina para antígeno de legionella y un cultivo de esputo para legionella ambos negativos. Un ensayo de liberación de interferón gamma (IGRA) para la tuberculosis fue positivo.


PONENTE
En un paciente desesperadamente enfermo, es común que se soliciten una amplia gama de pruebas, pero los resultados deben ser interpretados críticamente, teniendo en cuenta la probabilidad de pretest de una enfermedad dada y el rendimiento y cracterísticas de las pruebas elegidas. En este caso, dado que el ensayo de PCR respiratoria viral fue negativo, los hallazgos serológicos débilmente positivos para anticuerpos contra la gripe tipo A probablemente representen un resultado positivo falso debido a un reciente infección incidental de influenza o una respuesta prolongada a una infección o inmunización  remota. Por el contrario, los resultados serológicos para las infecciones pueden ser negativos si los títulos se miden en el curso agudo de la enfermedad. Dado  que la tuberculosis puede causar sepsis con cultivos negativos, la interpretación de la prueba  IGRA positiva es crucial. Un IGRA positivo no distingue entre tuberculosis latente y activa. La rápida progresión de la enfermedad de este paciente, y  la ausencia de inmunodeficiencia conocida no apoyan la tuberculosis activa como causa de la presentación actual. Aunque la tuberculosis es una causa clásica de patrón en  árbol-en-brote, estos casi siempre ocurren conjuntamente con una infección pulmonar parenquimatosa.



EVOLUCIÓN
El paciente fue ingresado en la unidad  de cuidados intensivos donde desarrolló distress respiratorio; su frecuencia respiratoria fue de 30 por minuto, y la saturación de oxígeno 85% con 4 litros de suplemento de Oxígeno administrado a través de una cánula nasal. El recuento de glóbulos blancos fue de 14.500 por milímetro cúbico (Con un 73% de neutrófilos, un 14% de bandas y un 3% Linfocitos), el hematocrito al 31% y la plaquetas  84.000 por milímetro cúbico. El frotis de sangre periférica  mostró anemia normocrómica con equinocitos, trombocitopenia y aumento  de neutrófilos inmaduros, con cuerpos de Dohle, granulaciones tóxicas y vacuolas citoplasmáticas. El nivel de potasio fue 3,4 mmol por litro, Bicarbonato 15 mmol por litro, creatinina 3,5 mg por decilitro, lipasa 1171 U/L (16 a 63), ferritina 841 \ mu g por litro (rango de referencia, 30 a 400), y lactato 2 mmol por litro. La TGO fue de 65 U por litro (rango de referencia, 0 a 37), y la TGP 34 U por litro y bilirrubina total  3,0 mg por decilitro (directa, 2,9 mg por decilitro). Una radiografía del tórax reveló cambios notables con aumentos significactivos de los infiltrados en ambos pulmones (Figura 2)







Figura 2. Radiografía anteroposterior del tórax, mostrando infiltrados parcheados.
Una radiografía anteroposterior del tórax, obtenida con equipos portátiles poco después de la admisión del paciente a la unidad de cuidados intensivos, muestra infiltrados irregulares con el pulmón derecho mostrando mayor compromiso que el izquierdo




PONENTE
Durante un curso hospitalario complicado, puede ser difícil determinar si los nuevos hallazgos obedecen a empeoramiento o progresión de la propia enfermedad de base,   o bien representan complicaciones del tratamiento. El diagnóstico diferencial  en un paciente que presenta  agravamiento de la hipoxemia con progresión de la enfermedad del espacio aéreo en  ambos pulmones incluye:   empeoramiento de un supuesto cuadro infeccioso de base, neumonitis por aspiración, sobrecarga de líquidos debido a la reanimación volumétrica agresiva, y lesión pulmonar aguda por sepsis. El tiempo de aparición de estas nuevas manifestaciones es demasiado temprano para considerar neumonía asociada al cuidado médico (neumonía intrahospitalaria). Desde el momento de la internación, el paciente ha tenido un ligero aumento en el nivel de aspartato aminotransferasa  y un aumento del nivel de bilirrubina, que podría ser resultado de una infección directa del hígado o de colestasis asociada a sepsis. Mientras  que el antibiótico macrólido puede causar un patrón similar de alteraciones en el hepatograma , estos efectos tóxicos típicamente ocurren más tarde durante el curso de la terapia. Dado que el nivel elevado de bilirrubina es principalmente  a expensas de la fracción conjugada , esto no apoya un diagnóstico de anemia hemolítica para explicar la disminución en el nivel de hematocrito. El hallazgo clínico más sorprendente es el marcadamente elevado nivel de lipasa. La ausencia de factores de riesgo (por ejemplo, uso de alcohol o enfermedad biliar), y la falta de dolor abdominal en el momento de la presentación, además de que el cuadro estuvo precedido por  pródromos como fiebre, tos y mialgias, hacen que sea poco probable  la presencia de pancreatitis aguda grave. La pancreatitis puede ser parte del proceso multisistema que está ocurriendo en este paciente. Las infecciones y los procesos  inflamatorios  como las vasculitis o el lupus, pueden causar una enfermedad febril subaguda que involucra el pulmón, páncreas, tracto gastrointestinal y riñones. En este hombre previamente sano, las  posibilidades más probables incluyen una infección viral inusualmente grave, tal como adenovirus o uno de los patógenos  "atípicos  ya mencionados - L. pneumophila, M. pneumoniae, o L. interrogans. La Legionelosis (“enfermedad de los legionarios”) raramente se presenta de manera tan severa de entrada en un paciente joven sin condiciones preexistentes. La  leptospirosis severa (“enfermedad de Weil'),   se manifiesta generalmente con hiperbilirrubinemia y aminotransferasa con elevaciones más marcadas que las observadas en este paciente. A menos que una historia convincente de exposición a roedores, la infección por M. pneumoniae sería más común dada su edad.


EVOLUCIÓN
En el transcurso de los 3 días siguientes, la condición del paciente mejoró sustancialmente. Él no
Requirió más vasopresores, oxígeno, y la insuficiencia renal se resolvió. Todos los cultivos  permanecieron negativos. Las pruebas de anticuerpos contra  M. pneumoniae mostró un nivel de IgG de 2,01 (Valor negativo, menos de 0,90), pero el nivel de IgM fue de 101 U por mililitro (valor negativo, menos de 770). El tratamiento con vancomicina, cefepima y oseltamivir fue interrumpido. Se comenzó con  ceftriaxona se inició azitromicina continuó. El recuento de plaquetas aumentó a 226.000 por milímetro cúbico, el recuento de glóbulos blancos ascendió a 18.000 por milímetro cúbico, y la bilirrubina  total a 13,3 mg por decilitro, con una bilirrubina directa de 11,4 mg por decilitro. El re-interrogatorio al paciente durante su internación, reveló  que recientemente había evadido a un oficial de policía corriendo por un callejón, donde cayó y tuvo una abrasión en su muslo.


PONENTE
El historial adicional y la información clínica sugieren un diagnóstico de leptospirosis. La leptospirosis puede adquirirse mediante varias vías, incluyendo la inoculación mucosa o cutánea, y posiblemente ingestión del organismo. En este caso, el momento de su lesión en el callejón, que probablemente haya estado estaba infestada de ratas, despierta la sospecha de inoculación cutánea como la posible vía de transmisión. La rápida reducción de los síntomas con antibióticos y eventual desarrollo de ictericia colestática severa son consistentes con el diagnóstico.


EVOLUCIÓN

Después de recibir cefalosporinas intravenosas durante 7 días, el paciente fue dado de alta a su  casa con instrucciones para completar 14 días de doxiciclina por presunta leptospirosis severa. Una repetición de la prueba de hemaglutinación indirecta para anticuerpos contra la leptospira que fue enviada al hospital el día  4 fue positivo a un título de 1: 200 (positivo Valor, igual o mayor1: 100). En una cita de seguimiento 3 semanas después de su presentación inicial, estaba libre de síntomas.La prueba del suero convaleciente obtenido en el momento de la cita mostró títulos de 1: 3200 contra L. interrogans (serogrupos icterohaemorrhagiae Y Australia), que es diagnóstico de leptospirosis. Él rechazó el tratamiento de tuberculosis  latente que se le propuso



COMENTARIO
La leptospirosis es endémica en todo el mundo, aunque  más prevalente en ambientes tropicales y rurales.1 Sus reservorios más importantes son los roedores  y amíferos pequeños por  el contacto con sus orinas, y a menudo a través del agua contaminada son las principales vías de transmisión.2 Leptospira entra al cuerpo a través de las vías mucosas, por la vía cutánea directa o transmisión por aerosolización.2 De los aproximadamente 1 millón de casos anuales en todo el mundo, se estima que hay 13.000 en los Estados Unidos y Canadá.3 En los Estados Unidos, la leptospirosis es más comúnmente diagnosticada entre los viajeros que han regresado de zonas en las que la enfermedad es endémica (particularmente Asia sudoriental, América Central y el Caribe) y entre residentes de regiones tropicales o semitropicales, con Hawai teniendo la incidencia más alta. La exposición al agua  es un riesgo clave, tanto a nivel doméstico como en ambientes abiertos alaire libre, con múltiples brotes notificados asociados con carreras de aventura y ecoturismo.4,5  Un factor de riesgo menos conocido es la residencia en una ciudad con una gran población de roedores; un estudio en Baltimore mostró que el 65% de las ratas tenían anticuerpos contra L. interrogans.1,6,7 Múltiples casos de infección por leptospirosis urbana, cuyo  presunto mecanismo de infección  fue una lesión en piel y contacto con excretas de roedores en ámbitos domiciliarios o en callejones como sucedió en este paciente. 8,9 La leptospirosis tiene una amplia gama de manifestaciones, desde la enfermedad subclínica  auto-limitada (Aproximadamente el 90% de las infecciones), hasta la Enfermedad de Weil, que se caracteriza por insuficiencia renal, ictericia y hemorragia y que iene una tasa de mortalidad del 5 al 15 %.2 Los síntomas se desarrollan después de un período de incubación de 5 a 14 días.2 Las infecciones leves son a menudo indistinguibles de otras enfermedades febriles. La manifestación de enfermedad puede ser variable; algunos pacientes tienen una fase septicémica inicial, seguida de una reducción de los síntomas, y luego una fase inmune,  potencialmente crítica, mientras que otros pacientes tienen síntomas que progresan directamente a  enfermedad fulminante. Este paciente mostró muchas características cardinales de leptospirosis grave: insuficiencia renal no-oligúrica; hiperbilirrubinemia marcada (nivel de bilirrubina deHasta 30 a 40 mg por decilitro en algunos casos), con elevaciones menos severas de los niveles de aminotransferasa; trombocitopenia y  afectación pulmonar.1 El espectro de la afectación pulmonar es amplia, pero las manifestaciones serias son hemorragia alveolar difusa y el síndrome de dificultad respiratoria aguda. 9 Síntomas comunes ausentes en este caso son la sufusión conjuntival (conjuntivitis extrema enrojecimiento sin exudado), sensibilidad muscular y meningitis aséptica. Los síntomas inespecíficos, fiebre, malestar gastrointestinal, dolor de cabeza, tos, y faringitis, también son comunes.1,4,5 La infección con serogrupos icterohemorrhagiae ha sido asociadas a un mayor riesgo de enfermedad grave o muerte.1,10 Existe controversia sobre si los antibióticos pueden disminuir la gravedad de la leptospirosis. Una revisión de siete ensayos aleatorios mostraron que la evidencia a favor o en contra de la terapia con antibióticos en la leptospirosis es insuficiente; la duración de la enfermedad parece ser más corta entre los pacientes tratados con antibióticos que entre los que no recibieron antibióticos, pero las diferencias en un estudio observacional retrospectivo mostró que el retraso en el inicio de los antibióticos (Por 2 días o más) se asoció con más enfermedad grave.10 Directrices y opinión de expertos apuntan al tratamiento inmediato con antibióticos en casos sospechosos y  casos confirmados.12,13 Doxiciclina oral se utiliza para tratar la enfermedad leve, y la penicilina vía intravenosa se utiliza para tratar una enfermedad grave. Un ensayo que comparó ceftriaxona (1 g diario) con Penicilina (1,5 millones de unidades cada 6 horas) 7 días no mostraron diferencias significativas en el tiempo hasta la resolución de la fiebre. El diagnóstico de leptospirosis puede ser un reto de confirmar. El organismo requiere medios de cultivo especializados  y crece en un período de semanas.  Las pruebas serológicas son a menudo negativas temprano en el curso de la enfermedad.4 Pruebas basadas amplificación por PCR de  ácidos nucleicos de sangre, orina o  líquido cefalorraquídeo son mucho más sensibles que el cultivo y se puede realizar temprano en el curso de la enfermedad, pero tales pruebas no  están ampliamente disponibles.1 Dadas estas limitaciones, la mayoría de los diagnósticos todavía son confirmados por pruebas serológicas. Un título único de hemaglutinación indirecta de al menos 1: 200 pero menos de 1: 800 es sugestivo de una infección por leptospirosis; Se confirma una infección por un título único de al menos 1: 800 o por un título de muestra de suero de convaleciente de al menos cuatro veces más alto que el título de una fase aguda en suero.15 En este caso, los impedimentos para hacer el diagnóstico incluía un retraso en la historia de la exposición; la ausencia de algunos de los síntomas más reconocibles de la leptospirosis, particularmente la sufusión conjuntival; y las pruebas  serológicas que fueron inicialmente negativas. sin embargo, el reconocimiento de que la leptospirosis puede causar enfermedad en un adulto sano, junto con hallazgos específicos de hiperbilirrubinemia marcada y hemorragia pulmonar, condujo finalmente al diagnóstico correcto y un resultado favorable.


Fuente
NEJM

Spiraling Out of Control
Sara Mixter, M.D., M.P.H., R. Sedighi Manesh, M.D.,
Sara C. Keller, M.D., M.P.H., M.S.H.P., Laura Platt, M.D.,
and Harry Hollander, M.D.

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leptospirosis/ case-definition/ 2013).

Copyright © 2017 Massachusetts Medical Society.

Nistagmo Pendular.

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Paciente de 45 años con ataxia cerebelosa que se instaló 2 semanas después de un cuadro de probable etiología viral que afectó vías respiratorias superiores.
Comienza con vómitos, trastornos de la marcha caracterizados por alteraciones del equilibrio. No refirió fiebre, vértigos, pérdida de fuerzas ni alteraciones de la sensibilidad. No hubo alteraciones deglutorias ni disartria.
El examen físico era notable por severa ataxia de tronco, y un nistagmo espontáneo sin componente rápido y lento (nistagmo pendular) horizontal.
El paciente evolucionó favorablemente en forma espontánea.
El laboratorio fue normal. Están pendientes los resultados de serologías virales. No se consideró necesario estudiar el líquido cefalorraquideo.
TAC y RMN de cerebro normales.
Se hizo diagnóstico de ataxia cerebelosa aguda post-viral.









ATENEO HOSPITAL PINTOS 31/05/2017. VARÓN DE 60 AÑOS CON ENFERMEDAD DE VON HIPPEL LINDAU

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Historia  Clínica
Hospital "Dr. Ángel Pintos" de Azul

Sexo: masculino Edad: 60 años


ANTECEDENTES
1994: Se detecta con motivo de Colecistectomía por colecistitis aguda  tumor bilateral de glándulas suparrenales . Es  estudiado posteriormente a la resolución del cuadro agudo con resultados de catecolaminas  aumentadas, tensión arterial elevada e imágenes ecográficas y RMN. Se deriva al paciente al Hospital Ramos Mejía (Dra. Judith Yampey: Jefa del Departamento de Endocrinología). Juntamente con la Dra. Susana Lupi, recomiendan repetir análisis de catecolaminas en el Hospital Gutierrez con la Dra. Marta Barontini, quién confirma los análisis de laboratorio con AVM elevado, Noradrenalina alta y Adrenalina normal. Se confirma diagnóstico de feocromocitoma bilateral en glándulas suprarrenales mediante centellograma con IMBG ( Iodo-Metil-Bencil-Guanidina) realizado por parte del Dr. Ibazeta en la ciudad de Azul donde se detecta   localización solamente suprarrenal del trazador.  Se deriva nuevamente al Hospital Ramos Mejía para práctica quirúrgica de suprarrenalectomía bilateral a cargo del Dr. Lami. La cirugía dura 8 horas. Con posterior normalización de valores catecolaminas y descenso de tensión arterial. Tratado con  una dosis diaria supletoria de 30 mg. diarios de hidrotisona.

2000: Se realizan análisis genéticos en Hospital Gutierrez cotejados por CONICET y Centro Especializado de Alemania, que confirman el origen genético del feocromocitoma y la enfermedad de Von Hippel Lindau. Se realiza la misma práctica a su padre con resultados negativos. Se sospecha dos orígenes: de su madre fallecida en 1963 de tumor de cerebro con antecedentes de pérdida de visión en un ojo, que podría atribuirse a presencia de hemagioblastoma.

2006: Consulta por dolor abdominal. Se detecta por Ecografía, TC y RM  lesión tumoral en cabeza de páncreas ( tamaño 11 cm.) Se deriva al Dr. Alejandro Oría, se realiza biopsia cuyo resultado es  tumor neuroendocrino, con imposibilidad de resecarlo por alto riesgo quirúrgico .
Se trata el mismo con radioquimioterapia. Se realizan prácticas con 25 rayos tridimensionales y quimioterapia endovenosa con Streptotocin, Fluracilo y Cortisona, durante 1 año y medio cada 14 días. Resultados poco satisfactorios reduciéndose la lesión pancreática a 7,4 cm.
2008: Se practica cirugía bilateral por presencia de feocromocitoma en glándulas suprarrenales a su hijo. Se confirma la existencia de la enfermedad de VHL mediante análisis en Hospital Gutierrez. A los pocos meses se diagnostican hemagioblastomas multiples cerebelosos y se somete a 5 neurocirugías. Fallece el 2 de Junio de 2015.






2009- 2010: Se detecta imagen dudosa en riñón izquierdo en uno de los múltiples quistes simples localizados en ambos riñones, adoptando una conducta expectante hasta abril de 2010, en que aparece hematuria. Se realiza nefrectomía de riñón izquierdo, y biopsia con resultados positivos de presencia de tumor renal de células claras, asociado a la enfermedad de base. Los valores de creatinina son anormales entre 1.9 y 2.6.  por Insuficiencia Renal Crónica.









2010-2012: Se detectan imágenes dudosas en hígado y bazo, las que no fueron tratadas, por confirmarse mediante biopsias su origen benigno.  Las mismas fueron desapareciendo en los controles de imágenes posteriores, focalizándose el tratamiento en el seguimiento de riñón derecho y páncreas. Una vez al año se tomaron imágenes de cerebro y cerebelo (RM) sin detectarse la presencia de hemagioblastomas, al igual que en los controles oftalmológicos.











2012: En un control de imágenes se detectan nódulos de 1 cm. en  ambos pulmones. Ante el crecimiento de una de ellos, localizado en pulmón derecho se realiza videotoracoscopia  y resección de metástasis de origen renal (células claras). En sucesivos controles aparecen nuevas lesiones en ambos pulmones de lento crecimiento pero sospechadas de tener el mismo origen.

2013: En agosto se resuelve una nueva cirugía en ambos pulmones. Se extraen 4, de las cuales 3 confirman la presencia de metástasis de origen renal y 1 benigna.
En septiembre, se detecta por tomografías  una imagen quística dudosa en el polo inferior del riñón derecho y por resonancia con alta definición y se confirma la presencia de una lesión presumiblemente Bostknia III o IV. Previsible de acuerdo a la evolución de la enfermedad de VHL. En consulta con oncólogo se resuelve reiniciar tratamiento con quimioterapia, previo ateneo con urólogo y nefrólogo, ya que la práctica de nuevas cirugías no dieron resultados favorables para la eliminación total de las lesiones y con alto riesgo quirúrgico y postquirúrgico de realizar nuevas prácticas. (El tamaño del nódulo es de 3,6 cm. no presentando modificaciones significativas hasta el último estudio realizado el 2-05-17)





10-09-2013 al 1-09-2014: Tratamiento con sunitinib de administración oral durante 28 días seguidos y 14 días de descanso. Controles de laboratorio mensuales, cardiológicos cada 3 meses e imágenes con TC con contrates oral, para seguir la evolución de las lesiones y efectividad del tratamiento. El uso del  antiangiogénico tiene múltiples efectos colaterales. Se logra reducir algunas lesiones y el resto se mantienen sin cambios significativos, salvo el tumor pancreático que disminuye a 6 cm. Debido a la alta toxicidad y la estabilización de las lesiones  se suspende el tratamiento.

2-09-2014 al 03-03-2016: Sin tratamiento con quimioterapia. En 2015 en uno de los controles de rutina se detecta un valor de 150 en ayunas de glucemia.
2016: En el control de imágenes se detectan crecimientos en las lesiones pulmonares confirmándose lo anticipado por los oncólogos de iniciar un nuevo tratamiento con pazopanib, via oral 400 mg./d. Se aumenta la dosis a 600 con vista a lograr la dosis de uso de 800. Por efectos colaterales, especialmente frecuentes diarreas y estado del paciente, se reduce la dosis a 400 que se mantiene hasta la actualidad.
El 24-05-2016 se realiza un control con Centellograma Oseo sin resultados de secundarismos.
En Junio de 2016, se detecta Poliglobulia, y aumento de la EPO, de El aumento de la EPO se atribuye a la enfermedad de base y también al uso de pazopanib. En abril 2017 se realizó el control de RM cerebral ante la presencia de vértigo, no detectándose la presencia de hemangioblastomas.
El último control con TC del 2-05-2017 indica que no existen modificaciones significativas de las imágenes nodulares. El control hematológico del 22-05-2017 indica Hemograma normal.


EN RESUMEN:

  • Feocromocitoma bilateral
  • Tumor neuroendocrino pancreático
  • Carcinoma renal de células claras
  • Análisis genético positivo para VHL
  • Antecedentes familiares: madre fallecida por probable hemagioblastoma, 1 hijo con feocromocitoma bilateral fallecido   por hemangiomatosis cerebelosa. Enfermedad de Von Hipell Lindau.


ENFERMEDAD DE VON HIPPEL-LINDAU
La enfermedad de Von Hippel-Lindau (EVHL) es una alteración multisistémica caracterizada por la aparición de neoplasias múltiples, entre las que se incluyen hemangioblastomas de la retina y del sistema nervioso central (SNC) (principalmente del cerebelo y la médula espinal), carcinoma renal de células claras, feocromocitoma, quistes del páncreas, riñón, hígado y epidídimo y, según se recoge en un estudio muy reciente, tumores del saco endolinfático1.

Los primeros casos descritos de este proceso se remontan a hace más de un siglo, aunque se conoce con este nombre sólo desde 1932. Eugene Von Hippel fue el primero en describir, en 1904, como hemangioblastomas los tumores de la retina. Arvid Lindau, en 1926, fue quien de modo definitivo asoció los hemangiomas retinianos con los del SNC y los procesos viscerales2,3.

Se trata de una enfermedad con una herencia autosómica dominante, de alta penetrancia, determinada por la alteración de un gen (gen VHL) localizado en el brazo corto del cromosoma 3 (3p25.5)4. Este gen tiene las características de un gen supresor tumoral, que responde al modelo two-hits5. Según este modelo, en los procesos cancerosos hereditarios debidos a un gen supresor tumoral, los pacientes heredan del padre afectado el alelo mutado (mutación germinal) (first-hit), que les predispone a desarrollar el tumor, pero se precisa una segunda mutación en el alelo normal, que procede del padre sano (mutación somática) (second-hit), para que el tumor aparezca, ya que sólo cuando las 2 copias de un gen supresor tumoral están inactivadas, aparece la neoplasia. La alteración del alelo normal se produciría por mutaciones puntuales o por hipermetilación6.

El gen VHL se localizó en el brazo corto del cromosoma 3 en 19887, fue clonado en 19938 y está compuesto por tres exones. Estos tres exones codifican una proteína VHL, de aproximadamente 30 kD, compuesta por 213 aminoácidos. Esta proteína se une a las proteínas denominadas elonguinas B y C y cullina 2, que regulan la elongación de la transcripción mediada por la ARN-polimerasa II. Las mutaciones en el gen VHL comprometen la capacidad de unión de la proteína VHL a las elonguinas B y C, siendo ésta incapaz de secuestrarlas, lo que estimula la actividad de la ARN-polimerasa II y aumenta la transcripción génica9,10. De todos modos, todavía no se conocen cuáles son los genes regulados por la proteína VHL, que probablemente se activan sólo en algunos tejidos específicos, en los que se desarrollan los tumores11. Las elonguinas y la cullina parecen actuar, especialmente, sobre proteínas reguladoras de algunos ARN mensajeros (ARNm) inducibles por hipoxia (como los ARNm del factor de crecimiento endotelial o del factor de permeabilidad vascular), lo que se ha relacionado con la naturaleza altamente vascularizada de los tumores de EVHL y con su capacidad para producir péptidos angiogénicos12,13.

EPIDEMIOLOGÍA
La EVHL es un proceso infrecuente con una incidencia estimada de entre 1/36.000 y 1/45.000 nacidos vivos. La prevalencia de portadores se ha calculado entre 1/53.000 y 1/85.000 habitantes14,15, siendo más elevada (1/39.000) en la Selva Negra alemana, donde las distintas familias afectadas parecen tener un ancestro común16-18.

CLÍNICA
La expresividad clínica de la EVHL es muy heterogénea. Cada familia afectada puede presentar diferentes manifestaciones de la enfermedad, según los distintos tipos y localizaciones de las mutaciones del gen. El National Cancer Institute de EE.UU. propuso en 1995 la clasificación de la EVHL en dos tipos: tipo 1, cuando no presenta feocromocitoma, y tipo 2, cuando lo presenta 19,20. La edad de aparición de las lesiones tumorales (hemangioma, feocromocitomas, carcinoma renal, etc.) es mucho más temprana que cuando estos procesos se presentan aislados. El 80% de las lesiones son clínicamente aparentes antes de los 40 años21 y a los 50 años el 95% de los afectados ya ha desarrollado una o más alteraciones2. A pesar de tratarse de un síndrome pluritumoral, en algunas series, la mitad de los afectados presenta alteración en un solo órgano16.

Según la revisión de Neumann y Wiestler16, en la que se recogen las características de las familias con más de 8 miembros afectados, las manifestaciones más frecuentes son los hemangioblastomas del SNC y los angiomas de la retina que aparecen entre el 8 y el 100% de los casos. Los hemangioblastomas del SNC son tumores generalmente quísticos, de crecimiento lento. Aparecen en el cerebelo (el 60-80% de casos), el bulbo raquídeo o la médula espinal, raramente son supratentoriales o se localizan en el nervio óptico y, en ocasiones, pueden ser múltiples15,22. Clínicamente, pueden presentarse como un síndrome cerebeloso, con hidrocefalia, hipertensión endocraneana, sangrado o siringomielia2,3. Según un registro regional de tumores en el norte de Inglaterra15, el 14% de los hemangioblastomas del SNC forman parte de una EVHL y constituyen, junto con el carcinoma renal, las causas de muerte más frecuentes de los pacientes con EVHL12,15,21.

Los hemangiomas retinianos son una de las primeras alteraciones en aparecer, incluso durante la primera década de la vida, aunque sus manifestaciones clínicas son posteriores2,23. Son tumores vasculares benignos, múltiples en más de la mitad de los casos, bilaterales (el 20% de los casos) y recurrentes24. Si no se identifican en fases tempranas y se tratan, evolucionan a la ceguera del ojo afectado, por hemovítreo.

El carcinoma renal de células claras se presenta aproximadamente en el 40% de los casos (entre el 13 y 91%)16,25. A diferencia de los casos aislados, no es más frecuente en los varones y puede ser multifocal. En las series más antiguas, se diagnosticaban con metástasis en el 50% de los casos y eran la causa de muerte en un tercio de los individuos afectados por la EVHL2. Los quistes renales, también muy frecuentes, a menudo albergan carcinomas.

Los feocromocitomas se presentan aproximadamente en el 20% de los pacientes20, aunque existen familias de EVHL en las que el feocromocitoma es mucho más frecuente4,26,27, e incluso puede ser la única manifestación de la enfermedad28,29. En este último caso, se ha sugerido clasificar a los pacientes como tipo 2C12. Pueden ser adrenales o extraadrenales30 y son generalmente benignos, aunque existen casos de malignidad26. La presentación clínica del feocromocitoma en la EVHL se diferencia de los casos aislados en que son de aparición temprana, incluso aparecen durante la primera década4, bilaterales (50%) y, en ocasiones, poco sintomáticos31. Si constituyen la primera manifestación de la EVHL, pueden confundirse con casos aislados o con feocromocitomas familiares26,27,32-35.

Los quistes pancreáticos y hepáticos parecen menos frecuentes, quizá porque no todas las series los registran (entre el 7-60% de los casos)16 y son de comportamiento generalmente benigno. En el páncreas, los cistadenomas pueden ser múltiples, afectando a toda la glándula36.

El cistadenoma del epidídimo aparece en la mitad de los varones afectados37 y se localiza principalmente en la cabeza del conducto. Pueden ser palpables, de tamaño en general inferior a los 2 cm, sólidos o quísticos, uni o bilaterales y de curso benigno. En las mujeres, se han descrito algunos casos de cistadenomas papilares en el ligamento redondo, de características histológicas muy semejantes a las descritas en el epidídimo38.

La última lesión que se ha asociado a la EVHL ha sido el tumor del saco endolinfático. Cuando se estudió detenidamente la función auditiva de una serie de 121 pacientes con EVHL, la prevalencia de trastornos auditivos fue muy elevada (> 65% de casos y bilateral en > 50%), con una incidencia de tumores del saco endolinfático del 11%1,39.

La bibliografía recoge otras lesiones esporádicas en el tiroides, el pulmón, el epiplón, meninges, el hueso, la piel, etc., que no se han llegado a establecer como manifestaciones propias de la enfermedad3,17.

Los tumores renales y los hemangioblastomas pueden acompañarse de un aumento de eritropoyetina, asociado a la policitemia, que presentan entre el 10-20% de los hemangioblastomas3 y a la producción de factores de crecimiento y permeabilidad vascular, a los que se atribuye la hipervascularización de dichos tumores13.

DIAGNOSTICO Y SEGUIMIENTO CLINICO
Hasta el descubrimiento del gen causante de la enfermedad, el diagnóstico se realizaba, siguiendo los criterios establecidos por Melmon y Rose en 1964, en aquellos pacientes con más de un hemangioblastoma del SNC o con un único hemangioma, asociado a otra de las manifestaciones viscerales de la enfermedad, y en aquellos que presentaban una sola manifestación, cuando existía historia familiar positiva3. Neumann et al32, en 1993, diagnosticaron clínicamente la EVHL en el 19% de los pacientes afectados de feocromocitomas, por lo que recomendaron descartarla en todos los feocromocitomas aislados. Posteriormente, al analizar las mutaciones en dicho grupo de pacientes, se descubrió que la gran mayoría tenían la misma mutación y que existía entre ellos un "efecto fundador" que explicaba el alto porcentaje de afectados18,40. Recientemente, Brauch y Bar18,41, en sujetos con feocromocitoma esporádico, sin antecedentes familiares, sólo encontraron mutaciones del gen VHL en un 3,7 y un 3% de los casos, por lo que sostienen que la EVHL es rara y no debe descartarse clínicamente en los casos de feocromocitoma aislado.

Cuando se siguen pacientes con EVHL o se estudia a los portadores de la mutación, la historia de los antecedentes familiares debe ser detallada, ya que el tipo de manifestación clínica y la cronología de su presentación dependen de cada familia. Actualmente, muchas de las manifestaciones pueden y deben diagnosticarse antes de su expresividad clínica. Los hemangioblastomas del SNC se diagnosticarán por resonancia magnética nuclear (RMN) con contraste y estudio angiográfico42, el feocromocitoma por determinación periódica de catecolaminas en orina, los hemangiomas retinianos por oftalmoscopia indirecta, el carcinoma renal y los quistes pancreáticos y hepáticos por tomografía computarizada (TC), y el cistadenoma del epidídimo por ecografía. En cuanto al tumor del saco endolinfático, los pacientes al diagnóstico deben ser estudiados detenidamente por ORL, con estudios audiométricos, potenciales evocados auditivos y RMN del peñasco del temporal.

El seguimiento de los individuos clínicamente afectados y de los portadores asintomáticos de la mutación debe abordarse desde una perspectiva multidisciplinaria12 y mantenerse desde el diagnóstico hasta los 50 años, ya que es raro que aparezcan manifestaciones por encima de esta edad2, aunque se han descrito casos de portadores que no manifiestan la enfermedad a los 65 años43. La pauta de exploraciones sistemáticas indicada es la siguiente2,4,44: estudio del fondo del ojo anual por oftalmoscopia indirecta desde los 5 años, determinación anual de catecolaminas en orina desde los 5 años, RMN craneal bianual desde los 15 años, ecografía o TC abdominal bianual a partir de los 20 años, y estudio auditivo, con una periodicidad todavía no establecida, con exploración por RMN del peñasco del temporal en cuanto aparezcan síntomas auditivos1; tampoco está establecida la edad para practicar la ecografía para descartar los cistadenomas del epidídimo. La aparición de cualquier síntoma o alteración en las exploraciones sistemáticas llevará a agotar las posibilidades diagnósticas. Las imágenes de lesiones renales, cuando aparecen, deben seguirse mediante TC semestral45. El coste del seguimiento clínico de un portador durante 20 años, sin estudio ORL, se ha calculado en 13.000 dólares4 (unos 2 millones de pesetas al cambio).


DIAGNOSTICO MOLECULAR
Confirma el diagnóstico clínico y permite identificar a los familiares asintomáticos. Debe realizarse en los casos índice y en sus familiares directos. Las mutaciones en el gen de la EVHL se detectan sólo en el 80% de las familias afectadas. Hasta la fecha, se han descrito más de 500 mutaciones46 (http://www.umd.necker.fr). Este gran número de mutaciones dificulta la correlación del genotipo con las diferentes manifestaciones fenotípicas. Cada mutación puede llegar a tener una expresión fenotípica característica. Se han descrito muy pocas mutaciones iguales en más de 2 familias, lo que indica que tienen un origen reciente, ya que de lo contrario se identificaría la misma mutación en un mayor número de familias, con un probable ancestro común29. De acuerdo con esta observación, se han descrito familias con mutaciones aparecidas de novo47.

Las mutaciones se han descrito en los tres exones del gen, especialmente en el 1 y el 3: extremo 5' del exón 3 y 3' del exón 1, siendo más raras en el exón 2. Las mutaciones son distintas según se trate de familias tipo 1 o tipo 2. Las mutaciones descritas en familias tipo 1 son microdeleciones, inserciones, macrodeleciones, mutaciones que dan lugar a un cambio en el marco de lectura y mutaciones que producen un codón de paro, situadas frecuentemente en el exón 1. En las familias tipo 2, se identifican mutaciones puntuales con mayor frecuencia (entre el 85-96% de los casos)41, especialmente en el exón 3, en los nucleótidos 712 o 713, que resultan en la sustitución de la arginina por triptófano o glutamina en el codón 23820,34,35. Este tipo de mutación se asocia a un riesgo para desarrollar feocromocitoma del 62%. Las mutaciones en los codones situados en los extremos del gen, probablemente, cambian poco la conformación de la proteína VHL y se asocian a las familias tipo 226,34, con escasas manifestaciones, a excepción del feocromocitoma, que puede ser la única manifestación de la enfermedad28.

Distintas mutaciones en el mismo codón provocan cambios que dan lugar a diferentes aminoácidos y a distintas expresiones fenotípicas, lo que puede reflejar un fenotipo específico para cada distinta sustitución de aminoácidos o un fenotipo variable, o simplemente, que el fenotipo no esté totalmente expresado en el momento del estudio genético26.

El gen VHL mutado se ha descrito no sólo en los pacientes afectados de EVHL, sino también en el tejido tumoral de los carcinomas de células claras, en hemangioblastomas del SNC y en cistadenomas del epidídimo de casos esporádicos19,48,49.

El diagnóstico molecular tiene un coste aproximado de 45.000 pesetas. Aunque la incidencia de la EVHL en los casos de feocromocitoma aislado sea baja y se haya aconsejado limitar el análisis genético a los casos de presentación clínica atípica (familiar, temprana y múltiple)34,41, como indican Brauch et al18, valorando el coste-beneficio del diagnóstico de un caso índice, puede estar indicado realizar dicho estudio molecular en los casos de feocromocitoma esporádico y probablemente la misma consideración deba aplicarse a otros de los tumores relacionados con la EVHL (hemangioblastomas, angiomas retinianos o carcinoma renal). El diagnóstico molecular permite, además, el consejo genético a los afectados por la mutación.

Como inconveniente del diagnóstico molecular, cabe señalar que entre el 20-38% de las mutaciones escapan a la detección, especialmente en familias con EVHL tipo 112,20,29.

TRATAMIENTO

Por tratarse de procesos neoplásicos, el tratamiento debe ser quirúrgico y supone la implicación de distintas especialidades para cada proceso. Cuanto más temprano sea el diagnóstico, menor será el tamaño del tumor, la resección quirúrgica podrá ser más radical y supondrá menor riesgo de complicaciones. Los hemangioblastomas del SNC se intervendrán, en función de su tamaño y localización, cuando las lesiones sean sintomáticas. La radioterapia o la radiocirugía pueden ser útiles en los casos no extirpables o residuales50. Los hemangioblastomas de la retina son susceptibles de fotocoagulación y crioterapia, especialmente efectivas en lesiones pequeñas o de vitrectomía si existe sangrado.

El carcinoma renal de células claras precisa de una cirugía conservadora con escisiones lo menores posible, ante la posible aparición de nuevos focos tumorales51. La cirugía radical debe reservarse para tumores de más de 5 cm52. En los casos de nefrectomía bilateral que se someten a trasplante, no se ha descrito que la terapia inmunosupresora aumente el riesgo de recurrencia tumoral53. El feocromocitoma tiene el mismo tratamiento que en los casos esporádicos, siendo preciso descartarlo en todos los pacientes afectados de la EVHL, antes de la intervención por cualquier otro proceso. Los tumores del saco endolinfático deben resecarse completamente, de lo contrario existe un alto índice de recurrencias, aunque el riesgo de pérdida auditiva por iatrogenia quirúrgica es considerable, si el tumor no es muy pequeño1. Los quistes hepáticos, pancreáticos y del epidídimo son raramente sintomáticos y no suelen intervenirse.

Pese a los grandes progresos que se han producido en los últimos 5 años en el conocimiento de esta enfermedad, es preciso desentrañar los mecanismos de actuación de la proteína del gen VHL para desarrollar nuevas estrategias terapéuticas dirigidas a inhibir el crecimiento tumoral12. Por el momento, el diagnóstico temprano de los casos índice y el diagnóstico molecular de portadores y su seguimiento estricto son los mejores medios para combatirla. Puesto que las lesiones tumorales de la EVHL pueden ser aisladas, asincrónicas y de diagnóstico y de estudio por especialidades diversas, la enfermedad puede pasar desapercibida en los casos índice. Hay que considerar el diagnóstico de EVHL en todos los pacientes con hemangioblastomas del SNC o la retina, feocromocitomas familiares o bilaterales, carcinomas renales familiares o multicéntricos o de aparición temprana y tumores del saco endolinfático bilaterales12.


Fuente: Elsevier.

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La Enfermedad de Von Hippel Lindau ( o angiomatosis del SNC) es un trastorno autosómico dominante causado por la deficiencia de un gen supresor tumoral en el cromosoma 3p25-p26 y que se caracteriza por angiomas retinianos, hemangioblastomas encefálicos ( generalmente cerebelosos) y de la médula espinal, carcinomas de células renales, tumores del saco endolinfático, feocromocitomas, cistoadenomas papilares de epidídimo, angiomas hepáticos y renales y quistes de páncreas, riñón e hígado .
Ambos sexos se afectan por igual.  








Presentó
Dr. Rodolfo H Álvarez Prat
Ex Jefe de Departamento de Clínica Médica


Hospital “Ángel Pintos” de Azul

HEMICOREA/HEMIBALISMO HIPERGLUCÉMICO.

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Paciente femenina de 67 años de edad con antecedentes patologicos de HTA y DM tipo 2 en manejo con losartan 50mg x
2 y Glibenclamida 5mgx1 refiere hace 15 dias presentar cuadro vertiginoso asociado a un episodio de lipotimia por lo que es trasladada a un centro de salud donde se evidencia hipoglicemia 34mg/dl la cual cede con administración de glucosa por vía oral; dos dias después del cuadro de hipoglicemia comienza a presentar movimientos involuntarios en hemicuerpo izquierdo (anexo video)  el cual persiste 15 días después de comenzado.



La paciente no ha realizado nunca un control adecuado de su diabetes y en un control por consultorio externo en estos días desde que comenzó su enfermedad actual  valores de glucemia de 580mg/dl



La hemicorea y el hemibalismo adquiridos están descriptos en pacientes diabéticos en relación a estados de hiperglucemia no cetósica severa pero también de hipoglucemia aunque menos frecuentemente. No sabemos si el cuadro de la paciente fue secundario a hipoglucemia o a su mal control diabético con hiperglucemias importantes no cetósicas como registró en una determinación esta paciente aunque nos inclinamos por la segunda posibilidad.
Es importante primero definir tres movimientos anormales como son la corea, la atetosis y el balismo ya que es muy frecuente que haya confusión y aun superposición de los términos.  
Corea es un trastorno de movimiento caracterizado por rápidos e impredecibles contracciones que afectan principalmente la porción distal de los miembros pero también el tronco.Los movimientos son involuntarios,  no tienen un patrón determinado tienen velocidad, timing, y dirección variables  variable, dando en los casos menos severos la apariencia de un estado de inquietud.
Atetosis se refiere a movimientos más lentos, retorcidos de calidad sinuosa. El término coreoatetosis se usa típicamente cuando coexisten los movimientos coreicos con atetosis.
Balismo se refiere a movimientos involuntarios que son proximales y de gran amplitud (en contraste a los distales y de baja amplitud de la corea), con el típico movimiento de lanzar o arrojar . El balismo a menudo es unilateral (hemibalismo), y aunque esté presente en reposo también, es un movimiento típicamente de la actividad o de la acción.
La hiperglucemia no cetósica es una causa muy común de hemibalismo agudo  y también lo es la hemicorea o aun de corea generalizada y en las imágenes es común de ver una señal hiperintensa en T1 en el estriado contralateral. El cuadro suele revertir lentamente con el control de la glucemia  aunque se han descripto casos de más de una año de duración. También estos cuadros están descriptos en hipoglucemias así como hipernatremias,hipomagnesemias e hipocalcemias.
El mecanismo fisiopatológico  involucrado en la hemicorea  hiperglucémica sería el siguiente: la hiperglucemia provoca una interrupción en la producción de energía a las vías anaeróbicas y evita el ciclo de Krebs. Estos cambios provocan un mayor consumo de ácido gamma-aminobutírico (GABA) y disminución de la producción de acetato, que es necesaria para producir acetilcolina.
Se cree que la disminución resultante de GABA y acetilcolina en los ganglios basales puede dar lugar a desinhibición del tálamo, produciendo movimientos anormales coreiformes.
Otro mecanismo propuesto es que la hiperviscosidad creada por la hiperglucemia genera una disminución en el flujo sanguíneo regional cerebral. Esto también podría causar disfunción dentro de los ganglios basales.
Esta hipótesis podría explicar por qué la condición sistémica de la hiperglucemia generalmente resulta en síntomas unilaterales: La pre-existencia de enfermedad de vasos pequeños asimétrica en estos pacientes diabéticos puede significar que un lado es más vulnerable a los cambios de perfusión inducido por la hiperglucemia que el otro.
La fisiopatología detrás de los hallazgos radiológicos característicos es menos clara.
Algunos estudios histopatológicos han demostrado hemorragia petequial dentro de las lesiones que pueden explicar tanto los hallazgos de TC y de RMN potenciados en T1; sin embargo, esto no se ha observado consistentemente.
Otros estudios han encontrado pequeños infartos o evidencia de isquemia y una zona de astrocitosis reactiva.
La activación de estos astrocitos a gemistocitos, que arecen con un citoplasma hinchado rico en proteínas y contienen una enzima vinculada al manganeso inducida, que puede potencialmente explicar el acortamiento T1, la difusión restringida, y una mayor susceptibilidad.
TRATAMIENTO
La base del tratamiento es la corrección de la hiperglucemia.
La corea suele desaparecer a los pocos días o semanas de la normalización de la glucosa en la sangre, y algunos pacientes pueden incluso mejorar en cuestión de horas.
Sin embargo, se ha informado de duración de los síntomas en grado variable, con corea que puede persistir durante varios meses y rara vez por año.
Para los pacientes con síntomas que persisten a pesar del control de la glucosa, se pueden utilizar bloqueadores del receptor de la dopamina como el haloperidol o la clorpromazina.

Fuente
Barthla G, Policeni B, Agarwal A. Neuroimaging in patients with abnormal blood glucose levels. Am J Neuroradiol. 2014;35(5):833-840.
Cherian A, Thomas B, Baheti NN, Chemmanam T, Kesavadas C. Concepts





 






Gentileza
Dr Thiago Narvaez envía este video y el siguiente texto

Malambo - Atlantico (Colombia)

ENFERMEDAD DE MANOS PIES BOCA.

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Paciente femenina de  3 años presenta  cuadro de 3 dias evolución que comenzó con dolor de garganta y fiebre de bajo grado.
Se hizo diagnóstico clínico de enfermedad de manos pies boca.







 ENFERMEDAD DE MANOS PIES BOCA
La enfermedad de manos pies y boca (EMPB) y la herpangina ocurren en todo el mundo típicamente durante los meses de primavera y otoño. La mayoría de los casos ocurren en niños de entre cinco y siete años de edad. Sin embargo,todos los grupos etarios pueden ser afectados.
El virus que causa ambas EMPB y herpangina son transmitidos usualmente de persona a persona por la vía fecal oral, aunque también pueden ser transmitidos por secreciones respiratorias, y en el caso de la EMPB también por el líquido de las vesículas. El período de incubación es habitualmente de tres a cinco días.
La EMPB comienza con dolor en la boca o dolor de garganta o rechazo por las comidas por el dolor al tragar. La fiebre es de bajo grado (siempre debajo de 38,3°C). Las lesiones orales, que pueden ocurrir aisladas, usualmente ocurren en la lengua y la mucosa oral. Estas lesiones comienzan como máculas y evolucionan a vesículas que se rompen para formar úlceras superficiales. Las lesiones orales son dolorosas y pueden interferir con la ingesta de alimentos por vía oral. Las lesiones de piel, que pueden ocurrir forma aislada, son no pruriginosas ni dolorosas. Pueden ser maculares, máculo papulares o vesiculares y típicamente afectan las manos, pies, glúteos (particularmente en niños pequeños o infantes), y extremidades.
Los cuadros de EMPB causados por  enterovirus A71 se suele asociar con enfermedad severa, complicado por enfermedad de sistema nervioso central, enfermedad pulmonar (edema y hemorragia), y fallo cardíaco
La EMPB atípica se asocia con el nuevo genotipo coxsackievirus A6. Es más severo que las formas “típicas”. Los hallazgos clínicos incluyen fiebre alta distribución más amplia de las lesiones; lesiones vesículo-bullosas,bullas, erosiones,  ulceraciones y escaras,  mayor duración de la descamación palmo plantar y distrofia ungueal; 
El inicio de la herpangina es abrupto con fiebre de 38,9°C a 40 °C y lesiones orales. Vómitos, anorexia, e irritabilidad que son frecuentes acompañantes. Las lesiones orales ocurren en la parte anterior de las fauces, amígdalas y paladar blando. Comienzan como pápulas y rápidamente evolucionan a vesículas y finalmente se rompen para formar lesiones ulcerosas
Las complicaciones de la herpangina son raras y ocurren más frecuentemente con enterovirus A71 que con cualquier otro tipo de virus.
El diagnóstico de EMPB es usualmente hecho por la clínica basados en la aparición de las típicas lesiones del enantema oral y el  exantema. El diagnóstico de herpangina también se establece clínicamente basados en el aspecto   del enantema oral (menos de diez pápulo-vesículas hiperémicas amarillo-grisáceas en los pilares anteriores de las fauces, paladar blando, amígdalas, úvula y fiebre alta asociada. Raramente se hace necesario confirmación con estudios virológicos específicos.
El diagnóstico diferencialde la EMPB y herpangina incluye otras condiciones con lesiones orales (úlceras aftosas, gingivoestomatitis herpética). Además, el diagnóstico diferencial de la EMPB incluye otras condiciones asociadas a rash maculopapular o vesicular (por ej urticaria papular, dermatitis de contacto, eritema multiforme mayor, y eczema herpético. Los hallazgos clínicos asociados ayudan a distinguir la EMPB y la herpangina de esas otras condiciones.
La mayoría de los casos de EMPB y de herpangina son no complicados; la resolución espontánea  usualmente ocurre dentro de los 7 dias.
Los niños con complicaciones requieren internación. El manejo de la EMPB no complicada y de la herpangina es sintomático. El dolor y el malestar debido a la fiebre puede ser manejado con ibuprofeno o acetaminofeno.








Gentileza de:                 
Dra. Carol Demera
Portoviejo

Ciudad de Manabí Province, Ecuador

NEUMOMEDIASTINO ESPONTÁNEO EN VARÓN DE 17 AÑOS

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Paciente de sexo masculino de 17 años, hace 7 días inicia con sensación de opresión en cuello y Tórax, tos seca, dolor torácico. Luego inicia disnea y sibilantes. AP de Asma en la infancia con síntomas hasta el inicio de la adolescencia. Hace 2 meses realizó inmersión en apnea 12 mts. Admitió haber fumado marihuana hace 1 mes. En el momento está completamente asintomático.

Al examen físico se documentó enfisema subcutáneo en cuello y Tórax y un "chasquido" en la auscultación cardiaca.
El  cuadro fue interpretado como neumomediastino espontáneo, y el  ruido en el área precordial fue interpretado como  signo de Hamman










Se observa neumomediastino en la Rx de tórax asociado a enfisema subcutáneo en cuello y en región axilar. La TC  confirma la presencia de neumomediastino. Por la clínica y el antecedente de  asma parece ser un neumomediastino espontáneo el cual se  suele producir por ruptura de sacos alveolares o pequeñas bullas distales que vuelcan fuera de la vía aérea el aire que va disecando el bronquio y el paquete vascular hasta llegar al mediastino donde se vuelca.  El antecedente de haber fumado marihuana está  descrito como factor predisponente de neumomediastino.  No existieron vómitos en este caso lo que hace poco probable  la ruptura esofágica espontánea (síndrome de Boerhaave) que cursa con neumomediastino.  El “chasquido” auscultado en este paciente probablemente se trate del signo de Hamman que es un crujido simultáneo con el latido cardíaco muy sugestivo de neumomediastino.   



NEUMOMEDIASTINO ESPONTÁNEO
Se entiende por neumomediastino a la presencia de aire en elmediastino.Descritopor primera vez por Laennec en 1819 en pacientes traumatizados. Sin embargo también está descripto el neumomediastino espontáneo (NME), cuyas bases fisiopatológicas fueron aclaradas en 1944, por Macklin y Macklin.Ellos  describieron  la rotura de alvéolos terminales, con la consiguiente liberación de aire al intersticio pulmonar, el cual migra por la vaina de los vasos hacia el hilio pulmonar y al mediastino. Finalmente el aire puede extenderse hacia los tejidos subcutáneos de la pared torácica y del cuello (enfisema subcutáneo), siguiendo los planos fasciales y eventualmente hacia el canal raquídeo (neumatosis epidural o neumorraquis).

La enfermedad tiene una incidencia no bien establecida, pero aparentemente baja aunque probablemente se trate de una entidad  subdiagnosticada, ya que se conoce poco, sus síntomas no son específicos y tiene signos radiológicos difíciles de identificar.
El NME afecta principalmente a adultos jóvenes. Más de 75% de los casos informados son hombres con un promedio de edad de 20 años.
Se han descrito factores desencadenantes de la rotura alveolar que llevarían al NME, todos los cuales incrementarían la presión endopulmonar. Entre éstos se encuentran los ataques de tos, como en las crisis asmáticas, los vómitos, como en los casos descritos de cetoacidosis diabética, o los autoinducidos de la anorexia nerviosa. Las maniobras de Valsalva, como en el trabajo de parto y la defecación. La inhalación profunda de drogas ilícitas (cocaína, marihuana, éxtasis). En pacientes sometidos a espirometría durante la maniobra del volumen espiratorio forzado (FEV) y en individuos sanos durante actividades deportivas.
Además de los clásicos síntomas y signos ya mencionados de dolor torácico, disnea y enfisema subcutáneo, se han descrito en otras series tortícolis, odinofagia, disfagia, dolor cervical, cambios en el tono de la voz o disfonía y pulso paradojal.
Ante la sospecha, el diagnóstico se confirma con la radiografía de tórax. Los signos que se evidencian son la presencia de aire separando estructuras mediastínicas o rodeándolas, el enfisema subcutáneo y el aire subesternal . La TC de tórax se ha demostrado superior a la Rx de tórax, tanto en el diagnóstico, localización y extensión, como en el diagnóstico diferencial.
El diagnóstico diferencial debe hacerse con otras causas de dolor torácico, en especial con aquellas que presenten enfisema subcutáneo asociado, como la perforación esofágica espontánea (síndrome de Boerhaave) y el neumotorax espontáneo. Ambas entidades potencialmente de mucha mayor gravedad y de eventual resolución quirúrgica.

El curso clínico del NME está ampliamente enunciado en los reportes clínicos publicados y también en nuestra serie; es en general benigno y autolimitado. La recidiva reportada es poco frecuente. Uno de nuestros casos presentó un nuevo episodio al año de seguimiento y también fue de evolución favorable. La resolución clínica completa se produce no más allá del cuarto día. El tratamiento es sintomático y habitualmente consiste en analgesia, oxigenote-rapia y reposo. Al igual que en los casos comunicados en la literatura nuestra serie no requirió de un procedimiento quirúrgico.
En conclusión, el síndrome de Hamman o NME es un desafío diagnóstico para el médico de emergencia y el cirujano de tórax. Su confirmación está dada por las imágenes y la evolución clínica, la que generalmente es benigna. El antecedente de asma y consumo de cocaína es de utilidad para el diagnóstico definitivo. No requiere tratamiento quirúrgico y una vez descartados los diagnósticos diferenciales de gravedad, el paciente podría ser manejado en forma ambulatoria. La recidiva es infrecuente. El cuadro debe ser diagnóstico diferencial del dolor torácico agudo en especial en pacientes jóvenes.

Fuente
UpToDate
Radiopaedia
Scielo


Presentó     





Dr. Ernesto Santiago.   Internista Neumólogo
Clinica La Merced, Neumólogo en Clínica General Del Norte y Neumólogo en Clinica Portoazul Barranquilla. Colombia






Enlaces
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11719752


https://radiopaedia.org/cases/cannabis-bong-smoking-induced-pneumomediastinum-and-subcutaneous-emphysema


http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872009000800007

ERITEMA ANULAR CENTRÍFUGO.

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El siguiente caso es una paciente femenina de 54 años, con antecedentes de Hipertension arterial, Diabetes mellitus tipo 2 no insulinorequiriente, Hipotiroidismo primario en suplencia y obesidad mórbida. Con clínica que inicia hace 7 meses con aparición espontanea de placas eritematosas de bordes sobrelevados, sin presencia de prurito ni descamación, inician en miembro inferior izquierdo 1/3 distal de pierna cara anterior con posterior aparición en 1/3 medio ipsilateral y en pierna derecha (Imágenes 1,2,3) no refiere tratamiento tópico ni sistemático. 

Imagen 1

Imagen 2

Imagen 3


Las lesiones cutáneas persisten en el tiempo aumentando de tamaño con confluencia entre algunas de ellas y aparición de descamación (Imagen 4,5,6 y 7) al momento únicamente refiere manejo tópico con triconjugado (Clotrimazol, Neomicina, Betametasona) sin mejoría. 



Imagen 4

Imagen 5

Imagen 5

Imagen 6



Antecedentes famacologicos:

- Metformina 850mg via oral 2 veces al dia
- Losartan 100mg Via oral dos veces al día
- Levotiroxina 100mcg via oral 1 vez al día

El diagnóstico establecido por el servicio de dermatología fue eritema anular centrífugo. 

ERITEMA ANULAR CENTRÍFUGO
El eritema anular centrífugo (EAC) es una enfermedad crónica, fenómeno reactivo de la piel que se presenta con forma de arco o parches  anulares parches o placas delgadas. El EAC  puede ocurrir en asociación con una amplia variedad de condiciones, incluyendo infecciones, exposición a fármacos,  exposiciones a alimentos, enfermedad autoinmune, y malignidad. EAC también puede ocurrir en ausencia de una exposición identificable o enfermedad.


ETIOLOGÍA 
La patogénesis del  EAC no está clara. EAC se piensa que es una respuesta de hipersensibilidad de tipo retardado a una amplia variedad de antígenos, con un disparador específico que depende de un proceso de la enfermedad subyacente o exposición. En apoyo de esta hipótesis, los linfocitos cultivados de una mujer con EAC inducida por progesterona exhiben un marcado aumento en la liberación de interferón-gamma después de la exposición in vitro a la progesterona [ 1 ]. Además, la rápida respuesta de EAC al inhibidor de factor de necrosis tumoral etanercept se describe en un informe de caso sugiere un patrón de reacción de hipersensibilidad de tipo retardado [ 2 ].

En muchos pacientes, un disparador específico para EAC no puede ser identificado. Sin embargo, numerosos informes han citado condiciones tales como enfermedades,  exposiciones a medicación, exposiciones a alimentos, y estrés como desencadenantes de EAC [ 3 ]. Los datos son insuficientes para confirmar una relación causal. Las series de casos han dado los siguientes resultados:

● En un estudio retrospectivo de 66 pacientes con EAC, 48 (72 por ciento) tenían una enfermedad concomitante [ 4 ]. La enfermedad asociada más frecuente fue infección micótica cutánea, que representó el 48 por ciento de las enfermedades asociadas. Otras asociaciones incluyen otras enfermedades de la piel (18 por ciento), malignidades internas (13 por ciento), y otras enfermedades sistémicas (21 por ciento).
● En una revisión retrospectiva en la que 45 de 73 pacientes con EAC tenían documentación que especifica la presencia o ausencia de enfermedades asociadas, 16 pacientes (36 por ciento) documentación tenido de una enfermedad asociada, incluyendo infecciones, tumores malignos, trombocitemia, artritis reumatoide, asma, y reacciones a fármacos anteriores [ 5 ].
● Una revisión retrospectiva de 39 pacientes con un diagnóstico histopatológico de EAC encontró que 13 pacientes (33 por ciento) desarrollaron EAC en asociación con otra enfermedad o condición médica, incluyendo la infección cutánea por hongos, malignidad, embarazo, enfermedad autoinmune, y el uso de medicación [ 6 ].

EPIDEMIOLOGÍA 
El EAC parece ser un trastorno poco común; Sin embargo, se desconoce la prevalencia e incidencia. Ocurre con mayor frecuencia en adultos, pero también puede ocurrir en niños. Una revisión de 66 pacientes con EAC encontró edades de inicio que va de 5 a 71 años, con una edad media de inicio de 40 años [ 4 ]. EAC en un recién nacido ha sido reportado [ 7 ]. 

CLÍNICA 
El EAC pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero más comúnmente se desarrolla en el tronco y / o extremidades inferiores.
En general comienza como pápulas eritematosas o urticaria que se expanden de forma centrífuga en el transcurso de varias semanas. La extensión periférica es seguida por aclaramiento central, lo que da como resultado  una placa  anular o en forma de arco (arcuato), o placa delgada (figuras 7,8,9 y 10). 

Imagen 7 Eritema anular centrífugo superficial  con la clásica escama de salida A("trailing scale") 

Imagen 8 Eritema anular centrífugo superficial  con la clásica escama de salida A ("trailing scale") 

Placas eritematosas giradas del eritema anular centrífugo

Placas eritematosas con escamas de salida del eritema anular centrífugo

Típicamente, la porción exterior del borde  es ligeramente elevado y eritematoso, mientras que el borde interno tiene una coloración amarronada en  escala. Cuando está presente, la escala puede ser descrito como "escala de salida" [ 8 ]. Las lesiones anulares y arcuatos pueden unirse para formar  patrones serpiginosas o “girados”. El prurito está  presente en forma variable.
No hay anormalidades de laboratorio directamente asociadas con EAC.

HISTOPATOLOGÍA 
Los hallazgos histopatológicos en EAC varían en función de la presentación clínica. Las presentaciones con escamas superficiales  exhiben  un infiltrado inflamatorio linfocitario perivascular denso limitado al plexo vascular dérmica superficial. La aparición del infiltrado perivascular se cree que se parecerse a la manga de una chaqueta. Además, puede haber alteraciones en la dermis y epidermis papilares, incluyendo edema, espongiosis, paraqueratosis, hiperqueratosis, y  capa de vacuolización basal [ 4,9 ].
Presentaciones sin escamas superficiales más a menudo presentan un apretado infiltrado linfocítico perivascular de los plexos dérmicos vasculares superficiales y profundos.

DIAGNÓSTICO
Los médicos con experiencia en el diagnóstico de erupciones cutáneas anulares a menudo puede hacer un diagnóstico de EAC basado en el reconocimiento de la presentación clínica clásica (anular, en forma de arco, girado, o placas eritematosas serpiginosas o parches), en particular si se arrastra escala está presente. Una preparación de hidróxido de potasio se realiza generalmente para descartar tinea corporis. Cuando sea necesario (por ejemplo, ante la incertidumbre clínica del diagnóstico o presentación clínica atípica), una biopsia se debe realizar para excluir diagnósticos alternativos. Los estudios serológicos no son útiles para el diagnóstico de EAC.

EVALUACIÓN ADICIONAL 
Aunque los datos sobre la relación entre el EAC y la enfermedad subyacente o exposiciones son limitadAs, se obtiene un historial de medicamentos, revisión de los sistemas, y un examen físico para identificar enfermedades subyacentes o exposiciones. Los resultados de estas investigaciones guían la necesidad de estudios de laboratorio u otras pruebas. También nos aseguramos de que el paciente ha sido sometido a pruebas de cáncer apropiadas para su edad.



DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL 
El diagnóstico diferencial de EAC incluye otros trastornos cutáneos que pueden presentar con lesiones anulares, y erupciones eritematosas. 

ERITEMA MIGRANS
ERITEMA MARGINADO
ERITEMA GYRATUM REPENS
ERITEMA MULTIFORME
GRANULOMA ANULAR
SARCOIDOSIS
ERITEMA NECROLÍTICO MIGRATORIO
TIÑA CORPORIS
URTICARIA
LUPUS ERITEMATOSO CUTÁNEO
SÍFILIS
MICOSIS FUNGOIDE


TRATAMIENTO 
No hay tratamientos demasiado eficaces.
El tratamiento o eliminación de los factores desencadenantes potenciales para EAC - La experiencia clínica sugiere que el tratamiento de una enfermedad subyacente asociada a menudo conduce a la resolución del EAC. En pacientes en los que la aparición de la EAC parece que se correlaciona con la exposición a un fármaco,  suspender el fármaco asociado siempre que sea posible.
Corticosteroides tópicos o intralesionales.La experiencia clínica sugiere que los corticosteroides tópicos o intralesionales pueden reducir los signos clínicos de inflamación en EAC pero no típicamente inducir la remisión completa de EAC. Los pacientes adultos pueden aplicar una a medio y de alta potencia (por ejemplo, el grupo 2 a 4) corticosteroide tópico dos veces al día a la piel afectada. Un curso de tratamiento típico es de dos semanas. Si no hay respuesta dentro de las cuatro semanas,  interrumpir el tratamiento con corticosteroides tópicos.


INYECCIÓN INTRALESIONAL DE CORTICOSTEROIDES también puede ayudar en la disminución de lesiones locales, al menos temporalmente. Típicamente, triamcinolona acetónido en concentraciones de 3 a 5 mg / ml se inyecta en zonas afectadas; inyecciones individuales de aproximadamente 0,1 ml se colocan 1 cm aparte. La mejora es generalmente evidente dentro de una a dos semanas después de la inyección. Si hay una respuesta parcial, la inyección se puede repetir después de cuatro a seis semanas.
Atrofia cutánea es un efecto secundario potencial del tratamiento con corticosteroides tópicos a largo plazo y también se puede ver con concentraciones más altas de corticosteroides intralesionales. (Ver "Principios generales de la terapia dermatológica y el uso de corticosteroides tópicos", en la sección 'efectos colaterales' y "la inyección intralesional" .)

AGENTES ANTIPRURIGINOSOS - Pacientes con prurito puede lograr el alivio sintomático con uso de lociones antipruriginosos tópicos que contienen mentol, alcanfor , o pramoxina .
Hay informes dispersos que describen los beneficios de las terapias antimicrobianas. Una revisión de los cinco niños tratados con oral de fluconazol durante 2 a 14 semanas (incluyendo cuatro niños tratados concomitantemente con corticosteroides tópicos) encontró una mejoría en todos los niños, con el aclaramiento completo se produce en tres pacientes [ 19 ]. Es de destacar que dos niños que lograron completado la remoción tuvieron recaída posterior de la enfermedad. En un estudio no controlado en el que ocho adultos recibieron un curso de dos semanas de la vía oral eritromicina , todos los pacientes tenían una marcada reducción de tamaño de la lesión y el eritema plazo de dos semanas [ 20 ]. Tres pacientes que experimentaron recurrencias respondieron a un curso de repetición de la eritromicina. Además, una respuesta completa a la oral de metronidazol seguido de metronidazol tópico está documentado en un informe del caso [ 21 ].

Otros tratamientos que han aparecido beneficioso en un número pequeño de pacientes incluyen etanercept [ 2 ], tópica de calcipotriol [ 22 ], y la exposición prolongada a la luz solar [ 23 ].










Gentileza    
Dr. Jorge Pinilla
Bucaramanga
Ciudad de Santander, Colombia






Referencias
1 Halevy S, Cohen AD, Lunenfeld E, dermatitis progesterona Grossman N. autoinmune que se manifiesta como eritema anular centrífugo: Confirmación de la sensibilidad de progesterona por la liberación de interferón-gamma in vitro. J Am Acad Dermatol 2002; 47: 311.
2 Minni J, Sarro R. Un enfoque terapéutico novedoso para eritema anular centrífugo. J Am Acad Dermatol 2006; 54: S134.
3 Ibrahim SF, Pryor J, Tausk FA. El estrés inducido eritema anular centrífugo. Dermatol J Online 2009; 15:15.
4 Kim KJ, Chang SE, Choi JH, et al. análisis clínico-patológico de 66 casos de eritema anular centrífugo. J Dermatol 2002; 29:61.
5 Weyers W, Diaz-Cascajo C, Weyers I. Eritema anular centrífugo: resultados de un estudio clínico patológica de 73 pacientes. Am J Dermatopathol 2003; 25: 451.
6 Kim DH, JH Lee, Lee JY, Parque YM. El eritema anular centrífugo: Análisis de Enfermedades asociadas y los resultados clínicos de acuerdo con la Clasificación histopatológica. Ann Dermatol 2016; 28: 257.
7 Bottoni U, Innocenzi D, Bonaccorsi P, et al. El eritema anular centrífugo: informe de un caso de aparición neonatal. J Eur Acad Dermatol Venereol 2002; 16: 500.
8 Nayak SU, Shenoi SD, SM Prabhu. El eritema anular centrífugo: variante de profundidad con vasculitis como la histopatología. Indian J Dermatol 2013; 58: 329.
9 Ackerman A. histológico diagnóstico de las enfermedades inflamatorias de la piel, Lea y Febiger, Filadelfia 1978. p.231.
10  Ackerman AB, Chongchitnant N, Sánchez J, et al. Histológico diagnóstico de las enfermedades inflamatorias de la piel: un método algorítmico basado en el patrón Análisis, segunda ed, Williams y Wilkins, Baltimore 1997. p.347.
11 Espana A. figurada eritemas. En: Dermatology, tercera ed, Bolognia JL, Jorizzo JL, Schaffer JV (Eds), Elsevier Saunders, Philadelphia 2012. Vol 2, p.307.
12 Feder HM Jr, Abeles M, Bernstein M, et al. Diagnóstico, tratamiento y pronóstico de eritema migrans y artritis de Lyme. Clin Dermatol 2006; 24: 509.
13 Cann MP, Sive AA, Norton RE, et al. La presentación clínica de la fiebre reumática en un área endémica. Arco Dis Child 2010; 95: 455.
14 Gewitz MH, Baltimore RS, Tani LY, et al. Revisión de los criterios de Jones para el diagnóstico de la fiebre reumática aguda en la era de la ecocardiografía Doppler: una declaración científica de la American Heart Association. Circulation 2015; 131: 1806.
15 Burgdorf W. El eritema anular centrífugo y otros eritemas figurados. En: Dermatología de Fitzpatrick en Medicina General, 6 ª ed, Freedberg IM, Eisen AZ, Wolff K, et al (eds), McGraw-Hill Companies, Inc., Nueva York, 2003. p.977.
16 Rodríguez G, Vargas E, ABAUNZA C, Cáceres S. eritema necrolítico migratorio y glucagonoma de páncreas. Biomedica 2016; 36: 176.
17 John AM, Schwartz AR. síndrome de glucagonoma: una revisión y actualización en el tratamiento. J Eur Acad Dermatol Venereol 2016; 30: 2016.
18 Ueda C, Makino T, Mizawa M, Shimizu T. Eritema papulatum centrífugo: a dermatitis relacionada sudor. J Am Acad Dermatol 2013; 69: e103.
19 Kruse LL, Kenner BM-Bell, Mancini AJ. Pediátrica Eritema anular centrífugo tratados con fluconazol oral: una serie retrospectiva. Pediatr Dermatol 2016; 33: 501.
20 Chuang FC, Lin SH, Wu WM. La eritromicina como una opción de tratamiento seguro y eficaz para Eritema anular centrífugo. Indian J Dermatol 2015; 60: 519.
21 De Aloe G, Rubegni P, Risulo M, et al. anular Eritema centrífugo tratado con éxito con metronidazol. Clin Exp Dermatol 2005; 30: 583.
22 R. Gniadecki calcipotriol de eritema anular centrífugo. Br J Dermatol 2002; 146: 317.
23 Coronel-Pérez IM, Morillo-Andújar M. [Eritema anular centrífugo de responder a la luz ultravioleta natural]. Actas Dermosifiliogr 2010; 101: 177.
24 Piñol Aguadé J, Giménez Camarasa J, De Moragas JM. [Eritema Anualmente recurrente: una inusual variedad de eritema anular centrífugo?]. Arch Argent Dermatol 1966; 16:75.
25 Janss G, Schmidt K, Gattuso P, et al. Una enfermera de la unidad de cuidados intensivos con una lesión anular recurrente. eritema anular centrífugo (EAC). Arco Dermatol 1992; 128: 977, 980.
26 Mandel VD, Ferrari B, Manfredini M, et al. Anualmente recurrente eritema anular centrífugo: un informe del caso. J Med Case Rep 2015; 9: 236.


ATENEO HOSPITAL PINTOS 21/06/2017. CÁNCER DE PÁNCREAS Y DIABETES MELLITUS.,

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  • ¿A que pacientes se deben pedir marcadores tumorales e imágenes sospechando ADP?
  • ¿Se deben pedir anticuerpos?
  • ¿Cuál es el tratamiento adecuado para estos pacientes?


INTRODUCCIÓN

A propósito de 5 casos en nuestro servicio


Se denomina diabetes mellitus tipo 3c a la secundaria a enfermedades del páncreas exocrino.
La causa más común es la pancreatitis crónica (79%), adenocarcinoma ductal pancreático (ADP) (8%), hemocromatosis (7%), fibrosis quística (4%) y cirugía pancreática previa (2%).
Globalmente, la incidencia de pancreatitis crónica se estima en 33,7/100.000-año y ADP 8,1/100.000-año.
En los EE.UU., el número estimado de casos prevalentes de pancreatitis crónica es 150-175.000 y del ADP es de 50.000 x año.
La prevalencia de DM en la pancreatitis crónica es hasta del 80% y en el ADP aproximadamente del 50%, lo que produciría al menos 150.000 casos DM tipo 3c, o aproximadamente el 0,5-1% de todos los pacientes con DM.
La prevalencia de DM tipo 3c oscila probablemente entre el 1% y el 9% de los pacientes con DM, y 4-5% podría ser razonable. 






El cáncer de páncreas tiene una de las tasas de mortalidad más altas en cáncer, con una tasa de supervivencia global a cinco años menor al 5% y a pesar de los avances significativos en tecnologías médicas, esta situación de supervivencia corta no ha mejorado durante cuatro décadas.
El uso de insulina durante más 10 años se asoció con un riesgo reducido de cáncer pancreático. Los hombres y los asiáticos e hispanos tuvieron un mayor riesgo de ADP asociado con DM que los blancos y los negros, pero las diferencias no fueron estadísticamente significativas.
Los que usaron medicamentos orales tuvieron un riesgo algo menor de PC en comparación con los que no. Los que usaron insulina tenían un mayor riesgo de ADP en comparación con los que no usaban insulina. El riesgo de PC disminuyó con el aumento de la duración del uso de insulina. 





Un estudio poblacional en Rochester, encontró que aproximadamente el 1% de los participantes con diabetes de aparición reciente a la edad de 50 años o más tienen diabetes secundaria a cáncer de páncreas.
Los individuos con diabetes eran mayores y, después del ajuste por edad, sexo y región, tenían más probabilidades de tener mayor IMC, mayor PAS, menor actividad física y tener antecedentes familiares de diabetes. Entre las personas con DM previamente diagnosticada, la mediana de edad al primer diagnóstico fue de 53 años y la mediana de la duración desde el diagnóstico fue de 6 años.
Varios metaanálisis  demuestran aumento de 1,5 veces a 2 veces de ADP en DM de más de 5 años y un riesgo aún mayor en individuos con DM de menos de 5 años.
La DM2 se asocia con IR, concentraciones variables de insulina, incapacidad del hígado para suprimir la liberación inadecuada de glucosa hepática y una incapacidad de las células β para superar la resistencia a la insulina. Además de la disfunción de las células β mediada por inflamación, la pérdida de células β puede ocurrir como consecuencia del estrés oxidativo lo que puede inducir apoptosis y senescencia celular que conduce a una disminución de la masa de células β .
 DM2 se asocia con obesidad, lo que incrementa de forma independiente el riesgo de desarrollar ADP.
 Ambas condiciones pueden conducir a un aumento de la insulina en el microambiente pancreático, lo cual promueve el desarrollo del tumor.

DIAGNÓSTICO
3 criterios diagnósticos:
  • Criterios diagnósticos para DM
  • Enfermedad del páncreas exocrino
  • DM razonablemente segura de ser secundaria a enfermedad del páncreas exocrino.







FISIOPATOLOGÍA
DESTRUCCIÓN GLANDULAR
La DM secundaria al ADP se asocia con hiperinsulinemia secundaria IR.
La duración media de la DM en el ADP es de aproximadamente 13 meses para tumores no visibles.
El 60% de los pequeños tumores (menos de 20 mm) están asociados con TAG, y más de la mitad de los pacientes con tumores resecables tienen DM.
Por lo tanto, hay evidencia insuficiente para apoyar esta teoría
Aproximadamente el 80% de los pacientes ADP tienen GAA o TAG independientemente del tamaño del tumor y del método utilizado.
Cuando se prueba formalmente con PTOG, casi dos tercios de los pacientes con ADP tienen DM.
Cuando se examina con glucosa en ayunas, la prevalencia es de aproximadamente el 45% .
El inicio de la DM suele relacionarse temporalmente con el diagnóstico de ADP.
El tratamiento eficaz del ADP a menudo conduce a una mejoría en la hiperglucemia en aquellos con DM de aparición reciente, y la resección del tumor mejora o resuelve la DM en pacientes con DM nueva, aunque no en aquellos con DM de larga duración.
La transformación maligna de las células pancreáticas, predominantemente las células epiteliales ductales del páncreas exocrino, cuando se asocia con el suministro localmente elevado de insulina procedente de los islotes endocrinos del páncreas, crece rápidamente y probablemente tal asociación es la causa del devastador resultado del cáncer pancreático

MECANISMOS DE LA HIPERGLUCEMIA
  • Resistencia a la insulina

Probable efecto paraneoplásico debido a los mediadores liberados por el cáncer. El polipéptido amiloide de islote, cuyas concentraciones están elevadas en pacientes con ADP con DM, parece ser responsable de la resistencia a la insulina.
  • Disfunción de las células β

Líneas celulares de ADP inhiben la secreción de insulina por intermedio de la adrenomedulina.
  • Influencia de las adipocinas
  • Potencial de inmunopatogénesis

El aumento de calprotectina (S100A8/A9) se detecta en inflamación y varios tipos de cáncer. Existe además aumento de proteína S100-A8 en células mononucleares y neutrófilos de la sangre de pacientes con ADP que aumentarían la infiltración mieloide del tejido pancreático cercano al tumor. Los macrófagos regulan positivamente MMP9 y S100-A8 en respuesta al TNFα ya las interleucinas 1β y citocinas en el microambiente tumoral
Lipocalina 2: también se ha descrito en la obesidad asociada con cáncer de mama, se eleva en el suero y el tejido adiposo visceral de individuos obesos y regula la inflamación que afecta el metabolismo de la glucosa y la sensibilidad a la insulina mediante el TLR.

La insulina tiene efectos promotores del crecimiento y mitógenos en las células y afecta indirectamente la carcinogénesis pancreática al aumentar la biodisponibilidad del IGF.
Al tener un suministro vascular único el páncreas exocrino se baña en altas concentraciones de hormonas de islotes y es el primer tejido diana para la acción de la hormona del islote. Se estima que las concentraciones fisiológicas periacinares de insulina son al menos 20 veces superiores a las encontradas en la circulación sistémica.
Se sabe que los pacientes con DM2 tienen períodos de hiperinsulinemia durante las primeras etapas de su enfermedad hasta el doble de las concentraciones normales de insulina en La sangre, que se traduce esencialmente en la exposición crónica del parénquima exocrino a concentraciones aún más altas de insulina dentro del páncreas.

RELEVANCIA CLÍNICA
La DM de aparición reciente podría utilizarse potencialmente para la detección temprana del ADP.
La respuesta del polipéptido pancreático sérico está alterada en la estimulación con comida mixta en pacientes con DM de aparición reciente secundaria a ADP en comparación con DM2 sin ADP. 
La DM se asocia con resultados clínicos negativos en aquellos con ADP.
Los pacientes con DM también tienen un mayor riesgo de complicaciones después de la cirugía del ADP, incluyendo ISQ, abscesos intraabdominales, retraso del vaciamiento gástrico.
En un metanálisis, se encontró que los niveles de CA19-9 son mucho más altos en pacientes con cáncer de páncreas y DM2. En la medida en que CA19-9 es probablemente un indicador de la agresividad del cáncer, habría pruebas directas de que la DM promueve el rápido crecimiento y la agresividad del ADP y, por tanto, probablemente contribuye al aumento de la mortalidad.
La insulinoterapia parece disminuir la incidencia de ADP, probablemente reduciendo la glucosa en sangre y por lo tanto reduciendo el suministro de glucosa al tumor en crecimiento.










TRATAMIENTO
MANEJO DE LA HIPERGLUCEMIA
La MTF es un fármaco atractivo en este grupo de pacientes debido a sus propiedades antineoplásicas, y los estudios que sugieren su uso podrían conferir protección contra el desarrollo de ADP. En los pacientes con DM2, se sugiere  hasta un 60% de reducción en el riesgo de ADP, aunque los datos de metanálisis recientes han mostrado resultados mixtos.
La MTF podría ser preferida como terapia de primera línea para la hiperglucemia leve, pero existe una escasez de datos.
La MTF es un factor pronóstico favorable en pacientes con ADP que reciben quimioterapia paliativa. También demostró la tendencia de que los pacientes con DM sobrevivieron más tiempo que aquellos sin DM. Se necesitan más estudios.
El rol anticáncer de la MTF se relacionó con la activación de AMPK y la consiguiente inhibición del mTOR vías que están frecuentemente presentes en las células malignas al igual que la inhibición del TGF beta.
Otros estudios sugieren que la insulina y las terapias basadas en incretinas (análogos de GLP-1 e inhibidores orales de DPP-4) podrían aumentar el riesgo de desarrollar ADP. 
La insulinoterapia se asoció con mayor riesgo de ADP. Este se limitó a aquellos con una duración de uso más corta (menos de 3 años).

Si el uso de insulina es un resultado del empeoramiento de su DM causada por el cáncer, la asociación entre el uso de insulina a corto plazo y ADP sugiere causalidad inversa.








Presentó:
Dr. Martín Maraschio
Médico diabetólogo
Jefe de Servicio de Clínica Médica 
Hospital Municipal de Azul "Dr. Ángel Pintos" 

ESCLEROSIS SISTÉMICA LIMITADA

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FAN 1/1280 PATRÓN CENTROMÉRICO




Paciente de sexo femenino, 55 años de edad, Raynaud severo de 7 años de evolución. Antecedentes de 4 embarazos, 4 abortos espontáneos.
Hace 6 años abandonó tratamiento y seguimiento por otra colega. Cuando debutó con Raynaud al poco tiempo le fue amputada la falange distal del índice.
Los estudios de esa fecha: FAN(-), ANTI SCL 70(-), ANTICARDIOLIPINAS IGG E IGM (-)
ANATOMÍA PATOLÓGICA DE LA FALANGE AMPUTADA: "Arterias de pequeño calibre con engrosamiento de la túnica media a expensa de una hiperplasia de fibras musculares, además de esclerosis intimal, provocando una reducción importante del calibre vascular, identificándose vasos trombosados".
Consultó por Raynaud y lesión necrotica supurada del pulgar derecho.
AL EXAMEN, RAYNAUD GRAVE, TELANGIECTASIAS EN MANOS Y CARA, LESIÓN DE DISTINTA TONALIDAD Y CONSISTENCIA EN FLANCO DERECHO. Esclerodactilia.
No refirió trastornos de la motilidad esofágica. No hay calcinosis en  la Rx. En esta oportunidad FAN 1/1280 PATRÓN CENTROMÉRICO, ANTICARDIOLIPINAS (-), ANTI Beta 2 GLICOPROTEÍNA 1 (-), LAC(-), ERS 48 MM 1H, ALBÚMINA 3,5, ALFA 2 0,99, HIPERGAMMAGLOBULINEMIA POLICLONAL, CRIOGLOBULINAS(-).

Con diagnóstico de esclerosis sistémica limitada se inició tratamiento con nifedipina 20 mg cada 12h y medidas de protección contra el frío. Pendiente resultado de TAC de tórax de alta resolución.

En la esclerosis sistémica limitada la esclerosis de piel está restringida a las manos, a la parte más distal de los antebrazos, y en menor grado a la cara y cuello. Esos pacientes tienen prominentes manifestaciones vasculares, incluyendo fenómeno de Raynaud severo, y telangiectasias cutáneas. Muchos pacientescon esclerosis sistémica limitada tienen manifestación de síndrome CREST (Calcinosis cutis, Raynaud phenomenon, Esophageal dysmotility, Sclerodactyly, and Telangiectasia)





Presentó.
Dr. Gustavo Rabazzano.

Médico Reumatólogo.

Una Clase de Estrategia Diagnóstica, o "El Escopetazo vs La Flecha"

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En este ejercicio clínico se presenta un caso que es discutido por un médico internista al que se le van proporcionando datos de la historia clínica en forma secuencial, y este analiza el cuadro a la luz de los nuevos elementos, de una manera análoga al proceso diagnóstico en la práctica real de la medicina.





Un hombre de 72 años concurrió al departamento de emergencias con dificultad respiratoria recurrente y mareos.


Ponente
La combinación de dificultad respiratoria y mareos, me hace pensar en un evento cardíaco, y la dificultad respiratoria hace aumentar la probabilidad de insuficiencia cardíaca. El mareo sugiere que el gasto cardíaco puede ser bajo. Un trastorno del ritmo, sea taquiarritmia auricular o ventricular, sería la primera posibilidad y lo que más me preocuparía.



Evolución 
El paciente tenía historia de hipertensión, diabetes mellitus no insulino dependiente, y dolor torácico de esfuerzo que no respondía a la nitroglicerina y que ocurría 3 a 4 veces por año. La cateterización cardíaca 5 años antes reveló solo 50% de obstrucción en la arteria descendente anterior izquierda; la fracción de eyección en ese momento era de 64%. Un test de esfuerzo con talio 4 años antes fue negativo. El paciente había fumado (20 pack-year), pero no lo hacía desde los últimos 40 años. Tenía diagnóstico de EPOC. Él tenía un trastorno crónico del oído interno que le ocasionaba mareos. Se había sometido a una gastrectomía por enfermedad ulcerosa péptica. Sus ocupaciones anteriores incluían trabajo en la industria del vidrio en contacto con arena, y en astilleros. Su medicación incluía metoprolol 50 mg dos veces por día, y verapamilo 80 mg tres veces por día, aspirina y nitroglicerina.


Ponente 
Sus antecedentes aumentan la posibilidad de trastornos cardíacos y no cardíacos que pueden explicar estos síntomas. Dado la historia de hipertensión y diabetes no insulino dependiente, el podría tener disfunción diastólica ventricular izquierda que podrían causar dificultad respiratoria. Esto puede predisponerlo a taquiarritmias tanto auriculares como ventriculares. Su antecedente de tabaquismo aumenta la sospecha de enfermedad cardíaca injertada sobre un problema pulmonar de base, aunque tenemos poca evidencia de ello. La disfunción vestibular y la insuficiencia vertebrobasilar son posibles causas no cardíacas de mareos.
Quisiera tener más información sobre los mareos. Son posicionales? Son ortostáticos? Los antecedentes de gastrectomía aumentan la probabilidad de que padezca anemia o depleción de volumen que pueden contribuir a sus síntomas. La combinación de metoprolol y verapamilo pueden producir mareos por hipotensión postural o bradiarritmias.


Evolución
Tres meses antes, el paciente consultó a la sala de emergencias con dolor torácico, mareos, y dificultad respiratoria. En ese momento el electrocardiograma no mostró cambios. Se interpretó como angina de pecho y fue enviado a su casa con la prescripción de nitroglicerina. Dos días antes del actual episodio, mientras corría para bajar de un avión, volvió a tener dificultad respiratoria y mareos pero no dolor torácico. Él se sintió aliviado después de guardar reposo y de usar nitroglicerina. En el día de la admisión al hospital, él sintió mareos, dificultad respiratoria y dolor en el pecho mientras empujaba a un nieto en una hamaca. Él sintió que se le “oscurecía todo”, y su esposa observó que se puso pálido y respiraba agitadamente.


Ponente 
Nosotros tenemos ahora al menos tres episodios de dificultad respiratoria relacionados con el esfuerzo. El último evento fue particularmente preocupante en que el dolor torácico y la dificultad respiratoria estuvieron asociados a estado presincopal, sugiriendo que el paciente tuvo un episodio hipotensivo por lo menos en este último episodio. Pienso que es improbable que esos síntomas estén relacionados con disfunción vestibular. Yo estoy particularmente preocupado por probable arritmia y enfermedad cardíaca estructural de base, probablemente disfunción diastólica.


Evolución
En el momento del examen él tenía una presión arterial de 170/82 mmHg y una frecuencia cardíaca de 56 por minuto. No había cambios ortostáticos en los signos vitales. La frecuencia respiratoria era de 20 por minuto, y la temperatura de 35,5 ºC. Los pulsos carotídeos eran 2+ sin soplos, y la presión venosa yugular era normal. Algunos rales bibasales eran auscultados. Los ruidos cardíacos eran normales sin soplos, frote o galope. El examen del abdomen era normal. Los pulsos eran simétricos sin cianosis, y había edema 1+ indoloro en las piernas. El examen neurológico era normal excepto por leve rueda dentada.


Ponente
El paciente estaba algo hipertenso, y tenía una frecuencia cardíaca baja en reposo, sugiriendo que estaba tomando la medicación. La ausencia de cambios ortostáticos me ayuda a excluir la posibilidad de depleción de volumen. El resto del examen físico es relativamente normal. Los rales bibasales son difíciles de interpretar. Pueden ser evidencias de edema intersticial, o pueden deberse a enfermedad pulmonar de base. El examen cardíaco es consistente con la posibilidad de disfunción ventricular intermitente. El edema en miembros inferiores es siempre dificultoso de interpretar. Puede ser un signo de insuficiencia cardíaca derecha, que a su vez podría sugerirme severa disfunción cardíaca biventricular. Pero su presión venosa yugular es normal, de modo que el edema en miembros inferiores, más probablemente se deba a factores locales o a su medicación.


Evolución
Los resultados de los tests de laboratorio llevados a cabo en el ingreso eran los siguientes: sodio 136 mmol/L; potasio 4,2 mmol/L; cloro 109 mmol/L; dióxido de carbono 25 mmol/L; urea 22 mg/dl; creatinina sérica 1,3 mg/dl; glucemia 128 mg/dl; TGO 23 U/L; LDH 175 U/L; bilirrubina 1,3 mg/dl; fosfato 3,0 mg/dl; CPK 43 U/L. El hematocrito era de 47,8%; el recuento de glóbulos blancos era de 9800/mm3; y las plaquetas 261000/mm3. El KPTT 28,2 segundos, y el tiempo de protrombina de 13,1 seg. Mientras el paciente respiraba aire ambiente se medieron los siguientes resultados de gases en sangre: PO2 55 mmHg, PCO2 36 mmHg, y pH 7,44.
La Rx de tórax mostraba leve cardiomegalia, arterias pulmonares prominentes, y no había evidencias de fallo cardíaco congestivo ni de infiltrados pulmonares. El electrocardiograma mostró bradicardia sinusal, eje a -10ºC, y bloqueo incompleto de rama derecha.


Ponente 
La leve insuficiencia renal es consistente con hipertensión arterial de larga data y diabetes. Su hematocrito es levemente alto. La anormalidad más notable es la presión de oxígeno en reposo de 55 mmHg, sugestiva de un problema en el intercambio de gases. Esto puede deberse a fallo cardíaco, o a un problema pulmonar primario. Yo no había considerado inicialmente la probabilidad de embolismo pulmonar intermitente, pero con los signos del examen físico en miembros inferiores que mostraban edema, el hecho de que uno de los episodios se hayan producido después de un viaje en avión, y la hipoxemia inexplicada, obligan a descartar embolia pulmonar recurrente.
Los cambios en el electrocardiograma son inespecíficos. Ellos no apoyan el diagnóstico de isquemia en curso en el momento de la presentación. El bloqueo incompleto de rama derecha puede ser debido a sobrecarga de presión del corazón derecho causado por hipertensión pulmonar, con arterias pulmonares agrandadas.
Yo le suministraría oxígeno suplementario y observaría si mejora la oxigenación. Mi primer estudio diagnóstico serí un ecocardiograma para medir el tamaño y la función de ambos ventrículos.


Evolución 
Durante las primeras 48 horas de internación hospitalaria, la dosis de verapamilo y metoprolol fueron disminuidas y el captopril aumentado. Un cardiólogo consultado recomendó electrocardiogramas seriados y medidas de las enzimas cardíacas, un ecocardiograma, un Holter de 24 hs, y un scan con talio después de administración de dipiridamol. Un neumonólogo consultado recomendó tests de función pulmonar, oximetría nocturna, oximetría mientras el paciente respiraba oxígeno al 100% y un centelleograma de ventilación perfusión. El paciente continuó teniendo episodios de dolor torácico y disnea sin cambios electrocardiográficos. Los estudios documentaron que la desaturación ocurría cuando el paciente hacía esfuerzos. Su presión arterial estaba bien controlada, y no había hipotensión postural. Un infarto de miocardio fue descartado, y no se documentaron arritmias en la telemetría.



Ponente
Estoy de acuerdo con disminuir la dosis de una o las dos drogas con efectos inotrópicos y cronotrópicos negativos, particularmente hasta que la función ventricular del paciente haya sido evaluada y la presencia de bradiarritmias se haya descartado. Yo recomendaría un ecocardiograma en este punto. El monitoreo Holter no agregaría mucha información si está siendo monitoreado por telemetría. No estoy seguro por qué el especialista consultado recomendó un test de talio dipiridamol. Un test funcional arrojaría mucha más información acerca de la causa de los síntomas. Si yo indicara algún test de evaluación del estado coronario indicaría un test de talio con ejercicio. Los tests de función pulmonar, probalemente nos den información inespecífica, pero podrían ayudar a clarificar si un componente de sus síntomas son debidos a EPOC. La apnea obstructiva del sueño, que causa tanto hipertensión pulmonar como hipertensión sistémica, es una consideración razonable, pero no explicarían los síntomas del paciente. La oximetría respirando oxígeno al 100% sería útil para excluir la posibilidad de shunt de derecha a izquierda. Un scan de ventilación perfusión puede ser útil para descartar embolia pulmonar que es ahora parte de mi lista de diagnósticos diferenciales.
El paciente puede tener isquemia miocárdica recurrente, aún en ausencia de cambios electrocardiográficos. Esto sucede más comúnmente en pacientes que tienen hipertensión de larga data e hipertrofia cardíaca con reserva de flujo coronario disminuido y elevadas presiones diastólicas.



Evolución
En los días siguientes la saturación de oxígeno aumentó de 87% a 99% mientras el paciente respiraba oxígeno al 100%. Los resultados de los tests de función pulmonar incluían un volumen espiratorio forzado en 1 segundo (VEF 1 seg) de 2,1 litros (72% del valor predicho) y una capacidad vital forzada de 2,9 litros (80% del valor predicho). La capacidad pulmonar total y la capacidad de difusión de monóxido de carbono fueron normales. El Holter no reveló arritmias. El scan con talio dipiridamol fue normal. El centelleograma pulmonar ventilación perfusión se informó como baja probabilidad de embolia pulmonar. La oximetría nocturna no mostró evidencias de apnea del sueño. Los estudios con Doppler en miembros inferiores fueron negativas para trombosis venosa profunda. El ecocardiograma reveló un ventrículo derecho dilatado, un ventrículo izquierdo normal, y regurgitación tricuspídea 1+ a 2+. La presión sistólica de la arteria pulmonar fue de 70 a 80 mmHg.

 Cuál es el Diagnóstico?


Ponente
Este paciente no tiene un shunt significativo de derecha a izquierda que explique la desaturación arterial en reposo. Su EPOC es muy leve. La difusión de monóxido de carbono en los pulmones probablemente excluye la posibilidad de una enfermedad del intersticio pulmonar severa, pero los resultados de este test pueden ser dificultosos de interpretar en un paciente que también tiene fallo cardíaco. El scan de talio dipiridamol normal descarta la presencia de estenosis críticas de las arterias coronarias epicárdicas. No excluye que el paciente tenga angina microvascular o disminución de la reserva de flujo coronaria. El centelleograma pulmonar ventilación perfusión de “baja probabilidad” reduce la probabilidad de que tenga una enfermedad embólica, pero deja todavía un 10% de probabilidad de padecerla. Los estudios no invasivos de las piernas también reducen aunque no eliminan la posibilidad de haber tenido antes una embolia pulmonar. Yo creo que la oximetría nocturna normal descarta apnea del sueño.
Los hallazgos más destacados se observan en el ecocardiograma. El corazón izquierdo parece relativamente normal, y la anormalidad primaria es un ventrículo derecho dilatado con regurgitación tricuspídea e hipertensión arterial pulmonar significativa. Yo debo ahora pensar en causas de hipertensión pulmonar. Sería inusual para un hombre de 72 años que se tratara de una hipertensión pulmonar primaria. De las causas secundarias de hipertensión pulmonar, la causa más común es el fallo cardíaco izquierdo, pero no hay evidencias en este caso que sostengan tal diagnóstico. Seguidamente yo pensaría en cambios estructurales que puedan evolucionar a hipertensión pulmonar. Sin embargo, creo que el grado de EPOC de este paciente es insuficiente para explicar la hipertensión pulmonar. Las enfermedades del colágeno, notablemente esclerodermia, pueden causar hipertensión pulmonar, pero tampoco existen evidencias que apoyen dicho diagnóstico. La enfermedad veno-oclusiva pulmonar primaria puede también producir este cuadro, como también las embolias pulmonares.
Uno puede considerar una biopsia pulmonar buscando cambios estructurales en pulmón, o los hallazgos patognomónicos de la hipertensión pulmonar primaria, pero tal examen daría tan bajo rédito que no lo ordenaría. Yo llevaría a cabo un cateterismo derecho y una arteriografía pulmonar para documentar el grado de hipertensión pulmonar, buscando un shunt, y excluyendo el diagnóstico de embolismo pulmonar como causa de hipertensión pulmonar.



Evolución 
Un cateterismo derecho reveló una presión arterial pulmonar de 90/50 mmHg, disminuyendo a 70/50 mmHg con oxígeno al 100%. La presión capilar pulmonar fue de 14 mmHg. No había evidencias de shunt intracardíaco. Una arteriografía pulmonar mostró múltiples defectos de relleno periféricos compatibles con embolias pulmonares.



Ponente 
La embolia pulmonar crónica es una causa común y frecuentemente olvidada de disnea e hipertensión arterial pulmonar. En pacientes con factores de riesgo para enfermedad arterial coronaria, la disnea es frecuentemente atribuida a causas cardíacas, como pasó en este caso con los médicos que atendían al paciente.
Es necesaria una gran reducción en el área de sección transversal de la circulación pulmonar para causar severa hipertensión pulmonar, de modo que este grado de hipertensión implica que el paciente ha tenido múltiples episodios recurrentes de embolismo. El objetivo de la terapia anticoagulante es prevenir futuros episodios. Yo esperaría que alguna de las arterias embolizadas se recanalicen y así disminuir la presión en la arteria pulmonar. El hecho de que su hipertensión pulmonar revierta parcialmente con oxígeno es un dato de gran ayuda. Yo lo trataría con heparina hasta que la anticoagulación con warfarina esté en buenos tiempos de anticoagulación. Lo mantendría con oxígeno para minimizar la presión en la arteria pulmonar, y de esa manera proveer alivio sintomático.


Evolución 
El paciente fue tratado con heparina y dado de alta con oxígeno domiciliario, warfarina, metoprolol, captopril, y nifedipina. Un año más tarde, él no había tenido recurrencia de sus síntomas, pero tiene todavía dependencia al oxígeno.
Impresiona que si bien el paciente se benefició con la anticoagulación respecto de sus síntomas, continúa requiriendo oxígeno debido probablemente a cambios vasculares pulmonares irreversibles relacionados a embolia recurrente.



Comentario.
Este paciente se presentó con un número de síntomas sugestivos de enfermedad cardíaca o pulmonar. La naturaleza inespecífica de los síntomas y una historia clínica compleja abrieron un amplio abanico de diagnósticos diferenciales. Los clínicos que atendieron a este paciente, consultaron con cardiólogos y especialistas en pulmón. Los médicos consultados recomendaron una amplia batería de tests para descartar una larga lista de posibilidades diagnósticas que incluian infarto de miocardio, insuficiencia coronaria aguda, fallo ventricular izquierdo, taquiarritmia auricular y ventricular, bradiarritmia, EPOC, enfermedad pulmonar intersticial, apnea del sueño, shunt de derecha a izquierda o shunt extracardíaco, y embolia pulmonar.
Causas no cardiopulmonares de sus síntomas fueron también considerados, incluyendo efectos adversos de drogas, disfunción vestibular, enfermedad cerebrovascular, y depleción de volumen intravascular. Los clínicos que atendieron a este paciente ordenaron un excepcionalmente alto número de estudios, de hecho, todos los que los consultantes sugirieron.
El médico que hizo el análisis del caso, un cardiólogo, enfocó primero las posibles causas cardíacas de los síntomas de este paciente. Más tarde agregó embolismo pulmonar a su lista de diagnósticos cuando supo de el bajo nivel de oxígeno arterial en ausencia de fallo cardíaco, y dado el aumento de tamaño de las arterias pulmonares en la Rx de tórax. Él cuestionó la cantidad de estudios solicitados por los consultantes. Solicitó un solo estudio, un ecocardiograma. Él razonó que este estudio podía ayudarlo a diferenciar entre las posibles causas de disnea relacionadas con disfunción sistólica del ventrículo izquierdo, disfunción diastólica de ventrículo izquierdo, o alteraciones predominantemente pulmonares o de corazón derecho. Él creyó que los resultados del ecocardiograma eran los más útiles para determinar el mecanismo de la disnea, entre todos los tests solicitados. Tanto el médico que analizó el caso como los médicos que atendieron al paciente llegaron al diagnóstico correcto. Pero, se podría haber arribado al diagnóstico con una estrategia más eficiente, y sin recurrir al método del “escopetazo”?
El diagnóstico de embolia pulmonar crónica o recurrente, que llevó a hipertensión pulmonar fija y corazón pulmonar es difícil de establecer, y a veces es pasado por alto. Cuando se los compara con muchos de los otros diagnósticos considerados en este caso (incluyendo embolismo pulmonar agudo), es completamente infrecuente, afectando a 1 en 10000 que tienen embolia pulmonar. (1) Característicamente, los pacientes con este trastorno tienen disnea progresiva y limitaciones a la tolerancia al ejercicio durante meses o años, culminando en fallo ventricular derecho. Algunos pacientes tienen antecedentes documentados de tromboflebitis o embolia pulmonar, pero muchos, tales como este paciente, no tienen eventos tromboembólicos obvios previos. (2,3,4,5)
Cómo se desarrolla la condición “embolia pulmonar recurrente” o “enfermedad embólica pulmonar crónica”? no se conoce exactamente. La enfermedad embólica pulmonar crónica implica que uno o más grandes émbolos pulmonares, fracasan en resolverse, conduciendo a obstrucción vascular fija. El mecanismo patofisiológico puede ser un fallo en el sistema fibrinolítico intrínseco, que en la mayoría de los pacientes “limpia” los émbolos pulmonares en días o semanas después del evento agudo. (6) La embolia pulmonar recurrente puede causar un cuadro clínico similar si el paciente continúa embolizando desde un foco venoso o central, y la vasculatura pulmonar es ocluida progresivamente.
Es posible que el paciente con tendencia a embolización recurrente, también tenga una deficiencia en su capacidad de lisar los émbolos, y la progresión de trombos in situ puede también contribuir a la obstrucción vascular. Cuando se llega al punto de que ocurre hipertensión pulmonar irreversible, el lecho vascular pulmonar se ha reducido en más del 50% por la combinación de embolización, trombosis, y cambios vasculares intrínsecos. (7) Ninguna anormalidad de la coagulación o del sistema trombolítico han sido identificados en los pacientes con esta condición, y no hay tampoco un patrón familiar claro. El pronóstico depende primariamente de la presión en la arteria pulmonar y de la función ventricular derecha en el momento en que se establece el diagnóstico. (1,2,3,4,5)
Dado la rareza de la condición y de lo dificultoso del diagnóstico, es difícil culpar a los médicos que atendieron al paciente por no haber arribado antes al diagnóstico. Es también dificultoso saber si el resultado final hubiese sido otro si el diagnóstico hubiese sido realizado antes y tratado correctamente. Es improbable que cualquier terapia diferente de la anticoagulación pudiera habérsele ofrecido al paciente, pero parece que este ya tenía una hipertensión pulmonar fija en el momento de la presentación. Hay sin embargo, algunas lecciones para aprender acerca del proceso diagnóstico. De hecho hay pistas que podrían haber dirigido a un proceso diagnóstico más eficientemente.
El examen físico casi ciertamente debiera haber sugerido la posibilidad de hipertensión pulmonar. Con presiones pulmonares en el rango de 70 a 90 mmHg, el sonido del cierre de la pulmonar debe haber estado marcadamente acentuado, y el impulso ventricular derecho probablemente hubiese sido palpable. Estaban ausentes estos hallazgos? O fueron pasados por alto por el examinador? La disponibilidad rápida y la accesibilidad de los métodos de imágenes, han conducido a la declinación de las expectativas del valor del examen físico, y han consecuentemente disminuido las destrezas para llevarlo a cabo. Si los signos físicos de la hipertensión pulmonar se hubiesen reconocido, esos hallazgos, junto con arterias pulmonares agrandadas en la Rx de tórax e hipoxemia inexplicada, nos hubiese planteado una tríada que es virtualmente diagnóstica de hipertensión pulmonar, y una cantidad de diagnósticos cardíacos y pulmonares podrían no haber sido considerarados.
Un centelleograma de ventilación perfusión pulmonar no debiera haber disuadido a los clínicos de seguir persiguiendo el diagnóstico de enfermedad pulmonar embólica, especialmente partiendo de un diagnóstico de hipertensión pulmonar conocido. Cuando se evalúa pacientes en quiernes se sospecha embolismo pulmonar agudo, los investigadores del PIOPED (Prospective Investigation of Pulmonary Embolism Diagnosis trial) encontraron que 14% de los pacientes con scans ventilación-perfusión de baja probabilidad tuvieron embolismo pulmonar. (8) De hecho entre los pacientes en este estudio en quienes la sospecha clínica de embolia pulmonar fue alta y que tenían scan de baja probabilidad, 40% tuvieron embolia pulmonar documentada angiográficamente. De todos los pacientes con embolia pulmonar angiográficamente documentada, 16% tuvieron scans de baja probabilidad. Desafortunadamente, no tenemos datos comparables en la sensibilidad y especificidad de los scans para embolia pulmonar crónica o recurrente. Un scan ventilación perfusión normal excluye el diagnóstico, pero el grado de anormalidad vista en el scan ventilación perfusión es completamente variable, y el scan frecuentemente subestima la extensión de la ostrucción vistos angiográficamente. (9)
Esta línea de razonamiento podría haber sido seguida del apropiado test diagnóstico, cateterismo derecho con angiografía pulmonar, con lo que se hubiera llegado antes al diagnóstico. Tiempo y dinero se hubiesen ahorrado, y los clínicos podrían haber indicado la terapia adecuada mucho antes. Aún los especialistas cometen errores!
El diagnóstico de embolismo pulmonar es dificultoso debido a su miríada de formas de presentación, y su superposición con muchos otros síndromes clínicos. A veces el diagnóstico puede ser hecho sólo cuando todas las otras posibilidades han sido eliminadas. Pero a menudo algún diagnóstico es más probable que otros. Siguiendo una línea recta basada en todos los datos clínicos, incluyendo los hallazgos del examen físico, y el uso de razonamiento probabilístico pueden conducir al diagnóstico más rápidamente y más eficientemente que llevando a cabo múltiples tests para excluir una amplia variedad de diagnósticos. En medicina, a veces, como en la caza, un arco y una flecha flecha son mejores armas que una escopeta.


Traducción de:
Diagnostic Strategy — The Shotgun versus the Arrow
George E. Thibault, M.D.
Clinical Problem-Solving
Volume 332:321-325 February 2, 1995 Number 5
The New England Journal of Medicine.



Conclusiones del Caso.
Este ateneo (que pertenece a un caso real) se desarrolló hace más de 20 años, y por lo tanto, no debiera extrañarnos que no se hiciese una angiotomografía de pulmón como método no invasivo de aproximación diagnóstica, que hoy día se hubiese solicitado inicialmente junto al ecocardiograma, ya que no existía tal metodología en esa época. Tampoco debe extrañarnos, que el tratamiento consistiera solamente en anticoagulación con heparina seguida de anticoagulación oral, en un paciente con hipertensión pulmonar crónica tromboembólica, que un año después seguía dependiendo de oxígeno. Hoy día este paciente hubiese sido sometido a tromboendarterectomía, tratamiento de elección en estas situaciones. Sin embargo, aún así, es un caso instructivo para evaluar conductas y razonamientos diagnósticos.
Disnea y dolor torácico en relación a esfuerzos, asociado a sensación de “oscurecimiento de la visión”, intensa debilidad, mareos, palidez, como expresión de un estado presincopal, son la manera de presentarse de muy pocas situaciones médicas. Especialmente aquellas en las que el flujo sanguíneo debe atravesar estenosis fijas críticas, asintomáticas cuando el paciente está en reposo, pero que se expresan clínicamente cuando las demandas metabólicas disparadas por un esfuerzo las desenmascaran. La estenosis valvular aórtica es el paradigma clínico que mejor explica esta constelación de síntomas, y siempre echamos mano a ella en primer término, en la lista de diagnósticos diferenciales cuando nos enfrentamos a un paciente con estos síntomas. Excluir estenosis aórtica de tal severidad como para explicar este cuadro, es tarea fácil. Sólo con un estetoscopio (o aún sin él!), posicionándolo fundamentalmente en los focos de la base, aunque seguramente en todo el precordio, con sus características rudas, ásperas, como un “graznido”, con fuerte irradiación al cuello, llevándose por delante al segundo ruido cardíaco, como expresión de enfermedad profunda de la válvula, encontraremos el familiar sonido. No encontrarlo nos permite sin más, descartar a la estenosis aórtica como responsable del cuadro.
Como bien se discute en el comentario de este ateneo, presiones pulmonares cercanas a las sistémicas (presiones en la arteria pulmonar de 70 a 90 mm Hg !!!) seguramente tendrían traducción en el examen físico de este paciente de 72 años. La maniobra de Dressler apoyando la mano en la región paraesternal izquierda debiera haber levantado la mano del examinador, expresando el crecimiento de las cavidades derechas.
El análisis de este caso nos ofrece muchos costados para la crítica, desde el examen clínico insuficiente, hasta la interpretación errónea de resultados. Un centelleograma ventilación/perfusión de baja probabilidad para TEP, contextualizado en este paciente con hipoxemia moderada a severa, e hipertensión pulmonar severa, debiera haber sido ajustado a “alta probabilidad”, y se hubiera requerido un centelleograma totalmente normal para abandonar esa hipótesis diagnóstica.
La introducción del ecocardiograma en la práctica clínica de rutina, la posibilidad de utilizar Doppler para estimar presiones en las distintas cavidades cardíacas, e interrogar las mismas en reposo, en esfuerzo, obteniendo datos casi comparables con los estudios invasivos como el cateterismo cardíaco, ha revolucionado la práctica de la medicina interna y de la cardiología. Como resultado de ello, las nuevas generaciones de médicos, hemos ido perdiendo la destreza para la obtención de datos semiológicos que nuestros maestros ostentaban. La tecnología aplicada a la medicina, no debería, sin embargo,  ser motivo para dejar de realizar un adecuado examen semiológico, seguido de la solicitud razonada de todos los estudios que sean necesarios, que en la situación ideal, no harán otra cosa que confirmar nuestras sospechas. Es de esta manera, cotejando nuestros hallazgos con el resultado de los estudios, como la medicina nos deparará muchas más gratificaciones en la práctica diaria. Debemos sólo hacer un uso racional de estos recursos que día a día nos abruman, debemos conocerlos, y utilizarlos cuando corresponda, saber de sus indicaciones, y de cuándo se convierten en gastos inútiles para el sistema, debemos conocer sus flaquezas y sus debilidades, y en que situaciones son verdaderamente costo-efectivos, y contribuyen no tan solo a nuestra eficacia, sino fundamentalmente a nuestra eficiencia diagnóstica.
En este caso, un ecocardiograma en la primera consulta, después de un cuidadoso examen físico, hubiera confirmado nuestra sospecha de hipertensión pulmonar como causa de los síntomas, y nos hubiese dirigido directamente a abordar el diagnóstico diferencial de la misma, tarea no muy complicada, porque ya otros se ocuparon antes de escribir las guías, y los algoritmos correspondientes. En este caso por ejemplo, las causas más comunes de hipertensión pulmonar, tales como la insuficiencia cardíaca izquierda, y las enfermedades pulmonares quedaron rápidamente descartadas, y el tromboembolismo pulmonar se fue transformando en una hipótesis diagnóstica cada vez más atractiva. Se podría haber asumido también que si la causa de la hipertensión pulmonar era un tromboembolismo pulmonar, este era subagudo/crónico. Nunca un tromboembolismo pulmonar agudo presenta esas presiones en la arteria pulmonar, ya que para ello requiere de un ventrículo derecho hipertrófico, y la hipertrofia es un proceso que demanda semanas a meses.
Este paciente no tenía un orificio estrecho fijo en un punto de su sistema circulatorio, como la estenosis aórtica, o la estenosis pulmonar, pero tenía una reducción global, mayor del 50% del sistema circulatorio pulmonar que se comportaba en el esfuerzo como una valvulopatía estenótica. El paciente, con la descripción de su enfermedad, nos estaba explicando la fisiopatología de sus síntomas. 


Bibliografía.


1. Moser KM, Auger WR, Fedullo PF. Chronic major-vessel thromboembolic pulmonary hypertension. Circulation 1990;81:1735-1743.[Medline]


2. Symbas PN, Jacobs WF, Schlant RC. Chronic pulmonary arterial embolization or thrombosis. Am J Cardiol 1971;28:342-347.


3. Sutton GC, Hall RJC, Kerr IH. Clinical course and late prognosis of treated subacute massive, acute minor, and chronic pulmonary thromboembolism. Br Heart J 1977;39:1135-1142.[Medline]


4. Rich S, Levitsky S, Brundage BH. Pulmonary hypertension from chronic pulmonary thromboembolism. Ann Intern Med 1988;108:425-434.[Medline]


5. Monreal M, Ruiz J, Salvador R, Morera J, Arias A. Recurrent pulmonary embolism: a prospective study. Chest 1989;95:976-979.[Abstract]


6. Dalen JE, Banas JS Jr, Brooks HL, Evans GL, Paraskos JA, Dexter L. Resolution rate of acute pulmonary embolism in man. N Engl J Med 1969;280:1194-1199.[Medline]


7. Chitwood WR Jr, Lyerly HK, Sabiston DC Jr. Surgical management of chronic pulmonary embolism. Ann Surg 1985;201:11-26.[Medline]


8. The PIOPED Investigators. Value of the ventilation-perfusion scan in acute pulmonary embolism: results of the prospective investigation of pulmonary embolism diagnosis (PIOPED). JAMA 1990;263:2753-2759.[Abstract]


9. Mills SR, Jackson DC, Sullivan DC, et al. Angiographic evaluation of chronic pulmonary embolism. Radiology 1980;136:301-308.[Abstract]


Una Decisión Tomada por Analogía.

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En este ejercicio clínico se presenta un caso que es discutido por un médico internista al que se le van proporcionando datos de la historia clínica en forma secuencial, y este analiza el cuadro a la luz de los nuevos elementos, de una manera análoga al proceso diagnóstico en la práctica real de la medicina.


 Historia 
Una mujer de 27 años con antecedentes de convulsiones desde la niñez, fue traída al departamento de emergencias por un dolor torácico anterior izquierdo agudo de tipo pleurítico, tos productiva, dificultad respiratoria, náuseas, y un episodio de vómitos. No había tenido fiebre, escalofrios, diarrea, disuria, edema, ortopnea, o cambios en el peso corporal. Ella había comenzado su enfermedad 24 horas antes.


Ponente 
La primera cosa que me preocupa en una paciente con dolor torácico, tos productiva, y dificultad respiratoria es algún tipo de infección, posiblemente neumonía. Quisiera saber acerca de su último episodio convulsivo que podría haberla predispuesto a la broncoaspiración de contenido gástrico. Otra cosa que me viene a la mente es una embolia pulmonar. Información acerca de viajes recientes, uso de contraceptivos orales, o antecedentes de trombosis venosa o de embolia pulmonar serían de gran ayuda. La otra cosa que consideraría es la posibilidad de un proceso relacionado a drogas. Sus antecedentes de convulsiones, abre la posibilidad de que estuviera tomando drogas tales como fenitoína, que puede ocasionar un lupus eritematoso inducido por drogas.


Evolución 
Cuatro días antes de la admisión, la paciente había sido examinada por dolor en ambas rodillas después de una convulsión seguida de caída. Había sido tratada con ibuprofeno, que mejoró el dolor de rodillas, aunque desarrolló un dolor intenso de tipo calambre en la pantorrilla izquierda el día antes de su internación. Después de haber comenzado a tomar ibuprofeno, la paciente no había tomado líquidos y no había orinado las 24 horas previas.



Ponente
Yo estaría preocupado de que a consecuencia de la convulsión, ella haya sufrido trauma de la pierna, que el dolor de su pantorrilla represente una trombosis venosa, y que su dolor pleurítico sea expresión de embolia pulmonar. Ella también pudo haberse broncoaspirado en el episodio convulsivo, y puede estar cursando ahora una neumonía aspirativa. El antecedente de la ingesta de ibuprofeno seguida de oliguria o anuria en las últimas 24 horas, aumenta la posibilidad de nefritis intersticial aguda, y que como consecuencia de la misma, la paciente esté ahora cursando una insuficiencia renal posiblemente complicada con pericarditis urémica. Quisiera sin embargo aclarar, que la rapidez con que se instalaron los síntomas argumenta contra este último diagnóstico.


Evolución
Dos semanas antes de la internación, la paciente tuvo una enfermedad de tipo gripal, con malestar generalizado, y tos escasamente productiva, y ocasionales esputos con estrías de sangre. En ese momento no refería rash cutáneo o artralgias. La paciente había sido siempre sana excepto por su cuadro convulsivo. Su medicación incluía fenitoína, carbamazepina y aspirina. No fumaba ni tomaba alcohol, ni usaba drogas ilícitas.



Ponente 
Esta información me orienta hacia la posibilidad de lupus inducido por drogas, con fenitoína como agente casual. Un antecedente de enfermedad de tipo gripal y esputo con estrías de sangre, me hacen pensar en síndrome de Goodpasture, u otra forma de glomerulonefritis, o alguna clase de enfermedad renal que el ibuprofeno haya exacerbado.



Evolución
La paciente era obesa y presentaba leve dificultad respiratoria. Su temperatura era de 39,2ºC. Su presión arterial mientras se encontraba en decúbito horizontal era de 138/72 mmHg, y cuando se incorporaba, de 139/70 mmHg, con una frecuencia cardíaca de 120 por minuto y una frecuencia respiratoria de 24 por minuto. Había pulso paradójico de 12 mm Hg. El examen del tórax revelaba rales en la base izquierda y matidez a la percusión de ambas bases. Había un frote pericárdico de tres componentes en la punta, pero no había soplos o galope. Su pantorrilla izquierda era dolorosa pero no estaba caliente ni eritematosa, y la pantorrilla derecha estaba caliente, eritematosa y no dolía. Los pulsos periféricos estaban presentes. El resto del examen era negativo.



Ponente
El pulso paradójico está en el límite de lo normal, y puede sugerir que además de la pericarditis, ella tenga líquido pericárdico, pero probablemente no en cantidad importante. Su presión arterial es satisfactoria, lo cual sugiere que no hay taponamiento cardíaco. La pericarditis otra vez nos evoca la posibilidad de lupus. Otra consideración sería la de pericarditis viral, aunque sería difícil explicar todos los signos de presentación con ese diagnóstico. Es posible que ella tenga más de una enfermedad, pero tratando de explicar todo, parece más razonable pensar en un solo diagnóstico, sobre todo porque la paciente, el único problema previo que registraba era convulsiones. El dolor en la pantorrilla nuevamente sugiere trombosis venosa profunda con embolia pulmonar, aunque también el dolor puede estar relacionado con el trauma reciente. La embolia pulmonar, sin embargo no explicaría todos los signos de la paciente, por ejemplo, no puede explicar el frote pericárdico. Creo que el problema de la pierna no es una trombosis venosa profunda.



Evolución
La Rx de tórax mostró cardiomegalia sin derrame pleural y un infiltrado heterogéneo en el lóbulo inferior izquierdo. El electrocardiograma mostró taquicardia sinusal con intervalos normales, un eje a +17 grados, sin cambios en la onda T o en el ST. Los resultados iniciales de laboratorio incluyeron los siguientes datos: sodio 136 mmol/l; potasio 3,7 mmol/l; cloro 108 mmol/l; bicarbonato 20 mmol/l; urea 42 mg/dl; creatinina 2,5 mg/dl; glucosa 158 mg/dl; bilirrubina 3 mg/dl. El recuento de glóbulos blancos era de 11600/mm3, con 8820 polimorfonucleares neutrófilos; el hematocrito era de 28%; el volumen corpuscular medio de 85u3. Un test para gonadotrofina coriónica humana fue negativo. El pH arterial era de 7,39, la presión parcial de CO2 era de 29 mmHg y la presión parcial de oxígeno era de 80 mmHg.




Ponente
La paciente tiene una insuficiencia renal, pero probablemente no lo suficientemente severa como para explicar la pericarditis, que raramente ocurre sin una anemia profunda. El lupus inducido por drogas, que parecía una fuerte posibilidad, es ahora menos probable debido a que raramente ocasiona fallo renal. También es probable que existan dos procesos en curso, con el ibuprofeno contribuyendo a un problema preexistente. Otra posibilidad es una neumonía de lóbulo inferior izquierdo debido a una variedad de organismos, con pericarditis y fallo renal secundarios al tratamiento con ibuprofeno. A veces, una neumonía de lóbulo inferior izquierdo puede en si misma causar pericarditis. Todavía pienso que podría tratarse de un lupus inducido por drogas.



Evolución
El análisis de orina mostró sangre 2+, proteínas 2+, y cilindros granulosos. Un estudio con Doppler de las piernas reveló trombos murales bilateralmente en las venas femorales superficiales medias y distales. Las válvulas eran incompetentes en la totalidad del sistema venoso profundo. El cuadro se interpretó como neumonía y depleción de volumen. Fue internada en el hospital, y tratada con líquidos intravenosos y ampicilina-sulbactam. Aunque una embolia pulmonar siguió siendo una posibilidad, no se le administró heparina por la preocupación de que la paciente tuviera pericarditis con derrame inflamatorio. Rápidamente después de la internación se realizó un análisis que mostró una eritrosedimentación de 107 mm/hora y una albúmina sérica de 1,9 g/dl.



Ponente
Los bajos niveles de hematocrito y de albúmina, sugieren que la paciente ha estado enferma por más tiempo que pocos días o semanas. Dado que el Doppler no puede distinguir entre un trombo nuevo de uno viejo, asumo que los trombos de las piernas pueden ser viejos. Es posible que sean trombos nuevos, pero, a menos que tenga una coagulopatía asociada a trastorno del tejido conectivo, es difícil relacionarlos con la pericarditis y el fallo renal. También es posible que tenga un lupus eritematoso primario. Como parte del proceso, ella puede tener un síndrome antifosfolipídico que la predisponga a la trombosis.
La preocupación de usar heparina en un paciente con un frote pericárdico es interesante. Más de 40 años atrás, un estudio de autopsias en Escandinavia buscó diferencias entre los pacientes que recibían anticoagulantesdespués de infarto de miocardio y aquellos que no los recibían. (1) El estudio encontró una mayor incidencia de ruptura cardíaca y hemopericardio en los pacientes que recibían anticoagulantes, pero la diferencia no fue estadísticamente significativa. En base a ese estudio, uno puede argumentar que existe algún riesgo aumentado en administrar anticoagulantes a pacientes que cursan una pericarditis. Por otro lado, en estudios con agentes trombolíticos en infarto de miocardio, la incidencia de hemopericardio es muy baja. Por lo tanto, yo no creo que la pericarditis aguda sea una contraindicación absoluta para la anticoagulación. Si la sospecha de embolia pulmonar es muy fuerte, o se instala un trombo nuevo proximal, creo que recomendaría la anticoagulación. Creo que el riesgo de hemopericardio es menor que el riesgo de presentar embolia pulmonar recurrente, o trombosis venosa profunda.
Una vez que supe que la paciente presentaba un frote pericárdico, mi entusiasmo por el diagnóstico de embolia pulmonar disminuyó. En este caso, la indicación de anticoagulación no sería por embolia pulmonar, sino por la posibilidad de nueva trombosis venosa profunda. Desde el momento que los coágulos están en territorio venoso distal del sistema femoral superficial, yo me inclinaría a retirar la anticoagulación, y repetiría el estudio con Doppler en 2 o 3 días, buscando extensión proximal del coágulo. La trataría solamente si hay extensión al sistema venoso proximal.




Evolución
Doce horas más tarde de la internación, la frecuencia respiratoria de la paciente aumentó a 44 por minuto y hubo evidencias de derrame pleural izquierdo progresivo. Fue transferida a una unidad de cuidados intensivos. Un ecocardiograma mostró tamaño y función del ventrículo izquierdo normal, con una regurgitación mitral 1+ y leve agrandamiento auricular izquierdo. La función y las presiones del ventrículo derecho eran normales. Había moderado derrame pericárdico circunferencial sin evidencias de taponamiento. La paciente fue tratada con heparina por la trombosis en piernas y por posible embolia pulmonar, aún aunque el centelleograma ventilación-perfusión mostró sólo un defecto de perfusión en el lóbulo inferior izquierdo en una zona no ventilada, no mostró áreas de mismatch, y los resultados del mismo fueron considerados de baja probabilidad de embolismo pulmonar.



Ponente
Los hallazgos de la ventilación-perfusión hacen el diagnóstico de embolia pulmonar improbables, aunque no lo descarta. El derrame pleural progresivo puede explicar la taquipnea creciente de la paciente. Quisiera saber si las venas del cuello estaban distendidas, si el pulso paradójico había cambiado, y si la presión arterial había cambiado. Estos hallazgos clínicos nos ayudarían a determinar la extensión del derrame pericárdico y en cuanto contribuye a la disnea. Otra consideración sería la tuberculosis, que podría explicar el derrame pericárdico así como el derrame pleural. Otra vez, las manifestaciones renales serían difíciles de encuadrar con este diagnóstico, a menos que este represente disminución de la perfusión renal.



Evolución
El tercer día de hospital, la paciente se tornó afebril, tenía menos disnea, y estaba lo suficientemente estable para ser transferida fuera de la unidad de cuidados intensivos. Desarrolló evidencias de sobrecarga progresiva de volumen, con distensión de las venas del cuello, derrame pleural bilateral y edema en miembros inferiores. A pesar de la sobrecarga de líquidos, el nivel de creatinina sérica aumentó a 3,7 mg/dl. Fue tratada con corticoides por presunción de enfermedad colágeno-vascular con compromiso renal. El resultado de los factores antinucleares estaban pendientes en ese momento, y todos los cultivos de sangre habían sido negativos. El hematocrito había caído desde la admisión, y ahora era de 22%. El tiempo parcial de tromboplastina seguía estando 1 ½ veces el valor control normal.




Ponente
Asumiendo que ella no tiene oliguria, el empeoramiento de la función renal ciertamente sugiere la posibilidad de enfermedad del tejido conectivo. Yo creo que el uso de corticoides en estas circunstancias es razonable, pero me preocupa la posibilidad de un proceso infeccioso de base, tal como tuberculosis.




Evolución
El sexto día de hospital, la paciente tuvo marcada dificultad respiratoria, taquicardia, e hipotensión. El pulso paradójico era de 20 mmHg. Un segundo ecocardiograma mostró un marcado aumento del derrame pericárdico, y colapso ventricular derecho. Fue llevada a la sala de operaciones, donde se le extrajeron 120 ml de líquido serosanguinolento (conteniendo 37550 células rojas por mm3, 9700 células blancas por mm3, 3 mg de glucosa por decilitro, y 4,4 g de proteínas/dl), realizándosele una ventana pericárdica. Hubo un inmediato mejoramiento sintomático. Un segundo Doppler de las piernas después de la cirugía no mostró evidencias de coágulos en el sistema femoral superficial ni en ningún otro sitio, y el tratamiento anticoagulante no fue reiniciado.


Cuál es el Diagnóstico?


Ponente
La sangre en el líquido pericárdico puede parecer un hallazgo de mucha ayuda, sin embargo, ocurre en tantos trastornos que realmente no ayuda en el diagnóstico diferencial. Es ciertamente posible que la anticoagulación puede haber empeorado el derrame, pero los derrames pericárdicos hemorrágicos son frecuentes, aún sin anticoagulación. El bajo nivel de glucosa, sin embargo, sugiere la posibilidad de infección, enfermedad del tejido conectivo, o neoplasia.




Evolución
El título de los anticuerpos antinucleares fue de 1:640, la concentración de anticuerpos anti-DNA de doble cadena fue de 875U/ml, el nivel de C3 fue de 48 mg/dl, un test para anticoagulante lúpico fue positivo, y un test para anticuerpos anti-histona fue negativo. Esos hallazgos fueron considerados como consistentes con el diagnóstico de lupus eritematoso sistémico idiopático. Después de la cirugía la paciente mejoró francamente mientras fue medicada con prednisona 60 mg por día. Al alta, el día 14 su creatinina fue de 1,0 mg/dl.




Ponente
Tratando de explicar los diversos hallazgos de esta paciente, yo consideré al lupus desde un principio. A medida que fue apareciendo información adicional, mi impresión inicial de que el cuadro podría haber sido producido por un lupus inducido por drogas, fue cambiando por la posibilidad de lupus idiopático. Ciertamente, todos los hallazgos de la paciente, encajan más con este diagnóstico que con ningún otro.




Comentario.

 Pocos clínicos verán una paciente como la que aquí se describió. La paciente no solo tuvo pericarditis aguda con derrame, sino también fuertes evidencias de trombosis venosa profunda. Los médicos que atendieron a la paciente, así como el que discutió el caso se enfrentaron con un problema común que ha sido discutido en otros artículos de esta serie, respecto de la decisión de dar anticoagulantes a pacientes en riesgo de hemorragia. (2) En el caso de esta paciente, sin embargo, el problema se estaba acrecentado dado que existía una causa incierta de pericarditis, y la relativa rareza de las dos condiciones ocurrieron coincidentemente. Aún si su pericarditis hubiese sido atribuída a lupus desde el principio, la decisión de usar heparina no hubiera sido fácil. Aunque la probabilidad de trombosis venosa profunda y por lo tanto la necesidad de terapia anticoagulante podría haber sido aconsejada en base a la evidencia disponible, la probabilidad de que se produjese un sangrado intrapericárdico como consecuencia de tal terapia hubiera aconsejado lo contrario.

 Hay pocos reportes de uso de heparina en pacientes con enfermedades colágeno-vasculares, pero los resultados han sido desastrosos. Un paciente con pericarditis aguda debida a lupus eritematoso, tuvo un taponamiento cardíaco y murió rápidamente después de haber comenzado tratamiento con heparina intradiálisis. (3) Otro paciente con artritis reumatoidea, tuvo taponamiento cardíaco después de iniciar anticoagulantes por embolismo pulmonar. (4) Pero nosotros sabemos que a menudo, en la literatura son publicados los casos con resultados extremadamente adversos, y por lo tanto no tenemos ni un numerador confiable (el número de pacientes con complicaciones serias de la anticoagulación), ni un denominador confiable (el número de pacientes con pericarditis aguda tratada con anticoagulantes) en los cuales basar nuestra decisión.


Claramente los clínicos, deben tomar decisones aún en ausencia de guías confiables basadas en material publicado. Cuando la literatura carece de información sobre la cual tomar decisones en una situación clínica particular, nosotros podemos estimar groseramente los riesgos, buscando información sobre otros trastornos análogos y sobre los que exista tal información, extrapolándolo a nuestro caso. Así, nosotros tratamos de acercarnos a una correcta estimación del riesgo, basados en alguna situación que no es idéntica, pero que guarda cierta analogía, en vez de tomar una decisión carente de ningún soporte de evidencia. El médico que analizó el caso, se basó en pacientes que recibieron anticoagulantes después de infarto agudo de miocardio para tomar su decisión. Nosotros hemos ampliado esta analogía para incluir el uso de anticoagulantes en pacientes con el llamado “síndrome post injuria cardíaca”, que es un trastorno que acompaña a la inflamación pericárdica después de una cirugía cardíaca o de un infarto de miocardio (también conocido como síndrome de Dressler)


Al comienzo de la década de 1950 hubo algunas publicaciones de pacientes que recibían anticoagulantes después de infarto agudo de miocardio y que tuvieron pericarditis hemorrágica y taponamiento. (5,6) Al final de la década, un estudio caso-control (1) revisó los datos de autopsias de 1044 pacientes quienes habían tenido infarto de miocardio, buscando evidencias de hemopericardio y ruptura de la pared libre ventricular. No hubo diferencias significativas en esos end points entre los pacientes que habían recibido anticoagulantes y aquellos que no lo habían hecho. Estudios posteriores usando monitoreo ecocardiográfico del tamaño pericárdico y de la progresión, concluyeron que la pericarditis no contraindica el uso de anticoagulantes. (7,8) El el Gruppo Italiano per lo Studio della Sopravvivenza nell´Infarto Miocardico (GISSI), los pacientes que recibieron agentes trombolíticos y heparina, tuvieron menos incidencia de derrame pericárdico que aquellos que no lo hicieron, y los pacientes en quienes la pericarditis desarrolló mientras estaban recibiendo terapia trombolítica tuvieron la misma tasa de mortalidad hospitalaria que aquellos que no la estaban recibiendo. (9)


El derrame pericárdico es común después de una cirugía cardíaca, y la anticoagulación a largo plazo está a menudo indicada, especialmente en aquellos a los que se le colocó una válvula mecánica. (10,11) Un estudio prospectivo de 141 pacientes consecutivos examinó si la anticoagulación contribuía al desarrollo de la severidad del derrame posoperatorio y taponamiento. El seguimiento consistía en el monitoreo ecocardiográfico del desarrollo y progresión del derrame pericárdico Los resultados mostraron que la adecuada anticoagulación no predispuso a los pacientes a la formación de pequeños o moderados derrames, pero la excesiva anticoagulación estuvo asociada a grandes derrames y taponamiento. (11)


Cuán precisamente el riesgo de hemorragia en pacientes con infarto o aquellos sometidos a cirugía cardíaca refleja lo que pasa con los pacientes con pericarditis u otras condiciones inflamatorias no está claro. No obstante, la relativamente baja incidencia de sangrado en esos pacientes provee al menos un punto de referencia sobre el que calcular el riesgo en pacientes con pericarditis. Nosotros debemos recordar que aún un bajo riesgo, pero de una complicación potencialmente seria no debe ser tomada a la ligera. El taponamiento cardíaco, aunque puede ser una complicación mortal, es una condición potencialmente tratable. Con un monitoreo cercano de la distensión de las venas del cuello, el aumento del pulso paradójico, y la hipotensión, asociados a monitoreo ecocardiográfico, puede ser posible intervenir, y prevenir el taponamiento la mayoría de las veces.


Decidir si el riesgo de la anticoagulación vale la pena requiere por supuesto, una valoración de la probabilidad de trombosis venosa profunda y sus consecuencias. El examen clínico es completamente poco confiable, proveyendo una precisión diagnóstica de menos de 50%. (12) Dado el scan positivo en piernas de esta paciente, la probabilidad de trombosis venosa profunda proximal era mayor de 90%. (13) El riesgo de embolismo pulmonar es de 50% cuando hay una trombosis venosa proximal documentada y esta no es tratada. El riesgo de muerte por embolismo pulmonar no tratado es tan alto como 30%. La mortalidad se reduce a 8 a 9% con una adecuada anticoagulación. (14) Aunque ulterioriores investigaciones serían necesarias en cuanto a si un embolismo pulmonar ayudaría a reducir la incertidumbre, la documentación de trombosis venosa profunda hace irrelevante la pregunta embolismo pulmonar, dado que el tratamiento de las dos condiciones es el mismo. La mayor morbi-mortalidad en pacientes con embolia pulmonar que sobreviven a las primeras pocas horas, es causada por el embolismo pulmonar recurrente, y el objetivo de la anticoagulación es prevenir la embolización recurrente a partir de los trombos en piernas. Así, dado la alta probabilidad de trombosis venosa profunda y sus potencialmente serias consecuencias, el riesgo de la anticoagulación es probablemente menor que el riesgo de la no anticoagulación.


Aunque el médico que discutió el caso evaluó con precisión el riesgo de hemorragia asociado a pericarditis, y el riesgo de trombosis venosa profunda, no aconsejó el uso de heparina en esta paciente. Tratando de buscar un diagnóstico unificante de los signos y síntomas de esta paciente, él falló en establecer una conección entre embolismo pulmonar y pericarditis. Tal relación, ha sido reconocida por años y puede estar asociada con un síndrome consistente en derrame pleural, anemia, leucocitosis, y eritrosedimentación elevada. (12,15,16,17,18,19). Frotes pleuropericárdicos pueden ser auscultados inicialmente, pero son más comúnmente detectados 5 a 14 días después de la embolia pulmonar. No hay grandes estudios que midan el riesgo de la anticoagulación en pericarditis asociada con embolia pulmonar, pero han sido reportados varios casos. (17,18,19) En todos los pacientes, la terapia con heparina fue continuada a pesar de la pericarditis. Todos los pacientes respondieron bien a los corticoides y no ocurrió taponamiento. La única muerte de la serie fue debido a embolismo pulmonar recurrente. Aunque la paciente descripta aquí probablemente no tuvo embolia pulmonar, el médico que analizó el caso eliminó prematuramente la posibilidad de embolismo pulmonar y trombosis venosa profunda y eligió no recomendar anticoagulación.


Aún retrospectivamente, las decisiones son difíciles de evaluar, y hay todavía muchas preguntas sin contestar en relación a esta paciente. El derrame pericárdico progresó después de la instauración de la terapia con heparina, y parece razonable concluir que la anticoagulación exacerbó el derrame. Asumiendo que así fue, estuvo mal indicada la anticoagulación? En nuestro punto de vista no. Si nuestro análisis de riesgo es correcto, un único mal resultado (que es la hemorragia en el espacio pericárdico) es simplemente un evento que puede ser esperado en una minoría de pacientes. Debe, sin embargo, hacernos dar otra mirada sobre cómo debemos tratar a pacientes similares en el futuro. En casos comparables por ejemplo, sería apropiado insertar un filtro en la vena cava en vez de usar heparina? Sería mejor realizar una punción pericárdica o una ventana pericárdica? Claramente, un análisis separado de los riesgos de la colocación del filtro se requerirían para tomar una decisión correcta.




Traducción de:


Decision Making by Analogy


Deborah L. Greenberg, M.D., and Richard K. Root, M.D.


Clinical Problem-Solving.


Volume 332:592-596 March 2, 1995 Number 9


The New England Journal of Medicine.




Conclusiones del Caso


“Ciertamente, todos los hallazgos de la paciente, encajan más con este diagnóstico que con ningún otro”. Esta es la última frase del experto que analizó el caso, refiriéndose a lupus eritematoso sistémico, que finalmente se diagnosticó en esta paciente. Esa frase nos resulta familiar después de la resolución de todos los casos que presentan dificultades durante su abordaje diagnóstico. Cuando finalmente el caso se resuelve, nos preguntamos ¿qué otro diagnóstico podría haber tenido nuestro paciente sino este?


Sin embargo, esta claridad de pensamiento no se nos presenta cuando nos enfrentamos por primera vez con el problema, ya que las maneras de presentación de las enfermedades generalmente no es la clásica descripta en los textos de medicina.


Esta paciente de 27 años se presentó a la consulta por dolor en puntada de costado, dificultad respiratoria, náuseas y vómitos de 24 hs de evolución, asociado a dolor en su pantorrilla, y con el antecedente de un episodio convulsivo cuatro días antes. El acto reflejo de asociar la sintomatología en un diagnóstico unificador nos lleva sin demasiadas dudas a un diagnóstico presuntivo de tromboembolismo pulmonar en relación a trombosis venosa profunda de miembros inferiores. El dolor de tipo “serositis” descripto en la internación, relacionado con los movimientos respiratorios, evoca compromiso pleural, y es un elemento menos específico que un dolor pericárdico. El frote pericárdico, no descripto en el primer examen, es asumido como que apareció en la evolución, y es interpretado como complicación de tromboembolismo pulmonar, o por lo menos se intentó buscarle alguna explicación como complicación evolutiva del evento inicial. Si en cambio, un frote pericárdico (que la paciente seguramente tenía al comienzo del cuadro) hubiese sido mencionado en la historia, probablemente lupus eritematoso sistémico podría haber sido una consideración fuerte en una mujer de 27 años, anémica, febril, con antecedentes de convulsiones, insuficiencia renal asociada a sedimento urinario patológico, y que presenta pericarditis aguda.


No se profundizó en el estudio de la anemia, que probablemente tendría algún componente hemolítico, así como tampoco se consideró un síndrome antifosfolipídico asociado a lupus, en la búsqueda de la explicación de trombosis en miembros inferiores en una paciente joven.


Por último, no se hicieron estudios tendientes a descartar hemorragia pulmonar, en una paciente con lupus, con dificultad respiratoria, infiltrados pulmonares y caída brusca del hematocrito sin otra justificación.


Es este un caso que nos enseña que a veces, además de considerar todos los elementos que presenta el paciente juntos tratando de configurar un diagnóstico sindrómico, y de esa manera considerar las etiologías posibles, puede ser de ayuda considerar cada elemento por separado, y de las partes tratar de llegar al todo. En este caso, el diagnóstico de pericarditis, en una mujer joven, febril, evoca rápidamente al lupus entre los primeros diagnósticos a considerar. Una vez con esta idea en nuestra mente, sometemos ese diagnóstico a la consideración del resto de los elementos clínicos y de laboratorio disponibles para ver si hay elementos incongruentes, que estén enfrentados, o que descarten nuestra hipótesis diagnóstica. En este caso, todos esos elementos son a medida de nuestra presunción.




Referencias


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LOXOSCELISMO.

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Hospital "Dr Ángel Pintos" de Azul
Paciente de 23 años sexo masculino que presenta una mordedura de araña que él mismo constató mientras dormía al darse vuelta en la cama. No consulta en ese momento y va a su trabajo normalmente como todos los días  notando dolor creciente durante toda la jornada laboral. Al día siguiente, 24 horas después del accidente consulta a un establecimiento  asistencial.  Allí refiere que en el momento de la mordedura no sintió un intenso dolor.   Cuando regresa a su casa constata eritema en la  zona de la mordedura  que es la parte externa del muslo derecho. Se le indica amoxicilina clavulánico que toma por cuatro días después de lo cual vuelve a consultar por empeoramiento local de la lesión la cual presenta flictenas  centrales sobre una placa marmórea o livedoide.  Se lo deriva a nuestro hospital.
A la  llegada a nuestro hospital el paciente tiene regular estado general, está normotenso, sin taquicardia pero dice que no se siente muy bien,  ha presentado fiebre intermitente. No tuvo náuseas, vómitos ni mialgias generalizadas pero se queja de dolor de moderado a severo en el sitio de la mordedura el cual presenta este aspecto.







Figura. Aspecto de la región de la mordedura en el momento de su internación





Día 2




Día 3




Se interpretó el cuadro por las lesiones locales y por la descripción que hace el paciente del arácnido como una mordedura de Loxosceles.
Se indica tratamiento local con lavados de agua y jabón suave, y analgésicos antinflamatorios. Se suspenden los antibióticos porque no existían signos de infección. No hubo necesidad de la utilización de opiáceos. El cuadro no evolucionó a la necrosis local y no tuvo manifestaciones sistémicas de loxoscelismo como hemólisis, rabdomiolisis, insuficiencia renal ni coagulación intravascular diseminada por lo que se va de alta al día siguiente de su internación con indicación de analgesia por VO y cuidados locales de la región. Se lo citó para consulta ambulatoria en 5 días y se le indicaron pautas de alarma por las cuales consultar antes de la cita.  

LOXOSCELISMO
Loxosceles es un género de arañas  de la familia Sicariidae. Tiene una amplia distribución mundial; Loxosceles laeta, la que posee mayor distribución en Sudamérica, es sin duda la más tóxica y peligrosa. Se las conoce también como arañas violín y arañas del rincón.

Las arañas del género Loxosceles se pueden encontrar en todo el mundo. Son más de 100 especies descritas en muchos países de Europa, África, Oceanía, Asia, Norte América y Sudamérica, donde han sido descritas más de 30 especies. Las especies más importantes del género Loxosceles son L. gaucho, L. intermedia, L. laeta, L. deserta y L. reclusa de acuerdo a su distribución geográfica y el número de mordidas notificadas con lesiones considerables y grado de letalidad.
La mordedura de estas arañas suelen ser de alta peligrosidad en el hombre, ya que producen cuadros médicos de loxoscelismo, con fuerte tendencia a producir gangrena, o, en el peor de los casos, la muerte.

La  Loxosceles reclusa tiene un color morado con café muy claro, y su aspecto es más bien pequeño (Figuras 1 y 2), algo menor que la araña de los rincones (Loxosceles laeta), su prima sudamericana (Figura 3). Para su identificación definitiva es imprescindible examinar los ojos.



Figura 1: La araña parece más grande que el tamaño real. La araña reclusa madura tienen una longitud corporal (no incluyendo las patas) de 7 a 10 mm.




Figura 2 Loxosceles reclusa





Figura 3 Loxosceles laeta.





Aunque la mayoría de las arañas tienen ocho ojos, las especies del género Loxosceles tienen seis ojos dispuestos en pares (díadas) con un par mediano y dos pares laterales. Sólo algunas otras especies de arañas tienen tres pares de ojos dispuestos de esta manera, como por ejemplo los escitódidos. Las Loxosceles reclusas no tienen patrones de coloración evidentes en el abdomen o las patas, y las patas carecen de pelos. El abdomen está cubierto de pelos cortos finos que, cuando se ve sin aumento, dan la apariencia de ser piel suave.

UBICACIÓN GEOGRÁFICA. 
Hay más de 110 Loxosceles especies en el mundo, aunque sólo unos pocos tienen amplias distribuciones y también existen donde viven los seres humanos. La mayoría de las especies se encuentran en América del Norte y del Sur. Las mordeduras de araña son raras en otros lugares, a pesar de que se han registrado en África del Sur y Australia.
En los Estados Unidos, la reclusa se encuentran en áreas limitadas del Sur, Oeste y Medio Oeste y rara vez fuera de estas áreas endémicas . La reclusa parda, L. reclusa , es el más extendido y el más conocido de araña reclusa de América del Norte.
En América del Sur, las Loxosceles  de mayor importancia médica se encuentran en Brasil y Chile donde las especies involucradas  en envenenamientos son L. laeta, L. Intermedia y L. gaucho . Loxosceles laeta es a menudo considerada la más peligrosa de las arañas reclusas, en parte debido a que es la especie que alcanza un tamaño corporal grande.

HÁBITAT
Las reclusas se encuentran en su mayoría dentro de los hogares (por ejemplo, sótanos, áticos, detrás de los estantes,  aparadores y armarios). Como su nombre lo indica, estas arañas prefieren las zonas oscuras y tranquilas donde rara vez se ven  perturbadas. Al aire libre, se encuentran debajo de objetos, tales como rocas o corteza de  árboles muertos.


MANIFESTACIONES DE LAS MORDEDURA
Loxoscelismo es el término utilizado para las manifestaciones clínicas de mordeduras de araña reclusa. Aquí utilizaremos el término se utiliza para referirnos tanto a los síntomas locales como sistémicos que resultan de picaduras, aunque los toxicólogos  generalmente usan el término para referirse exclusivamente a los síntomas sistémicos.

La bibliografía relacionada con loxoscelismo es en general inadecuada debido a la falta de documentación de una mordedura de araña demostrada, que es la presencia probada de la araña culpable en la zona [ 13 ]. Informes de mayor serie de pacientes que llevan el diagnóstico de loxoscelismo sólo han demostrado picaduras en 7 a 14 por ciento de los casos [ 14,15 ].

PROPIEDADES DEL VENENO. 
El veneno de Loxosceles  contiene un gran número de enzimas y sustancias biológicamente activas, de las cuales la esfingomielinasa D es la más importante. Esta enzima es única en la naturaleza para Loxosceles y su género hermana, Sicarius , pero está ausente en todas las otras arañas incluyendo otras arañas haplogina estrechamente relacionadas [ 16 ].

La esfingomielinasa se cree que es responsable de la necrosis de la piel y las manifestaciones sistémicas del envenenamiento por Loxosceles. Se activa el complemento, induce la quimiotaxis de neutrófilos, induce la apoptosis de los queratinocitos y otras células, e inicia la generación de  metaloproteinasas degradantes de colágeno y elastina [ 17 ].

HISTORIA CLÍNICA  
La araña reclusa (como la mayoría de las arañas) suelen picar a los humanos sólo como una desesperada última línea de defensa, ya que están siendo aplastados entre el cuerpo del individuo  y algún objeto. Esto ocurre con mayor frecuencia en el interior de una vivienda, como resultado de girar en la cama o ponerse  la ropa o colocarse un calzado que se ha dejado en los armarios o en el suelo, lugares en los  que la araña ha buscado refugio.
La picadura  de araña reclusa ocurre típicamente en la parte superior del brazo, tórax, o parte interna del muslo. Las picaduras en las manos o la cara (es decir, las zonas no cubiertas) son raros.
Las picaduras de araña pueden verse en el exterior, en espacios abiertos aunque loxosceles no es una araña que se encuentre libre en la vegetación, así que la mayoría de los episodios reportados, generalmente han sufrido una picadura de insecto o punción de espinas u otras superficies agudas de plantas.

HALLAZGOS SIGUIENDO A UNA MORDEDURA:
Los síntomas pueden ser divididos en locales en el sitio de la mordedura, necrosis de la piel, y con menor frecuencia, efectos sistémicos.

EFECTOS LOCALES. 
La picadura inicial de una araña Loxosceles  es generalmente indolora, aunque en ocasiones pueden ser dolorosas o causar una sensación de ardor [ 18 ].

El sitio puede ser identificado a veces por dos pequeñas marcas de punción cutánea con eritema circundante. A veces se produce vesiculación en la zona de la picadura (imagen 4)



Figura  4: Sitio de mordedura de reclusa parda (Loxosceles reclusa), donde se aprecia vesiculación

La picadura es generalmente una placa de color rojo ( imagen 5 ) o una pápula, que a menudo se desarrolla palidez central. 






Figura 5
De vez en cuando, hay vesiculación alrededor del sitio de la picadura  ( imagen 6 ). 





Figura 6

El dolor suele aumentar en las siguientes  dos a ocho horas, y puede llegar a ser grave. En la mayoría de los casos, esta lesión es autolimitada y se resuelve sin más complicaciones en aproximadamente una semana [ 19 ]. Sin embargo, en algunos pacientes, la lesión  evolucionará a un centro oscuro, deprimido durante las siguientes 24 a 48 horas, culminando en una escara seca que se ulcera posteriormente ( imagen 7 ).





Figura 7
Algunos pacientes desarrollan urticaria o una erupción morbiliforme en las primeras horas después de la picadura.

NECROSIS. 
Los expertos en el pasado estimaban que aproximadamente el 10 por ciento de las picaduras evolucionaban a necrosis.  [ 19-21 ]. Sin embargo, muchas lesiones cutáneas necróticas se atribuyen erróneamente a  picaduras de araña. Por lo tanto, la verdadera frecuencia de necrosis de la piel después de una picadura es poco clara [ 22 ].
La progresión a la necrosis de una picadura de araña reclusa toma normalmente durante varios días. La pápula o placa original, desarrolla un color rojo o azul oscuro en el centro de la lesión, y una parte central de seco, deprimido pueden anunciar necrosis. Puede haber anestesia en el centro. Se forma una escara y, posteriormente, se rompe para formar una úlcera. La lesión puede ampliar de una manera gravitacional [ 23 ].
Una lesión necrótica completamente desarrollada es normalmente de 1 a 2 cm de diámetro, aunque la pérdida de la piel puede ser más extensa y úlceras tan grandes como 40 cm o más raramente se han descrito ( imagen 8 ). 





Figura 8
Estos  más típicamente se producen sobre el tejido graso en las nalgas y los muslos (imagen 9).






Figura 9

Las lesiones normalmente progresan hasta elpunto máximo alrededor de los 10 días de la picadura, y la mayoría de lesiones se curan por segunda  varias semanas después, sin dejar cicatriz [ 23 ]. Algunas lesiones necróticas toman meses para sanar completamente. Cicatrices permanentes que a veces requieren la  reparación quirúrgica son  poco comunes [ 24 ].

LAS MANIFESTACIONES SISTÉMICAS. 
Son una complicación poco frecuente de picaduras de araña, y no se correlacionan con los hallazgos locales. Los siguientes signos y síntomas no específicos pueden aparecer durante varios días después de una picadura de araña reclusa [ 18 ]:

  • Malestar
  • Náuseas y  vómitos
  • Fiebre
  • Mialgias

EFECTOS POTENCIALMENTE MORTALES 
Las complicaciones raras después de una picadura de araña reclusa incluyen angioedema, anemia hemolítica aguda, coagulación intravascular diseminada, rabdomiolisis, mionecrosis, insuficiencia renal, coma y  muerte [ 25-28 ]. El riesgo de estas complicaciones de las picaduras de Loxosceles son bajas en EEUU[ 19 ], pero sin embargo  son más comunes en  Loxoscelismo de las especies Sudamericana de L. laeta [ 23 ].

Sobre la base de pequeñas series de casos, las picaduras porLoxosceles  pueden ser muy graves en niños [ 23 ]; Sin embargo, la literatura no es clara en la frecuencia de complicaciones a causa de la presentación de informes ambigüedades y falta de documentación de la araña verdaderamente responsable.

DIAGNÓSTICO  
Un diagnóstico presuntivo de una picadura de araña se basa con mayor frecuencia en la historia de la sensación de una picadura y presentación clínica de una herida que puede ser necrótica. Un ensayo contra veneno de Loxosceles  se ha desarrollado pero no está comercialmente disponible [ 32 ]. Es de destacar que el diagnóstico de una picadura de araña puede ser considerada definitiva sólo si el paciente tiene una lesión de la piel compatible y se cumplen ambos de los siguientes criterios:
  1. Se observó una araña infligir la mordedura.
  2. La araña se recuperó, se recogió y fue debidamente identificada por un entomólogo experto.

Si no se cumplen con ambos requisitos , entonces se deben excluir otras causas tales como vasculitis, infección, problemas vasculares, u otros trastornos pertinentes.

Debido a que los efectos sistémicos pueden preceder a los hallazgos de la piel, un diagnóstico de mordedura de araña reclusa debe sobre todo en niños con hemólisis aguda de etiología desconocida en las regiones donde se encuentra la araña reclusa. Sin embargo, también se deben excluir otras etiologías de anemia hemolítica aguda, grave.


EVALUACIÓN MÁS PROFUNDA.
Los pacientes con manifestaciones clínicas limitadas a los efectos locales no requieren evaluación de laboratorio.

Los pacientes con hallazgos sistémicos (por ejemplo, malestar, náuseas y vómitos, fiebre y mialgias), especialmente los niños, la evaluación  de hemólisis aguda, rabdomiolisis, y  lesión renal aguda debe realizarse de la siguiente manera:
  • Recuento sanguíneo completo con frotis de sangre periférica
  • Recuento de reticulocitos
  • Estudios inmunológicos de hemólisis (incluyendo la prueba de Coombs) para los pacientes con signos de anemia hemolítica
  • Bilirrubina sérica directa y  total
  • Aspartato aminotransferasa y alanina aminotransferasa
  • Láctico deshidrogensa
  • Haptoglobina en suero para pacientes con signos de anemia hemolítica
  • Electrolitos séricos
  • Calcio y fosfato en suero
  • Acido úrico en suero de pacientes con signos de rabdomiólisis
  • Nitrógeno ureico en sangre y creatinina
  • Creatina quinasa
  • Tira reactiva de orina rápida para la sangre y para urobilinógeno con  análisis de orina si es positivo
  • Tiempo de protrombina (PT) con una relación normalizada internacional (RIN)
  • Tiempo de tromboplastina parcial activado (aPTT)
  • Fibrinógeno y dímero D (si RIN o aPTT se prolonga)
  • Electrocardiograma (en pacientes con hallazgos de anormalidades rabdomiolisis y electrolitos)

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL 
Numerosas condiciones  han sido confundidas con una mordedura de araña reclusa necrótica

La siguiente nemotecnia : NOT RECLUSE puede ayudar en la diferenciación de las picaduras de la araña reclusa parda de otras lesiones de la piel [ 33 ]:

  • N – Numerosas (las picaduras de reclusa generalmente son lesiones únicas).
  • O– Occurrencia (las picaduras de reclusa ocurren típicamente en lugares aislados oscuros y silenciosos de la casa tales como ático, garaje etc más que en espacios abiertoso alaire libre)
  • T– Timing (las lesiones aparecen en temporadas d invierno raramente son causadas por mordeduras de araña reclusa)
  • R– Rojo el centro (las picaduras de reclusa tienen típicamente un centro pálido)
  • E– Elevados  (las mordeduras de reclusa son planas o deprimidas)
  • C – Crónicas  (las lesiones que duran más de varias semanas,raramente son mordeduras de reclus)
  • L– Large (grandes)(las lesiones de más de 10 cm son raramente causadas por mordeduras de reclusa)
  • U– Ulceración temprana (la ulceración anterior a los 7 días de la mordedura sugieren otra causa como infección o pioderma gangrenoso, más que mordedura de araña reclusa)
  • S – Swollen (inflamación) (excepto para las mordeduras de la cara o los pies la inflamación significativa no es típica de mordedura por reclusa)
  • E– Exudativas (si la lesion es muy exudative o con pus francoi hay que buscar otras causas como por ejemplo infección, antes que mordedura por reclusa)


LESIONES ULCERADAS SOLITARIAS QUE SE PUEDEN CONFUNDIR CON MORDEDURA POR RECLUSA
Entre ellas están las infecciones, traumatismos, enfermedades vasculares, pioderma gangrenoso, y vasculitis.

INFECCIONES  
Las infecciones comunes que pueden llegar a ser necróticas incluyen infecciones por estafilococos y estreptococos, infecciones fúngicas profundas, y las infecciones por micobacterias atípicas. Sin embargo, en la mayoría de los casos de infección cutánea, hay hinchazón inicial con  elevación de la región central por encima del nivel de la piel circundante y la ulceración es rara [ 33 ]. Por el contrario, las heridas  necróticas por mordedura de  reclusa  tienden a tener una hinchazón leve por encima de la superficie de la piel con la excepción de cuando existen  vesículas y además  se ulceran precozmente en el proceso.

ENFERMEDAD VASCULAR 
A veces se pueden confundir con mordeduras de araña los pacientes con úlceras por insuficiencia venosa o arterial crónicas, y diabetes mellitus. 

PIODERMA GANGRENOSO 
El pioderma gangrenoso es un trastorno idiopático en el que, pápulas de color azul-rojo oscuro progresan a lesiones ulcerosas necróticas. Los pacientes pueden reportar una historia de traumatismo previo en el sitio o tiene signos de enfermedad sistémica. Los bordes  son típicamente irregulares con bordes socavados, y la lesión puede tener una base purulenta. Las lesiones pueden ser bullosas.

VASCULITIS 
Las vasculitis son resultados cutáneas de la inflamación de los vasos sanguíneos de tamaño pequeño o mediano en la piel. Los pequeños vasos sanguíneos son capilares, vénulas post-capilares, y arteriolas  no musculares de la dermis superficial o intermedia ( menos de 50 micrómetros). Vasos de tamaño medio constan de 50 a 150 micrómetros vasos con paredes musculares en la dermis profunda y tejido subcutáneo. Las vasculitis cutánea se produce en una amplia variedad de entornos clínicos. Se producen ulceración y necrosis del tejido cuando existe reducción de la perfusión en la piel.
Los pacientes con vasculitis pueden tener la presencia de hallazgos sistémicos consistentes con enfermedad del tejido conectivo, síntomas recientes de  infección, o la introducción de un medicamento en los últimos 7 a 10 días, que ayuda a diferenciarlas de las víctimas de mordeduras de araña reclusa. Sin embargo, la biopsia de piel es más definitiva para establecer el diagnóstico de vasculitis.

DERMATOSIS PUSTULOSA DEL DORSO DE LA MANO   
La dermatosis pustulosa del dorso de la mano es una condición ulcerosa que se caracteriza por una o más úlceras en el dorso de la mano. Las lesiones pueden ser bullosas o bullosas hemorrágicas inicialmente. Esta condición se ha sentido r relacionado con pioderma gangrenoso y síndrome de Sweet [ 36 ].

TRATAMIENTO 
No existe evidencia de que el  uso de tratamientos específicos para Loxoscelismo (por ejemplo, dapsona , antiveneno) sean costo efectivos y se deben sopesar los beneficios  potenciales frente a los riesgos relativos de su uso.  [ 37 ].

EFECTOS LOCALES 
El tratamiento de los hallazgos locales agudos después de una mordedura de araña reclusa implica el cuidado local de la herida, el manejo del dolor, y, si está indicado, profilaxis antitetánica.

ATENCIÓN Y MEDIDAS GENERALES DE LA HERIDA 
Las medidas de tratamiento inicial después de cualquier mordedura de araña incluyen:
Limpiar la picadura con agua y jabón suave.
Aplicar compresas frías, teniendo cuidado de no congelar el tejido.
Mantener la parte del cuerpo afectada en una posición elevada o neutra (si es posible).
Administrar medicamentos para el dolor según sea necesario. Algunos pacientes responden a los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, mientras que otros pueden requerir opioides.
Administrar profilaxis antitetánica si está indicada.
La mayoría de las mordeduras pueden ser manejadas con una intervención mínima y  curan sin dejar cicatriz. La resolución una mordedura de araña debe ser monitorizada por la probabilidad  del desarrollo de  infección bacteriana secundaria.

ANTIBIÓTICOS
Se indican antibióticos sólo si hay signos de infección, como aumento de eritema, fluctuación, y supuración. Si se sospecha una infección, debe ser tratada con antibióticos como se recomienda para cualquier celulitis sin complicaciones.

NECROSIS DÉRMICA 
Para los pacientes con picaduras de araña reclusa que tienen un centro oscuro u otros signos de desarrollar necrosis, no existe ninguna terapia probada además de  la administración del antiveneno. El antiveneno se sugiere para los pacientes con moderada a severa necrosis dérmica que se presentan para la atención dentro de las 48 horas después de la mordedura de araña reclusa si es que ocurrió en América del Sur.
En ausencia de antiveneno, se sugiere que los pacientes con necrosis dérmica reciban cuidado de la herida solamente sintomático y de apoyo; el uso de la dapsona debe ser evitado. Dapsona ha sido defendida por algunos, pero no hay beneficio claro según  la evidencia existente y hay riesgo considerable de efectos adversos incluyendo anemia aplásica, metahemoglobinemia, e hipersensibilidad dapsona [ 38,39 ]. Además, los efectos secundarios adversos por dapsona  pueden confundir el seguimiento de pacientes con posible loxoscelismo sistémico.

Sugerimos no realizar la extirpación quirúrgica temprana y / o raspado de una lesión necrótica. Sin embargo, una vez que la lesión está demarcada y clínicamente estable, el desbridamiento y cuidado de la herida pueden permitir una mejor cicatrización. En una serie de ocho pacientes, se usó el cierre de heridas asistido por vacío para promover la curación de lesiones necróticas [ 40 ] y, en un ensayo animal, este método se asoció con más rápida cicatrización de la herida [ 41 ]. Una pequeña minoría de lesiones necróticas más tarde requiere revisión quirúrgica de las cicatrices, incluyendo injerto de piel.

Varias otras terapias se han propuesto o realizado, pero no se recomiendan:

Tetraciclina. La aplicación de tetraciclina tópica se ha demostrado que reduce la progresión de las lesiones dermonecróticas en conejos expuestos a Loxosceles  pero hay que esperar más estudios en seres humanos [ 42 ].
Tratamientos insuficientemente estudiados:  Terapias que no han sido estudiados adecuadamente en humanos incluyen antihistamínicos, glucocorticoides, administración empírica de antibióticos tópicos o sistémicos, vasodilatadores, heparina, nitroglicerina , oxígeno hiperbárico, dextrano, y  shock  eléctrica local  [ 39,42-44 ].


PACIENTES CON TOXICIDAD SISTÉMICA 
Los pacientes con toxicidad sistémica pueden presentar náuseas, fiebre, malestar general, vómitos, mialgias, o palidez a los pocos días de una mordedura de araña. La gravedad de la toxicidad sistémica no no se correlaciona con la toxicidad en el sitio de la mordedura. Los pacientes con manifestaciones sistémicas requieren  estudios de laboratorio  para evaluar  anemia hemolítica, rabdomiolisis, y compromiso renal. El ingreso hospitalario está indicado para pacientes con signos de anemia hemolítica, rabdomiolisis, o coagulación intravascular diseminada (CID).

ANEMIA HEMOLÍTICA AGUDA 
Aunque la anemia hemolítica después de una mordedura de araña reclusa puede ser grave, en general  suele ser autolimitada. El tratamiento primario consiste en transfusiones de sangre para los pacientes con un hematocrito que cae rápidamente caída o anemia descompensada. Se recomienda la consulta con un hematólogo.

El antiveneno se sugiere para los pacientes con anemia hemolítica aguda después de mordedura  de araña reclusa en América del Sur.

El intercambio de plasma se ha realizado en un caso de anemia hemolítica severa en un niño con hemólisis profunda (hemoglobina menos de 2,0) y colapso vascular con supervivencia final [ 27 ]. Sin embargo, la necesidad de este tratamiento  invasivo para mordedura de araña reclusa y sólo debe realizarse en consulta con un hematólogo pediátrico.

RABDOMIOLISIS
El método recomendado para rabdomiolisis tras mordeduras de araña se extrapola A lesiones por aplastamiento y se discute en detalle por separado. El tratamiento inicial consiste en la infusión rápida de solución salina isotónica para inducir la producción de orina  de 200 a 300 ml / hora (4 ml / kg por hora en los niños) con el objetivo de prevenir la insuficiencia renal.
El antiveneno se sugiere para pacientes con rabdomiolisis después de mordedura de araña de América del Sur.


COAGULACIÓN INTRAVASCULAR DISEMINADA 
Los pacientes con toxicidad sistémica después de la mordedura de araña reclusa requieren estudios para evaluar la presencia de coagulopatía intravascular diseminada (DIC).
El tratamiento de la CID no difiere de cualquier otro cuadro de CID de otra etiología. 


MORDEDURAS DE ARAÑA RECLUSA DE AMÉRICA DEL SUR  
Las picaduras de América del Sur Loxosceles especies (por ejemplo, L. gaucho ) son más graves que los de araña reclusa que se encuentra en los Estados Unidos y tienen un mayor riesgo de necrosis dérmica y efectos sistémicos. La consulta con un médico con experiencia en el manejo de las mordeduras de araña reclusa de América del Sur se recomienda antes de la administración del antiveneno.
La administración está determinado por la gravedad de los efectos y de si el paciente tiene sólo hallazgos locales agudos de piel agudos  o también tiene signos de envenenamiento sistémico.

Además, los antivenenos para el tratamiento de las picaduras de araña reclusa están disponibles en Brasil, Chile y Perú,  pero no en los Estados Unidos. Nos sugieren que los pacientes con mordeduras de araña por presuntos Loxosceles gaucho , L. laeta y L. Intermedia (es decir, especies autóctonas de Brasil, Chile y Perú) que tienen manifestaciones sistémicas en cualquier momento después de una mordedura o que tienen moderada a severa dérmica necrosis y se presentan para la atención dentro de las 48 horas de la mordedura, reciben antiveneno en lugar de atención de apoyo sola [ 48,49 ]. Reacciones alérgicas leves al antiveneno son  náuseas o urticaria se han descrito en 7 a 20 por ciento de los pacientes que reciben el antiveneno [ 48,50 ]. Dado la frecuencia de reacciones y el potencial de anafilaxia, la administración del antiveneno debe hacerse en un entorno de cuidados intensivos (por ejemplo, servicio de urgencias o unidad de cuidados intensivos), si es posible.

Los estudios de observación en seres humanos y ensayos en animales sugieren que los antivenenos de reclusa de América del Sur pueden reducir el riesgo de dermatonecrosis, así como de envenenamiento sistémico y sus graves complicaciones (por ejemplo, hemólisis, insuficiencia renal, y la coagulación intravascular diseminada). Sin embargo, claro beneficio en los seres humanos no está bien establecida [ 18,48,50-52 ]. Este antiveneno no está aprobado por la FDA para su uso y no está disponible en América del Norte.

CONSIDERACIONES PEDIÁTRICAS 
Loxoscelismo sistémica es poco común, pero puede ocurrir con más frecuencia en los niños. Debido a los efectos sistémicos pueden preceder a los hallazgos de la piel, loxoscelismo debe ser considerado en el diagnóstico diferencial de hemólisis aguda de etiología desconocida que ocurre en el grupo de edad pediátrica en regiones en las que araña reclusa son indígenas.

Todos los niños con signos sistémicos después de una mordedura de araña reclusa requieren  hospitalización para evaluación de hemólisis aguda y rabdomiólisis. El tratamiento es de apoyo.

Los niños que no tienen hallazgos sistémicos pueden ser dados de alta después de cuidado de la herida local y medidas generales. Sin embargo, debido a que la hemólisis se ha descrito hasta siete días después de la mordedura de araña [ 29 ], los cuidadores deben tener instrucciones claras para buscar atención médica de inmediato si se produce alguna hallazgos sistémicos (por ejemplo, vómitos, fiebre, mialgias, o hematuria). Además, se sugiere re-evaluación del niño a los tres y siete días después de la mordedura, independientemente de los síntomas, se sugiere.

Los informes de casos de mordedura por Loxosceles  durante el embarazo han documentado efectos adversos sobre los resultados fetales [ 19 ].

INSTRUCCIONES DESPUÉS DEL  ALTA 
Los pacientes deben ser aconsejados sobre cómo cuidar el sitio de la mordedura y aconseja a ver el sitio en busca de signos de infección bacteriana secundaria (por ejemplo, fiebre, enrojecimiento o extensión, formación de pus o drenaje), así como cambios en la piel progresivos que sugieran necrosis temprana (es decir,  ampliación de la lesión o cambio de color a negro / azul.

Los padres de los niños con una mordedura de araña  reclusa presunta deben ser instruidos para buscar atención médica de inmediato si aparecen síntomas  sistémicos (por ejemplo, fiebre, vómitos, mialgias, o hematuria).

Los pacientes que están preocupados acerca de cómo evitar futuras picaduras de araña deben ser aconsejados para sacudir la ropa, zapatos, guantes y otros artículos que no se han utilizado o tendidos en el suelo antes de ponérselos.

Las camas deben ser modificados para que sólo las patas de la cama toquen el suelo: se deben moverse lejos de la pared, ropa de cama deben estar por dentro y volantes removidos, y artículos no deben almacenarse por debajo de él.

Los insecticidas pueden ser eficaces para controlar las poblaciones de reclusa dentro del hogar; sin embargo, éstos deben ser administrados adecuadamente por un profesional de control de plagas. La colocación de trampas adhesivas junto a zócalos, pero fuera del alcance de los niños curiosos y mascotas es otro método útil para eliminar la reclusa parda de un edificio.




REFERENCIAS
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Topic 6485 Version 24.0

Varón de 40 años con fractura vertebral espontánea.

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Un especial agradecimiento por el aporte del siguiente caso clínico a los Dres:
Gustavo Rabazzano. Médico Especialista en Reumatología. Clínica Chacabuco Tandil.
Carlos Dapía. Médico Especialista en Traumatología. Clínica Chacabuco. Tandil
Se presenta un paciente de sexo masculino, 40 años de edad.

Motivo de Internación:
El 05/03/2012 se interna para realizar biopsia a cielo abierto de fractura espontánea de L1.

Antecedentes:
rinitis alérgica tratada con aerosoles nasales de esteroides.

Ocupación: locutor de radio.

Antecedentes de enfermedad actual:
En septiembre de 2011 episodio de lumbalgia con RX normal, tratada con AINES

Recurrencia de lumbalgia en diciembre. AINES

El 03/01/12 severo dolor lumbar, es internado en un hospital de una localidad vecina donde se realiza resonancia magnética (RMN) y se diagnostica fractura de la primera vértebra lumbar. Se lo medica con esteroides, AINES, faja ballenada.

 Se solicitó centellograma con Tc99


Figura 1. RMI: fractura por aplastamiento de L1.

Centellograma: hiperactividad en L1 y cara inferior de D 10

Fue evaluado por el médico traumatólogo quien sugiere punción biopsia guiada bajo TAC

Fracaso de punción por dolor y colapso L1 (02/02/2012)

Se sugirió  corporectomía de L1 con biopsia y artrodesis desde D11 a L3.

Evaluación por su clínico conjuntamente con oncólogo

TAC cuello, tórax, abdomen y pelvis normales.

Laboratorio normal (Figura 2)



Figura 2. Laboratorio 14/02/2012.

Electromiograma (EMG): radiculopatía  L4-L5 izquierda

Se indicó pamidronato 90 mg/mes.

Se realizó cirugía el 08/03/12 (Figura 3) Se tomó biopsia ósea.



Figura 3.

Al cuarto día de postoperatorio,  al incorporar al paciente en la cama se produce un  dolor lumbar de gran intensidad. Se solicitan Rx y RMN de control (Figura 4)



Figura 4. Rx de columna lumbar y RMN donde se observa fractura de L3

Se decide interconsulta con Reumatología.

Resumen de historia clínica reumatológica:

Motivo de la interconsulta: fractura de  L1 y L3

Sin antecedentes familiares de osteoporosis

Sin antecedentes de tabaquismo

Sin antecedentes de alcoholismo

No había presentado diarrea ni síntomas o signos sugestivos de enfermedad celíaca

No refirió disfunción sexual ni pérdida de la libido en ese momento sugestivos de hipogonadismo.

Al reinterrogarlo a solas refirió pérdida de la libido desde agosto 2011 y cierta disfunción sexual.

Talla 1,68 metros

Paciente adelgazado, con hipotrofia muscular marcada, sin visceromegalias, caracteres sexuales secundarios conservados, distribución del vello normal.

El primer objetivo en este paciente es documentar si existe o no osteoporosis.

Se solicita densitometría ósea:
DMO L2-L4: 0,954 gr/cm2, T-score: -2,4,
Z-score:    -1,9.
L4: 0,799 g/cm2, T-score:  -3,7,          Z-score: -2,3
Cuello Femoral: 0,779, T-score: -2,2, Z-score: -1,6

Diagnóstico: fracturas vertebrales de origen osteoporótico.

Segundo  objetivo: determinar la causa de la osteoporosis

Teniendo en cuenta el interrogatorio, el examen físico y la rx donde se observaban distensión de asas se pensó en:

Hipogonadismo

Enfermedad celíaca

Se solicitaron:

·         Metabolismo fosfo-cálcico

·         Rx cráneo (Figura 5)

·         Ac. Antiendomisio, anti transglutaminasa y anti gliadinas.

·         Proteinograma electroforético y uroproteinograma

·         Hormonas sexuales masculinas

·         A la espera de resultado de biopsia


Figura 5. Rx de cráneo: normal

Biopsia ósea vertebral: hueso osteoporótico.

Proliferación vascular de origen benigno (ANGIOMA INTRAOSEO).



Figura 6. Laboratorio de fecha 20/03/2012 y 17/04/2012.

Se indica interconsulta Endocrinología y se solicitan nuevos estudios:

Estradiol 90 pg/ml (11-41)

Testosterona biodisponible: 125 ng/dl (120-480)

Cortisol: 11,9 ug/dl (4-22)

25 OH Vit D: 17,7

ACTH 23,5 pg/ml (h46)

FSH 3,6 mUI/ml (1,4 -18)

LH: 5,7 mUI/ml (1,5 -9,3)

TSH 2,59 uUI/ml

T4l 1,08 ng/dl

Se descarta hipogonadismo

Se indica interconsulta con Hematología.

Se indicó biopsia de médula ósea:

Biopsia médula ósea:Celularidad rica. Megacariocitos: presentes, con plaquetas. Serie mieloide: 48%. Serie eritroide: 33 %. Serie linfoide: 15%. Plasmocitos: 2%. Blastocitos: 2%.

Por hematología se solicitan nuevos estudios:

Nuevo control de laboratorio: hemograma normal, LDH 277, FAL 166. Coombs directa (–)
HCV(–). HIV (–). Beta2 microglobulina 1,67

Se sugirió estudio con Dr Pizzolato (experto en paraproteinemias):
Proteinograma: gamma en límite inferior normal.
Inmunoelectroforesis sérica: normal

Del estudio inmunológico de las cadenas livianas y pesadas de inmunoglobulinas en suero y orina se concluye que se observa una Gammapatía monoclonal a expensas de cadenas Kappa, de baja concentración.

Se solicitó PET/TC (Figuras  7 y 8)



Figura 7. PET/TC. Disminución de la densidad ósea en forma difusa y generalizada, destacándose alteración estructural lítica en ilíaco derecho y acuñamiento vertebral de L3. Huellas quirúrgicas entre D12 y L2.



Figura 8. PET/TC. Disminución de la densidad ósea en forma difusa y generalizada, destacándose alteración estructural lítica en ilíaco derecho y acuñamiento vertebral de L3.  La zona “lítica” en hueso ilíaco fue interpretada como la región de donde se obtuvo la biopsia de médula ósea

Huellas quirúrgicas entre D12 y L2.

¿Cuál es el diagnóstico?

SIGNO DE QUINCKE UNILATERAL.TEST DE ALLEN POSITIVO RADIAL.

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Hospital Municipal "Dr. Ángel Pintos" de Azul


Paciente de 82 años internado 24 horas antes por insuficiencia renal aguda presuntamente pre-renal debido a un cuadro de diarrea, vómitos, mareos y alteraciones del sensorio.
Como antecedentes el paciente presenta: HTA, internado por neumonía bilateral hace 2 años. Miocardiopatía hipertrófica secundaria con extrasistolia ventricular muy frecuente.
Medicado con losartan 50 mg/día amiodarona 200 mg/día hace varios años.
No se sabe bien cómo y cuándo  comienza su enfermedad actual porque vive solo y los familiares aportan escasos datos.
EXAMEN FÍSICO: paciente afebril, TA  140/50 mmHg en brazo derecho, 139/50 en brazo izquierdo. Frecuencia cardíaca 57/minuto. Ubicado en tiempo y espacio pero con déficit atencional y fluctuaciones del estado de conciencia, tendencia al sueño.  Presenta movimientos mioclónicos, temblor grueso y flapping. Aparato respiratorio no se observan anormalidades, cardiovascular normal sin soplos.
Presenta signo de Quincke en lecho ungueal  de todos los dedos de mano derecha, no así en la izquierda.








Laboratorio alterada la función renal, urea 200 mg/dl creatinina 4,5 mg/dl al ingreso, hoy ura 80 mg/dl creatinina 2,2 mg/dl . Hipopotasemia leve (3,2meq/l). Resto del laboratorio sp.
Más allá del cuadro general que está en estudio, una residente, encontró  signo de Quincke  unilateral.
Antes de ese razonamiento y antes de ir a buscar más signos que nos orientaran pensamos que el signo unilateralmente podría ser o por un problema arterial obstructivo local en el lado izquierdo que era donde no se veía, o un problema de hiperdinamia en brazo derecho que era donde se veía el signo, por ejemplo una fístula arteriovenosa en el brazo. En tal caso debiera haber soplo en el brazo que no encontramos.
Siguiendo nuestro examen pensamos que si bien es cierto que el signo de Quincke está descripto bilateralmente, indudablemente este paciente tiene un signo de Quincke unilateral. El signo de Quincke es una manifestación de estado circulatorio hiperdinámico que se caracteriza por caída de la resistencia vascular periférica, en general taquicardia (en este caso el paciente estaba bradicárdico lo que lo atribuimos a amiodarona), y se objetiva semiológicamente por descenso de la presión arterial diastólica, a veces de leve a gran  aumento del tensión arterial sistólica, es decir que hay aumento de la presión del pulso,  y muchas veces se acompaña de otros signos como el de Weber y otros descriptos principalmente en insuficiencia aórtica crónica. Este paciente tenía un pulso radial derecho saltón pero no así el pulso radial izquierdo  que era débil !!! Buscamos el resto de los pulsos en ambos miembros superiores y eran todos hiperdinámicos incluyendo el cubital izquierdo !!!  El pulso arterial a nivel del codo, y a nivel axilar izquierdos, así como los pulsos carotídeos eran todos de características similares con lo cual concluimos que el problema estaba en la arteria radial izquierda que tenía un pulso casi ausente.
Qué hicimos entonces para confirmar desde el punto de vista clínico el hallazgo?
Realizamos la maniobra de Allen para explorar la circulación arterial radial, cubital, y el arco palmar para probar que nuestra hipótesis era correcta es decir que el problema era obstructivo arterial y sólo radial (no cubital). 













La maniobra de Allen que fue positiva para la radial.
Cuando se libera la radial, la palma de la mano  sigue pálida  mientras que al liberar  la cubital se llena de sangre inmediatamente lo que significa que la cubital irriga la mano principalmente a través del arco palmar.

Técnica del test o maniobra de Allen
Colocamos la palma de la mano del paciente hacia arriba
-Comprimimos con los dedos índice y medio simultaneamente las arterias radial y cubital. De esta manera obstruimos el flujo sanguíneo.
-Le pedimos al paciente que abra y cierre la mano varias veces, la palma de la mano quedará pálida.
-Quitamos los dedos que presionaban la arteria cubital, y observamos cuanto tiempo tarda en recuperar el color la palma de la mano (lo normal es que tarde apróx 7 seg. Entre 8 y 14 seg es dudoso, mas de 15 el resultado es negativo)
-Repetimos lo mismo liberando la radial.El test tiene muchas revisiones, donde se discute su utilidad y el tiempo para que sea normal (algunos toman como normal menor a 5 seg, dudoso entre 5 a 9 seg, negativo más de 10 seg).
-Este test es operador dependiente, si se ocluye débilmente dará positivo, si se hiperextiende la muñeca del paciente dará negativo.
-Es muy dificultoso evaluar en paciente obeso, edematoso, quemados, ictéricos, añosos.
-No se puede realizar cuando el paciente no puede colaborar.
-Se puede realizar con un saturómetro, que sería lo más recomendado.



En este caso se ve además el temblor grueso que se describe  en la historia y asterixis espontáneo en relación a su encefalopatía metabólica presuntamente urémica. Tiene temblor, asterixis y mioclono, la triada clásica de la encefalopatía metabólica.

Conclusiones del caso
Paciente de 82 años internado por encefalopatía metabólica en el contexto de insuficiencia renal pre renal  secundaria a probable gastroenteritis aguda. El motivo de internación no fue analizado en este artículo (el paciente se fue de alta recuperado),  y sólo destacaremos un hallazgo curioso que fue evidenciado en el examen clínico que es un signo de Quincke unilateral. La explicación del signo en este paciente estuvo dado por el aumento de la presión del pulso con una diferencial de 90 mm Hg. A su vez era evidente una disminución notable del pulso radial izquierdo con un pulso cubital preservado. Esa fue una buena explicación para que el signo de hiperdinamia subungueal visto en el lado derecho no se evidenciara en el izquierdo. Para desenmascarar objetivamente la enfermedad de la arteria radial realizamos la maniobra de Allen el cual fue positivo para la arteria radial. 








Presentó
Dra.Natalia Euclides Vidal
Residente 3° años de Cínica Médica

Hospital Municipal de Azul.
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