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Channel: EL RINCÓN DE LA MEDICINA INTERNA. juanpedromacaluso@yahoo.com.ar
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FITOFOTODERMATITIS POR LIMA. ACRODERMATITIS POR ELABORACIÓN DE MOJITOS AL SOL.

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Una colega envía esta imagen con el siguiente texto:






Paciente femenina de 30 años que concurre a la consulta por las lesiones observadas en sumano derecha. Las mismas tienen una semana de evolución. El único antecedente que refiere fue un viaje a Cuba de donde regresó hace 5 días donde ella misma elaboró un “mojito” en la playa.  
El diagnóstico fue fitofotodermatitis por lima.

La fitofotodermatosis fue descrita en 1942 por Klaber como una reacción cutánea a la exposición solar tras el contacto previo con plantas, por reacción fototóxica a furocumarinas y derivados de las antraquinonas1. Las especies vegetales que más comúnmente causan este tipo de reacción son el apio (familia umbelífera), seguido de la lima y el limón (familia de las rutáceas).
La fitofotodermatosis o fototoxicidad ocupacional en dorso de manos de camareros que realizan combinados con lima como son los «mojitos». Este cóctel, cada vez más, está compuesto de la combinación de ron, agua de Seltz, hierbabuena, azúcar y lima. Dado que no es una reacción inmunológica, es innecesaria una sensibilización previa y cualquier persona puede verse afectada. La fitofotodermatosis inducida por el jugo de la lima es largamente conocida. Esta fruta perteneciente a la familia de las rutáceas contiene compuestos fotosensibilizantes, siendo el bergapteno y psoraleno los máximos responsables2, predominando su contenido en la cáscara3. El mecanismo de fototoxicidad observado con estas furocumarinas está bien descrito. Típicamente, la lima induce una fitofotodermatosis que puede manifestarse de manera aguda con eritema y formación de vesículas a las 12-36 h tras exposicióndel psoraleno a la radiación ultravioleta ocasionalmente dolorosa. Lo habitual es que la fase aguda produzca hiperpigmentación, según los casos, con excepcional formación de cicatrices. El comienzo de la dermatitis es variable, iniciándose a las pocas horas o días tras contactar con la lima que contienen los mojitos, y exponerse al sol. La causa de la pigmentación puede ser el resultado de una estimulación del melanocito o como mecanismo secundario al dano˜ del melanocito de forma que se genera una incontinencia pigmentaria3. El tratamiento sintomático es suficiente en la mayoría de los casos. Dentro de las fitofotodermatosis cuyo agente implicado sea la lima, hay casos referidos como los relacionados con la práctica habitual de usar lima en el ritual de beber cierto tipo de cervezas mejicanas4. Esta fruta se utiliza en la cocina, aunque últimamente es muy popular su uso como ingrediente en ciertos cócteles como la fabricación de mojitos5. En nuestros casos, la lima es el agente etiológico de esta fitofotodermatosis en personas aficionadas o auténticos barman que se exponen a la luz solar tras preparar mojitos, bebida cubana inventada en la época de la ley seca estadounidense, cuando quienes querían beber alcohol de forma legal tenían que viajar fuera de los EE.UU siendo Cuba uno de los destinos favoritos
1. Klaber RE. Phytophotodermatitis. Br J Dermatol. 1942;54:193---211.
2. Nigg HN, Nordby HE, Beier RC, Dillman A, Macías C, Hansen
RC. Phototoxic coumarins in limes. Food Chem Toxicol. 1993;31: 331---5.
3. Wagner AM, Wu JJ, Hansen RC, Nigg HN, Beiere RC. Bullous phytophotodermatitis associated with high natural concentrations of furanocoumarins in limes. Am J Contact Dermat. 2002;13: 10---4.
4. Flugman SL. Mexican beer dermatitis: A unique variant of lime phytophotodermatitis attributable to contemporary beerdrinking practices. Arch Dermatol. 2010;146:1194---5.
5. Schmutz JL, Trechot P. Lime, beer and phytophotodermatitis. Ann Dermatol Venereol. 2012;139:81.
6. Coffman K, Boyce WT, Hansen RC. Phytophotodermatitis simulating child abuse. Am J Dis Child. 1985;139:239---40.

7. Roth LM, Levin EH, Schwartz Ah Roth DJ. Phytophotodermatitis due to puncture from lime tree thorn. South Med J. 2007;100:544---5. J.I. Galvan-Pérez ˜ del Pulgar a,, M. Linares-Barrios a  y J.I. Galvan-Pozo ˜ Jr. b
a DERMACHAT (Grupo Espanol ˜ de Consenso on-line en
Dermatología), Espana˜
b Facultad de Medicina, Universidad de Szeged, Szeged, Csongrád, Hungría



SÍNDROME DE "REEL".

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Hospital "Ángel Pintos" de Azul.


Una paciente de 76 años de sexo femenino fue sometida a la colocación de un marcapaso ventricular el 1 de febrero de 2013 a causa de bloqueo aurículo-ventricular completo que había cursado con episodios de vahídos, mareos y en una oportunidad síncope.  Evolucionó favorablemente hasta hace semana, el 5 de marzo de 2013en que volvió a presentar mareos asociado a hipo durante todo el día acompañado de una contracción muscular involuntaria y rítmica a nivel de los músculos oblicuos del abdomen con irradiación a fosa lumbar. No consultó y al cabo de 72 horas desapareció esta sintomatología pero persistiendo mareos y ahora contracción a nivel del músculo pectoral izquierdo por lo que se decide consultar. Se realiza un ECG que muestra bloqueo AV completo con una frecuencia de 40 por minuto y una Rx de tórax donde se demuestra enrollamiento del catéter del marcapaso alrededor del generador del marcapaso (síndrome de reel). 

Catéter enrollado alrededor del generador del marcapaso.










Por tal motivo se extrae el dispositivo colocándose otro contralateral con buena evolución.



Trazado electrocardiográfico con imagen de Bloqueo AV completo.


Síndrome de "reel".

El síndrome de reel es un defecto de captura del estímulo del marcapaso ocasionado por rotación del generador en el bolsillo y la lógica tracción y desplazamiento del catéter y enrollamiento alrededor del generador, con pérdida de estimulación auricular o ventricular según el caso. Este síndrome puede considerarse una variante extrema del síndrome de twiddler en el que el catéter queda completamente enrollado alrededor del generador a la manera de un reel que se utiliza en la pesca deportiva. En el síndrome de twiddler, el generador gira también en el bolsillo subcutáneo, y la diferencia radica en el eje de la rotación del marcapasos: cuando la rotación se produce en el eje longitudinal se la describe como “twiddler” y cuando ocurre en el eje transversal se la denomina “reel”. El primer mecanismo genera desplazamiento y/o fractura de los catéteres-electrodo; el segundo, por su parte, sólo suele producir el desplazamiento de esos elementos. En ambos síndromes los pacientes en forma inconsciente o voluntaria manipulan el generador haciendo que este traccione del catéter y que este se desplace de su contacto cavitario. El sexo femenino, un bolsillo demasiado amplio, y la obesidad parecen ser factores de riesgo para ambos síndromes.  Muchas veces la causa es un fallo en el procedimiento técnico de fijación del generador al músculo pectoral en la cavidad que lo aloja. El tiempo que transcurre entre el implante del marcapaso y la aparición del síndrome de reel es variable pero puede ser desde pocos días hasta varios meses o aún años. El tratamiento es lógicamente la recolocación del marcapaso y una fijación correcta al bolsillo. Una pequeña cavidad que aloje el generador es menos probable que presente este tipo de complicaciones.


Bibliografía
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Harel G., Georgeta E., Copperman Y. Twiddler’s Syndrome: A rare cause of pacemaker failure. IMAJ 2008; 10:160–161.
Carnero-Varo A., Perez-Paredes M., Antonio Ruiz-Ros J., Gimenez-Cervantes D., Martınez-Corbalan F.R., Cubero-Lopez T. “Reel Syndrome”. A new form of Twiddler’s Syndrome? Circulation 1999; 100:e45-e46.
Aliyev F., Çeliker C., Türkoğlu C., Turhan F.N. Early development of pacemaker Reel syndrome in an elderly patient with cognitive impairment. Türk Kardiyol Dern Arş - Arch Turk Soc Cardiol 2009; 37(7):488-489.
Carnero-Varo A, Pérez-Paredes M, Ruiz-Ros J. A, Giménez-Cervantes D, Martínez-Corbalán FR, Cubero-López T, et al. Reel syndrome: a new form of Twiddler’s syndrome. Circulation
1999;100(8):e45-e46.
Vural A, Agacdiken A, Ural D, Komsuoglu B. Reel syndrome and pulsatile liver in a patient with a two-chamber pacemaker. Jpn Heart J 2004;45(6):1037-1042.
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Patel MB, Pandya K, Shah AJ, Lojewski E, Castellani MD, Thakur R. Reel syndrome-not a twiddler variant. J Interv Card Electrophysiol 2008;23(3):243-246.
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Gámez-López AL, Bonilla-Palomas JL, Granados AL. An unusual case of cardiac resynchronization therapy nonresponder: the reel syndrome. Europace 2010;12(6): 778.

Abundancia de opciones...

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En este ejercicio clínico se presenta un caso que es discutido por un médico internista al que se le van proporcionando datos de la historia clínica en forma secuencial, y este analiza el cuadro a la luz de los nuevos elementos, de una manera análoga al proceso diagnóstico en la práctica real de la medicina.

                   
PRESENTACIÓN
Un campesino de 33 años se internó por un cuadro de fiebre de 4 días de evolución, lumbalgia, artralgias y mialgias. Dos días antes de la internación en el hospital presentó cefalea, náuseas, vómitos y fiebre de 39,7ºC.


PONENTE
Uno de los primeros pasos más importantes en abordar a este paciente es enmarcar el problema, esto es, definirlo en términos de diagnósticos o síndromes, y después pensarlo tanto fisiopatológicamente y probabilísticamente. En este paciente yo enmarcaría el cuadro como síndrome febril agudo indiferenciado. El principal problema en este caso es:  fiebre de pocos días de duración. No hay nada que apunte a ninguna parte particular del cuerpo o sistema orgánico, pero la fiebre puede ser causada por un proceso infeccioso diseminado. La historia clínica tiene elementos intrigantes. El hecho que el paciente sea un campesino que trabaja al aire libre puede ser útil más tarde para pensar en la probabilidad de varias enfermedades. Me preocupa la posibilidad de infección  bacteriana diseminada, y me gustaría saber más de sus antecedentes como de su examen físico.

EVOLUCIÓN
El paciente había tenido gonorrea a los 21 años, y mordedura de víbora de cascabel  a los 33. Consumía drogas recreacionales por vía oral e intravenosa, había viajado recientemente a California y había estado en prisión en Utah. Trabajaba como ranchero y estaba en contacto con animales de la granja, animales salvajes y perros, uno de los cuales había estado recientemente enfermo. El paciente era un ávido cazador y a menudo se exponía a animales salvajes; frecuentemente comía carne de animales que él mismo cazaba y generalmente tomaba leche no pasteurizada.

PONENTE
Esta parte de la historia es particularmente rica desde el punto de vista epidemiológico y costumbres sociales lo que abre las posibilidades a un abanico amplio de diagnósticos diferenciales. Aunque yo prefiero razonar primero fisiopatológicemente y más adelante probabilísticamente, para hacer una aproximación diagnóstica de este paciente, hay elementos de la historia que obviamente sugieren  trastornos tales como infección por el virus de la inmunodeficencia humana (VIH), sífilis, brucella, tularemia, leptospirosis, y quizás aún peste. No obstante, las causas de un síndrome febril agudo indiferenciado son numerosas, y las causas en este caso pueden ciertamente ser otras que no he mencionado. Yo primero, antes de seguir planteando diagnósticos probables, quisiera saber los datos del examen físico, aún aunque no sea de gran ayuda en este caso, y algunos datos de laboratorio de rutina.

EVOLUCIÓN
El paciente impresionaba en mal estado general. Su piel estaba caliente, colorada y sudorosa. Los signos vitales incluían presión arterial 114/70 mm Hg, pulso 90 por minuto, respiraciones de 20 por minuto y temperatura de 39,1ºC. El fondo de ojo era normal, y no había hemorragias ni manchas de Roth. Las conjuntivas no estaban ictéricas, y no había hemorragias conjuntivales. No había lesiones orales ni faríngeas, y no había linfadenopatías cervicales.  Había ganglios axilares bilaterales ligeramente sensibles pequeños y duros tipo “perdigonada”. Los pulmones estaban limpios a la percusión y a la auscultación. Un soplo sistólico grado 2/6 se auscultaba en la base, con irradiación al borde esternal inferior izquierdo. Había dolor a la palpación del cuadrante superior derecho del abdomen, pero no había hepatomegalia ni esplenomegalia. No había lesiones en piel, pero tenía hemorragias subungueales en astilla que él atribuía a sus trabajos manuales.



PONENTE
Tal como sospechaba, el examen físico no fue de gran ayuda. Hay pocos hallazgos que podrían tener cierta relevancia; los ganglios axilares levemente agrandados que podrían ser  importantes o no;  un soplo que yo sospecho no debe ser importante; un dolor en cuadrante superior derecho del abdomen que sugiere compromiso hepático. Sospecho que los tests de función hepática van a estar alterados; dudo sin embargo, que esto pueda ser de ayuda, dado que muchos microorganismos, así como complejos inmunes circulantes, que invaden el torrente sanguíneopueden comprometer el hígado y causar algún grado de disfunción hepática. No creo que la hemorragia en astilla pueda tener importancia.

Todo lo que nosotros sabemos es que este paciente tiene un síndrome febril agudo indiferenciado. Creo que las posibilidades diagnósticas más probables son una infección sistémica generalizada, o una enfermedad inmunológica; la infección es la más probable. En una aproximación diagnóstica de este paciente, sería importante considerar todas las posibilidades diagnósticas, pero particularmente aquellas que puedan poner en riesgo la vida del paciente y para las cuales existan tratamientos efectivos. Algunos pacientes con fiebre aguda indiferenciada están gravemente enfermos a las pocas horas del inicio de los síntomas. Esos pacientes tienen generalmente bacteriemias abrumadoras o fuera de control con replicación bacteriana intravascular (sepsis fulminante). Los microorganismos más comúnmente rersponsables de tales síndromes incluyen Staphylococcus aureus, estreptococos del grupo A, Neisseria meningitidis, y en niños, Haemophilus influenzae. En algunos casos determinados, con antecedentes de exposición y epidemiología determinada, hay que considerar a  Yersinia pestis, Capnocytophaga canimorsus, y Vibrio vulnificus. Más a menudo sin embargo, pacientes con una infección generalizada se presentan con un curso más indolente, como lo hizo este paciente, que presentó un cuadro de fiebre y síntomas  progresivos en un período de cuatro días. En esos casos, los microorganismos han sido inoculados a través de la piel o de los tractos respiratorio, gastrointestinal, o génitourinario y han sembrado el torrente sanguíneo para depués replicarse en otro sitio. Algunos organismos,  tales como los virus de las hepatitis (virus hepatotropos), tienen como target al hepatocito para replicarse allí. Algunos pocos de ellos como plasmodios y babesia, se replican en los glóbulos rojos. Otros, particularmente las rickettsias se replican en las células endoteliales. Pero la mayoría se replican por un período de días en el sistema retículoendotelial.
En este paciente yo sospecharía una infección con un microorganismo que tiene propensión a invadir el sistema retículoendotelial. Existen muchos de tales microorganismos; ellos incluyen algunos de los que ya he mencionado antes y a los que este paciente pudo haber  estado expuesto (VIH, Francisella tularensis, brucellas, y Coxiella burnetii), pero organismos tales como salmonella y campilobacter también pueden ser responsables. Tres grupos de virus pueden causar síndromes de fiebre aguda indiferenciada.  El primer grupo se asocia  con síndrome mononucleósico que son el virus de Epstein-Barr, citomegalovirus y virus de las hepatitis; el segundo grupo incluye arbovirus y en este paciente la fiebre por mordedura de garrapatas; y en el tercer grupo incluyo a los virus exantemáticos de los niños, pero que son poco probables en un adulto.


EVOLUCIÓN
El recuento de glóbulos blancos fue de 11.000 por mm3, con 6 por ciento en cayado, 71 por ciento de polimorfonucleares segmentados, 14 por ciento de linfocitos, y 8 por ciento de monocitos. Su hemoglobina era de 17,8 g/dl, y su recuento de plaquetas de 175.000 por mm3. La eritrosedimentación era de 15 mm por hora. Un perfil bioquímico fue normal excepto por lo siguiente: fosfato sérico 1,4 mg/dl; uricemia 2,5 mg/dl (debajo de lo normal para el rango de este laboratorio), aspartato aminotransferasa 70 U/L; alanino aminotransferasa 187 U/L. Un análisis fue positivo para bilirrubina y contenía 1+ de proteínas, con 2 a 5 glóbulos rojos por campo de alto poder, y ocasinales células blancas. Los hemocultivos obtenidos por su clínico dos días antes de la internación fueron informados como negativos. Las Rx de tórax y senos paranasales fueron negativas . Se obtuvo sangre para determinación de títulos de anticuerpos relacionados con brucelosis, tularemia, leptospirosis, Epstein-Barr, VIH, enfermdad de Lyme, y enfermedades rickettsiales. Una TC de abdomen era sugestiva de adenopatías pélvicas y retroperitoneales.


PONENTE
Parte de mi definición personal de fiebre de origen desconocido recuperar toda la información de la historia, del examen físico, y de los estudios de laboratorio uno sigue sin tener idea de cuál es el problema del paciente. Este paciente ciertamente reúne tales requisitos. Como era de esperar, los resultados de las pruebas de laboratorio de la función hepática son anormales, aunque sólo levemente. El hemograma no es especialmente de ayuda. No existe linfocitosis y probablemente no tenga síndrome mononucleósico. Su hemoglobina elevada sugiere hemoconcentración. La presencia de adenopatías retroperitoneales y pélvicas no es de gran ayuda, dado que un número importante de de enfermedades infecciosas, inmunológicas, y neoplásicas, particularmente linfomas, pueden producir algún grado de adenopatías retroperitoneales y pélvicas. Los títulos serológicos para entidades que mencioné antes fueron solicitados, y fue apropiado incluir títulos serológicos para leptospirosis y fiebre recurrente debido a infección por borrelia. La infección por borrelia puede asimismo ser diagnosticada por un extendido de sangre periférica (gota gruesa). El resultado más intrigante de laboratorio es la eritrosedimentación de 15 mm. Ciertamente el paciente tiene un fenómeno inflamatorio, aunque no está claro si este es inmunológico o infeccioso. Casi todas esas enfermedades aumentan la eritrosedimentación. Una peculiar excepción es la brucelosis. No sé muy bien porqué la brucelosis cursa con eritrosedimentación baja pero es así. Esto es lo único que puedo decir de estos resultados de laboratorio.

En este punto, creo que sería apropiado considerar terapia antibiótica empírica. La decisión depende en parte de cuán enfermo o cuán comprometido esté el paciente y de las probabilidades de las distintas enfermedades infecciosas que se consideren.  Tengo la sensación de que este paciente no tiene un cuadro descontrolado ni está séptico. Más aún, sabemos que los hemocultivos vienen siendo negativos después de 48 horas, lo cual hace que la presencia de una bacteria letal en juego sea altamente improbable. Yo probablemente lo trataría con una tetraciclina. Ese antimicrobiano cubriría alguna de las posibilidades más probables incluyendo brucelosis, fiebre manchada de las Montañas Rocosas, tularemia, y leptospirosis. Yo no llevaría a cabo un procedimiento invasivo todavía como por ejemplo biopsiar los ganglios o la médula ósea, pero sí lo haría como próximo paso si sigo sin diagnóstico y el paciente no mejorara rápidamente.


EVOLUCIÓN
En el segundo día de internación, aparecieron placas maculares bilateralmente en las regiones anteriores de ambas tibias. Varias lesiones vesiculares también aparecieron en el paladar blando.  Se inició tratamiento antibiótico con penicilina G 2 millones de unidades cada 4 horas y 100 mg de doxiciclina cada 12 horas.



¿Cuál es el diagnóstico?


PONENTE
Existen muchos datos interesantes. Quizás ellos deberían llevarme a un diagnóstico específico, pero no lo hacen. El paciente puede tener una enfermedad primariamente inmunológica; las placas en la tibia podrían sugerir eritema nodoso. Las infecciones por estreptococos del grupo A son causa de eritema nodoso, pero el dolor de garganta o la odinofagia no han sido quejas particularmente importantes en este paciente, y las lesiones vesiculares del paladar blando no son características de las infecciones por estreptococos del grupo A. Las lesiones de las piernas pueden ser consecuencias inmunológicas de enfermedades bacteriémicas tales como  la endocarditis. Para mi, las lesiones vesiculares del paladar blando generan dos posibilidades: una es la vasculitis, y otra es la infección viral tales como primoinfección por virus del herpes simplex, herpangina, u otra infección enteroviral. Una posibilidad interesante es la leptospirosis; en un brote de leptospirosis en Fort Bragg (Carolina del Norte), fueron evidentes lesiones pretibiales. Ciertamente estoy de acuerdo como dije antes con la administración de doxiciclina.


EVOLUCIÓN
En 36 horas su temperatura volvió a ser normal  y estaba subjetivamente y objetivamente mejor. En el cuarto día del tratamiento el paciente comía normalmente y el rash se había resuelto. Se obtuvieron nuevas muestras de sangre para medir títulos serológicos de convaleciente. Los títulos para leptospirosis fueron negativos en el suero en la etapa aguda pero positivos en la fase de convaleciente a una dilución de 1/50 para Leptospira interrogans serotipo canícola, 1/100 para el serotipo bratislava, y 1/200 para el serotipo gripphotyphosa. Estos resultados no estuvieron disponibles hasta después que el paciente se hubo recuperado y había sido dado de alta del hospital.


PONENTE
No tengo mucha experiencia en leptospirosis, pero creo que los cambios serológicos son diagnósticos ya que pasaron de negativos a positivos en lo que parece ser un título alto. Dado los antecedentes epidemiológicos, el paciente probablemente estuvo en contacto con orina de ratas, animales de la granja y perros. Sospecho que se infectó después de ingerir alimentos contaminados con la orina de alguno de esos animales. La leptospirosis puede ser contraída a través de la piel por contacto con orina contaminada.



COMENTARIO

Aunque la leptospirosis es a menudo considerada en el diagnóstico diferencial de fiebre prolongada de causa inexplicada, la mayoría de los clínicos nunca encuentran pacientes con esta enfermedad, para después en la evolución descartar esta hipótesis diagnóstica. Es esencial considerar siempre en un contexto adecuado el diagnóstico de leptospirosis (1,2).

El microorganismo leptospira, una espiroqueta Gram negativa, es ubicua, con un reservorio en los roedores, zorros, zorrinos, ganado, y ranas. La leptospirosis se asocia al uso de sistemas de provisión de agua (1). La enfermedad es adquirida por tomar agua de superficie, por exposición de heridas de piel al agua contaminada, por contacto directo con la orina de ganado, o por manejo o manipulación de tejidos animales (2). En áreas de enfermedd endémica la leptospirosis es causa de 5 a 15% de las enfermedades febriles (1).

El diagnóstico de leptospirosis, o al menos el sospechar  y tratar al paciente por dicha causa puede ser crítico. Aunque la enfermedad es generalmente autolimitada, en series seleccionadas la mortalidad es tan alta como 10 por ciento (2). El diagnóstico es dificultoso en los estadios tempranos, como sucedió en este paciente dado la baja especificidad del síndrome clínico. Los síntomas típicos incluyen fiebre, cefalea, mialgias, náuseas, vómitos; es virtualmente imposible sin embargo, distinguir pacientes con leptospirosis de aquellos sin la enfermedad en base a los síntomas de presentación. Sesenta a 70 por ciento de los pacientes a los que finalmente se les diagnostica leptospirosis son al comienzo de la enfermedad rotulados de otro cuadro, y leptospirosis es sólo el diagnóstico inicial en 30 por ciento de los casos (1). El período de incubación es 2 a 26 días (promedio 10 días), y los síntomas de presentación son similares a los del paciente que se discutió aquí. La sufusión conjuntival es considerada un importante hallazgo, aunque este paciente no presentó tal elemento. En alrrededor de la mitad de los pacientes la enfermedad comienza muy abruptamente en un período de una a dos horas y se asocia a fiebre, severo dolor retroorbitario o cefalea occipital, severa mialgia, náuseas, o vómitos, y una temperatura de hasta 40 ºC con esclofríos. La enfermedad dura usualmente cuatro a nueve días  y se resuelve espontáneamente. Generalmente tiene un curso monofásico, pero en algunos pacientes hay una segunda fase que dura dos a cuatro días y usualmente se asocia a meningitis. En la segunda fase de la enfermedad, las alteraciones de la función hepática y la hematuria microscópica son también comunes. Dado que el organismo no es fácilmente cultivado de la sangre o la orina, el diagnóstico usualmente es establecido serológicamente. Los anticuerpos IgM contra leptospiras aparecen en el suero después de cuatro a cinco días.

Es interesante reflexionar acerca de la enfermedad de este paciente. El médico que discutió el caso, consideró adecuadamente los diagnósticos diferenciales, pero se sintió frustrado no sólo por la extraordinaria lista de posibilidades diagnósticas dado las múltiples exposiciones  a las que había estado sometido el paciente, sino por la naturaleza inespecífica de los síntomas, los signos físicos, y los resultados de laboratorio. Él mencionó leptospirosis como una de las posibilidades diagnósticas después de ver los resultados de laboratorio, pero en el contexto de otras varias enfermedades que podrían responder a terapia con antibióticos de amplio espectro. Tanto los médicos que atendieron al paciente como el médico que discutió el caso estuvieron de acuerdo en tratarlo aún sin un diagnóstico específico, ya que el riesgo de no tratarlo parecía mayor al riesgo de unos pocos días de terapia con tetraciclina.

La leptospirosis se transformó en la más prominente elección diagnóstica después que el médico que discutió el caso supo de la aparición de las lesiones en piel. Al principio consideró la posibilidad de infección estreptocóccica, endocarditis, o vasculitis, pero después mencionó que lesiones similares en piel  pueden aparecer en leptospirosis, una entidad que ya había mencionado en sus diagnósticos diferenciales.

Esta aparente conexión entre un hallazgo clínico y el diagnóstico específico despierta la curiosidad de cómo los clínicos finalmente alcanzan el diagnóstico. Probablemente en una gran mayoría de casos, el reconocimiento del patrón, de experiencias en casos similares sea la explicación (3,4). Por ejemplo, aproximadamente 1 en 2000 pacientes con diabetes mellitus insulino dependientes tengan insuficiencia adrenal primaria. Sin embargo, uno no tiene que ver 2000 pacientes con diabetes insulino dependientes antes de encontrar una insuficiencia adrenal. De hecho, el primer paciente que uno ve puede tener esta combinación de endocrinopatías. Por otro lado, las variaciones geográficas en las enfermedades tiene mucha importancia y deciden porqué un clínico piensa en determinada enfermedad inusual cuando cualquier otro diagnosticaría enfermedad viral.

Otro aspecto de gran interés para arribar a un correcto diagnóstico tiene que ver con la especialidad o la subespecialidad del médico que analiza el caso. En un caso tratado en otro artículo de esta serie, un cardiólogo experto llegó muy tardíamente al diagnóstico de enfermedad amiloide cardíaca, debido a que él ignoró la presencia de síndrome de túnel carpiano, enfocándose en cambio en la enfermedad cardíaca. Me atrevería a decir que los endocrinólogos, reumatólogos, o experimentados generalistas podrían haber arribado al diagnóstico más rápidamente aún aunque ellos supieran menos de enfermedad amiloide cardíaca, pero en cambio se hubiesen enfocado en el síndrome del túnel carpiano. Así, la perspectiva es importante y como dijo Albert Einstein: "It is the theory which decides what we can observe".

Hay que reconocer que se ha seleccionado un caso especial para discusión, es decir, un caso con una innumerable cantidad de exposiciones a agentes infecciosos poco comunes. Esas múltiples exposiciones evocaron un gran número de opciones diagnósticas que el médico que discutió el caso consideró apropiadamente. Pero, ¿cuáles fueron los ingredientes exitosos en este caso? Primero una historia clínica suficientemente detallada para reconocer las posibles exposiciones infecciosas. Segundo, el clínico que discutió el caso, era un médico internista de la zona rural de Montana, área conocida por ser endémica de leptospirosis, y área donde el paciente había estado viajando. Tercero,  se decidió tratar al paciente sin tener un diagnóstico definitivo. Esta decisión, como se dijo antes, es función del beneficio neto de tratar o esperar para comenzar el tratamiento, y a menudo depende  del juicio del médico respecto del estado del paciente. El médico que analizó el caso consideró que el paciente no estaba “gravemente enfermo”, pero aún así aconsejó tratamiento,  y la misma decisión fue tomada por los médicos que atendían al paciente. Tratar al paciente demasiado tarde es algo a lo que todos tememos. Tratar a un paciente quien se hubiera recuperado sin tratamiento es otra cosa que debemos tratar de evitar, aunque más a menudo elegimos esta última opción, sobre todo considerando el margen de seguridad de la mayoría de los antibióticos.

Para establecer un correcto diagnóstico nosotros necesitamos tomar elecciones correctas (6). Para considerar las elecciones correctas debemos tener la información correcta. Para obtener información correcta, necesitamos hacer las preguntas correctas. Hacer las preguntas correctas son  marcadoras de la experiencia clínica. El internista de Montana la tenía.  (“To make the correct diagnosis we need the right choices. To consider the right choices we need the right information. To obtain the right information we need to ask the right questions. Asking the right questions is the hallmark of clinical expertise. The internist from Montana has it.”)



CONCLUSIONES DEL CASO.
A diferencia del cuadro denominado síndrome febril prolongado, o fiebre de origen desconocido, o simplemente fiebre prolongada, cuadro sobre el que los clínicos sentimos fascinación, y al cual le hemos dedicado una gran cantidad de artículos en este mismo blog, el síndrome febril agudo indiferenciado requiere una actitud en cierto sentido diferente por parte del médico. Una de las primeras consideraciones que planteamos en estos casos, es si estamos frente a un cuadro potencialmente grave, que puede poner en riesgo la vida del paciente, o si se trata de un proceso benigno que se autolimitará como por ejemplo un cuadro viral. Un paciente febril, y sobre todo con fiebre alta, siempre es motivo de preocupación para el médico, sobre todo cuando todavía no tiene en claro el origen de la misma. Todos los que hemos vivido cuadros de sepsis fulminantes, meningococcemias, o estafilococcemias, sepsis en esplenectomizados, fascitis necrotizantes, gangrena gaseosa etc,  y hemos sido testigos de cómo un paciente pasa de un relativo buen estado general en la presentación, a estar gravemente enfermo en el curso de pocas horas, sabemos a qué nos referimos.  Es esa incertidumbre la que nos genera siempre algún grado de preocupación cuando estamos frente a un cuadro febril agudo sin causa clara,  por lo que tratamos de establecer rápidamente el diagnóstico, buscando ávidamente en el interrogatorio, en los antecedentes epidemiológicos, o en el examen físico, elementos que sean orientadores, y que nos permitan con algún grado de certeza saber si estamos en presencia de un cuadro que no requerirá ningún tratamiento excepto el sintomático, como por ejemplo control de la fiebre, o si por el contrario, estamos ante un cuadro que requiere una actitud mucho más activa de nuestra parte, actitud que puede incluir por ejemplo, un tratamiento empírico para cubrir entidades que prima facie no podemos descartar.

En el caso que nos ocupa, el médico que analizó el caso, fue escéptico respecto de los eventuales hallazgos del examen físico antes de que se le informara de los mismos. Este es el único aspecto que no se comprende bien de su razonamiento, ya que por ejemplo, para no explayarnos en datos del examen físico que pueden ser de alta especificidad diagnóstica en estos casos, el caso puntual de la leptospirosis tiene un hallazgo en el examen físico que es la sufusión hemorrágica conjuntival, de alto valor predictivo positivo (curiosamente ausente en este caso).

La fiebre de causa no infecciosa que se presenta como síndrome febril agudo indeterminado casi nunca implica un riesgo tan importante como las enfermedades infecciosas, y nos dan más tiempo para solicitar estudios, formular nuestras hipótesis diagnósticas, elaborarlas, refinarlas, y pensar  con más tranquilidad el caso, con algunas excepciones como podría ser una crisis de insuficiencia suprarrenal aguda, una crisis lúpica, una crisis tirotóxica, o una reacción transfusional entre otras.

De importancia capital en la evaluación de estos pacientes es el estado general del mismo, en otras palabras, el aspecto, la impresión visual de la situación, elemento no reemplazable por ningún estudio. La experiencia de ver al paciente, conversar con él, tocarlo, tomarle el pulso, sentir su piel, observar y escuchar su respiración, si existe desasosiego, inquietud, y todas esas cosas que no hace falta mencionar ya que son parte del rito del examen clínico, y del cual surge esa intangible transferencia de mayor valor cuanto mayor la experiencia del examinador. Muchas veces, aún sin tener una orientación diagnóstica clara, tenemos la sensación de que “algo anda mal”, y percibimos el peligro, sin poder siquiera explicar porqué. Otras veces la situación nos evoca historias pasadas y allí podemos reconocer el patrón basado en experiencias anteriores. Es así que alimentados por diversos elementos, la mayoría de las veces empezamos a transitar un camino conocido. Todo es más fácil cuando existe el reconocimiento del patrón. Sin embargo esto no siempre es así, y muchas veces tenemos que actuar en terreno desconocido. Para eso actuamos en forma sistemática, tratando de no olvidar nada importante y no dejar descubierto flanco alguno. Ya el gran maestro de la Medicina Interna Sir William Osler decía que “la Medicina es una ciencia de probabilidades y el arte de manejar la incertidumbre”. Uno de los recursos a los que echamos mano los médicos cuando estamos desorientados es lo que se hizo en este caso, es decir, pensar fisiopatológicamente, y probabilísticamente. Para lo primero, utilizando nuestros conocimientos de las ciencias médicas básicas como son la fisiología, la patología, y aún la anatomía. Para lo segundo, contextualizando el paciente, su hábitat, sus antecedentes laborales, tóxicos, contacto con personas enfermas, plan de vacunación, viajes etc. En este caso, el médico que analizó el caso hizo una brillante exposición fisiopatológica de los síndromes infecciosos agudos, logrando encasillar los mecanismos patogénicos de la mayoría de ellos. Es así que habló de las tan temidas sepsis fulminantes donde existe multiplicación intravascular de gérmenes como puede suceder con Staphylococcus aureus, estreptococos del grupo A, Neisseria meningitidis, y en niños, Haemophilus influenzae, y en  algunos casos determinados, con antecedentes de exposición y epidemiología determinada, Yersinia pestis, Capnocytophaga canimorsus, y Vibrio vulnificus. Siguió con las infecciones menos agresivas, donde dijo: “más a menudo sin embargo, pacientes con una infección generalizada se presentan con un curso más indolente, como lo hizo este paciente, que presentó un cuadro de fiebre y síntomas  progresivos en un período de cuatro días. En esos casos, los microorganismos han sido inoculados a través de la piel o de los tractos respiratorio, gastrointestinal, o génitourinario y han sembrado el torrente sanguíneo para depués replicarse en otro sitio. Algunos organismos,  tales como los virus de las hepatitis (virus hepatotropos), tienen como target al hepatocito para replicarse allí. Algunos pocos de ellos como plasmodios y babesia, se replican en los glóbulos rojos. Otros, particularmente las rickettsias se replican en las células endoteliales. Pero la mayoría se replican por un período de días en el sistema retículoendotelial”.  Y más adelante suscribió la hipótesis de que el cuadro al cual se enfrentaba era una infección, y que se comportaba como aquellas que se replican en el sistema retículoendotelial, lo cual es cierto para la leptospirosis después de cursar su etapa bacteriémica.

Cuando quiso hacer una evaluación probabilística se vio abrumado por los antecedentes del paciente que hicieron que el título de este ejercicio fuera: “An Abundance of Options”. El paciente vivía en el campo, estaba en contacto con animales salvajes y varias mascotas, uno de las cuales estaba enferma, comía animales salvajes que él mismo cazaba, tomaba leche no pasteurizada, había estado en prisión, y consumía drogas recreacionales por vía oral e intravenosa, etc etc. En ocasiones como esta, el interrogatorio y los antecedentes epidemiológicos, en vez de servir como modo de encasillamiento o de acotamiento en el diagnóstico diferencial, no solo que no lo hacen sino que disparan una cantidad de nuevas opciones con lo que el flujograma en vez de confluir, se expande hacia fuera como un abanico.

Finalmente, digamos que a pesar del escepticismo del médico que discutió el caso respecto del examen físico, fue un dato del mismo el que le hizo reconocer el patrón y encontrar el camino conocido. Las máculas eritematosas en la región anterior de la tibia que aparecieron el segundo día de internación le recordaron aquellas descriptas en la fiebre de Fort Brag o fiebre pretibial, una forma clínica descripta de leptospirosis



Fuente:University of Alabama at Birmingham, Birmingham.

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SÍNDROME DE SWEET CLÁSICO EN MUJER DE 43 AÑOS.

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Paciente femenina de 43 años de edad, sin antecedentes de importancia con cuadro clínico de 5 días de evolución de lesiones en cabeza, cuello y extremidades superior que han ido en aumento, paraclinicos normales.





Refiere fiebre de algunos días
Leucocitosis con neutrofilia.
Se hizo diagnóstico clínico de Síndrome de Sweet. Hasta el momento de la presentación no se han  encontrado causas secundarias del síndrome,no estaba recibiendo fármacos, no existen neoplasias demostradas ni otra enfermedad de base  por lo que se interpreta como la forma clásica o idiopática del síndrome

SÍNDROME DE SWEET.
 El prototipo de las dermatosis neutrofílica es el síndrome de Sweet (dermatosis neutrofílica aguda febril). El síndrome de Sweet tiene cuatro características fundamentales:

Erupción cutánea que consiste en pápulas eritematosas y placas
Infiltración dérmica neutrofílica no vasculítica en la biopsia
Fiebre
Neutrofilia en el frotis de sangre periférica [1,2].
La erupción cutánea consiste en pápulas eritematoso- violáceas dolorosas o sensibles a la palpación que se agrandan para formar placas con superficies irregulares pseudovesiculares.
Pustulación verdadera y ampollas también pueden ocurrir. Las placas son por lo general de unos pocos centímetros de diámetro, y puede tener una coloración amarillenta central, creando una apariencia blanco-like. Las placas pueden causar dolor y sensación de quemazón, pero no son pruriginosas.

Aunque las lesiones de la piel puede ocurrir en cualquier sitio, se encuentran con mayor frecuencia en las extremidades, en la cara, el cuello y la parte superior, sobre todo en el dorso de las manos. Una variedad de manifestaciones sistémicas también puede ocurrir [1,2,3,4].

El síndrome de Sweet se asocia con una enfermedad subyacente en muchos pacientes [1]. Ejemplos de enfermedades y condiciones de base en síndrome de Sweet son: cáncer o enfermedades malignas en general, infecciones, drogas, enfermedades autoinmunes, enfermedad inflamatoria intestinal (Crohn, CU), y embarazo.


CATEGORÍAS DE SÍNDROME DE SWEET
El síndrome de Sweet se clasifica en varias categorías:
  • Síndrome de Sweet clásico
  • Síndrome de Sweet asociado a neoplasias.
  • Síndrome de Sweet inducido por medicamentos.



SÍNDROME DE SWEET CLÁSICO O IDIOPÁTICO
El síndrome de Sweet clásico o idiopático constituye la mayoría de los casos de síndrome de Sweet y se define como el síndrome de Sweet que cumple con los criterios de diagnóstico establecidos y no se asocia con malignidad ni a exposición a fármacos. Puede ocurrir en el contexto de una variedad de condiciones médicas  como: infecciones de las vías respiratorias especialmente superiores e infecciones gastrointestinales, asociado a enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa), y los asociados a embarazo. Asociaciones menos frecuentes son las relacionadas a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana [VIH], la tuberculosis, clamidias, hepatitis viral, inmunodeficiencias primarias, y enfermedades autoinmunes (por ejemplo, enfermedad de Behçet, policondritis recidivante, artritis reumatoide, sarcoidosis,  enfermedades tiroideas autoinmunes, trastornos del tejido conectivo incluyendo lupus eritematoso sistémico y dermatomiositis). Son necesarios estudios adicionales para determinar la fuerza de las relaciones entre el síndrome de Sweet y estas enfermedades.

SÍNDROME DE SWEET ASOCIADO A NEOPLASIAS.
Una revisión de 1993 de varias series retrospectivas encontró que 25 de 118 pacientes con síndrome de Sweet (21 por ciento) tenían una neoplasia hematológica o un tumor sólido asociados.
El síndrome de Sweet puede preceder, seguir o aparecer simultáneamente con una neoplasia. En los pacientes con antecedentes de cáncer, el desarrollo del síndrome de Sweet puede presagiar recurrencia de la enfermedad.
El síndrome de Sweet es más probable que ocurra en asociación con neoplasias malignas hematológicas, que con tumores sólidos. En una revisión de 1998 de 79 pacientes con neoplasias y el síndrome de Sweet, 69 (87 por ciento) había neoplasias malignas hematológicas y 12 tenían tumores sólidos (15 por ciento), incluyendo dos pacientes que tenían tanto la leucemia mielógena aguda (AML) y el cáncer de próstata.


SÍNDROME DE SWEET INDUCIDO POR MEDICAMENTOS.
Varios medicamentos pueden contribuir al síndrome de Sweet : minociclina, nitrofurantoína, norfloxacina, ofloxacina, trimetoprima-sulfametoxazol, carbemazepina, diazepam, abacavir, bortezomib, imatinib, lenalidomida, clozapina, factores estimulantes de colonias, anticonceptivos, furosemida, diclofenac. Los más implicados en el desarrollo de síndrome de Sweet son los factores estimulantes de colonias granulocíticas.  El síndrome de Sweet generalmente se desarrolla alrededor de dos semanas después de la exposición al fármaco en los pacientes que no tienen una historia previa de exposición a la droga incitar. La recurrencia del síndrome generalmente se desarrolla después de la reexposición al fármaco incitar.

  

TRATAMIENTO DEL SÍNDROME DE SWEET
En la mayoría de los casos de dermatosis neutrofílica febril aguda  el tratamiento más  utilizado es prednisona lacual es extremadamente rápida y eficaz, en dosis de 1 mg / kg / d. [ 5 , 6 ]. Los esteroides tópicos de alta potencia (por ejemplo, propionato de clobetasol 0,05%) o glucocorticoides intralesionales (por ejemplo, triamcinolona acetonida 3,0-10 mg / mL) también pueden ser útiles en lesiones localizadas. [ 7 ]
Para el manejo a largo plazo, muchas medicinas pueden ser útiles. Muchos de los medicamentos funcionan inhibiendo la quimiotaxis de neutrófilos, pero ninguno ha demostrado ser mejor que los corticosteroides.  Indometacina, colchicina y yoduro de potasio fueron útiles en pequeñas series de pacientes. Un estudio retrospectivo que evaluó 90 pacientes con dermatosis neutrofílica febril aguda demostró el uso efectivo de la colchicina como tratamiento de primera línea. También se han utilizado dapsona, ciclosporina, etretinato, pentoxifilina y clofazimina, con éxito anecdótico. [ 8,9,10] doxiciclina, metronidazol, isotretinoína, metotrexato, ciclofosfamida, clorambucilo, adalimumab, infliximab, inmunoglobulina intravenosa (IVIG), las dosis de pulso de metilprednisolona, e interferón alfa son también según se informa éxito. [ 8,9,10 11,12,13), ]
Si se puede identificar una causa subyacente, debe ser tratada, por ejemplo, mediante resección de tumores sólidos, tratamiento de infecciones e interrupción de la medicación causal. La terapia exitosa del trastorno subyacente puede promover la resolución del síndrome de Sweet y prevenir las recurrencias.
Se ha reportado que el etanercept controla las manifestaciones cutáneas de la dermatosis nefrolítica febril aguda en una pequeña serie de casos de pacientes con artritis reumatoide. [ 14 ] Sin embargo, se debe tener cuidado al usar este tratamiento en un grupo concomitante o con una alta probabilidad de cáncer. [ 15 ]
En el tratamiento de la dermatosis neutrofílica febril aguda recalcitrante, la talidomida se ha utilizado para eliminar las lesiones en un mes después del tratamiento con corticosteroides, el metronidazol, la dapsona y el metotrexato fracasaron. [ 16 ] También se ha informado que el anakinra y el rituximab son eficaces en casos refractarios. [17,18,19 ]










Gentileza de la Dra. Diana Carolina Cruz Mantilla.
Médico cirujano Hospital San Juan de Dios Pamplona
Pamplona (Colombia)






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IMÁGENES DE LA SALA: BRONCONEUMONÍA TUBERCULOSA EN MUJER DE 19 AÑOS.

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Paciente de 19 años con tos y expectoración mucohemoptoica de 2 meses de evolución. Ha existido pérdida ponderal de más del 10% del peso, y refiere sudoración nocturna profusa. No se ha controlado la temperatura aunque cree que en ocasiones ha tenido fiebre.
Hace 1 mes presentó lesiones de aspecto granulomatoso en la región de paladar blando, involucrando úvula que fueron tratadas con ATB sin respuesta por lo que se indicó una serie corta de prenisona 40 mg. Se llevó a cabo un examen videoscópico de la vía aérea superior observándose compromiso laríngeo.


En las imágenes se puede apreciar compromiso pulmonar bilateral a predominio basal y campos medios por lesiones de aspecto algodonoso, alveolares, y que en algunos cortes tomográficos se aprecia en imagen en árbol brotado. Existen zonas cavitadas bilateralmente.

































Presentó
Dra. Natalia Euclides Vidal

Residente 3° años de Cínica Médica





ERITEMA INDURADO DE BAZIN (VASCULITIS NODULAR)

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ERITEMA INDURADO (VASCULITIS NODULAR)

INTRODUCCIÓN 
Eritema indurado(EI) es un trastorno inflamatorio poco frecuente con alteraciones centradas en el tejido adiposo subcutáneo (paniculitis). El término "EI" fue propuesto por primera vez por Ernest Bazin a mediados del siglo XIX, que reconoció la asociación de los cambios clínicos e histológicos distintivos con la tuberculosis (TB) [1, 2]. Posteriormente, se reconoció que no todos los casos están asociados con TB.

Los tres subconjuntos clínicos de EI son:

  • EI asociado a la TB
  • EI asociada con otras enfermedades o fármacos
  • EI idiopática


El EI ocurre más a menudo en mujeres adultas y se caracteriza por nódulos subcutáneos eritematosos, sensibles o dolorosos espontáneamente o  a la palpación, ulcerados de forma variable, que aparecen clásicamente en  la parte posterior de las piernas  (figuras 1 a 4).




Figura 1 Eritema indurado de Bazin
Un nódulo ulcerado y múltiples cicatrices están presentes en las piernas de este paciente con eritema indurado de Bazin.






Figura 2: Eritema indurado (vasculitis nodular)
Nódulos múltiples están presentes en la región posterior de las piernas.







Figura 3 Eritema indurado  (vasculitis nodular)
Nódulos múltiples están presentes en las piernas en región posterior.







Figura 4 Eritema indurado (vasculitis nodular). La la región posterior de las piernas es un sitio muy común de compromiso. Los nódulos pueden ulcerarse.





Histológicamente, la EI es una paniculitis mayormente lobular asociada con necrosis y un infiltrado granulomatoso mixto con vasculitis (Figura 5).





Figura 5 Eritema indurado (vasculitis nodular).
(A) Paniculitis principalmente lobular con vasculitis. El tipo de vaso involucrado por vasculitis es variable y puede incluir vénulas centrilobulares, venas septal o arterias septal; La vasculitis puede no ser demostrada en cada biopsia o en cada corte de tejido.
(B) Existe un infiltrado granulomatoso mixto que reemplaza los lóbulos con zonas de necrosis extravascular.
(C) Las zonas de necrosis están asociadas con restos celulares.



El tratamiento de la enfermedad subyacente asociada puede conducir a la resolución del EI y es el pilar del tratamiento.

TERMINOLOGÍA
El EI está estrechamente relacionada con la "vasculitis nodular" (VN) o es sinónimo de ella. El uso de los términos EI y VN varía en todo el mundo, con muchas autoridades que utilizan estos términos de forma indistinta. Históricamente, el EI ha sido considerada como el subconjunto de VN que está asociado con la tuberculosis (TB). Algunos clínicos, entre ellos los autores que acuñaron el término VN en 1945, reservan el término EI para los casos asociados a la TB y VN para los casos de paniculitis no asociados a TB que presentan características histopatológicas idénticas [3]. Los casos asociados a TB se clasifican como una de las formas verdaderas de "tuberculides".

El término EI también está sujeto a variaciones. Históricamente, "EI de Bazin" se ha utilizado para referirse a la EI asociada a TB, en contraste con "EI de Whitfield", que reconoce casos no asociados a la TB.

Para los propósitos de esta revisión del tema, los términos EI y VN serán considerados como intercambiables y sin necesidad de ser usados ​​conjuntamente con los nombres Bazin o Whitfield.


EPIDEMIOLOGÍA 
El EI es poco frecuente, aunque se desconoce su incidencia y prevalencia. La principal demografía del EI es la mujer adulta, pero  puede afectar a ambos sexos [4]. Tanto las variantes asociadas a TB como las no asociadas a la tuberculosis (TB) de la IE parecen ser más frecuentes en las mujeres que en los hombres.

El rango de edad  es amplio. En una de las series más grandes (86 pacientes con EI), la mediana de edad fue de 56 años (rango 23 a 81 años) [5]. En una serie separada de 32 pacientes con EI asociada a TB, la edad media de presentación fue de 37 años (rango 13 a 66 años) [6]. Además, hay informes de casos de TB asociada a la EI en niños pequeños [7, 8].

Los datos son insuficientes para las conclusiones definitivas sobre las predilecciones raciales o étnicas en la IE, pero se han reportado casos de Estados Unidos [4,9], Europa [5], Asia [6], África [10] y Australia [11].

PATOGÉNESIS
La patogénesis del EI es poco conocida. Similar a otras formas de paniculitis no infecciosa, EI se considera como una reacción de hipersensibilidad inmunomediada. En EI, el patrón de reacción histológica se caracteriza específicamente por un proceso inflamatorio granulomatoso mixto desencadenado por Mycobacterium tuberculosis u otros antígenos que inducen características clinicopatológicas similares o idénticas. Además, dado que la vasculitis es un sello histológico, los antígenos endoteliales pueden ser el blanco de la citotoxicidad mediada por células. Basándose en estos conceptos, el EI se ha caracterizado por presentar características de hipersensibilidad tipo IV (retrasada) y tipo III (vasculitis por inmunocomplejos).

PRESENTACIÓN CLÍNICA
EI suele estar confinado a las piernas, clásicamente pantorrilla y / o la parte lateral, y puede ser unilateral o bilateral (figura 1 A  a la D). Distribuciones atípicas pueden ocurrir, incluyendo una predilección por las espinillas como se describe en una serie de 25 pacientes en Singapur [12]. Además,   ocasionalmente se presenta en los muslos o extremidades superiores, y raramente en tronco, región facial, o las formas  diseminadas que aunque excepcionalmente se han informado.[13, 14].

La manifestación clínica más temprana de EI es uno o más nódulos subcutáneos eritematosos. Las lesiones individuales son típicamente no mayores de 2 cm de diámetro [4, 15]. Los nódulos pueden ser o no escamosos. El dolor o sensibilidad leve típicamente está presente. El dolor es variable, pero generalmente no es insoportable si es que existe.

Cuando la evolución es severa o tórpida la ulceración es característica. Las lesiones cicatrizadas pueden dejar cicatrices.

Los pacientes con EI por lo general carecen de síntomas constitucionales con la excepción de los relacionados con la enfermedad subyacente. Se ha descrito neuropatía periférica asociada [16,17].

TRASTORNOS ASOCIADOS
El EI  puede subclasificarse en tres subgrupos clínicos:

EI asociado a la tuberculosis (TB)
EI asociada con otras enfermedades o fármacos
EI idiopática
Estos subconjuntos no pueden distinguirse por morfología clínica o histopatología.

Sobre la base de los informes publicados, la TB es la causa identificable más común de EI. En una revisión de 26 pacientes diagnosticados con EI entre 1966 y 1986 en Inglaterra, todos los pacientes tuvieron una prueba positiva de tuberculina en la piel [4]. En un estudio retrospectivo español que incluyó a 65 pacientes que recibieron un diagnóstico histológico de EI entre 1976 y 1994, el 89 por ciento tuvo una prueba positiva de tuberculina en la piel [18]. Además, un estudio retrospectivo de Singapur de 25 pacientes diagnosticados de EI entre 1989 y 1995 encontró tuberculosis pulmonar activa en el 28 por ciento [12].

EI puede presentarse en asociación con otras formas de tuberculosis, más comúnmente con tuberculides papulonecróticas [19-21].

Las asociaciones de enfermedades distintas de la TB son mucho menos comunes pero han sido documentadas en los informes de casos. Ejemplos incluyen:

  • Tromboflebitis superficial [5,22]
  • Enfermedades autoinmunes (lupus eritematoso sistémico [23], artritis reumatoide [5,22], hipotiroidismo [5,22], enfermedad de Addison [24])
  • Enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn [25], colitis ulcerosa [26])
  • Trastornos hematológicos (leucemia linfocítica crónica, anticuerpos antifosfolípidos [27])
  • Infecciones virales (virus de la hepatitis C [28], virus de la hepatitis C en asociación con el síndrome de los dedos rojos [29], virus de la hepatitis B [5])Infecciones bacterianas (Nocardia, Pseudomonas, Fusarium, Chlamydophila pneumoniae [30])
  • Infecciones por micobacterias (Mycobacterium chelonae [31], Mycobacterium avium [32] y Mycobacterium monacense [33])
  • Asociaciones de medicamentos descritos en los informes de casos incluyen etanercept [34] y propiltiouracilo [35]. Recurrencia de EI durante la quimioterapia para el cáncer de mama también se ha informado [36].

Una minoría de los casos de EI no tienen causa plausible o asociación (EI idiopática).

HISTOPATOLOGÍA 
Los hallazgos patológicos típicos en EI incluyen paniculitis y vasculitis.

PANICULITIS
Al aumentar la exploración, el infiltrado inflamatorio exhibe un patrón predominantemente lobular. El infiltrado inflamatorio está "mezclado", típicamente conteniendo linfocitos, células plasmáticas, histiocitos que forman granulomas, neutrófilos y eosinófilos. Los focos extravasculares de necrosis fibrinoide están típicamente presentes, aunque pueden representar secciones no diagnósticas a través de vénulas centrilobulares afectadas y posiblemente oscurecidas por venulitis (vasculitis con vénulas).

VASCULITIS
La vasculitis puede involucrar una variedad de tipos de vasos incluyendo arterias, arteriolas, venas y vénulas en los septos subcutáneos y / o lóbulos. En la mayor serie de casos histológicamente confirmados de EI (101 biopsias de 86 pacientes), las vénulas centrolobulares más pequeñas fueron las más comúnmente involucradas, con menor participación de venas septales y / o arterias septales [5]. La vasculitis no siempre se observa. En una serie,  vasculitis no se identificó en el 10 por ciento de las biopsias [5].
El infiltrado asociado presenta leucocitoclasis y puede aparecer neutrofílico o linfocítico. La aparición de la vasculitis linfocítica en el EI ha sido interpretado como una etapa tardía de una vasculitis principalmente neutrofílica. La vasculitis granulomatosa, una característica histológica de la tuberculosis nodular que también ocurre en la, puede representar una etapa aún más avanzada del proceso vasculítico [37,38].
La ulceración en EI se atribuye a necrosis isquémica secundaria a vasculitis con oclusión. La presencia de ulceración no se correlaciona claramente con un tipo particular de compromiso vascular.

DIAGNÓSTICO
 El diagnóstico se basa en una evaluación compuesta de los hallazgos clínicos y biopsia de la piel combinados con resultados negativos de la prueba para la infección lesional (algoritmo 1).

En resumen, las características clave que apoyan el diagnóstico de EI son:

Nódulos eritematosos y blandos en la parte inferior de las piernas, particularmente pantorrillas (con o sin ulceración)
Biopsia de piel que demuestra:
  • Paniculitis predominantemente lobular
  • Infiltrado inflamatorio mixto que contiene linfocitos, células plasmáticas, histiocitos que forman granulomas, neutrófilos y eosinófilos
  • Vasculitis (puede ser necesario examinar varios cortes)
  • Tinciones y cultivos negativos para bacterias, micobacterias y hongos

El diagnóstico de EI debe ser seguido de una evaluación para tuberculosis.

EXAMEN FÍSICO
El examen físico se centra en las extremidades inferiores, ya que la participación de otros sitios es infrecuente. La participación de otros sitios del cuerpo no descarta la EI, pero debe estimular la consideración de otros trastornos.

BIOPSIA
Se requiere una biopsia para confirmar el diagnóstico. El tipo de biopsia puede ser crítico. Las biopsias pequeñas o las biopsias superficiales por punch o punción son más propensas a  no sea diagnosticada la entidad  o mal interpretada. Idealmente, se debe tomar una biopsia incisional o una biopsia de punción del grosor completo de la zona afectada

Además, se deben obtener tinciones y cultivos para bacterias, micobacterias y hongos. Por definición, las tinciones histoquímicas lesionales y los cultivos lesionales son negativos para patógenos en el EI.

ESTUDIOS ADICIONALES
Los pacientes con EI deben ser evaluados para la enfermedad subyacente, particularmente tuberculosis (TB). Un tratamiento adecuado para pacientes sin antecedentes de TB conocidos incluye:

  • Prueba cutánea con tuberculina o ensayo de liberación de interferón gamma [9,39,40]
  • Revisión de sistemas
  • Radiografía de tórax

Si está disponible, la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para M. tuberculosis a partir de tejido lesional fijado con formalina se puede utilizar para apoyar una asociación de EI con TB [9]. Sin embargo, la sensibilidad diagnóstica es variable y probablemente afectada por factores técnicos, así como la prevalencia de EI y TB en la población. En un estudio retrospectivo realizado en los Estados Unidos, las pruebas basadas en PCR de muestras de biopsia de EI para TB fueron positivas en 5 de 20 pacientes (25 por ciento) con pruebas cutáneas tuberculínicas positivas y lesiones características que respondieron al tratamiento antituberculoso [41]. En un estudio retrospectivo más amplio procedente de España, la PCR fue positiva para pruebas de TB en el 77 por ciento de 72 muestras de 65 pacientes con EI (incluyendo 57 con pruebas positivas de tuberculina) [18]. En esta serie, hubo una correlación entre una prueba positiva y el grado de necrosis de los tejidos, pero no con otros atributos histopatológicos [18].

Las pruebas iniciales adicionales razonables para otras enfermedades asociadas en pacientes sin evidencia de TB incluyen [2]:

  • Recuento sanguíneo completo con diferencial
  • Velocidad de sedimentación de eritrocitos
  • Pruebas de la función hepática
  • Serología del virus de la hepatitis C

La necesidad de pruebas adicionales se guía por los resultados de la revisión de los síntomas.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
El diagnóstico diferencial  incluye otras formas de paniculitis que suelen afectar a las extremidades inferiores.

ERITEMA NODOSO
Eritema nodoso (EN) es la causa más frecuente de paniculitis primaria. Los pacientes con EN típicamente se presentan con nódulos bilaterales no ulcerosos en la región anterior de las piernas  (espinillas) en lugar de la región posterior como se ve en EI.  Teniendo en cuenta la mayor incidencia de EN, los casos no clásicos de EI no son infrecuentemente clínicamente mal diagnosticados como EN [42].
Los hallazgos patológicos que apoyan EN incluyen un patrón mayormente septal de inflamación subcutánea. Los agregados histiocíticos que rodean las hendiduras (granuloma radial de Miescher) son característicos de EN. Al igual que EI, EN es un patrón de reacción con numerosas asociaciones de enfermedades posibles, algunas de las cuales se solapan con las de EI, incluyendo tuberculosis (TB) y posiblemente hepatitis C.

PANICULITIS INFECCIOSA (INFECCIOSA)
El EI se caracteriza por infiltrados granulomatosos neutrofílicos, que también es la respuesta típica del huésped contra la mayoría de los patógenos, particularmente hongos, micobacterias y parásitos. Dado que las tinciones histoquímicas tienen una sensibilidad limitada y las tinciones negativas no excluyen la infección, se requieren cultivos lesionales y / o pruebas de diagnóstico molecular complementarias si la infección es una preocupación clínica. Por ejemplo, un caso de paniculitis secundaria a Mycobacterium massiliense se informó  que  imita EI [43].

POLIARTERITIS NODOSA CUTÁNEA
La poliarteritis nodosa cutánea (PAN) se caracteriza por máculas, pápulas y nódulos blandos, eritematosos y purpúricos, que a menudo se presentan en un patrón e en las extremidades inferiores. Histológicamente, los cambios en PAN se centran estereotípicamente en las pequeñas arterias subcutáneas, mientras que la inflamación subcutánea lobular, extravascular y extravascular, que afecta a una gama más amplia de tipos de vasos es típica de EI.

PANICULITIS TRAUMÁTICA
Al igual que la IE y la paniculitis infecciosa, la paniculitis traumática se presenta como uno o varios nódulos blandos o asintomáticos, generalmente en las extremidades inferiores. Cualquier sitio puede ser traumatizado, siendo la pierna anterior (tibia) típica. La paniculitis facticia se considera como un subconjunto de paniculitis traumática. Histológicamente, la paniculitis traumática muestra necrosis de grasa prominente con necrosis grasa lipofágica y predomina necrosis grasa lipomembranosa; la vasculitis no es una característica.

TRATAMIENTO
El  IE no es un trastorno potencialmente mortal; Sin embargo, el tratamiento suele darse porque la EI puede ser dolorosa y desfigurante (algoritmo 1). Además, las enfermedades subyacentes no tratadas como  tuberculosis (TB) pueden causar muerte o morbilidad significativa.

TRATAMIENTO DE PRIMERA LÍNEA: el EI puede ser curado si la causa subyacente es identificada y tratada con éxito (algoritmo 1). Los pacientes con evidencia de TB latente o activa deben recibir tratamiento estándar para la TB de acuerdo con las directrices actuales. Al igual que con otras tuberculides, el  EI asociada a la TB generalmente responde a la terapia anti-TB.

Además, los fármacos antiinflamatorios no esteroideos, el reposo, la elevación y la compresión pueden ser útiles para mejorar los síntomas [2, 22].

Si una enfermedad subyacente no puede ser identificada y tratada, el manejo  de el EI  puede ser difícil.




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DISECCIÓN AÓRTICA TIPO A.

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La disección aórtica se caracteriza por la creación de una falsa luz en la capa media de la pared aórtica. Dependiendo de la presencia y localización de los desgarros primitivos, así como la extensión retrógrada o anterógrada de la disección, se clasifican los tipos de disección. El grupo de Stanford habla de tipos A y B según la aorta ascendente esté afectada o no por la disección, respectivamente. DeBakey diferencia entre el tipo I cuando la aorta ascendente y descendente están afectadas, tipo II cuando sólo interesa la aorta ascendente y tipo III cuando sólo se afecta la aorta descendente.
La disección aórtica (DAo) típica comienza con la formación de un desgarro en la íntima de la aorta, que expone la capa media subyacente enferma al flujo sanguíneo pulsátil. Éste penetra en dicha capa media, disecándola y extendiéndose distalmente en longitud variable, creando una falsa luz; de forma ocasional se extiende proximalmente.
Fuerzas de cizallamiento pueden producir desgarro de la parte interna de la pared aórtica disecada (flap intimal) produciendo zonas de salida o entrada adicionales. La distensión de la falsa luz puede llegar a estenosar y distorsionar la luz aórtica verdadera.
La localización del desgarro intimal primario más frecuente es la aorta ascendente, entre 1-5 cm por encima del seno de Valsalva derecho en el 65% de los casos, en la aorta descendente proximal debajo de la subclavia izquierda en el 20%, en el arco aórtico transverso en 10% y en aorta distal toracoabdominal en el 5%.
Recientemente se han descrito otras dos formas etiológicas de DAo: el hematoma intramural (HI) y la úlcera aórtica aterosclerótica penetrante (UP).
El HI, también conocido como DAo sin desgarro intimal, es esencialmente una hemorragia contenida en la capa media aórtica, extendida hasta la adventicia, que es producida por rotura de los vasa vasorum. Correspondería al 3-13% de las disecciones sin desgarro intimal de los estudios patológicos antiguos.
La UP, como su nombre indica, sería una ulceración de una lesión arteriosclerótica aórtica que penetra en la lámina elástica interna, formando un hematoma en la capa media de la aorta torácica descendente, permaneciendo localizado o extendiéndose unos centímetros, sin formar una segunda luz.
Frecuentemente originan aneurismas aórticos saculares o fusiformes. En el 25% de los casos causan pseudoaneurisma aórtico y en un 8% conducen a rotura aórtica. La progresión a una DAo extensa es rara.
Existen factores predisponentes de disección aórtica, como la edad, hipertensión sistémica arterial (HTA), anomalías congénitas de la válvula aórtica, trastornos hereditarios del sistema conectivo, traumáticos y otros. La DAo afecta a pacientes entre la quinta y séptima décadas de la vida, siendo más frecuente en varones (3/1). En menores de 40 años la frecuencia es similar en ambos sexos, debido a la mayor frecuencia de DAo en mujeres durante el tercer trimestre del embarazo.
La HTA es encontrada en el 80% de los casos, siendo el segundo factor predisponente en importancia. La degeneración medial quística es un signo intrínseco de varios trastornos hereditarios del tejido conectivo, más notablemente el síndrome de Marfan y el de Ehlers-Danlos, donde se produce un deterioro del colágeno y la elastina medial que sería el factor predisponente principal de la mayoría de las DAo no traumáticas. Los pacientes con síndrome de Marfan, además de su propensión al desarrollo de aneurismas aórticos torácicos, tienen alto riesgo de DAo en una edad relativamente joven. La ectasia anuloaórtica con dilatación idiopática de la aorta ascendente e insuficiencia aórtica tiene su origen en la degeneración medial quística, y predispone igualmente a la DAo.
Las DAo iatrógenas son complicaciones infrecuentes, pero potencialmente serias después de angiografías o cirugía. Las primeras son secundarias a coronariografías, aortografías, inserción de balón de contrapulsación, se localizan en el seno de Valsalva, arterias braquiales, cefálicas, ilíacas y femorales; la mayoría son retrógradas y disminuyen de tamaño por trombosis de la falsa luz, mientras que las anterógradas persisten en el seguimiento y pueden ser tratadas de forma médica. Las DAo secundarias a cirugía cardíaca son intraoperatorias y se diagnostican y tratan de forma precoz.
Los traumatismos aórticos directos tienden a causar desgarros localizados, hematomas o roturas aórticas francas más que DAo clásicas. Otros factores y enfermedades asociadas a DAo serían: síndromes de Turner y de Noonan, aortitis de células gigantes, lupus, displasia fibromuscular, poliarteritis nodosa, enfermedad poliquística renal y la ingestión de cocaína.

PRESENTACIÓN CLÍNICA
El síntoma más frecuente es el dolor severo, de comienzo súbito, de carácter desgarrante, de tipo pulsátil, migratorio siguiendo el sentido de la disección, localizado en la cara anterior del tórax, cuello y mandíbula cuando la DAo esta en la aorta proximal, o localizado en la zona interescapular y el abdomen si la DAo es distal, acompañado de apariencia de shock con tensiones arteriales conservadas o altas.
Síntomas menos comunes en la presentación de la DAo, con o sin dolor torácico asociado, serían:
- Fallo cardíaco debido a insuficiencia aórtica severa en las DAo proximales.
-Síncope sin signos neurológicos focales por rotura de DAo proximal en la cavidad pericárdica con taponamiento o, con menos frecuencia, por rotura de disección aórtica descendente en el espacio pleural izquierdo.
- Accidente vascular cerebral, neuropatías periféricas o paraplejía.
- Parada cardíaca o muerte súbita.

EXPLORACIÓN FÍSICA
Los signos generalmente reflejan la localización de la DAo y el grado de afectación cardiovascular. Sugieren el diagnóstico aunque pueden ser sutiles o ausentes aun en presencia de DAo extensa.
La HTA aparece en 80-90% de las DAo distales, siendo menos común en las proximales. La hipotensión arterial verdadera es más frecuente en las proximales, por taponamiento cardíaco, aunque las DAo distales también producen hipotensión arterial por rotura intrapleural o intraperitoneal. Cuando la disección ocluye vasos braquiocefálicos podemos registrar de forma inexacta una hipotensión arterial (seudohipotensión).
Los signos físicos típicos asociados a DAo son más característicos cuando se afecta la aorta proximal. Éstos serían:
- Déficit de pulsos (un 50% en la DAo proximal y un 15% en la DAo distal) por oclusión de la luz vascular por el flap o por extensión de la disección misma en la arteria y compromiso de la luz verdadera por el falso canal. A veces, los déficit de pulsos son transitorios por reentrada distal o movimientos del flap intimal.
-La insuficiencia aórtica (IAo) es un signo importante de la DAo proximal (50-66%) con soplo de calidad musical en el borde esternal derecho con intensidad dependiente de la presión arterial. Por el fallo cardíaco asociado puede apagarse el soplo y los signos periféricos de la insuficiencia aórtica. En su origen participa la dilatación del anillo y la raíz aórtica, depresión de una valva, prolapso del flap y torsión del anillo.
-Manifestaciones neurológicas (6-19%): puede ocurrir accidente cerebrovascular en el 3-6% por afectación directa de la arteria innominada o carótida común; con menos frecuencia coma, paraplejía y paraparesia.
-Infarto agudo de miocardio (IAM) (1-2%) de cara inferior, por afectación del ostium de la coronaria por el flap. La disección puede no ser reconocida, con consecuencias catastróficas si es tratada con trombolíticos.
-Infarto renal, fracaso renal y HTA severa por compromiso de la arteria renal (5-8%).
-Isquemia e infarto mesentérico (3-5%).
-Déficit de pulsos femorales (12%) por compromiso de las arterias ilíacas, con dolor torácico mínimo que nos puede confundir con embolismo periférico.
-Otras manifestaciones clínicas pueden ser hemotórax, hemoptisis y hematemesis por roturas en el espacio pleural, bronquios o esófago. Ocasionalmente se han descrito roturas en la aurícula derecha o izquierda, en el ventrículo derecho con fallo cardíaco.
-Síndrome de vena cava superior, pulsación esternoclavicular, masa pulsátil cervical y síndrome de Horner.

El hematoma intramural tiene una clínica indistinguible de la DAo aguda. Son pacientes de edad similar, con historia de HTA y arteriosclerosis aórtica extensa, con dolor torácico y dorsal típico de la DAo clásica, con insuficiencia aórtica y déficit de pulsos. El 50% presentan derrame pleural izquierdo al cabo de unos días de evolución. El derrame pericárdico puede aparecer cuando la aorta ascendente está afectada.
Los pacientes con úlcera penetrante son igualmente de edad avanzada, con historia de HTA y arteriosclerosis cardiovascular, con dolor torácico dorsal, sin déficit de pulsos, insuficiencia aórtica ni déficit neurológicos.
En general, la DAo proximal se presenta con dolor inicial torácico anterior, soplo diastólico aórtico, roce pericárdico, ausencia o disminución del pulso y presión arterial en el brazo derecho, carótida derecha con pulso disminuido, isquemia o infarto agudo de miocardio, síndrome de Marfan y con anomalías congénitas de la válvula aórtica. La DAo distal se presenta con dolor interescapular, HTA con más frecuencia y derrame pleural izquierdo.

El diagnóstico diferencial de la DAo debemos establecerlo con:
-Aneurismas aórticos toracoabdominales no disecados.
-Isquemia e infarto agudo de miocardio.
-Insuficiencia aórtica sin disección.
-Pericarditis aguda.
-Tumor mediastínico.
MÉTODOS DIAGNÓSTICOS

Debido a que la disección de aorta es una entidad con muy diversas formas de presentación clínica es necesario mantener un alto índice de sospecha por parte del médico para establecer un diagnóstico rápido y exacto. Los tres factores clínicos más frecuentemente asociados a la disección de aorta son la historia previa de hipertensión arterial, el comienzo súbito de dolor torácico intenso y la irradiación del dolor 1. Estos factores, junto con un electrocardiograma normal, la presión arterial alta en el momento de la anamnesis, la ausencia de alguno de los pulsos periféricos, el soplo de insuficiencia aórtica y el ensanchamiento mediastínico evidenciado en la placa de tórax obligan al clínico a descartar la disección de aorta.
No existe una prueba de elección en la evaluación de la disección de aorta, pues las técnicas disponibles tienen ventajas e inconvenientes, de forma que cada una de la técnicas será más completa en el estudio de algunos de los diferentes aspectos diagnósticos (tabla 1).
Electrocardiograma

El electrocardiograma es normal en la mayoría de los casos. En pacientes muy hipertensos puede poner de manifiesto signos de hipertrofia ventricular izquierda. Aunque el electrocardiograma no apoya el diagnóstico de disección de aorta, es esencial para distinguir esta entidad del infarto agudo de miocardio, puesto que el cuadro clínico puede ser muy parecido. Hay que reseñar que en los casos en los que el flap diseque la coronaria el ECG puede evidenciar la signos de IAM.
Radiografía de tórax

Aunque se ha sugerido que la radiografía de tórax adecuadamente realizada e interpretada por expertos tiene una alta precisión diagnóstica 2, la realidad es que en menos del 30% de pacientes existen signos inequívocos de disección 3. Sin embargo, se acepta que en el proceso diagnóstico es esencial contar con una radiografía de tórax porque no sólo puede ofrecer signos compatibles y apoyar, por tanto, la necesidad de realizar otra prueba de imagen para confirmar el diagnóstico, sino que también puede identificar otras causas de dolor torácico. Por otra parte, se reconoce una alta variabilidad interobservador 2, por lo que no debe ser la única prueba de imagen ante una sospecha de disección.
Los signos radiográficos que sugieren disección de aorta son 2: borramiento o ensanchamiento del botón aórtico, derrame pleural (generalmente izquierdo), desviación de la tráquea, distancia mayor de 6 mm entre una calcificación intimal y el contorno externo de la pared aórtica, ensanchamiento mediastínico, ensanchamiento de la aorta ascendente o descendente y ensanchamiento de la línea paraespinal. La separación entre la calcificación intimal y el contorno externo aórtico, signo muy referido en la literatura, es muy poco específico.
Datos de laboratorio

Los datos de laboratorio son muy inespecíficos. Es frecuente la leucocitosis y puede haber anemia por secuestro de sangre en la falsa luz o por extravasación de sangre desde la aorta. La creatinina puede aumentar cuando disminuye la perfusión renal. La hemólisis de sangre en la falsa luz provoca un aumento de la lactodeshidrogenasa en algunos pacientes 4. Recientemente se ha demostrado una muy alta precisión diagnóstica de la detección de determinados anticuerpos antimiosina para el diagnóstico de disección de aorta 5, aunque es un método todavía no disponible.
Ecocardiografía

El diagnóstico ecocardiográfico se basa en la detección del colgajo (flap) intimomedial que divide la aorta en dos luces, la verdadera y la falsa. La ecocardiografía transtorácica ofrece una sensibilidad entre el 50 y el 80% y una especificidad entre el 70 y el 90% 6,7. El estudio debe incluir la visualización de la aorta a través no sólo de las ventanas habituales (paraesternal izquierda y apical), sino también de las proyecciones supraesternal, supraclavicular, subcostal, abdominal y, si hay derrame pleural, subescapular. De esta manera se reconoce la aorta en toda su extensión. A pesar de ello, la visualización de la aorta descendente es especialmente dificultosa 8.
La ecocardiografía transesofágica (ETE)ha cambiado radicalmente la actitud diagnóstica en la disección de la aorta. El esófago está en íntimo contacto con la aorta, por lo que su estudio es muy completo. La gran limitación es la dificultad para estudiar la porción más alta de la aorta ascendente por la interposición de la tráquea y el bronquio principal izquierdo, aunque es muy raro que una disección se localice exclusivamente en esa región. Es fundamental una adecuada sedación del paciente para evitar bruscas subidas de la tensión arterial que puedan precipitar una rotura aórtica. La sensibilidad, la especificidad y los valores predictivos están por encima del 95% 9. El estudio transesofágico debe incluir los siguientes aspectos: identificación del colgajo, la luz verdadera y la luz falsa; identificación de la puerta de entrada; trombosis de la luz falsa; afectación de la aorta ascendente, cayado y aorta descendente; diámetro de la aorta; valoración de la válvula aórtica; afectación de las ramas aórticas incluyendo la porción proximal de las arterias coronarias y los troncos supraaórticos; estudio de la función ventricular, y presencia de derrame pericárdico. En todos estos aspectos, la ETE ha demostrado una alto rendimiento, por lo que si está disponible podría ser la técnica de elección. Además es rápida y puede hacerse sin necesidad de trasladar al paciente (tabla 1).
Tomografía computarizada

Los resultados ofrecidos por la tomografía computarizada (TC) son superponibles a los de la ETE. Su sensibilidad y especificidad están cerca del 100% 10. Tiene algunas limitaciones con respecto a otras técnicas, como la necesidad de utilizar contraste nefrotóxico, la limitada capacidad para detectar la puerta de entrada 10 y la falta de información hemodinámica referente sobre todo al estado de la válvula aórtica. Frente a esto, la TC está ampliamente disponible y es mucho menos dependiente del operador que el resto de técnicas. En los centros en los que no se disponga de ETE ni resonancia magnética (RM), la combinación de la ecocardiografía transtorácica y TC aporta una información diagnóstica exacta y rápida 11. Es, sin duda, suficiente para decidir el traslado urgente del paciente a un centro de referencia con cirugía cardiovascular o descartar el diagnóstico de disección de aorta.
Resonancia magnética

La RM puede considerarse la técnica más completa en el diagnóstico de la disección de la aorta, pues permite una evaluación exhaustiva de la morfología aórtica y de las estructuras que la rodean 12. Todas las características de la disección estudiadas por otras técnicas pueden ser también adecuadamente valoradas con la RM. La técnica de cine-RM puede identificar también la regurgitación aórtica al demostrar áreas de flujo turbulento en el ventrículo izquierdo durante la diástole 13. Sus grandes limitaciones son la escasa disponibilidad, la necesidad de más tiempo para su realización que otras técnicas y la dificultad para hacer la prueba en pacientes inestables e intubados. Además, está contraindicada en pacientes con marcapasos y con desfibrilador automático implantable.
Angiografía

El uso de la angiografía como herramienta diagnóstica en la disección aórtica se remonta a 1960; va a cumplir, pues, 40 años. Tiene una sensibilidad del 88%, una especificidad del 94% y una precisión diagnóstica para la disección aórtica del 98%.
La inyección de contraste yodado a gran velocidad en la aorta permite el estudio de su luz, de sus ramas, incluidas las coronarias, así como la evaluación de la válvula aórtica y su competencia.
El diagnóstico angiográfico de la disección aórtica se basa en la demostración de anomalías anatómicas.
Los signos directos son: a) presencia de «colgajo» (flap) íntimo-medial, visualizado como defecto de repleción intraluminal lineal y móvil; b) visualización de una luz falsa, con relleno de menor densidad que la verdadera y con lento lavado del contraste, y c) deformidad del borde y curvaturas normales de la aorta, por la compresión que ejerce el falso canal.
Los signos indirectos son: a) rigidez, falta de movilidad de un segmento de la pared aórtica, que puede expresar la presencia de hematoma, y b) aumento del grosor de la pared aórtica por encima de 5 mm.
Esta técnica puede fallar fundamentalmente por las siguientes causas: a) cuando el relleno del falso canal es muy bueno y la densidad del contraste es igual a la del verdadero, o cuando es muy malo y prácticamente no hay paso de contraste; b) cuando la disección es muy pequeña, y c) cuando con la angiografía «se ve» la luz de la aorta, pero «no se ve» la pared, como sucede en las imágenes ecográficas.
En resumen, la angiografía es una técnica con un buen rendimiento diagnóstico para la disección aórtica, segura, bien tolerada incluso en pacientes en situación crítica, y que tiene la ventaja de poder visualizar el estado de las ramas aórticas, incluidas las coronarias.



Seguimiento de los pacientes con disección de aorta

La evolución a medio-largo plazo de los pacientes con disección aórtica depende de las complicaciones residuales de la fase aguda y del correcto control de la presión arterial durante el seguimiento. La supervivencia a los 5 años de los pacientes dados de alta del hospital es del 75-82% 14. Las complicaciones tardías más frecuentes incluyen la disección recurrente, la dilatación aórtica y la rotura. En el 20% de las disecciones operadas aparece un aneurisma en otra región de la aorta en los primeros 2 años de seguimiento. Hasta un 30% de las muertes tardías después del tratamiento quirúrgico de la disección se producen por rotura de la disección o de un aneurisma remoto.
A parte de un correcto control de la presión arterial, el seguimiento de estos pacientes debe incluir la valoración, semestral o anual, de la aorta mediante técnicas de imagen. Antes del alta hospitalaria, es fundamental tener una correcta información de la extensión de la disección, la localización de la puerta de entrada, trombosis de la falsa luz, diámetro máximo de la aorta, severidad de la insuficiencia aórtica residual y afectación de troncos arteriales principales. La comparación de la medida de los diámetros entre diferentes técnicas de imagen demuestra una excesiva variabilidad (± 12 mm) 15, por lo que si se quiere valorar la dilatación progresiva de la aorta debería utilizarse siempre la misma técnica de imagen. La TC, la ETE y la RM permiten realizar un correcto seguimiento de la patología aórtica. No obstante, es importante considerar no sólo las ventajas de cada técnica, sino la experiencia y disponibilidad de las mismas en cada centro.
Disección tipo A

Cuando no se utiliza ecocardiografía intraoperatoria, la valoración de los resultados del tratamiento quirúrgico debe realizarse en el postoperatorio inmediato. En este contexto, la técnica de elección es la ETE dado que se puede practicar en la misma unidad de vigilancia intensiva. Las principales complicaciones que deben valorarse son la formación de un seudoaneurisma entre la pared de la aorta y el injerto vascular, la presencia de regurgitación aórtica significativa y la persistencia de disección de la aorta descendente. Los seudoaneurismas pueden encontrarse en el 10-25% de las disecciones de aorta ascendente en las que se ha implantado un tubo de dacron 16. Ocasionalmente, puede demostrarse una compresión externa del injerto secundaria a un hematoma periaórtico. Finalmente, en el 60-75% de los pacientes intervenidos por disección de la aorta ascendente persiste la disección distal al segmento operado 17,18.
El seguimiento a medio plazo de las disecciones de aorta ascendente a las que se les ha implantado un injerto con o sin reimplantación de coronarias debe realizarse mediante ETE o RM. Ambas técnicas son muy precisas en el diagnóstico de las complicaciones en la aorta ascendente proximal. Dado que en el 15-20% de los pacientes se produce una dilatación progresiva de la aorta (> 60 mm) en zonas distales a la intervención 19 a los 3 años de seguimiento, es importante valorar el arco y la aorta descendente. Probablemente, si no se puede realizar RM, debería alternarse anualmente la práctica de una ETE y TC para obtener una información completa de la aorta torácica y abdominal.
Disección tipo B

Los estudios clínicos que han realizado un seguimiento de la disección aórtica tipo B demuestran que el riesgo de rotura aórtica a los 5 años puede llegar a ser del 12-15% 14,20. El mayor riesgo lo tienen los pacientes con una hipertensión arterial no controlada o cuando la aorta excede 60 mm en diámetro 20. El 25-40% de las pacientes con disección aórtica tipo B requieren tratamiento quirúrgico por progresiva dilatación de la aorta 21. La presencia de un diámetro superior a 40 mm en la fase aguda y una puerta de entrada abierta en la aorta torácica son factores predictores de una progresiva dilatación de la aorta 21,22. Los pacientes con estos dos factores presentan una expansión de 0,8 mm/año y los que no tienen estos factores de sólo 0,2 mm/año 21. No hay estudios de seguimiento que permitan predecir el riesgo de rotura de los aneurismas de aorta torácica. Sin embargo, a partir de los aneurismas de aorta abdominal se considera que el riesgo de rotura puede llegar a ser superior al 20% anual cuando el diámetro supera los 60 mm e inferior al 4% cuando el diámetro es inferior a 50 mm 18. Un subgrupo especial son los pacientes afectados de síndrome de Marfan; en estos pacientes son frecuentes nuevas disecciones en diferentes segmentos de la aorta durante el seguimiento.
Pocos estudios han comparado la utilidad de las técnicas de imagen en el seguimiento de la disección de la aorta descendente 15. La ETE es especialmente sensible en la identificación de factores pronósticos como la puerta de entrada, el flujo y la presencia de trombosis en la falsa luz. Los pacientes con puerta de comunicación amplia entre ambas luces tienen un mayor riesgo de precisar cirugía durante el seguimiento debido al mayor estrés de pared. Los pacientes sin puerta de comunicación ni flujo en la falsa luz tienen un mejor pronóstico. Por otra parte, la trombosis parcial o total de la falsa luz es un signo de buen pronóstico 22,23.
La TC es la técnica diagnóstica más utilizada en el seguimiento de la disección de la aorta descendente. Aparte de su disponibilidad, tiene como principales ventajas que permite una valoración de toda la aorta, desde la válvula aórtica hasta el principio de las arterias ilíacas; es más reproducible que la ETE en la medida de los diámetros aórticos, y mediante la tomografía ultrarrápida espiroidal puede definirse la afectación de los troncos arteriales principales.
Finalmente, la RM es superior a las otras técnicas de imagen dado que proporciona una información muy exacta en los tres planos de estudio. Es especialmente útil en la valoración del tercio superior de la aorta ascendente, el arco y la afectación de los troncos supraaórticos. Por otra parte, permite una excelente valoración de los diámetros de la aorta, de los flujos de la verdadera y falsa luz, de la formación de trombos y de la patología periaórtica.
Los pacientes deben ser seguidos clínicamente y por técnicas de imagen a los 3 y 6 meses después de la disección aguda; a partir de entonces, cada 6 meses durante dos años y después a intervalos de 6 o 12 meses según el perfil de riesgo del paciente.
Hematoma intramural

El hematoma intramural aórtico plantea un seguimiento parecido al de la disección aórtica. No obstante, como este tipo de patología tiene un curso evolutivo mucho más dinámico que la disección, es aconsejable realizar un primer control en los tres primeros meses de seguimiento. En este intervalo de tiempo, no es excepcional evidenciar que el hematoma ha evolucionado a disección o, por el contrario, se ha reabsorbido totalmente. La RM es la técnica de elección en el seguimiento de los hematomas intramurales dado que permite valorar la presencia de resangrado activo durante el seguimiento 23,24.
Tratamiento médico de la disección aórtica

De nuevo es obligado hacer hincapié en la importancia del alto índice de sospecha, esto es, pensar en esta entidad para establecer el diagnóstico correcto de disección aórtica.
Una vez sospechada esta enfermedad, y durante la espera para la realización de los estudios diagnósticos oportunos, el paciente debe ser ingresado en la UVI, donde se monitorizará la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la presión venosa central, el volumen de orina e incluso la presión capilar pulmonar. Se hará un tratamiento cuidadoso del dolor y de la hipertensión arterial.
El dolor está presente en el 90% de los pacientes y suele ser inaguantable. La morfina es un buen fármaco por su efecto hipotensor, pero pueden emplearse otros analgésicos.
La hipertensión arterial es un hallazgo también muy frecuente, sobre todo en las disecciones de la aorta abdominal. Cuando se registre hipotensión habrá que pensar en: a) taponamiento cardíaco; b) rotura de la aorta a la pleura o al peritoneo, y c) «seudohipotensión» debida a disección de los troncos braquiocefálicos.
El tratamiento para la hipertensión más recomendado, en esta entidad, son los vasodilatadores de acción rápida, concretamente el nitroprusiato. Para intentar evitar la progresión de la disección, así como la rotura de la aorta, además del control de la cifras de presión arterial, reduciendo la sistólica a 100-120 mmHg, se ha propuesto disminuir la velocidad y la fuerza de eyección del ventrículo izquierdo, con tratamiento betabloqueante. La pauta más clásica es 1 mg de propranolol i.v. cada 5 min hasta conseguir una frecuencia cardíaca de 60-70 latidos por minuto. Naturalmente, pueden ser empleados otros betabloqueantes con menos efectos secundarios. Los antagonistas del calcio, especialmente el nifedipino sublingual, son así mismo recomendables para el control de la HTA. Los IECA son útiles en la HTA refractaria debida a oclusión de la arteria renal.
En resumen, el tratamiento médico de la disección de la aorta tiene como objetivos controlar el dolor, la hipertensión arterial y disminuir la velocidad y fuerza eyectiva del ventrículo izquierdo. Todo ello va dirigido a dar bienestar al paciente y a evitar la progresión de la disección (tabla 2).
Una vez controlados el dolor, la hipertensión y disminuida la velocidad de contracción del ventrículo izquierdo, la elección terapéutica futura es distinta según la localización anatómica de la disección.
El tratamiento más extendido de la disección aórtica distal es, asimismo, médico, con una supervivencia hospitalaria del 80%. Esta localización sucede en pacientes de mayor edad, con enfermedad arteriosclerótica más avanzada y con frecuencia también con enfermedad cardiopulmonar sobreañadida. Todos estos factores sitúan a este tipo de pacientes en un riesgo quirúrgico elevado. Naturalmente, esta recomendación terapéutica no es universal y hay grupos que defienden el tratamiento quirúrgico. Sin embargo, hay estudios que demuestran iguales resultados con el tratamiento médico y quirúrgico en la disección aórtica no complicada distal. En una comunicación reciente se reseña mayor mortalidad en el grupo de pacientes con disección tipo B tratados con cirugía, frente a los tratados médicamente 25.






Nuevas opciones del tratamiento invasivo

La inserción percutánea a través de la arteria femoral de prótesis intraluminales, fundamentalmente metálicas (stents), para el tratamiento de la disección de aorta tipo B es ya una realidad.
Todavía se están llevando a cabo estudios experimentales 26,27, pero ya hay publicaciones que avalan la utilización de prótesis metálicas en la disección aórtica tipo B iatrogénica tras el empleo del balón de contrapulsación 28. También se ha descrito la implantación percutánea de stents recubiertos de teflón para el tratamiento de esta entidad 29.
En el Congreso del American College de 1999 hay una comunicación en la que se compara el tratamiento quirúrgico de la disección aórtica distal frente a la implantación endovascular percutánea de un stent recubierto; los resultados son mejores para el grupo tratado con stent, con nula morbimortalidad. Además, en el seguimiento con ETE y RM se visualiza remodelado de la aorta 30.
Es éste un campo que se esta abriendo. Probablemente, dentro de poco tiempo, sea tan común poner stents en la disección aórtica como lo es ahora en la disección coronaria.
Tratamiento quirúrgico de los aneurismas y disección de aorta(tablas 2 y 3)

A pesar de que las primeras descripciones clínicas de aneurismas aórticos datan del siglo XVI (Vesalio, 1557), la corrección quirúrgica en sus diferentes localizaciones no se inició hasta la segunda mitad del siglo XX 31, y sus hitos iniciales son los siguientes:
- Lillehei, en 1956, realiza la primera corrección de un aneurisma perforado de los senos de Valsalva.
- Bahnson, en 1953, realiza la primera reparación de un aneurisma de aorta ascendente.
- Cooley y De Bakey, en 1956, realizan una extirpación de un aneurisma de aorta ascendente con inserción de un homoinjerto.
- Bentall y Bono, en 1968, describen su técnica de corrección radical en pacientes con anulectasia aórtica 32.
- De Bakey, en 1957, realiza la primera extirpación de un aneurisma de cayado aórtico con inserción de un homoinjerto con perfusión cerebral a través del tronco arterial braquiocefálico y de la subclavia izquierda 33.
- Griepp, en 1975, realiza su técnica de extirpación de aneurismas del cayado con hipotermia profunda y parada circulatoria 34.
-Alexander y Byron, en 1943, realizan la primera extirpación de un aneurisma de aorta torácica descendente en paciente con coartación de aorta y aneurisma poscoartación.
- Dubost, en 1951, realiza la primera extirpación de un aneurisma de aorta abdominal.
Aneurismas de los senos de Valsalva

1. Pacientes asintomáticos. En principio no tienen indicación quirúrgica. Se deben controlar médicamente viendo la evolución por métodos no invasivos.
2. Pacientes sintomáticos. Por arritmias, bloqueos, obstrucción al tracto de salida de VD o VI, perforación en una cavidad cardíaca o en el pericardio, etc. En casos de aparición brusca de sintomatología severa, tiene incluso indicación quirúrgica con carácter urgente.
3. En pacientes cuya etiología sea infecciosa (con o sin prótesis aórtica previa) o disección de aorta, debe hacerse, así mismo, una indicación quirúrgica con carácter de urgencia. Evidentemente también se deberá llevar a cabo tratamiento específico.
La mortalidad quirúrgica publicada en la actualidad oscila entre el 0 y el 15% y está directamente relacionada con la etiología, la edad de los pacientes y la asociación con otras lesiones cardíacas o factores de riesgo extracardíaco.
En los pacientes con etiología diferente de la endocarditis o disección, el pronóstico a largo plazo es muy bueno, habiéndose publicado supervivencias que superan el 90% a los 15 años.
Aneurismas de aorta ascendente

1. Por el tamaño. Cuando los aneurismas tienen un diámetro de 4-5 cm, se recomienda seguimiento periódico de tres a seis meses con control ecocardiográfico y observar su evolución. Se indica cirugía programada en diámetros mayores de 5 cm y se debe indicar cirugía con cierta urgencia cuando se superan los 6 cm de diámetro.
2. Por la clínica. En pacientes sintomáticos o con signos de valvulopatía aórtica severa de evolución progresiva en controles periódicos, debe indicarse la cirugía de forma programada. Cuando aparece dolor se debe operar de urgencia ante el riesgo de rotura o disección.
3. Etiología. Los aneurismas micóticos, con o sin cirugía cardíaca previa, deben ser intervenidos sin gran dilación, ante el riesgo de rotura o embolismo séptico. Las anulectasias aórticas deben ser operadas de forma programada, pero sin dejar pasar mucho tiempo por la gran tendencia que tienen a la disección o rotura.
El riesgo quirúrgico, siempre que la intervención se haga de forma programada, oscila entre el 5-10% y está relacionado directamente con el grado funcional, edad del paciente, factores de riesgo extracardíacos, etc.
El pronóstico a medio largo plazo es muy bueno con supervivencias cercanas al 90% a los 10 años.
Aneurismas del cayado aórtico

Sigue los mismos criterios que se citaban para los aneurismas de aorta ascendente, teniendo en cuenta que en los del cayado son más frecuentes los síntomas de compresión de estructuras vecinas.
La mortalidad quirúrgica se encuentra alrededor del 15% existiendo, además, un riesgo de complicaciones neurológicas de importancia en otro 10%.
Para los pacientes que superan el postoperatorio inmediato, el pronóstico a largo plazo es muy bueno, con supervivencias del 90% a los 10 años en la serie publicada por Crawford 32.
Aneurismas de aorta torácica descendente

Ante el riesgo de rotura o perforación en estructuras vecinas (esófago, bronquios) que presentan los aneurismas de esta localización, la indicación de cirugía programada debe establecerse en el momento en que se hace el diagnóstico. En aquellos pacientes con dolor, hemoptisis o hematemesis, la intervención debe realizarse de urgencia, ya que estos síntomas pueden indicar rotura o perforación del aneurisma.
En los casos que se asocian con cardiopatía isquémica se debe realizar en primer lugar la revascularización miocárdica y posteriormente la aneurismectomía, salvo en los pacientes con indicación quirúrgica urgente, a fin de evitar los riesgos de IAM peroperatorio (tabla 3).
La mortalidad quirúrgica es inferior al 10% y se relaciona fundamentalmente con la aparición de un infarto peroperatorio. De ahí la necesidad de realizar siempre coronariografía previa a estos enfermos. Las complicaciones postoperatorias más frecuentes son las neurológicas y renales. La incidencia de paraplejía se mantiene en el 5-10% sin que aún se haya determinado definitivamente cuál de los sistemas empleados preserva mejor la médula para evitar la aparición de esta grave complicación. Lo único que parece seguro es que el tiempo de clampaje inferior a los 30 min disminuye de forma considerable el riesgo de esta complicación. Así mismo, la aparición de lesiones de los nervios vago, recurrente y frénico debe tenerse en cuenta a fin de evitarlas en las maniobras de disección. La insuficiencia renal postoperatoria complica de forma importante el postoperatorio inmediato e, incluso, puede ser causa de mortalidad per se.
A largo plazo el resultado es bueno, con supervivencias próximas al 70% a los diez años.
Aneurismas de aorta abdominal

1. Por el tamaño. En principio, aquellos aneurismas con un diámetro inferior a 5 cm deben seguirse médicamente cada 6 meses para valorar su evolución, dado el bajo riesgo de rotura que presentan. Por encima de 5 cm de diámetro se debe indicar la cirugía de forma programada y cuando sobrepasan los 7 cm se debe indicar la cirugía con carácter semiurgente por el alto riesgo de rotura.
2. Por la clínica. Debe indicarse cirugía en todos aquellos pacientes sintomáticos. Cuando aparece dolor o cualquier otro síntoma o signo sugerente de rotura, la intervención se indicará con carácter urgente. Cuando la rotura se ha producido, la cirugía se realizará con extrema urgencia si se quiere salvar la vida del paciente.
3. Por los factores de riesgo. Se han descrito una serie de patologías asociadas a la existencia de aneurismas aórticos y que aumentan de manera importante el riesgo de rotura de los aneurismas. En este sentido, se puede citar la hipertensión arterial, EPOC, cirugía previa, etc., que indicarían la cirugía aunque el paciente esté asintomático o su diámetro sea menor de 5 cm.
La mortalidad quirúrgica global, en pacientes bien seleccionados, es inferior al 5%, aunque con la técnica endovascular se ha referido un 1,5%, y se debe fundamentalmente a un infarto de miocardio peroperatorio.
La supervivencia a largo plazo es buena, con una media del 70% a los cinco años, aunque en pacientes sin cardiopatía isquémica es del 85% y en aquellos con cardiopatía isquémica previa sólo es del 55%. Así mismo, se ha descrito una tasa de reoperaciones de un 1-2% por aparición de nuevos anuerismas o seudoaneurismas en las suturas.
Aneurismas toracoabdominales

Participan de las características generales de los aneurismas de aorta torácica descendente y la aorta abdominal.
Las indicaciones se corresponden a las descritas previamente pero, dada la importancia de la intervención y el riesgo quirúrgico, se han de valorar más exhaustivamente las contraindicaciones y los factores de riesgo cardíaco o extracardíaco para poder obtener resultados asumibles. En este sentido es muy importante la detección de la cardiopatía isquémica y su tratamiento quirúrgico previo, para disminuir en lo posible el riesgo de infarto peroperatorio, que representa la mayor causa de mortalidad. Igualmente, se valorarán y tratarán la hipertensión arterial, insuficiencia renal, insuficiencia respiratoria, etc., que pueden llegar a contraindicar de forma absoluta la cirugía.
La mortalidad es discretamente superior a la de los apartados anteriores, así como la incidencia de paraplejía, a pesar de los sistemas de control neurológico o las derivaciones utilizadas (circulación extracorpórea izquierda parcial, shunt de Gott, etc.).
El pronóstico a medio plazo, aunque no existen muchas series amplias publicadas, parece seguir una evolución paralela a la de los aneurismas abdominales, con una mayor incidencia de complicaciones viscerales.
Aneurismas traumáticos de aorta

Constituyen un grupo extremadamente raro de aneurismas aórticos. Dado que la mortalidad de la rotura traumática de la aorta es de un 80% antes de la llegada al hospital y que sólo en el 2% la rotura queda contenida por la adventicia aórtica, dando lugar a la formación de un seudoaneurisma, la posibilidad de un diagnóstico preciso y rápido de la existencia de esta lesión y su tratamiento quirúrgico urgente puede evitar la muerte inexorable de un buen número de pacientes.
La mortalidad operatoria se encuentra en torno al 10% y sus causas están relacionadas con otras lesiones sufridas en el mismo traumatismo. Las posibles complicaciones postoperatorias son similares a las descritas en los aneurismas de aorta descendente, así como el pronóstico a largo plazo, evidentemente todo ello condicionado a la evolución de las demás lesiones presentes en el traumatismo.
Sea cual sea el tipo de aneurisma, su etiología, localización y tratamiento quirúrgico empleado, todos los enfermos deben seguir controles periódicos ante la posibilidad de recidivas en las suturas o aparición de nuevos aneurismas.
Disección de aorta

-Sounertum, en 1542, describió por primera vez una disección de aorta.
-Morgani, en 1761, describe la evolución clínica y los hallazgos anatomopatológicos.
-Gurin, en 1935, realiza el primer intento de tratamiento quirúrgico de una disección mediante una fenestración de la arteria ilíaca.
- De Bakey, Cooley y Creech, en 1955, publican los primeros tratamientos transtorácicos de una disección de aorta 33.
Las disecciones tipo A de Stanford o tipos I y II de De Bakey tienen indicación quirúrgica urgente ante la posibilidad de rotura o progresión de la disección con la consiguiente aparición de complicaciones irreversibles.
Las disecciones subagudas o crónicas tipo A deben ser intervenidas de forma programada con carácter semiurgente, por la posibilidad de rotura, progresión de la disección o afectación retrógrada de la válvula aórtica (tabla 2).
Las disecciones tipo B o tipo III deben ser tratadas médicamente, en lo que están de acuerdo la inmensa mayoría de los equipos médico-quirúrgicos. El tratamiento debe estar encaminado inicialmente a disminuir la fuerza contráctil del corazón y la presión arterial. La indicación quirúrgica se reserva para aquellos pacientes con fracaso del tratamiento médico con persistencia del dolor, signos de progresión de la disección, afectación del sistema nervioso central, insuficiencia renal, isquemia visceral, etc. (tabla 2).
Como en toda cirugía de alto riesgo, es muy importante la valoración de las contraindicaciones, tanto las generales de toda la cirugía cardíaca como las específicas de esta patología, como la afectación neurológica severa (hemiplejía o paraplejía preoperatorias), fracaso renal agudo, isquemia mesentérica establecida, etc.
La mortalidad operatoria global ha ido disminuyendo en los últimos años hasta alcanzar una cifra global del 20-25%, y es mucho mayor en los casos de disección aguda que en las formas crónicas.
Aun así, se publican cifras de mortalidad muy dispares en la actualidad, que oscilan entre el 14-31% para el tipo I, el 8-20% para el tipo II y el 25-62% para el tipo III.
Las causas más frecuentes de mortalidad son la rotura aórtica, hemorragia, infarto de miocardio, afección neurológica, bajo gasto, insuficiencia renal, insuficiencia pulmonar o infección. El riesgo de hemorragia quirúrgica ha disminuido sensiblemente con el uso de aprotinina y de cola biológica.
Alrededor del 30% precisan reoperación por hemorragia, hemotórax, seudoaneurismas o progresión de la disección, ya que en muchos pacientes persiste la falsa luz debido a los múltiples desgarros de la íntima. El cierre del desgarro en la aorta ascendente no impide en todos los casos la progresión de la falsa luz al no trombosarse la misma. Esto es más frecuente en la disección tipo III anterógrada comunicante y en la tipo III retrógrada que se extiende hasta aorta ascendente.
La supervivencia a corto plazo oscila entre el 50 y el 70%, dependiendo de los tipos, siendo el más favorable el tipo II y el menos el tipo I con comunicación y extensión anterógrada.
La incidencia de complicaciones tardías que precisan reoperación permanece constante y es la causa de mortalidad tardía.
A pesar de todos los avances de los últimos años, el pronóstico a largo plazo sigue siendo malo. Por todo ello, estos pacientes precisan revisiones periódicas frecuentes, a fin de detectar lo antes posible la aparición de complicaciones.
Hematoma intramural aórtico

Esta patología de difícil ubicación es considerada como una forma atípica de disección aórtica.
La evolución depende en gran manera de su localización, de forma que los localizados en la aorta ascendente tienen tendencia a la progresión e incluso a la disección, mientras que en aorta descendente permanecen estables y localizados en su mayoría. Aunque todos los equipos no están de acuerdo, esta diferencia evolutiva va a marcar la posibilidad de indicación quirúrgica, de forma que la cirugía estará indicada de inicio en los procesos localizados en la aorta ascendente, mientras que se hará un seguimiento médico en los localizados en aorta descendente, quedando la decisión a expensas de la evolución.
La técnica quirúrgica consiste en la resección de la zona afectada y su sustitución por un injerto, como ya se ha descrito anteriormente.
El riesgo quirúrgico es inferior al 5% y la posibilidad de complicaciones está directamente relacionada con la etiología, la localización y la extensión.
Aunque no hay estudios suficientemente amplios, el pronóstico a medio plazo parece ser bueno, aunque es preciso realizar revisiones periódicas ante la posibilidad de recidivas.





Fuente:
Sociedad Española de Cardiología
Revista Española de Cardiología





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Genntileza:
Dr. Jimmy Anzueta 

ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA EN MUJER DE 61 AÑOS

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Paciente de 61 años sin antecedentes de salud aparente hasta hace 4meses que comienza con dificultad progresiva para hablar y deglutir tanto sólidos como líquidos.
Se estableció el diagnóstico de  esclerosis lateral amiotrófica (ELA)





Video 1: se observa la severa atrofia muscular generalizada, asociado a palabra arrastrada secundaria a atrofia de la lengua y de los músculos fonatorios. La paciente se  queja de dificultad deglutoria lo que habla de compromiso bulbar de la enfermedad.








Video 2: dificultad para incorporarse en la camilla  como expresión de atrofia de los músculos de tronco, lo que habla de afectación difusa de primera neurona en SNC.







Video 3: muestra compromiso de la musculatura flexora del cuello.









Video 4: muestra la severa atrofia de la lengua y se aprecian fasciculaciones de denervación predominantemente en la región lateral derecha.  












Gentileza
Dr. Reinier Reyes
Especialista en Medicina Interna
Estudió en Universidad de Ciencias Médicas de la Habana (UCM-H)

De La Habana. Cuba.

PROPTOSIS UNILATERAL EN ENFERMEDAD RELACIONADA CON IGG4

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Un paciente masculino de 66 años de edad fue remitido a una clínica oftalmológica de urgencia después de una semana de experimentar proptosis indolora y epifora en su ojo derecho. La presión intraocular era normal en ambos ojos. El paciente tenía la agudeza visual normal pero tuvo diplopía  cuando miraba a la derecha. No  había linfadenopatías  en la exploración física. No refería  síntomas sistémicos como fiebre, sudores nocturnos ni pérdida de peso. Tenía antecedentes  de infarto de miocardio sin elevación del segmento ST.  La tomografía computarizada (TC) de cráneo mostró una masa homogénea con realce de contraste de 3.7 × 1,7 cm derivada de la glándula lagrimal derecha y desplazando el músculo recto lateral (figura 1).




Figura 1: TC con contraste que muestra una masa homogénea con realce de contraste de 3,7 por 1,7 cm en la glándula lagrimal derecha (flecha roja), en un hombre de 66 años con proptosis indolora subaguda.   



Se llevó a cabo una biopsia de la masa.
La anatomía patológica de la biopsia por incisión mostró un infiltrado denso linfoplasmocítico con fibrosis estoriforme y ocasionales eosinófilos. El análisis inmunohistoquímico mostraron un aumento del número de células plasmáticas -positivas para inmunoglobulina G4 (IgG4) (104 por cada campo a gran aumento), lo que constituye el 75% del total de células plasmáticas. No había evidencia de flebitis obliterante, y no había granulomas o células malignas era. La citometría de flujo realizada en la biopsia de tejido arrojó resultados negativos (Figura 2).





Figura 2: Biopsia de la glándula lagrimal mostrando hallazgos histológicos e inmunohistoquímicos de enfermedad relacionada con   immunoglobulin G4 (IgG4):
(A) denso infiltrado linfoplasmocítico con un fondo de fibrosis  (hematoxiilina
eosina × 60)
(B) Inmunotinción para CD138 mostrando que las células inflamatorias son células plasmáticas
(C) Inmunotinción para IgG, que tiñe a todas las células plasmáticas con IgG
(D) Inmunotinción para  que muestra que alrededor del 75% de las células plasmáticas son positivas para la subclase IgG4.




Los resultados de pruebas para el factor reumatoide,   enzima convertidora de angiotensina(ECA), anticuerpos antinucleares y ANCA eran negativos. El calcio en suero y los niveles de proteína C reactiva y resultados de las pruebas de función hepática y renal estaban dentro de los límites normales. El análisis de subclases de  inmunoglobulina sérica reveló un aumento de nivel de la IgG4 de 3,50 (normal 0,01-1,40 ) g / L.
Basados  en las características clínicas generales, los resultados de la biopsia y el nivel de IgG4 sérica elevada, se estableció un diagnóstico de enfermedad relacionada con IgG4.
Al  paciente se le prescribió prednisona  50 mg / día por vía oral y fue controlado mensualmente. Su diplopía y proptosis disminuyeron en el curso de  más de seis meses.
El seguimiento con TC de las órbitas a los seis meses, mostró reducción sustancial en el tamaño de la masa. El paciente no presentó signos clínicos de  compromiso de otros órganos ni afección sistémica. Una tomografía computarizada de abdomen y  pelvis a los seis meses no sugirieron afectación sistémica. La dosis de prednisona se disminuyó gradualmente durante tres meses, con  resolución de los síntomas. A un año de seguimiento, el paciente no ha tenido ninguna recaída o síntomas que sugieran compromiso de otro órgano.


DISCUSIÓN
La enfermedad relacionada con la inmunoglobulina G4 es una enfermedad fibroinflamatoria sistémica recientemente descrita que se caracteriza por el agrandamiento de órganos y  fibrosis, con un nivel de IgG4 sérica elevada y hallazgos histopatológicos  característicos. Su descubrimiento vinculó muchas enfermedades de un solo órgano, incluyendo pancreatitis autoinmune idiopática y fibrosis de las glándulas salivales, bajo un único espectro de enfermedad y por una patología común. Desde la descripción de la enfermedad como una infiltración por células plasmáticas  IgG4-positivas que definen la enfermedad en el año 2003, las enfermedades relacionadas con IgG4 han sido reportadas en casi todos los órganos. De este modo, los médicos de cualquier especialidad puede encontrar la enfermedad. La enfermedad debe ser considerada en pacientes con  agrandamiento de órganos o disfunción de causa  desconocida, sobre todo cuando varios sistemas están involucrados. El diagnóstico requiere la exclusión de otras enfermedades que pueden imitar a las enfermedades relacionadas con IgG4, incluyendo  enfermedades malignas, autoinmunes  o infecciones atípicas. Un diagnóstico definitivo es crucial para el tratamiento adecuado y el pronóstico, y debe buscarse en pacientes con un cuadro clínico sugestivo de enfermedad relacionada con IgG4.


PUNTOS CLAVE DE LAS ENFERMEDADES RELACIONADAS CON IGG4.
  • Las enfermedades relacionadas con  la inmunoglobulina IgG4G4  es una enfermedad sistémica que relaciona un  espectro de trastornos que antes se consideraba órgano específicos con una  lesión histopatológica característica.
  • La presentación clínica varía según el órgano afectado (s) y está  por lo general relacionado con efecto de masa debido al agrandamiento de órganos o al fracaso subagudao secundaria a fibrosis.
  • Los médicos de cualquier especialidad pueden ver una enfermedad relacionada con IgG4 si sospechan clínicamente o detectan incidentalmente en las imágenes o la biopsia realizado por otras indicaciones.
  • El diagnóstico se basa en los hallazgos  característicos en la biopsia  y una historia clínica compatible y es sugerido por un nivel sérico elevado de IgG y después de haber excluido trastornos alternativos.
  •  El tratamiento primario de la enfermedad relacionada con IgG4 es la inmunosupresión con glucocorticoides.


HISTORIA
El descubrimiento de la enfermedad relacionada IgG4-comenzó con una destacada serie de 20 pacientes con pancreatitis autoinmune en el que niveles elevados de IgG4 en suero se detectaron en un subconjunto de pacientes con agrandamiento pancreático difuso. Posteriormente, los infiltrados de las biopsias fueron identificados como células plasmáticas  IgG4 positivas en 6 de esos 20 pacientes. Se realizaron biopsias de la médula ósea, glándulas salivales y  tejido retroperitoneal  los cuales también contenían elevados recuentos de células plasmáticas IgG4 positivas.  Los autores propusieron  que la pancreatitis autoinmune sería una manifestación de un proceso sistémico con una patología distinta que uniría las enfermedades  órganos específicas a un  mismo proceso.2subyacente.
 Desde este descubrimiento, muchas enfermedades han sido reclasificadas como manifestaciones  órgano-específica de una  enfermedad relacionada con IgG4-sistémica.

EPIDEMIOLOGÍA
La epidemiología de la enfermedad relacionada con IgG4-es desconocida, en parte debido a que  los criterios de diagnóstico han sido recientemente estandarizados, a que los síntomas varían ampliamente y a que muchos médicos no están familiarizados con la enfermedad. Un estudio ampliamente citado de los japoneses pacientes hospitalizados estima una prevalencia de 0,28 a 1,18 por 100 000, con una edad promedio de los pacientes de 58 años y un ligero predominancia.4 masculina.  Similares hallazgos fueron reportados por un pequeño registro francés que los hombres identificados en su sexta década como tener la mayor prevalencia de enfermedad relacionados IgG4.

FISIOPATOLOGÍA
La fisiopatología de la enfermedad no se entiende. El papel fisiológico de IgG4 en el sistema inmune no ha sido dilucidada. Daños en órgano blanco en enfermedades relacionadas con el IgG4-se produce debido a la infiltración de los tejidos por los linfocitos, lo que conduce a un agrandamiento del órgano,  inflamación y fibrosis reactiva y fibrosis. El disparador o desencadenante  inicial para la infiltración de células de plasmáticas puede ser un agente infeccioso, desregulación autoinmune o una anormalidad propia de las IgG4


MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Las glándulas salivales y el páncreas son los órganos  más comúnmente afectados  en pacientes  con enfermedad relacionados IgG4.  Una revisión sistemática identificó el síntoma más común como efecto de masa por agrandamiento del órgano (por ejemplo, pacientes con pancreatitis relacionados con IgG4-presentan  ictericia secundaria al agrandamiento de la cabeza del páncreas)  A menudo, la enfermedad se descubre por casualidad como una masa en los estudios de imagen realizados por otros motivos (incidentaloma).  En raras ocasiones, los pacientes presentan fallo orgánico subagudo.  Los estudios patológicos han identificado  infiltrados linfoplasmocitarios IgG4 positivos clínicamente silentes  en muestras de tejido de pacientes con enfermedad relacionada con IgG4-sintomática en otro órgano, lo que sugiere que   enfermedad subclínica  relacionada con IgG4. Las  linfadenopatía son  comúnmente encontradas, pero no es por lo general un hallazgo de presentación.  Ejemplos de enfermedades relacionadas con la IgG4-existir en prácticamente todos los órganos, incluyendo el riñón (nefritis tubulointersticial), tracto hepatobiliar (colangitis esclerosante), retroperitoneo (fibrosis retroperitoneal), aorta (aortitis) y  tiroides (tiroiditis de Riedel)  Un examen histopatológico retrospectivo de 65 biopsias realizadas a causa de la agrandamiento  orbitario  indicó que las enfermedades relacionadas con IgG4 puede dar cuenta del 10,7% -27,7% de los casos diagnosticados inicialmente como inflamación orbitaria idiopática benigna o hiperplasia linfoides orbitarias, que son condiciones idiopáticas que causa agrandamiento  no neoplásico del tejido orbitario.  La  enfermedad relacionada con IgG4-orbitaria es la quinta manifestación más común de órganos específicos de las enfermedades relacionadas con IgG4 y se presenta generalmente  con proptosis indolora y diplopía sin enfermedad  sistémica


CRITERIOS DE DIAGNÓSTICO
Los criterios de diagnóstico  órgano específicos para las enfermedades relacionadas con IgG4  han sido publicadas. El  diagnóstico requiere una historia clínica y hallazgos  histopatológicos compatibles, y la exclusión de un amplio espectro de diagnósticos diferenciales,  apoyados por un nivel sérico elevado de IgG4.  La evaluación inicial de los casos sospechosos deben incluir la medición de IgG4 sérica, pruebas para excluir trastornos alternativos y biopsia de tejido. La remisión a un reumatólogo o especialista-órgano específico puede ser necesario para una diagnóstico definitivo.


EVALUACIÓN
enfermedades relacionadas con el G4 inmunoglobulina debe ser sospecha en pacientes que se presentan con el agrandamiento de órganos, fibrosis o disfunción de causa  desconocida.  Se debe prestar especial atención a una historia manifestaciones de no reconocidos previamente de enfermedad relacionados IgG4-
 Investigaciones para enfermedad relacionada con  IgG4- debe ser considerado en pacientes que tienen manifestaciones clínicas comunes de enfermedad relacionada con IgG4, como pancreatitis, esclerosante colangitis, pseudotumor inflamatorio, salival ampliación de la glándula, fibrosis retroperitoneal y linfadenopatía de causa desconocida
Un nivel de IgG4 sérica elevada es de apoyo de, pero no es necesario para el diagnóstico. Muchos trastornos, incluyendo enfermedades linfoproliferativas y el síndrome de Sjögren, están asociados con elevados niveles en  suero de IgG4 levels. Una retrospectiva de casos de serie comparando 132 pacientes con patología características y un curso clínico compatible con una diagnóstico de la enfermedad relacionada con IgG4-y los pacientes con trastornos inflamatorios no relacionados con la IgG4 mostró una sensibilidad del 97,0% y una especificidad de 79,6% cuando el nivel de IgG4 sérica fue mayor a 1,35 g / L.10 Sin compatibles clínica y características histopatológicas, una IgG4 sérico elevado nivel por sí sola es inespecífica. La biopsia de tejido con tinción inmunohistoquímica para  IgG4 es un componente importante en el diagnóstico y se requiere para descartar otras causas (cuadro 1)




Cuadro 1


 El número de  células plasmáticas IgG4-positivas,  con un umbral diagnóstico  (normalmente> 100 por campo de gran aumento) .  Además, la proporción de células plasmáticas IgG4 positivas deben ser mayores que 40% del total de células plasmáticas. Además,  debe haber un aumento del número de linfocitos y evidencias  de fibrosis. La flebitis obliterante es característica pero no es un hallazgo obligatoria y está a menudo ausente en pacientes con compromiso de glándula lagrimal  Es importante destacar que los hallazgos  histopatológicos compatibles no son  por sí solos   suficientes para excluir ciertos diagnósticos diferenciales, como el linfoma o la enfermedad de Castleman. Un paso crítico en el diagnóstico de la enfermedad relacionada con IgG4  es la exclusión de los trastornos alternativos. Los hallazgos clínicos, radiológicos y anatomopatológicos
De las enfermedades relacionadas con IgG4 pueden imitar otras entidades como las vasculitis asociadas a ANCA,  el síndrome de Sjögren, artritis reumatoide, anemia perniciosa, linfoma de células B de grado bajo, sarcoidosis u otra enfermedad granulomatosa,  fibrosis retroperitoneal
y la enfermedad maligna (cuadro 2)



Cuadro 2.


 Caracteristicas de estos trastornos se deben buscar por la historia detallada, examen físico e investigaciones dirigidas.  Las pruebas de anticuerpos antinucleares,  ANCA, factor reumatoide, análisis de orina, creatinina sérica, calcio en el suero con albúmina, y hemograma completo  se deben realizar, así como investigaciones adicionales sugeridas por el paciente de la historia o hallazgos sobre el examen físico

TRATAMIENTO Y PRONÓSTICO
La piedra angular del tratamiento de las enfermedades relacionadas con  IgG4  es la  immunosuppression.  La historia natural de la enfermedad es muy variada; algunos pacientes van a la remisión sin tratamiento, mientras que otros tiene una enfermedad rápidamente progresiva. El tratamiento es iniciado en pacientes sintomáticos y asintomáticos con afectación de órganos críticos para prevenir progresión a fibrosis de órgano permanente
 Un manejo conservador puede ser considerado en pacientes asintomáticos con enfermedad no crítica tales como sólo linfadenopatías. Series pequeñas sugieren que más del 90% de los pacientes mejoraN con moderada a alta dosis de prednisona; sin embargo, se ha informado recaída en 20% -70% de los pacientes durante el descenso o suspensión de los glucocorticoides. Azatioprina, metotrexato, rituximab y ciclofosfamida son agentes ahorradores de esteroides; de estos, aparece rituximab como  superior en la inducción y el mantenimiento de laremisiónn. La terapia puede estar indicada en pacientes con una alta probabilidad de recaída (es decir, los que tienen enfermedad biliar, compromiso multiorgánico, un muy alto nivel de IgG4 sérica o recidiva anterior o cuando la  recurrencia puede conducir a la insuficiencia de órganos. Sin embargo,el agente óptimo para el mantenimiento de la remisión es aún desconocido.
 El pronóstico a largo plazo de las enfermedades relacionadas con IgG4- es desconocido, y los pacientes con la enfermedad requieren seguimiento a largo plazo.


Fuente 
Shannon M. Ruzycki MD, Margaret M. Kelly MBChB PhD, Jay L. Patel MD
CMAJ

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patients with IgG4-related disease. Int J Rheum 2012;580814:1-5.




ATENEO HOSPITAL PINTOS 13/09/2017. ISQUEMIA AGUDA EN MIEMBRO SUPERIOR IZQUIERDO POR EMBOLIA PARADOJAL A TRAVÉS DE FORAMEN OVAL PERMEABLE

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MOTIVO DE INTERNACIÓN: 
Hospital "Dr Ángel Pintos" de Azul
17/04/2017 Isquemia aguda en miembro superior izquierdo



ANTECEDENTES Y ENFERMEDAD ACTUAL: 
Se  presenta  una paciente  de  59  años,  con  antecedente de   varices  en miembros  inferiores  con  episodio  de  flebitis  en  muslo  derecho  año 2007 y  ulcera  varicosa  curada,   habiendo  estado  en  reposo por  cuadro de  Erisipela  en MID con  tratamiento  antibiótico(AMS).
Fue  internada  en el Shock  Room  de este Hospital por presentar  cuadro compatible  con isquemia  aguda  de miembro  superior  izquierdo(ausencia  de pulso  radial, palidez, disminución  de la  T° y  dolor).
Refiere  haber  presentado  el  día  previo  al ingreso  episodio  de  disnea que  comenzó  bruscamente,  con precordialgia, mareos(hipotensión  arterial?) y sudoración.
Se  le  realiza  ECG,  Eco  Doppler   arterial  de  MSI("Ensanchamiento  del  flujo  espectral con afinamiento  de la  arteria  axilar,  flujo humeral  disminuido,  radial y  cubital  ausentes.")
 Se  solicita  IC  con  Cirugia  Vascular que indica  Anticoagulacion con enoxaparina   y  se programa  cirugía.

Laboratorio de ingreso: Hto 37%,  CPK  199, Glucemia 100, Urea 31, quick 100% Plaquetas  130000,  decidiéndose  su  pase  a   UCE.
Evoluciona  estable, compensada  hemodinamicamente,  con  signos  persistentes  de isquemia en miembro superior  izquierdo.




Imagen 1


Imagen 2


ECG: imagen 1 y 2.
Impresiona patrón S1Q3T3







Doppler miembro superior: Imagen 3
Informe: "Ensanchamiento  del  flujo  espectral con afinamiento  de la  arteria  axilar,  flujo humeral  disminuido,  radial y  cubital  ausentes."


24/04/2017 Analisis  de  control: Hto 37%, Blancos  7000, Inonograma  normal, PH 7,49 PCO2 29, PO2 200, Bic  22,  CPK  400, Glucemia  89, Urea 25, Creatinina  1,2 

26/04/2017 Se  realiza  intervención quirúrgica(trombectomia)  exitosamente,  recuperando pulsos  en  MSI. Se inicia tratamientoATB profiláctico  con Cefalotina.
Sigue  estable  clínicamente.

27/04/2017  Se  realiza  TAC con  protocolo para  TEP: “Trombos a  nivel de ambas  arterias  pulmonares a predominio de los lobulos inferiores”
Sigue  tratamiento indicado.
Se  solicita  Eco  Doppler  arterias  del  cuello y  Cardiaco.
Se planificara estudio  de hipercoagulabilidad por  interpretarse  Trombosis  arterial  aguda  mas  TEP. Se  inicia  tratamiento  con Sintron. Pasa   a  Clinica medica.





Rx de tórax imagen 4


Se solicita angio-TC:  Imagen 5,6 y 7



Imagen 5



Imagen 6



Imagen 7
Angio-TC 
Informe: “Trombos a  nivel de ambas  arterias  pulmonares a predominio de los lobulos inferiores”




Se solicita eco Doppler venoso de miembros inferiores Imagen 8
 Informe: TVP localizada  en  vena poplitea  derecha, suboclusivo con  flujo parcialmente  conservado



Imagen 8
Eco Doppler venoso de miembros inferiores Imagen 8

Informe: "TVP localizada  en  vena poplitea  derecha, suboclusivo con  flujo parcialmente  conservado"

Se solicita ecocardiograma bidimiensional imágenes 9 y 10.



Imagen 9



Imagen 10



Informe Ecocardiograma (Imágenes 9 y 10):  “septum IA  aneurismatico con  movimiento de  vaiven  de izquierda  a derecha(sin shunt  demostrable por  doppler color),  dilatacion   de  ventriculo  derecho con deterioro leve  del la  FS, Insuficiencia  tricuspidea  de  grado moderado, HTP grado moderado(45mmhg),  sugiere  ETE  para  descartar  CIA”.

Evoluciona  favorablemente  con  tiempos  adecuados  de  RIN y  saturacion  de O2  normal por lo que  se  decide  su  externacion. Debera  completar  estudios  de hipercoagulabilidad  y  Eco  transesofagico  ambulatoriamente.


Se realiza eco transesogágico:  Imágenes 11,12 y 13



Imagen 11




Imagen 12




Imagen 13


CONCLUSIONES
El entusiasmo inicial que generó la aparición de los dispositivos de cierre percutáneo se ha moderado mucho desde la publicación de estos tres estudios, y actualmente no parece haber evidencia suficiente para indicar el cierre en cualquier paciente que ha sufrido un ACV criptogénico con presencia de FOP.
Entonces, ¿en quiénes habría que intentar el cierre del foramen?
Parece razonable el procedimiento de cierre en pacientes jóvenes
Otras indicaciones menos frecuentes serían: buzos profesionales con enfermedad por descompresión y foramen permeable (evidencia no concluyente), y el síndrome de platipnea ortodeoxia, una rara condición caracterizada por disnea e hipoxemia en bipedestación que mejora con el decúbito; es producida por diversas alteraciones anatómicas torácicas en presencia de FOP (aneurisma o elongación de aorta, cirugías torácicas, enfisema grave, etc.) las cuales producen una alteración en el flujo de la vena cava al ponerse de pie, orientando el flujo de sangre hacia el FOP y generando un shunt der-izq. Con respecto a los pacientes con migraña y FOP, actualmente no hay evidencia para recomendar el cierre.
Sin embargo al término de esta discusión anatomo-clínica salieron publicados en “The New England Journal of Medicine” dos ensayos multicéntricos para develar esta incógnita,  el RESPECT “Long-Term Outcomes of Patent Foramen Ovale Closure or Medical Therapy after Stroke”   (663 pacientes) (1) , y el CLOSE “Patent Foramen Ovale Closure or Anticoagulationvs. Antiplatelets after Stroke” (980 pacientes) (2), ambos realizados en prevención secundaria en pacientes que habían presentado un stroke isquémico y tenían además un foramen ovalpermeable con o sin aneurisma interauricular o o shunt importante de derecha a izquierda. Ambos demostraron una menor tasa de eventos isquémicos recurrentes con lo cual el criterio actuales someter al cierre del FOP  a estos pacientes.
En conclusión, esta paciente se presentó con un cuadro de isquemia aguda de miembro superior derecho precedido el día previo con un cuadro que retrospectivamente se interpretó como tromboembolismo pulmonar y trombosis venosa profunda en miembro inferior. La situación clínica de tener que explicar fenómenos tromboembólicos que simultánea o alternativamente afectan el sistema venoso periférico/lecho vascular pulmonar y  el territorio vascular sistémico nos llevó a pensar en dos posibles escenarios, por un lado un fenómeno tromboembólico consecuencia de un estado protrombótico (trombofilia, hipercoagulabilidad), y por el otro,  un embolismo paradojal que a punto de partida de territorio venoso comprometiera en forma directa el lecho vascular pulmonar y a través de una comunicación de derecha a izquierda, la vasculatura sistémica. En ese intento de confirmar o descartar las hipótesis planteadas es que  se realizaron estudios tendientes a demostrar hipercoagulabilidad los cuales fueron negativos y un ecocardiograma bidimensional que confirmó la presencia de un foramen oval permeable asociado a aneurisma del septum interauricular, el cual fue confirmado posteriormente por un ecocardiograma transesofágico con eco-contraste de burbujas.
La paciente fue sometida a una intervención en el miembro superior derecho restaurándose el flujo vascular arterial con excelente vitalidad tisular en el post operatorio inmediato y alejado, y estuvo anticoagulada con heparina de bajo pesomolecular desde el primer momento del diagnóstico. En este ateneo se discutió la posibilidad de cierre del formen oval con amplatzer concluyéndose a la luz de la evidencia disponible hasta ese momento, que la anticoagulación sin intervención sobre la comunicación era suficiente. Posteriormente las publicaciones mencionadas aparecidas casualmente el día siguiente del ateneo seguramente llevará al replanteo de la mejor indicación para la paciente por lo que se volverá a debatir en  una nueva sesión de debate.






Presentó
Dr. Juan José Dours.
Jefe de Departamento de Clínica Médica


Hospital “Dr.Ángel Pintos” de Azul





CITAS
  1.  http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1610057
  2. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28902593



PORFIRIAS. REVISIÓN.

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PORFIRIAS
 Para la mayoría de los médicos, el nombre porfiria abarca un grupo de enfermedades que fueron mencionadas en algún momento o en alguna lectura pero que son demasiado complejas como para tenerlas en la memoria. Sin embargo, la prevalencia de algunos tipos de porfiria puede ser mayor de lo que generalmente se supone. En esta revisión, discutiremos el tema para intentar una  comprensión de la patogénesis y el tratamiento de estas patologías.
Las porfirias son trastornos de la síntesis del hem,  la cual que tiene ocho pasos metabólicos (Fig. 1).






Figura 1. 
Vía de la síntesis del hem mostrando los pasos intermedios y los productos finales regulados por el hem. Los ocho pasos de la síntesis del hem (columna de la izquierda) son mostrados,  con la enzima (columna del medio) que cataliza ese paso. Las enzimas resaltadas son las que están alteradas en las porfirias clínicamente más prevalentes




Cada tipo de porfiria implica un defecto, ya sea heredado o adquirido, de una  enzima. Cuando el defecto es fisiológicamente significativo, se produce una sobreproducción de los precursores de la vía que preceden a la etapa defectuosa,  los cuales entran en la circulación y se excretan en la orina o en la bilis. Las porfirias se han clasificado como porfirias hepáticas agudas y porfirias fotocutáneas. Las porfirias agudas se deben a la sobreproducción  hepática  de los precursores de porfirina ácido delta aminolevulínico y porfobilinógeno, y los síntomas son causados ​​por lesión principalmente sobre el sistema nervioso. Las porfirias cutáneas se deben a la sobreproducción  de porfirinas fotosensibilizantes por el hígado o la médula ósea, dependiendo del tipo de porfiria.
La porfiria aguda intermitente es el tipo agudo más frecuente en la clínica. Las porfirias cutáneas más prevalentes son la porfiria cutánea tarda y la protoporfiria (Tabla 1). 





TABLA 1. Principales tipos de porfiria en Estados Unidos y Europa

La coproporfiria hereditaria y la porfiria variegada son formas agudas en las que los ataques son mucho menos frecuentes que en la porfiria aguda intermitente, pero la enfermedad fotocutánea (similar a la porfiria cutánea tarda), puede ocurrir. Los brotes agudos se manejan como en la porfiria intermitente aguda. La deficiencia de la deshidratasa del ácido delta aminolevulínico y la deficiencia de la uroporfirinógeno sintasa III (porfiria eritropoyética congénita),son muy raros y no serán tratados aquí.


PORFIRIA AGUDA INTERMITENTE
La porfiria intermitente aguda se debe a la deficiencia parcial de la tercera enzima en la síntesis del hem, la porfobilinógeno desaminasa (o hidroximetilbilano sintasa). Es una condición autosómica dominante que ocurre a nivel mundial. La prevalencia de las mutaciones que condicionan la aparición de la entidad en las poblaciones occidentales es de aproximadamente 1 portador por 2000 personas.5,6 Sin embargo, los ataques agudos ocurren en menos del 10% de la población en riesgo; esto refleja el papel clave de los factores ambientales y posiblemente de modificadores genéticos.7,8  Las manifestaciones típicas en un paciente con un ataque de porfiria intermitente aguda es una mujer joven sana que ha tenido varios días de fatiga severa y una incapacidad para concentrarse, 9 seguido por dolor abdominal progresivo cada vez más intenso, náuseas, vómitos y sutiles signos neurológicos (debilidad, disestesia y afectividad alterada). Los analgésicos, incluidos los opiáceos, producen  poco o ningún alivio. El médico de la paciente puede recoger del interrogatorio que existen  visitas anteriores al departamento de emergencia con los mismos síntomas y donde no se arribó a ningún diagnóstico. .10 Los signos vitales son taquicardia y elevación de la presión arterial sistólica. El examen abdominal es inesperadamente benigno o normal.  Las imágenes abdominales  puede mostrar  cambios consistentes con íleo, pero por lo demás son normales. La falta hallazgos de elementos objetivos en el examen de estos pacientes y la mala respuesta a los analgésicos a menudo crea en los médicos que atienden a estos pacientes una impresión inicial de dolor psicosomático o de un paciente con adicción a  drogas. La evaluación del laboratorio es normal además de una ligera elevación de los niveles enzimáticos del hígado y un bajo nivel sérico de sodio. El nivel sérico de sodio puede disminuir precipitadamente después de la administración de soluciones dextrosadas.11 Aunque el término Porfiria implica orina color púrpura, el color de la orina recién emitida  en pacientes con crisis de porfiria aguda intermitente   suele ser poco demostrativa ya que los precursores del hem que se acumulan en este tipo de porfiria , principalmente ácido delta aminolevulínico y porfobilinógeno son incoloros. En cambio la orina de estos pacientes, dejada reposar, expuesta a la luz y a temperatura ambiente, lentamente oscurecerá a expensas de la formación de pigmentos de tipo uroporfirina (porfobilina).   Las convulsiones ocurren en aproximadamente el 20% de ataques agudos.12 La tríada de convulsiones, dolor abdominal e hiponatremia   en una mujer joven es altamente sugestivo de porfiria aguda intermitente. Los ataques agudos ocurren en gran parte (en el 80 al casos) en mujeres en edad reproductiva.13 Es raro que se presenten estas crisis inusual antes de la menarca y después de la menopausia. En algunos casos son catameniales, relacionados con el aumento de progesterona que se produce entre la ovulación y el inicio de la menstruación. Ciertos medicamentos, incluyendo anticonceptivos orales, pueden desencadenar ataques. Los ataques agudos también ocurren en relación al ayuno  relacionado con  enfermedad intercurrente,  ayuno prequirúrgico, post operatorios, dietas  de shock, o siguiendo a la cirugía  bariátrica. 14,15

DIAGNÓSTICO
Niveles elevados de porfobilinógeno en orina o plasma son específicos de porfiria aguda intermitente. Durante un brote  agudo, el aumento no es sutil, alcanzando 10 a 150 veces el límite superior de la normalidad (Tabla 2). 





TABLA 2. Metabolitos intermedios en la vía del hem en el diagnóstico de porfiria 

La prueba se puede realizar en una muestra aleatoria con el resultado ajustado  para gramos de creatinina en orina; no es necesario  recolección de 24 horas de la orina. El porfobilinógeno urinario no está incluido en el test llamado “porphyrin screen”, que mide sólo niveles de porfirina. Estos últimos son relevantes para la porfirias cutáneas pero no a la porfiria  intermitente aguda.
Los pacientes con el primer ataque de porfiria aguda intermitente  frecuentemente se presentan  a una sala  de emergencia donde las enfermedades raras o poco prevalentes no son generalmente consideradas en el diagnóstico diferencial,  y además, los tests para la detección de porfobilinógeno en  orina no están disponibles.   Hasta la década de 1990, los métodos rápidos  para medir el porfobilinógeno en la orina  (pruebas de Watson-Schwartz y otras), estaban  disponibles en muchos departamentos de emergencia. Aunque estas pruebas eran útiles en manos experimentadas  eran pruebas  sólo cualitativas y sujetas a resultados falsos positivos.
Hoy, la única forma de confirmar el diagnóstico es una prueba cuantitativa de porfobilinógeno,
 El cual tiene un tiempo de realización de entre  4 a 10 días en laboratorios de referencia comerciales. Esto a menudo significa un retraso sustancial en el diagnóstico, que puede ser costoso en términos de servicios de atención médica, pérdida neurológica progresiva, parálisis respiratoria e incluso la muerte. Se ha sugerido que una prueba acelerada de porfobilinógeno para pacientes en el servicio de urgencias sería costo-efectiva.16


FISIOPATOLOGÍA  DE LOS SÍNTOMAS
Dos hipótesis dominan el pensamiento actual sobre la fisiopatología  de los síntomas en la porfiria intermitente aguda. Una teoría interpreta que  la deficiencia del hem celular  conduce a una reducción crítica en las proteínas hem en las células neuronales. La segunda teoría postula que el ácido delta aminolevulínico es neurotóxico a los niveles alcanzados en la porfiria aguda intermitente. Esta última idea cuenta con el apoyo de modelos experimentales.17,19
Además, los síntomas de dos condiciones como la  tirosinemia y el  envenenamiento por plomo, similares a las de la porfiria intermitente aguda, en los que el  ácido delta aminolevulínico (pero
No el porfobilinógeno) , se elevan  en la orina.20 El hígado ha sido confirmado como la fuente del exceso del ácido delta aminolevulínico en la porfiria aguda intermitente, y pacientes que se someten a trasplante hepático por síntomas intratables se curan.21

TRATAMIENTO
El manejo  inicial incluye la revisión de medicamentos  que son considerados  riesgosos en pacientes con porfiria (Tabla 3) y la administración de líquidos (preferentemente dextrosa 10% en solución salina al 0,45%), agentes antieméticos, analgésicos y, si está indicado medicación anti comicial, para el tratamiento de las convulsiones. Para un paciente con convulsiones, el plan de tratamiento tiene que tener en cuenta que varios de los medicamentos de uso común como antiepilépticos son muy riesgosos en  pacientes con porfiria aguda (Tabla 3). 










TABLA 3. Seguridad de algunos medicamentos en porfiria

En la actualidad, el único tratamiento específico para los ataques agudos de porfiria aguda intermitente es la Hematina  intravenoso  (Panhematin; Abbott Laboratories) y el hem-arginato (Normosang; Orphan Drugs).Aunque en el hospital las farmacias no almacenan Panhematin rutinariamente, el proveedor lo enviará por vía aérea expreso a petición. Para responder a preguntas sobre su uso, en EE UU, la Porphyria Foundation proporciona una lista de especialistas según la zona geográfica de los Estados Unidos (www .porphyriafoundation .com) Panhematina es un polvo que se reconstituye inmediatamente antes del uso con agua estéril (proporcionada por el fabricante) o albúmina sérica humana. La dosis es de 3 a 4 mg por kilogramo de peso corporal, infundido durante un período de 30 a 40 minutos, una vez al día. La primera indicación de un respuesta es una fuerte disminución en el nivel de porfobilinógeno  en orina o plasma; la disminución ocurre al día 3 del tratamiento (después de la segunda o tercera infusión). El dolor y las náuseas suelen resolver en el día 4.22 Los signos deficitarios de neuronas motoras persistirán pero no progresarán. El paciente está listo para la alta cuando ya no se necesitan narcóticos y la ingesta calórica oral es adecuada.
Panhematina es una terapia  importante, que incluso salvavidas pero tiene defectos. En solución, es inestable y debe infundirse tan pronto como sea reconstituido como se describe en el prospecto.23 Se administra intravenosamente a través de una vena periférica o una vía central.
Una vena muy pequeña para su administración suele terminar en flebitis dolorosa. El riesgo de flebitis se reduce mediante la preparación de la solución con albúmina humana en lugar de agua.24
Panhematina provoca  agregación plaquetaria con una fuerte disminución del recuento periférico que se recupera en un período de 5 horas. La prolongación del tiempo de protrombina también se observa y dura aproximadamente 24 horas.25 Los cambios vistos en la coagulación no se traducen en sangrado generalmente, pero existe precaución  en pacientes que ya estaban recibiendo un anticoagulantes. Finalmente, la administración frecuente de hem puede dar lugar a acumulación hepática de hierro y lesiones por sobrecarga de hierro.26
Alternativas al uso de hemo intravenoso se están desarrollando. Un enfoque es el uso de terapia génica en la que el gen normal de la hidroximetilbilano sintasa se administra a los hepatocitos en un vector viral (número ClinicalTrials.gov, NCT02082860). Aunque los resultados de las pruebas preclínicas de los estudios fueron alentadores, 27 una investigación piloto involucrando a personas con ataques agudos frecuentes no mostró ningún efecto sobre los niveles del ácido delta aminolevulínico o porfobilinógeno.28 Eventos adversos relacionados a la administración del vector viral no se vieron.
Existe un segundo estudio actual  involucra el uso de un pequeño ARN interferente (Small Interfering RNA (siRNA)) dirigido contra la ácido delta aminolevulínico sintasa 1, con el objetivo de reducir la producción de ácido delta aminolevulínico (Figura 2). El siRNA (Givosiran, Alnylam Pharmaceuticals) deriva de la  N-acetilgalactosamina para su blanco en los  hepatocitos.29





Figura 2. Mecanismos de acción de la terapia con Small Interfering RNA (siRNA)
La doble cadena del RNA conteniendo secuencias específicas ALAS1 es derivado de N-acetilgalactosamina  apuntando al target del receptor de asialoorosomucoid (galactosa) , el cual es expresado casi exclusivamente en el hepatocito. Dentro del hepatocito el RNA es procesado  en aproximadamente 20 fragmentos por enzimas celulares (dicer) y posteriormente separado en cadenas simples. La cadena es complementaria de la ALAS1 (la cadena guía), que se une al RNA mensajero de la ALAS1 celular  The strand that is complementary to ALAS1 (the guide strand) binds to cellular ALAS1 (mRNA), y entra al complejo silenciador inducido por RNA   (RISC), donde la doble cadena nueva  de RNA es clivada por un grupo de factores que incluyen argonaute,una ribonucleasa. El resultado es la reducción delnivel de la proteína delta ALA ssintasa 1 y la disminución de producción de ALA.



Estudios en ratones han proporcionado una prueba de este concepto.30,31 En humanos, estudios de fase 1, después de una única inyección subcutáneadel ARNip, la expresión de aminoácidos de la ácido delta aminolevulínicos  sintasa 1 disminuyó en 24 horas y se mantuvo dentro del rango objetivo al menos 1 mes. Los efectos secundarios han sido menores ( www.alnylam.com). Los estudios incluyeron pacientes que tienen síntomas agudos de porfiria aguda  intermitente con síntomas frecuentes ya están en marcha. El enfoque siRNA, si tiene éxito, sería una mejora sustancial con respecto a administrar hem intravenoso debido a su facilidad de administración y el efecto sostenido (NCT02452372).
Los ataques agudos espontáneos frecuentes son de curso muy variable, que dura desde varios meses a muchos años, y a menudo se asocian con un marcado deterioro de la calidad de vida.9 La infusión profiláctica de hem es útil en algunos de estos pacientes.  Cuando los ataques son catameniales,  se utiliza la supresión de la ovulación con una hormona agonista  liberadora de gonadotrofina 13 ya que los anticonceptivos orales son riesgosos, como ya se ha señalado. En la actualidad, el trasplante hepático es el único remedio para los ataques recurrentes con una respuesta pobre al hem y progresión neurológica refractaria.32 El embarazo suele ser cursar sin complicaciones. Los brotes agudos que ocurren durante la gestación pueden ser tratados  con hem intravenoso sin riesgo para el feto.33
El manejo de la porfiria intermitente aguda también incluye el cribado genético de los miembros de la familia, especialmente los padres del paciente, hermanos, y los hijos. Los miembros de la familia a quienes se encuentra portadores de la mutación se les aconseja evitar los desencadenantes de los ataques agudos y la importancia del cribado en la la próxima generación. Se les puede asegurar que la mayor parte del riesgo de un ataque agudo se debe a  factores ambientales manejables o prevenibles. Existen  más de 400 mutaciones identificadas, y aun así hay poca evidencia de que el genotipo prediga el fenotipo.

PRONÓSTICO
Antes de los años ochenta, la mortalidad entre los pacientes con ataques agudos de porfiria aguda intermitente era  de aproximadamente 25%. Hoy en día con diagnóstico precoz y tratamiento específico, la perspectiva es mucho mejor.34,35 Cuando la enfermedad de las neurona motora es parte de la enfermedad en  el ataque agudo, la debilidad asociada se resuelve lentamente, pero por lo general se resuelve completamente durante un período de 1 año; ocasionalmente, la caída del pie o la caída de la muñeca no se resuelven durante el período de recuperación. Estudios en pacientes mayores con porfiria intermitente aguda han demostrado una mayor prevalencia de enfermedad hepática crónica y enfermedad renal, posiblemente debido a los efectos tóxicos a largo plazo del ácido delta aminolevulínico.36,37 El riesgo de daño renal puede estar relacionado con la variación genética en el péptido transportador 2, que transporta el ácido delta aminolevulínico así como péptidos cortos.38 Aunque la enfermedad hepática rara vez alcanza la etapa de cirrosis, el estudio sueco indicó que el riesgo de cáncer de hígado primario (principalmente carcinoma hepatocelular) se incrementa por un factor de 80 después de la edad de 50 años (y un factor de 150 en las mujeres); el seguimiento anual con la medición de la los niveles de alfa-fetoproteína e imágenes abdominales (por ejemplo, ultrasonografía) son importantes.

Para un detalle mayor de drogas que no deben usarse en PAI, aquellas permitidas,  así como un detalle mayor de las manifestaciones clínicas de la entidad:

 http://www.elrincondelamedicinainterna.com/2011/08/porfiria-aguda-intermitente.html



PORFIRIA CUTANEA TARDA
Porfiria cutánea tardía, la más frecuente de las porfirias, se estima que afecta a 5 a 10 personas por 100.000 habitantes. Es debido a la inhibición de la uroporfirinógeno descarboxilasa, el quinto paso  enzimático en la vía hemo biosintética (Fig. 1).
El exceso de hierro hepático juega un gran rol en la  patogénesis, con más del 50% de los pacientes con porfiria cutanea tarda con la mutación para la hemocromatosis (Tabla 4). La mutación de uroporfirinógeno descarboxilasa está presente en una una minoría de estos pacientes y no es esencial para la expresión de la enfermedad.40

PATOBIOLOGÍA Y MANIFESTACIONES
La fotosensibilidad en la porfiria cutánea tarda es debido a porfirinas  circulantes en exceso, que  después de la exposición la luz azul  (longitud de onda pico, 410 nm), evolucionan a un estado excitado. Con la relajación del estado  previo, liberan energía que aparece como fluorescencia in vitro y provoca lesiones en la piel. El inicio suele ser a la edad de 40 años y se caracteriza por la friabilidad de la piel y lesiones ampollares crónicas en  las áreas fotoexpuestas, la mayoría de las veces el dorso de las manos (Tabla 1). Las mujeres pueden notar el crecimiento de pelo facial El exceso de uroporfirina  torna la orina de color  marrón o marrón rojizo.




Lesiones cicatrizales costrosas en paciente con porfiria cutánea tarda.
Gentileza Dra. Carola Morón






Lesiones cicatrizales costrosas en paciente con porfiria cutánea tarda.
Gentileza Dra.CarolaMorón



Lesiones cicatrizales secundarias a porfiria cutánea tarda en zonas fotoexpuestas en paciente VIH positivo.
Gentileza Dra. Carloa Morón





Mujer con crecimiento exagerado del pelo  facial secundaria a porfiria cutánea tarda.
Fuente UpToDate



Esencialmente todos los pacientes con enfermedad clínica tienen al menos dos de los factores de susceptibilidad conocidos (Tabla 4), que en asociados reducen la enzima   uroporfirinógeno  decarboxilasa por aproximadamente 80% .41 Los pacientes con mutación de la uroporfirinógeno descarboxilasa  en un alelo tiene una pérdida del 50% de la actividad al inicio, pero tendrán síntomas  sólo cuando se agrega  inhibición de las enzimas residuales por uno o más de los factores exógenos (Tabla 4)






TABLA 4. Factores de susceptibilidad en pacientes con porfiria cutánea tarda

El producto químico inhibidor es el uroporfometeno, un producto de uroporfirinógeno que surge dentro de los hepatocitos, 43 posiblemente por una oxidación mediada por citocromo P-450. 44, 45

DIAGNÓSTICO
Un perfil de porfirina en orina o plasma con predominio de uroporfirina y hepatocarboxyporfirina son diagnóstico de porfiria cutánea tarda, siempre que los niveles de ácido delta aminolevulínico y porfobilinógeno sean normales o  sólo mínimamente elevados (Tabla 2). Los pacientes con coproporfiria hereditaria y porfiria variegada puede presentar síntomas cutáneos similares, pero estas condiciones pueden ser distinguidas de la  porfiria cutanea tarda midiendo niveles elevados de coproporfirina fecal (que están elevados en la coproporfiria hereditaria) y las porfirinas plasmáticas con un pico de emisión de fluorescencia a 626 nm (en la porfiria variegata) .46
La pseudoporfiria es una erupción ampollar que se asemeja a la porfiria cutanea tarda clínicamente pero con niveles normales de porfirinas en plasma y orina. Es a menudo idiopática pero a veces atribuible a medicamentos, especialmente antiinflamatorios no esteroideos No involucra el paso del hierro, pero la patobiología es desconocida.
Por último, la porfiria eritropoyética congénita tardía puede simular la porfiria cutanea tarda en cuanto a  la lesión cutánea y al perfil de porfirinas urinarias.48 La característica de diferenciación es niveles marcadamente elevados de porfirinas eritrocitarias en la porfiria eritropoyética congénita.

TRATAMIENTO
El agotamiento del hierro hepático mediante flebotomía, junto con la restricción de alcohol, tabaco y estrógenos, produce la remisión.49 Los pacientes que tienen anemia o tienen efectos adversos a la flebotomía puede tomar un quelante oral de hierro. En un estudio piloto, deferasirox (Exjade) a una dosis de 250 a 500 mg por día (un uso fuera de la etiqueta) fue eficaz, aunque menos eficiente que la flebotomía; los efectos secundarios fueron menores a esta dosis El punto final inicial del tratamiento es un nivel deferritina en el extremo inferior del rango normal (aproximadamente 20 ng por mililitro [454 pmol por litro]), que generalmente se logra con tres a ocho flebotomías. Después de un retraso de 6 a 8 semanas, los niveles de uroporfirina en orina y plasma disminuyen y las lesiones cutáneas mejoran. Una alternativa a las terapias dirigidas al agotamiento del hierro es  dosis bajas de hidroxicloroquina (100 mg) o cloroquina (125 mg), dos veces por semana.51 Actúan dentro de los hepatocitos para movilizar porfirinas, que luego se someten a excreción. Son más convenientes y menos costosos que la flebotomía, y son comparables en cuanto a resultados. En estudios iniciales de estudios con dosis antimaláricas  de hidroxicloroquina,  se observaron elevaciones agudas en los  niveles de aminotransferasa. Con la dosis actualmente recomendada, el riesgo de lesión es mínima, aunque se indica precaución en pacientes con cirrosis o insuficiencia renal.
Se recomienda el monitoreo de los cambios retinianos inicialmente  y durante el tratamiento.53 El medicamento puede interrumpirse después de que el nivel de uroporfirina en orina es normal durante varios meses.
Dado que estos fármacos no tienen efecto sobre los depósitos de hierro, se prefiere la flebotomía para los pacientes con hemocromatosis genética.
Dos tercios de los pacientes con porfiria cutánea tarda tienen infección  tardía por el  virus de la hepatitis C (VHC) (Tabla 4). Los informes de casos han sugerido que la  erradicación del virus conduce a la resolución de la enfermedad de la piel.54 La disponibilidad actual de agentes antivirales eficaces en el tratamiento de la infección por VHC como terapia primaria  para la porfiria cutánea tarda, aunque la disponibilidad de datos no son adecuados para determinar el éxito y la duración de este approach. 

PRONÓSTICO
La enfermedad responde al tratamiento inicial al menos en el 90% de los casos, pero puede repetirse. Los pacientes con hemocromatosis genética requieren flebotomía periódica para mantener el nivel de ferritina sérica por debajo 100 ng por mililitro (225 pmoles por litro). Los pacientes que consumen más de cuatro bebidas alcohólicas o  fuman diariamente pueden recaer. Sin embargo, las mujeres que requieren terapia de reemplazo hormonal puede seguir recibiendo estrógeno transdérmico después de la remisión.54 En todos los pacientes,  un chequeo anual de niveles de  uroporfirina en orina o plasma se recomienda para la detección precoz de la recurrencia y para retratamiento.

PROTOPORFIRIA
La protoporfiria se debe a la sobreproducción de protoporfirina por la médula ósea. Hay dos  formas, cada una de las cuales es causada por una mutación genética: la deficiencia de ferroquelatasa, que da origen a la protoporfiria eritropoyética "clásica";
Y la hiperactividad de la ácido delta aminolevulínico sintasa 2, denominada protoporfiria ligada al cromosoma X (porque el gen que codifica la ácido delta aminolevulínico sintasa 2 se encuentra en el cromosoma X).
La protoporfirina circulante se excreta por completo en la bilis; Por lo tanto, el color de la orina es normal.

MANIFESTACIONES
Los síntomas de la protoporfiria, que usualmente comienzan en la primera infancia cuando los niños comienzan a salir al aire libre, y consisten en intenso prurito, quemazón o ardor en zonas de piel expuesta al sol. La aparición después de  la exposición al sol varía pero puede aparecer  dentro de los 10 minutos. Los niños mayores y adultos, especialmente aquellos con piel más oscura, puede manejar estar al aire libre una hora o más. Dado que la piel de un bebé muestra poco más que una leve inflamación y eritema después de exposición solar  el problema se lo suele rotular de  "alergia al sol", y así la protoporfiria puede no ser diagnosticada hasta años más tarde. Con heridas repetidas, hiperqueratosis leve  y  liquenificación puede desarrollarse sobre los nudillos y alrededor de la boca (Tabla 1).

HERENCIA
Antiguamente  un rompecabezas, hoy día la herencia de protoporfiria ha quedado clara. Los estudios realizados en 1980 mostraron que la mayoría de los pacientes, sólo uno de los dos alelos de lasferroquelatasas están mutados. Dado  que la expresión varió ampliamente, la enfermedad se clasificó como autosómica dominante con penetrancia variable. Sin embargo, la pérdida de actividad enzimática casos sintomáticos supera el 50%, lo cual no es explicado por la mutación de un solo alelo. Por otra parte, en algunas familias el patrón de herencia es autosómica recesiva. La aclaración vino con la secuenciación no codificante de la ferroquelatasa ADN y se encontró  una mutación en el tercer intrón (IVS3-48T → C), lo que resulta en un splicing defectuoso del ARN mensajero y un 20 a 40% de pérdida de actividad de la ferroquelatasa. Cuando lamutación del  splicing está apareada con una mutación incactivante en el alelo opuesto, la reducción total en la enzima actividad (70 a 90%) alcanza el umbral para los síntomas de protoporfiria. La prevalencia de la mutación del splicing  varía de menos del 1% entre los africanos del oeste a cerca de 12% entre blancos europeos y norteamericanos y el 47% entre los japoneses.57 Así, en el Occidente y Japón, la ferroquelatasa / IVS3-48T → C genotipo representa del 85 al 90% de los casos de  protoporfiria. Aproximadamente el 5% de los casos de protoporfiria implica una mutación en el gen codificando la ferroquetasa en ambos alelos. La mayor parte el 2 al 10% restante son protoporfiria ligada al X. 58.59 Al igual que con otras enfermedades ligadas al cromosoma X, los pacientes varones  con una mutación activadora en el gen que codifican la ácido delta ácido aminolevulínico sintasa 2 severamente afectada; heterozigotos femeninos son variables fotosensibles, que reflejan la inactivación de X de ya sea el alelo normal o mutado.60

DIAGNÓSTICO
La prueba de detección para cualquiera de los tipos de protoporfiria es la medida de la porfirina sanguínea total, que incluye tanto protoporfirina libre de metal y protoporfirina de zinc. Niveles de 5 a 50 veces el límite superior del rango normal son diagnósticos (Tabla 2).
La determinación separada de protoporfirina de zinc como una fracción del total es útil para un análisis preliminar de diferenciación entre la  protoporfiria eritropoyética y la protoporfiria ligada al cromosoma X. En la protoporfiria eritropoyética, la protoporfirina de zinc constituye aproximadamente el 5% del total de las protoporfirinas en la sangre, mientras que en protoporfiria, constituye 20 a 40%. La determinación del  gen para el análisis de mutaciones es realizado por algunos laboratorios de referencia

TRATAMIENTO
La protoporfirina es lipofílica, moviéndose fácilmente dentre eritrocitos en plasma y tejido subcutáneo. Como en la porfiria cutánea tarda, el pico de longitud de onda para la excitación porfirina mediada por luz (410 nm) está en el azul, no en el rango ultravioleta. Debido a que esta longitud de onda pasa a través del cristal de una ventana, los pacientes son sensibles luz solar, así como algunos tipos de luz artificial. Luces de alta intensidad para procedimientos quirúrgicos o dentales pueden causar lesiones tisulares a menos que estén  equipado con un filtro amarillo, que absorbe lalongitud de onda de color azul. Protectores solares tópicos transparentes, que bloquean la luz ultravioleta solamente, son ineficaces. El beta-caroteno oral (Lumitene) ha sido promocionado como un extintor natural del oxígeno singlete, que puede mediar la lesión inducida por protoporfirina. La extinción del oxígeno singlete por beta-caroteno, sin embargo, sólo se ha demostrado in vitro y puede que no ocurra en células intactas.63 Menos de un tercio de pacientes con protoporfiria reportan resultados positivos con este suplemento. Los informes de casos sugieren un beneficio de otra medicamentos - carbón activado y colestipol. 65,66 En teoría, facilitan la protoporfirina la excreción al unirse a la luz intestinal y  evitando su recirculación enterohepática.
El Afamelanotide (Scenesse, Clinuvel Pharmaceuticals) es una nueva terapia basada en la observación que los síntomas relacionados con el sol están inversamente relacionados con pigmentación de la piel en personas con protoporfiria. Este es un derivado  de la hormona estimulante de α-melanocitos que aumenta la producción de eumelanina. Se suministra como un implante subcutáneo de liberación sostenida.El oscurecimiento de la piel empieza unos días después de la colocación del implante y persiste durante 3 a 4 semanas. En la Fase 3, los estudios controlados mostraron beneficios en pacientes con protoporfiria, 67,68 y la medicación fue aprobada en Europa. Está bajo revisión por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA).
La evitación de la luz solar es actualmente la principal herramienta para muchos pacientes con protoporfiria. En consecuencia, alrededor del 50% de estos pacientes tienen una deficiencia de vitamina D.69 La mitad de las mujeres adultas y un tercio de los hombres los pacientes con esta condición también tienen deficiencia de hierro anemia, cuya base no está clara.
La regulación de la hepcidina y absorción intestinal de hierro parecen ser normales.70

PRONÓSTICO
La protoporfiria limita severamente las opciones de carrera sociales de los pacientes, 64 que también están en riesgo de enfermedad hepática. El exceso de protoporfirina en la médula,  fluye a través de los hepatocitos en la bilis, dejando depósitos de cristales intracelulares. Cálculos  biliares pigmentarios son comunes y a menudo causan síntomas en pacientes antes de los 30 años de edad.71 En aproximadamente 5% de los pacientes, la colestasis se desarrolla,  progresa rápidamente a la fibrosis hepática  e insuficiencia hepática.72 Los pacientes varones con protoporfiria ligada al cromosoma X, en la que los niveles de porfirina son en promedio dos veces la observada en pacientes con eritropoyesis la protoporfiria, puede estar en riesgo particular de esta complicación.
El hem intravenoso, transfusión de intercambio, o ambos han sido útiles en algunos casos reportados, 73 pero generalmente se necesita trasplante de hígado, a veces seguido de trasplante de células madre de médula ósea para prevenir la lesión colestásica recurrente en el injerto.21 El aumento de la protoporfirina plasmática y las enzimas hepáticas pueden ser precursoras de lesiones colestáticas y deben ser monitoreadas cada 6 meses.

CONCLUSIONES
Las porfirias comprenden un grupo de ocho enfermedades, cada uno representando un defecto en uno de los ocho pasos hasta  la formación del hem. Los cuatro tipos que aquí se analizan son los que más probablemente se vean en la práctica clínica. Ellos difieren notablemente en sus respectivas manifestaciones y manejo, reflejando las consecuencias de las función en un punto específico en de la vía  hem sintética. Nuevas terapias potenciales están surgiendo, y su desarrollo se fomenta en parte por la legislación sobre enfermedades huérfanas en los Estados Unidos y Europa.


Fuente:
Porphyria.  Review Article Setiembre 2017
UpToDate


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ATENEO HOSPITAL PINTOS 27/09/2017. SÍNDROME DE RECONSTITUCIÓN INMUNE EN TUBERCULOSIS ASOCIADA A SIDA

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Hospital Municipal “Dr. Angel Pintos”. Azul
Septiembre 2017
 
Hospital "Dr. Ángel Pintos" de Azul

Paciente de 57 años sexo masculino 
MOTIVO DE INTERNACIÓN:  síndrome de repercusión general, adelgazamiento

ANTECEDENTES PERSONALES
 Persona privada de su libertad durante 3 meses en 2015 y arresto domiciliario durante 2016, que consulto por guardia el 26/07/2016.

ANTECEDENTES DE ENFERMEDAD ACTUAL: al interrogatorio refiere que perdió 10 kilos en dos meses. También asociado a hiporexia, sudoración nocturna, y que se descubrió  una adenopatía axilar izquierda.

EXAMEN FÍSICO DE INGRESO (DATOS POSITIVOS): vigil, afebril (36,3°C), TA 100/60, frecuencia cardíaca 100 por minuto
TCS disminuido, piel seca, adenopatía axilar izquierda.
Respiratorio: BEAB. MV conservado. Eupneico sin ruidos agregados. Sat 96% AA.
Resto Examen físico sin particularidades.

IMPRESIÓN DIAGNOSTICA:
Síndrome de repercusión general
Tuberculosis
Linfoma
Se obtuvo una Rx de tórax Imagen 1






Figura 1 Rx de tórax:



Y posteriormente se obtuvo una TC de tórax (video1)








Video 1 TC de tórax 



Informe de TC








Laboratorio  y resumen clínico de la 1° internación




Biopsia por punción excisional de adenomegalia axilar :  granuloma tuberculoso con amplias  áreas de necrosis caseosa.



Paciente pálido, adelgazado, candidiasis oral.
Se recibe Carga viral VIH: 564442 copias
CD4:  21/dl valor absoluto.
Inicia Tratamiento con AZT-3TC -EFV+ Fluconazol+ TMS. 
Se recibe Western-Blot positivo (+)
Se va de alta 06/08/2017

SEGUNDA INTERNACIÓN 26/08/2017
Motivo de la segunda internación: síndrome de repercusión general, anorexia, adelgazamiento,ictericia.





Resumen de la 2° internación 




Se solicita control Rx





Figura 5 Rx de tórax de control
Imágenes nodulillares en amboscampos pulmonares que se interpretan como tuberculosis miliar


Se solicita nueva TC sin contraste  de control (video 2)







Video 2. TC de tórax control 









Informe de TC (imagen 6)









RESUMEN
En el presente ateneo se presenta un caso clínico de un paciente  masculino, con diagnóstico de tuberculosis ganglionar en un paciente HIV positivo que intercurre con hepatitis toxica secundaria a drogas antituberculosas. En la segunda internación, se diagnostica Tuberculosis miliar, completando el tratamiento con los fármacos de segunda línea; que luego de 15 días mejora consiguiendo el alta hospitalaria.

INTRODUCCION
Las unidades penitenciarias pueden representar un grave problema de salud pública. Actualmente, más de 9,25 millones de personas están privadas de la libertad en centros de reclusión en todo el mundo, y cada vez va en aumento. Muchas de ellas, son detenidas por cortos periodos de tiempo, lo que arroja tasas de admisión y liberación casi equivalentes. Por tanto, la población que transita por los servicios penitenciarios es de 4 a 6 veces más alta que la reconocida anteriormente. La tuberculosis en un problema prioritario en la población privada de su libertad. Según reporta la OMS, 17 países latinoamericanos presentaron 22,2 veces más la enfermedad que al comparar PPL sobre población general,  el 58 % de estos casos fueron bacilíferos, lo cual favorece la trasmisión  que en condiciones de hacinamiento, el estrés psicológico y violencia  con llevan a unas bajas defensas inmunitarias y a la diseminación de la enfermedad. La prevalencia de VIH en estos pacientes es mayor al 5%, que muchas veces no se diagnostica por falta de reactivos o rechazo del paciente.
El objetivo de esta presentación es describir la experiencia de un caso de hepatotoxicidad sintomática secundaria a drogas antituberculosas de primera línea, en un paciente HIV +; hospitalizado en el año 2016

MATERIALES Y METODO
El presente trabajo se basa en un caso clínico de un paciente hospitalizado en el año 2016, por lo que tiene diseño observacional y  retrospectivo, realizado en julio del año 2017 en la Ciudad de Azul.  La fuente de información fue su Historia Clínica, de la que se extrajo los datos de las evoluciones, estudios complementarios y seguimiento por infectologia en consultorio externo.

CASO CLÍNICO
Paciente masculino de 56 años con antecedente de ser Persona privada de su libertad durante 3 meses hace 1 año, y actualmente con arresto domiciliario que consulto el 26 de julio del año 2016 por pérdida de peso de 10 kilos en 2 meses, hiporexia, sudoración nocturna y adenopatía axilar izquierda, con impresión diagnostica de tuberculosis o linfoma. Se solicitó TAC de tórax y cuello, serología para HIV que fue positiva, evaluación por hematología, neumonología y cirugía.  Lbt de ingreso: sin datos relevantes. TAC de tórax y cuello: Trazos fibrosos secuelares en lóbulo medio derecho, sin alteraciones pleuroparenquimatosas en actividad, presencia de adenopatías intercavo-aorticas y en espacio pre vascular, presencia de adenopatía axilar izquierda; cuello sin particularidades.  Se evaluó por cirugía general quien realiza adenectomía para estudio por anatomía patológica; cuyo resultado informa: granuloma tuberculoso con escasa reacción histiocitica y amplias áreas de necrosis caseosa. Se solicita por evaluación con neumonología cultivo y baciloscopía  de esputo x3 para BAAR. Una semana después (6/08/2016) se indica alta hospitalaria con seguimiento por infectología para iniciar TAARV.
 El día 9/08/2016 inicio TAARV de alta eficacia (azt, 3tc y efv) + fluconazol + TMS. El día 26/08/2016, reingresa por deterioro del estado general y negativa a la ingesta de solidos de 1 mes de evolución, refiere tomar medicación antirretroviral apropiadamente. Al EF, mal estado general, adelgazado, BEAB  sin ruidos agregados. Se inicia tratamiento antituberculoso con H R Z E indicado por neumonología. 4 días después intercurre con hepatitis toxica con deterioro de la coagulación secundaria a medicación antituberculosa, se consulta a infectologia y se suspenden los antituberculosos,  el fluconazol y el Bactrim, y se indica vitamina K; se rota streptomicina + levofloxacina + etambutol. Lbt 6/09: GB 700 HTO: 19% Hb 6,3 PQT 82000 TGO 241 TGP 295 FAL 533 BIT 4,7 Bid 3,30 Bd 1,4 Coag s/p. Por pancitopenia se decide suspender 3tc complex,  transfundir con 2U GR,  iniciar filgastrin y aislamiento respiratorio y neutropénico; con mejoría clínica y de la ictericia. Se rota a Efavirenz + tenofovir + emtricitabina. Se reintenta iniciar rifampicina pero es suspendida por empeoramiento del hepatograma.  El 14/09 inicia nuevamente tto con fluconazol 100mg/día. Intercurre con bacteriemia,  se toman hemocultivos x2 y se inicia piper-tazo + vancomicina; cumpliendo 10 días de tto. El 19/09 se solicita TAC de tórax en la que se observan múltiples imágenes nodulillares en ambos campos pulmonares. Continúa con 2da línea de tto para la tuberculosis; con mejoría clínica y del hepatograma. Logrando alta hospitalaria el 20/10 con seguimiento por infectologia.


DISCUSIÓN
 De acuerdo a la bibliografía, la toxicidad hepática por drogas antituberculosas es relativamente infrecuente, debido probablemente a la falta de criterios claros para definir hepatotoxicidad. Sumado a eso es muy variable, varia en los pacientes internados desde el 0,07% al 11% y la mayoría de las veces no requiere suspensión de los antituberculosos. En el caso clínico planteado, el paciente intercurre con hepatitis toxica con repercusión general e ictericia, que obligó a suspender las drogas, luego de la normalización del hepatograma y reincorporar la rifampicina, se alteró nuevamente el hepatograma, con lo que se tuvo que completar el tratamiento con la segunda línea de tratamiento. Además faltan estudios para confirmar influencia de la TAARV en la hepatotoxicidad y si es influenciada por las drogas antituberculosas.

CONCLUSIÓN
La hepatotoxicidad sintomática  por drogas antituberculosas es una entidad rara, que obliga, en estos pacientes complejos, el abordaje interdisciplinario en la sala de internación.

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Presentó
Ferreyra Maximiliano,
Residente Clínica Médica 1° año

Hospital Municipal “Dr Ángel Pintos” de Azul 

Una inestabilidad elemental...

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En este ejercicio clínico se presenta un caso que es discutido por un médico internista al que se le van proporcionando datos de la historia clínica en forma secuencial, y este analiza el cuadro a la luz de los nuevos elementos, de una manera análoga al proceso diagnóstico en la práctica real de la medicina.



Una mujer de 61 años presentó una historia de 3 días de marcha cada vez más inestable
y una incapacidad de parase. Desde hacía un año refería   entumecimiento y hormigueo en sus manos y pies. No se quejaba de dolor de cabeza, confusión, alteraciones  visuales, dolor de espalda, debilidad, trauma, fiebre, enfermedad reciente o caídas. Ella no tenía incontinencia urinaria ni fecal.



PONENTE
La marcha inestable tiene varias causas; una de las principales es la ataxia (es decir, la alteración de la coordinación del movimiento muscular voluntario). Hay dos tipos de ataxia: la ataxia motora, que se debe a una lesión en el sistema cerebeloso, y una ataxia sensorial, que se debe a una entrada aferente proprioceptiva aberrante que está generalmente vinculada a una lesión en las columnas posteriores de la médula espinal. Los síntomas referidos por el paciente de entumecimiento y hormigueo en sus manos y pies sugieren una neuropatía, que también puede deteriorar la marcha. El inicio concomitante de síntomas en  manos y  pies, obliga a considerar una mielopatía. La marcha puede verse afectada por otros trastornos neurológicos tales como la espondilosis cervical  o la hidrocefalia normotensiva. Sin embargo, el control preservado de la vejiga y el intestino y el estado mental intacto hacen que estos diagnósticos sean menos probables. Además, la ausencia de debilidad sugiere que no hay lesión de la neurona motora superior (como podría ocurrir en la esclerosis múltiple), y  la ausencia de un enlentecimiento en la marcha o no arrastrar los pies  durante la marcha descartan patología a nivel de los ganglios basales   (como la enfermedad de Parkinson).


EVOLUCIÓN
Como antecedentes cursaba  una enfermedad renal en etapa terminal, por la cual estaba
en diálisis peritoneal; enfermedad pulmonar obstructiva crónica; hipertensión; anemia
debido a enfermedad renal en etapa terminal; infección crónica por el virus de la hepatitis C; depresión; dolor de espalda crónico; enfermedad por reflujo gastroesofágico; y el cáncer de mama, por lo que se había sometido a una mastectomía bilateral. No tenía antecedentes de enfermedad celíaca, inflamación enfermedad intestinal o cirugía gástrica. Sus medicamentos incluían amlodipino, bupropión, carvedilol, clonazepam, elbasvir-grazoprevir, epoetina alfa, tramadol, pantoprazol y venlafaxina. Un régimen de 220 mg de sulfato de zinc dos veces al día se inició 12 meses antes de la presentación del cuadro actual , cuando se había diagnosticado  déficit de zinc a raíz de que se quejaba de disgeusia. La dosis se había duplicado 9 meses antes de la presentación de los síntomas en curso, pero los síntomas no habían disminuido. Ella tenía una historia de tabaquismo de 23 paquetes/año y actualmente estaba fumando un cuarto de paquete de cigarrillos por día. Ella bebía alcohol raramente.




PONENTE
Dado la historia de la paciente de insuficiencia renal terminal  e  hipertensión, su riesgo de accidente cerebrovascular es alto. Tenía antecedentes de deficiencia de zinc, por lo que la suplementación se había iniciado después de que la paciente  reportara disgeusia. La disgeusia es común en pacientes con enfermedad renal terminal y puede ser el  resultado de varios factores, como el mal estado dentario, la uremia y el déficit vitamínico y de oligoelementos esenciales.





EVOLUCIÓN
En el examen, la temperatura de la paciente fue 36,2 ° C. La presión sanguínea era 157/76 mm Hg.
Estaba alerta y orientada. Su conversación  era fluida. Los movimientos extraoculares estaban intactos. Había simetría facial, audición era normal. La fuerza en ambos esternocleidomastoideos y trapecios estaban  intactas. La lengua estaba en la línea media, sin fasciculaciones, el paladar  simétrico, y la úvula era la línea media. La fuerza era  5/ 5 en todos los grupos musculares, exceptopara la fuerza de agarre (4 + de 5 en ambas manos) y fuerza en el hombro izquierdo (4+ de 5, debido a dolor). Todos los grupos musculares  tenían volumen normal y tono, sin alteraciones de los movimientos. Sensación de tacto superficial  y pinchazo estaban intactos en ambos brazos y se reducían  simétricamente en ambas piernas a nivel dela mitad de tibias hacia distal. El sentido vibratorio estaba reducido  en ambos pies, la  propriocepción se reducía notablemente en el Hallux  izquierdo. La prueba de Romberg no pudo ser realizada porque el paciente no podía soportar sin ayuda la bipedestación.  Los reflejos del bicipital,, braquiorradial y tricipital eran 1+ en ambos brazos, los patelares y aquilianos estaban ausentes.  El reflejo plantar era flexor en ambos pies.  La  punta de dedo   nariz reveló un temblor cinético. La prueba de la marcha requería asistencia de dospersonas, y los hallazgos se destacaban  por ataxia. Se observaban  los pies del paciente golpear el suelo con cada paso. Resultados del resto de su examen físico fueron normales.



PONENTE
El sentido vibratorio reducido y la propiocepción, así como la ataxia, sugieren  disfunción del cordón posterior, que podría indicar la forma sensorial de  ataxia. Esta presentación también es consistente con neuropatía, dada la falta de los reflejos tendinosos  profundos.  La sífilis, la deficiencia de vitamina B12, el virus de la inmunodeficiencia (VIH) y la deficiencia de folato deberían ser considerados.





EVOLUCIÓN
El nivel de creatinina fue de 7,9 mg por decilitro. Todos los demás niveles de electrolitos eran normales. El nivel de hemoglobina fue de 8,3 g/dl, lo cual era consistente con sus anteriores mediciones, con un ancho de distribución de glóbulos rojos (RDW) de 19,9% y un volumen corpuscular medio de 84 fl (rango de referencia, 78 a 94). El recuento de plaquetas y de células blancas era normal.
La VDRL fue negativa. El nivel de vitamina B12 fue 1207 pg por mililitro (rango de referencia, 180 a 914 pg por mililitro). El nivel de folato fue de 20,3 ng
por mililitro ( intervalo de referencia 5,3 a 14,2 ng por mililitro). El nivel de tirotropina fue normal. Anticuerpos para  VIH fue negativo. Resultados de los estudios de hierro fueron normales. El índice de reticulocitos fue de 0,5%.




PONENTE
El perfil de laboratorio es notable por el nivel de creatinina, anemia normocítica y un bajo índice de reticulocitos,  hallazgos que  consistentes con su enfermedad renal en etapa terminal. Dado la   preocupación sobre la participación del cordón posterior, se realizó la prueba VDRL y los resultados fueron negativos. Los niveles de  vitamina B12 y  folato están por sobre los rangos de referencia pero no explicaría esto los hallazgos neurológicos de la paciente. En este punto se hace necesario la obtención de imágenes neurológicas y examen del líquido cefalorraquídeo





EVOLUCIÓN
Se realizó una punción lumbar: el líquido era claro la presión de apertura no fue medida.  El nivel de glucosa fue de 64 mg por decilitro( rango de referencia, 40 a 70), y el nivel de proteína fue de 51 mg por decilitro (referencia, menos de 50 mg por decilitro). Un cultivo del líquido cefalorraquídeo no mostró  crecimiento. La PCR para citomegalovirus, Epstein- Barr y el virus varicela-zoster fueron negativos.


PONENTE
El recuento celular y el nivel de glucosa en el  líquido  espinal  y la reacciones  en cadena de la polimerasa para virus son normales lo que hace que una infección viral sea improbable. El nivel de proteína en el líquido cerebroespinal está ligeramente elevado en relación con el recuento  normal de células. Dado el inicio agudo de la ataxia, el síndrome de Guillain-Barré, particularmente la variante ataxica sensorial debe ser considerado. Sin embargo, dado que el paciente tenía sólo disociación albuminocitológica leve (un nivel elevado de proteínas y un recuento de glóbulos blancos normal en el LCR), se consideró que el síndrome de Guillain-Barré era poco probable. La neuropatía por anticuerpos anti glicoproteínas asociadas a la mielina se puede manifestar como  como una ataxia  sensorial distal progresiva, y también debe ser considerado. La imagen de la columna vertebral debe ser  el paso diagnóstico siguiente.









EVOLUCIÓN
Se realizó una RMN   de  columna vertebral sin contraste (Fig. 1).La RMN  ponderada en T2 mostró una hiperintensidad intramedular posterior paramedial en cordón posterior que se extendía desde C2-C3 hasta C5-C6, lo que generó preocupación por la posibilidad de degeneración combinada subaguda de la médula. No se observó expansión de la médula espinal. Los hallazgos en la columna torácica fueron normales.  En la columna lumbosacra, se se observó una isla de hueso hipointenso dentro del cuerpo vertebral de  L2; los hallazgos en la cauda equina fueron normales.  La resonancia magnética del cerebro no mostró ninguna evidencia de infarto, hemorragia intracraneal, efecto de masa o edema.









Figura 1: Resonancia Magnética de columna.
En la imagen A se ve una RMN en secuencia T1 corte sagital que muestra la médula normal en tamaño, forma y posición.
Imagen B secuencia  T2 sagital muestra aumento de la señal en la porción media y posterior de la médula.
Imagen C (puntas de flecha). T2 axial que muestra hiperintensidad confinada a los cordones posteriores.



PONENTE
Una señal aumentada en las columnas posteriores de la médula espinal en la RMN puede deberse a un número de enfermedades. Las causas metabólicas son las más comunes, entre los cuales la degeneración combinada subaguda debido a la deficiencia de vitamina B12 es la causa  clásica, pero este diagnóstico ha sido descartado. La toxicidad por óxido nitroso es otra causa, pero la paciente no tiene antecedentes de esta exposición. Otra causas metabólicas incluyen la deficiencia de folato (que también se ha descartado), la deficiencia de vitamina E, y la  deficiencia de cobre. Varias infecciones tienen predilección por las columnas posteriores, incluyendo la inducida por la sífilis tabes dorsalis y la mielopatía por VIH, pero estos diagnósticos son poco probables, dado las reacciones serológicas  negativas (VDRL y la prueba de VIH negativa). El virus T linfotrópico humano  de tipo 1 también se ha descrito como una causa de  enfermedad de la columna posterior. Las causas autoinmunes incluyen el síndrome de Sjögren y síndromes paraneoplásicos, pero dado que  no había antecedentes del síndrome de sicca que pudiese indicar  síndrome de Sjögren o evidencia de una enfermedad maligna que puedan sugerir  un síndrome paraneoplásico, estas causas son poco probables. Aunque las leucodistrofias no suelen afectar a la médula espinal, las columnas posteriores, que son grandes tractos de sustancia blanca pueden verse afectados. Si una leucodistrofia fuese  la causa, sin embargo, uno esperaría  ver cambios concomitantes de la sustancia blanca en la RMN a nivel cerebral. Los infartos vasculares de la médula espinal  generalmente afectan  las porciones anteriores de la médula; sin embargo, si las arterias espinales posteriores están involucradas, puede haber lesiones en las columnas posteriores. En este caso, el infarto vascular es una causa posible, aunque el hecho de que la mayoría de estos infartos ocurren en el cordón anterior hace que este diagnóstico sea poco probable





EVOLUCIÓN
El nivel de alfa-tocoferol fue de 1,01 mg por decilitro (intervalo de referencia, 0,55 a 1,80 mg por decilitro). El nivel de anticuerpos glicoproteínicos asociados a la mielina no estaban elevados. El nivel de ceruloplasmina fue inferior a 4 mg por decilitro (rango de referencia, 20 a 56). El nivel de cobre fue inferior a 10 μg por decilitro ( rango de referencia 75 a 145 μg /decilitro). El nivel de zinc fue de 134 μg por decilitro (rango de referencia, 66 a 110 μgpor decilitro).



PONENTE
El nivel de alfa tocoferol fue normal. La ceruloplasmina era baja lo cual puede estar relacionada tanto con exceso de cobre como se ve en la enfermedad de Wilson, como con deficiencia de cobre. Clínicamente los hallazgos de esta paciente son compatibles con deficiencia y no sobrecarga de cobre. El nivel de cobre sérico que presentaba esta paciente muestra el severo déficit y el nivel de zinc está elevado. La deficiencia de cobre puede resultar en toxicidad por zinc dbido a que el zinc aumenta las proteínas que se unen al cobre en el enterocito y es así cómo un exceso de zinc fuerza al cobre a quedar atrapado en el enterocito, no disponible para su absorción (figura 2).Dado que esta paciente estaba recibiendo suplementos de zinc y tenía un alto nivel de zinc en suero el cuadro clínico de severa mielopatía con compromiso de los cordones posteriores se relaciona con deficiencia de cobre asociada a alto aporte de zinc exógeno.






EVOLUCIÓN
Se suspendió la administración de suplementos de zinc, y se comenzó tratamiento con cobre elemental  que se inició en una dosis de 2 mg al día, administrada por vía intravenosa, durante 5 días. Al quinto día de la terapia, la marcha mejoró notablemente, y pudo pararse y moverse independientemente con un andador. La propriocepción fue mejorada en los hallux izquierdo y derecho.  Continuó reportando parestesias de manos y los pies. Se realizó  transición de la terapia a la suplementación de cobre  oral en una dosis de 6 mg al día. Antes del alta, el cobre sérico había aumentado a 23 μg por decilitro, y se le dio el alta a un centro de rehabilitación por un corto período para la recuperación de la fuerza. Seis meses después del alta, continuó independiente aunque ayudada con un andador




VIDEO 1 PRE TRATAMIENTO
VIDEO 2 POSTERIOR A 5 DÍAS DE TRATAMIENTO CON COBRE ELEMENTAL ENDOVENOSO



COMENTARIO
Esta  paciente presentó una historia de 3 días de ataxia y se encontró que había reducido la sensibilidad, la sensación vibratoria y la  propriocepción en los pies. La hiperintensidad de la médula espinal, que fue demostrada en la resonancia magnética ponderada en T2, despertó preocupación por la posibilidad de degeneración combinada subaguda. Las pruebas de laboratorio descartaron las causas comunes de la enfermedad de los cordones posteriores (incluyendo deficiencia de vitamina B12, deficiencia de folato, infección por VIH y neurosífilis); su historia no era compatible  con varios otras condiciones asociadas con ldegeneración combinada subaguda como  el síndrome de Sjögren, los efectos tóxicos del óxido nítrico y los efectos efectos de la quimioterapia (por ejemplo, nelarabina) .1,2
En última instancia, pruebas adicionales revelaron deficiencia de cobre en asociación con un nivel elevado de zinc.
Los pacientes con mielopatía por déficit de cobre típicamente presentan  dificultad de la marcha, parestesias de manos o pies y citopenias.3 Tienen ataxia sensorial debido a disfunción cordonal posterior columna dorsal, neuropatía sensitiva o motora (o ambas) manifestándose como reflejos distales disminuidos, pérdida sensorial en una distribución de medias  y guantes (limitado a los pies y las manos) y a veces paraparesia espástica.4,5 Signos  de neurona motora superior, aunque no se observaron  en esta paciente, están a menudo, pero no invariablemente presentes. Anormalidades hematológicas, incluyendo leucopenia o anemia, preceden típicamente a la manifestaciones de la deficiencia de cobre. La anemia es típicamente macrocítica, aunque puede ser normocítica y se han descrito también anemias microcíticas.  La biopsia de médula ósea puede revelar precursores mieloides y eritroides  vacuolados, sideroblastos en anillo y displasia de todas las series,  hallazgos que son consistentes con  síndrome mielodisplásico.3  Los niveles séricos de de ceruloplasmina y cobre son bajos en todos los pacientes con deficiencia de cobre. En pacientes con exceso de zinc que conduce a la deficiencia de cobre, los niveles séricos de zinc son típicamente altos y la excreción urinaria  de cobre es típicamente baja, pero ambas pueden ser normales. La excreción urinaria de cobre suele ser baja pero puede ser normal.4
La resonancia magnética de la médula espinal en pacientes con deficiencia de cobre revela lesiones hiperintensas en la región dorsal media a nivel de la región cervical y torácica en las secuencias ponderadas en T2 - un hallazgo que es indistinguible de la degeneración combinada subaguda.
Estudios de conducción nerviosa en pacientes con mielopatía asociada revelan varios grados de neuropatía periférica. La neuropatía puede ser neuropatía sensitiva,  motora y  mixta. La neuropatía puede ser motora pura o neuropatía sensitiva pura. Resultados de las pruebas de potenciales evocados somatosensitivos son típicamente  anormales debido a la lesión del nervio periférico o a lesiones de la vía sensitiva central.
La punción lumbar puede revelar una  concentración de proteínas y el recuento normal de células, como se observó en esta paciente.
El cobre es un oligoelemento que funciona como cofactor necesario en muchas reacciones enzimáticas integrales  para  la correcta función de los sistemas neurológico, vascular, hematológico y esquelético. Además de las   manifestaciones neurológicas y hematológicas  mencionadas arriba,  alteraciones  esqueléticas incluidas la osteoporosis y otras lesiones óseas pueden ocurrir en adultos y niños con deficiencia de cobre. En adultos, la deficiencia de cobre puede estar asociada aumento de los niveles de glucosa y colesterol y riesgo cardiovascular.4 Las reacciones cobre-dependientes  incluyen las esenciales para el  transporte y la fosforilación oxidativa de la cadena respiratoria mitocondrial, así como también  son necesarios para la defensa antioxidante, la biosíntesis de catecolaminas, para el  procesamiento de neuropéptidos y hormonas peptídicas y para la homeostasis del hierro en el cerebro.6
El cobre es un oligoelemento ubicuo y está presente en la mayoría de las dietas balanceadas, incluyendo dietas con restricciones renales.
La absorción de cobre ocurre en el estómago y el duodeno proximal. La deficiencia es rara, excepto en estados malabsortivos o en el caso del exceso de zinc
Cuando se ingiere zinc, este  incrementa las metalotioneína en los enterocitos.8 La metalotioneína es un ligando intracelular al cual el cobre se une con una afinidad mucho mayor que el zinc. Una mayor ingesta de zinc conduce a una mayor incremento (upregulation) de metalotioneína, y por lo tanto más metalotioneína se une preferentemente al cobre. Este cobre permanece en los enterocitos y se pierde en las heces cuando las células intestinales son descamadas lo que conduce a hipocupremia (Fig. 2) .6,9







Figura 2: EFECTOS DEL ZINC EN LA ABSORCIÓN ENTERAL DE COBRE
En el panel (A), se muestra cómo el cobre (Cu) es absorbido dentro del enterocito desde la luz intestinal vía la alta afinidad del Cu por la proteína de transporte (CTR1) y los transportadores de metales divalentes 1  (DMT1).En el extremo apical, el Cu alcanza la circulación periférica a través de la ATPasa transportadora (ATP7A). Una vez dentro del citoplasma del enterocito, el Cu se une a las metalotioneinas (MT) proteínas que sirven para prevenir efectos tóxicos del Cu. .9
En el panel (B) se muestra cómo elzinc (Zn) causa deficiencia de Cu como consecuencia de aumentar la síntesis citoplasmática de MT. Cuando el Cu se une a las MT, este se pierde en las heces como consecuencia de la apoptosis de las células intestinales
MTFI  son las siglas del factor 1 de transcripción regulatorio de metales.
ZIP4 significa proteínas  Zrt- y Irt-like.4



Ciertas poblaciones de pacientes son susceptibles a la deficiencia de cobre. Los pacientes que han sufrido cirugía intestinal o cirugía de bypass y pacientes con enfermedad celíaca están en riesgo, al igual que los reciben nutrición intravenosa sin reemplazo de cobre.10 La deficiencia de cobre es bien reconocida en personas que usan cremas dentales  a base de zinc en exceso5; también se ha visto en personas que toman suplementos de zinc.4 Como sucedió con esta paciente , la suplementación con zinc se prescribe frecuentemente en los pacientes con enfermedad renal terminal, que pueden ser deficientes en zinc.11 Los pacientes con altos niveles de zinc de causa desconocida que han generado deficiencia de cobre están descritos.
Raramente, la hipocupremia se produce como resultado de una condición hereditaria, como la enfermedad de Menkes, un trastorno ligado al X que es causado por una mutación en la proteína que media la absorción de cobre en los enterocitos13; La enfermedad de Menkes está asociada con retraso en el desarrollo, convulsiones y síntomas neurológicos consistentes con deficiencia de cobre. Hasta el 20% de los casos de deficiencia de cobre puede ser idiopática.
No existe un régimen de tratamiento estandarizado para la mielopatía por  deficiencia de cobre. A menudo se utiliza la suplementación oral con cobre. En una revisión de 55 informes de casos, las dosis eran iguales a 2 a 4 mg de cobre elemental; sin embargo, algunos pacientes requirieron hasta 8 a 9 mg.4 Como en esta paciente, el tratamiento parenteral puede darse inicialmente para evitar un mayor deterioro de la condición del paciente.4 Además de suplementos de cobre, fuentes exógenas de zinc deben ser removidas.
Las anomalías hematológicas generalmente se resuelven con suplementos de cobre, pero las respuestas neurológicas son más variables. En una revisión de 16 pacientes con deficiencia de cobre, la citopenia se resolvió en 14 de 15 pacientes (93%) dentro de 8 a 12 semanas después de la iniciación de la suplementación con cobre, 3 mientras que entre los 12 pacientes con signos y síntomas neurológicos , 3 (25%) tuvieron una reducción parcial de los síntomas sensitivos y motores, 5 (42%) tuvieron deterioro, y 4 (33%) presentaron progresión de la enfermedad a pesar del tratamiento.3 En otra revisión de 55 pacientes, de los cuales 47 tenían datos disponibles  del estado  neurológicos, 24 pacientes (51%) tuvieron estabilización de los síntomas y 23 (49%) reducción parcial de los síntomas después de la iniciación de la suplementación con cobre.4 Mejora en la función neurológica y variables hematológicas se han reportado que ocurre tan temprano como 6 semanas y hasta dos años y medio después del inicio de la suplementación, con el tiempo promedio  para mejoría entre 4 y 7 meses.5,12,14,15 No están descritos hasta el presente, casos de mejora tan rápida como la que presentó esta paciente. Existen pocos datos acerca de la normalización de los hallazgos medulares en RMN una vez que el cobre sérico se ha normalizado. 3,10,15
A pesar de las notables complicaciones, la deficiencia de cobre sigue siendo subdiagnosticada por médicos generales.En una revisión, el tiempo medio entre el inicio de los síntomas hasta el diagnóstico de hipocupremia inducida por zinc fue de 12 meses.  En el caso aquí reseñado, el conocimiento por parte de los médicos tratantes de que la deficiencia de cobre es  causa enfermedad de cordón posterior y que puede ser la consecuencia de el exceso de zinc condujo bastante rápidamente al diagnóstico correcto y por lo tanto el tratamiento oportuno puede explicar la mejoría rápida de los síntomas neurológicos.



 Traducción de: "An Element of Unsteadiness"
Danielle L. Saly, M.D., Ursula C. Brewster, M.D., Gordon K. Sze, M.D.,
Elan D. Louis, M.D., and Anushree C. Shirali, M.D.
The New England Jouranal of Medicine



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UN ANILLO DESPOSANDO UN DIAGNÓSTICO...

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En este ejercicio clínico se presenta un caso que es discutido por un médico internista al que se le van proporcionando datos de la historia clínica en forma secuencial, y este analiza el cuadro a la luz de los nuevos elementos, de una manera análoga al proceso diagnóstico en la práctica real de la medicina.


PRESENTACIÓN DEL CASO
Un hombre de 58 años con artritis reumatoide no erosiva que estaba siendo tratado con etanercept y metotrexato se presentó al servicio de urgencias con una historia de 2 semanas de fiebre (temperaturas de hasta 39 ° C) y sudores nocturnos. En la semana anterior,  había aparecido un color  amarillento de los ojos y  orina oscura. No reportó disnea, dolor abdominal o distensión, náuseas, vómitos, disuria, equimosis, dolor de cabeza o mialgias.

PONENTE
Por lo general, la fiebre indica una infección, una afección maligna o una enfermedad autoinmune; Menos comúnmente, la fiebre es una reacción adversa a los medicamentos. La fiebre en un paciente inmunocomprometido generalmente refleja  infección. Los inhibidores del factor de necrosis tumoral α se asocian con un mayor riesgo de infecciones micobacterianas y fúngicas y linfoma; La artritis reumatoide también se asocia con un mayor riesgo de linfoma. La ictericia y la orina oscura aumentan la sospecha de colestasis, que puede ser intrahepática ( infección o linfoma) o extrahepática (por ej coledocolitiasis). Dado la fiebre del paciente, la primera prioridad es descartar obstrucción del árbol biliar y  colangitis. También hay ictericia y orina oscura en casos de hemólisis intravascular aguda(hemoglobinuria), como anemia hemolítica autoinmune, malaria o bacteriemia por Clostridium perfringens. El diagnóstico de artritis reumatoide debe ser revisado, ya que los pacientes con cualquier condición artrítica indiferenciada a veces reciben erróneamente este diagnóstico. La inmunosupresión ocasionalmente desenmascara una infección indolente, como por ejemplo la enfermedad de Whipple, que puede causar artritis.



EVOLUCIÓN
Diez años antes, se había desarrollado poliartritis de las muñecas y las manos y se había diagnosticado artritis reumatoide con factor reumatoide positivo. Los síntomas del paciente estaban bien controlados con metotrexato y etanercept. También tenía hipertensión e hiperlipidemia y estaba tomando amlodipina y simvastatina. No tenía prescritos nuevos medicamentos y no tomaba suplementos de hierbas. Bebía alcohol con moderación y no usaba tabaco ni drogas ilícitas. Había nacido en Texas y vivía en el Valle Central de California. Una semana antes del inicio de los síntomas, había regresado de un viaje de una semana a un parque nacional en Utah. Se había quedado en un hotel y no informó de exposición a mosquitos, garrapatas o animales. Trabajaba como maestro de escuela y era monógamo con su esposa de 30 años.



PONENTE
Sus exposiciones geográficas le ponen en riesgo de reactivación de blastomicosis e histoplasmosis (Texas) o coccidioidomicosis (en el oeste de Texas y el Valle Central de California), todos los cuales pueden causar enfermedad hepática colestásica. Dependiendo de la edad de los niños a los que da clases, puede estar en mayor riesgo de adquirir infección aguda por virus de Epstein-Barr (EBV) o citomegalovirus (CMV). La hepatitis A aguda causa fiebre e ictericia pero no suele ser una enfermedad febril prolongada. Sus actividades al aire libre en su viaje a Utah plantean la posibilidad de infecciones adquiridas a través de animales o exposiciones ambientales. La leptospirosis, transmitida por orina de roedores en fuentes de agua dulce, podría explicar su fiebre e ictericia. La tularemia, causada por la infección por Francisella tularensis a través de la exposición a conejos y roedores, puede causar fiebre y hepatitis.





EVOLUCIÓN
La temperatura fue de 37,3 ° C, el pulso 82 latidos por minuto, la presión arterial 134/65 mm Hg, la frecuencia respiratoria 12 respiraciones por minuto, y la saturación de oxígeno 98% mientras el paciente respiraba aire ambiente. Parecía estar en buen estado general. Estaba francamente ictérico. No había distensión venosa yugular. Su examen cardiopulmonar era normal. El examen abdominal reveló una leve sensibilidad a la palpación en el cuadrante superior derecho sin hepatoesplenomegalia. No tenía edema, spyders, eritema palmar o adenopatías. Las articulaciones no tenían hinchazón ni deformidades. El recuento de células blancas era de 6000 por milímetro cúbico, con un recuento diferencial normal. El nivel de hemoglobina fue de 10,9 g por decilitro y el recuento de plaquetas 280.000 por milímetro cúbico. El volumen corpuscular medio fue de 85 fl (rango de referencia, 80 a 100). La aspartato aminotransferasa era de 179 U por litro (rango de referencia, 17 a 42), alanina aminotransferasa 127 U por litro (rango de referencia, 12 a 60), fosfatasa alcalina 351 U por litro (rango de referencia, 31 a 95 ), El nivel total de bilirrubina 23,8 mg por decilitro (rango de referencia, 0,2 a 1,3 mg por decilitro), y el nivel de bilirrubina directa 17,8 mg por decilitro (Intervalo de referencia, <0 0="" 1="" 2="" a="" an="" de="" decilitro="" el="" en="" era="" fue="" hab="" hematuria="" internacional="" lisis="" mg="" ndice="" no="" normal.="" normalizado="" o:p="" o="" orina.="" piuria="" por="" proteinuria="" radiograf="" rango="" rax="" referencia="" t="" una="">0>



PONENTE
Aunque los signos vitales del paciente están dentro de los límites normales, su fiebre, el dolor en el cuadrante superior derecho, la ictericia con colestasis y la inmunosupresión obligan a  descartar prontamente  colangitis. No tiene leucocitosis, pero ni la leucocitosis ni la fiebre son hallazgos esenciales en la infección, particularmente en pacientes inmunosuprimidos; También, el metotrexato puede causar mielosupresión, haciendo que su recuento de glóbulos blancos sea bajo. Las pruebas hepáticas indican un patrón tanto hepatocelular  como colestático (mixto), aunque predomina francamente la colestasis. El diagnóstico diferencial de la hiperbilirrubinemia directa incluye obstrucción biliar extrahepática debida a coledocolitiasis, tumor o estenosis, y colestasis intrahepática debida a infecciones virales, micobacterianas o fúngicas, abscesos hepáticos, linfoma o carcinoma infiltrante o medicamentos (por ejemplo, nitrofurantoína) . El  RIN elevado puede reflejar deficiencia de vitamina K debido a la malabsorción en presencia de ictericia (disminución de la cantidad de ácidos biliares en intestinos) o a disfunción hepática. La fase colestática de un hígado recientemente dañado, que se manifiesta por hiperbilirrubinemia y coagulopatía, se puede observar después de una hepatitis aguda de cualquier causa. Este paciente tiene anemia leve, que puede reflejar una combinación de deficiencia de hierro y anemia de la inflamación; La hemólisis no causa hiperbilirrubinemia directa y no hay evidencia de hemorragia.



EVOLUCIÓN
La ecografía abdominal reveló colelitiasis con líquido pericolecístico. No hubo dilatación biliar ni ascitis. La colangiopancreatografía por resonancia magnética reveló una pared de vesícula biliar moderadamente engrosada y cálculos biliares. No había dilatación biliar, coledocolitiasis, ni infiltración de la grasa adyacente ni anomalías hepáticas parenquimatosas. Se colocó un tubo de colecistostomía percutánea y se administró piperacilina-tazobactam por presunción d colangitis. Se suspendieron el metotrexato y el etanercept. Los estudios serológicos para  hepatitis viral fueron negativos, al igual que una prueba para anticuerpos antinucleares (FAN); El nivel sérico de hierro fue de 17 μg por decilitro ( rango de referencia, 42 a 175 μg por decilitro), transferrina 119 mg por decilitro (rango de referencia, 182 a 360) y Ferritina 423 μg por litro (rango de referencia, 22 a 300 μg por litro). Los cultivos de sangre y orina eran estériles.



PONENTE
Los  cálculos biliares son la causa más común de colangitis, pero en este paciente no hay evidencia convincente de obstrucción de la vía biliar extrahepática. Dado este panorama equívoco y la morbilidad asociada con la colangitis, el tratamiento con antibióticos es razonable, pero el valor de un tubo de colecistostomía en un paciente que no tiene obstrucción o inflamación severa de la vesícula biliar es cuestionable. Las pruebas para  enfermedades autoinmunes del hígado es razonable, particularmente dado el antecedente del paciente de otra enfermedad autoinmune. En pacientes con hepatitis autoinmune, la prueba de FAN es típicamente positiva y generalmente hay un patrón hepatocelular de lesión sin fiebre. Las colangiopatias autoinmunes, como la colangitis esclerosante primaria y la colangitis biliar primaria, merecen consideración, ya que ambas son enfermedades hepáticas colestáticas. La colangiografía normal elimina esencialmente la colangitis esclerosante primaria. La prueba de los anticuerpos antimitocondriales también sería útil, ya que un resultado normal haría improbable la colangitis biliar primaria. Enfermedades hepáticas autoinmunes no se espera que causen fiebre, excepto cuando la colangitis esclerosante primaria está complicada por colangitis bacteriana. Los medicamentos que toma el paciente, prescritos y autoprescritos, deben ser evaluados.




EVOLUCIÓN
Durante la semana siguiente, la fiebre del paciente y la hepatitis se resolvieron y la colestasis disminuyó gradualmente. Sin embargo, el RIN se mantuvo entre 2,5 y 3,0 a pesar de la administración de vitamina K oral y subcutánea. Debido a la coagulopatía persistente,  el paciente, fue transferido a un centro de trasplante hepático. A su llegada, no refirió  dolor abdominal, dolor de cabeza o mialgias. Estaba afebril y no tenía ictericia escleral o sublingual. El resto de su examen permaneció sin cambios, con la excepción del drenaje de la colecistostomía en el cuadrante superior derecho. El hemograma completo permaneció inalterado y un frotis de sangre periférica fue normal. El nivel de aspartato aminotransferasa fue de 39 U por litro, el nivel de alanina aminotransferasa 26 U por litro, el nivel de fosfatasa alcalina 89 U por litro, el nivel de bilirrubina total 3,5 mg por decilitro, el RIN de 2,7 y el nivel de fibrinógeno 312 mg por decilitro (intervalo de referencia, 202 a 430). La ceruloplasmina y la alfa-1-antitripsina estaban dentro de los límites normales. El nivel de ferritina fue de 817 μg por litro y la saturación de hierro fue del 20% (rango de referencia, 10 a 47). La prueba de FAN fue positiva a una dilución de 1: 160, con un patrón moteado. La prueba de anticuerpos antimitocondriales fue negativa. El nivel sérico de IgG fue 1360 mg por decilitro (rango de referencia, 672 a 1760). La repetición de estudios serológicos para hepatitis virales  fue negativa, así como los anticuerpospara virus de la inmunodeficiencia humana y las pruebas rápidas de reactivos plasmáticos. Los ensayos de reacción en cadena de  polimerasa (PCR) para el virus del herpes simple, virus de la varicela-zoster y EBV fueron negativos. Una prueba cutánea de tuberculina con un derivado de proteína purificado y un ensayo de liberación de interferón-γfueron negativos. Un ecocardiograma transtorácico fue normal.




PONENTE
Los niveles de bilirrubina a menudo toman tiempo para normalizarse después de la inflamación aguda del hígado, pero la coagulopatía persistente que no responde a dosis múltiples de vitamina K no sería  esperable si el hígado se estuviese recuperando. Un patrón de disminución de los niveles de aminotransferasa con coagulopatía puede reflejar un hígado completamente necrótico, pero si este fuera el caso, el paciente debería aparecer gravemente enfermo y el nivel de bilirrubina seguiría aumentando. No está claro por qué los resultados de las pruebas hepáticas del paciente mejoraron. Si la colangitis estaba presente, la descompresión biliar y los antibióticos podrían ser los responsables. El paso espontáneo de un cálculo del conducto biliar común también podría provocar la normalización rápida de las pruebas hepáticas, pero no se visualizaron cálculos o dilatación ductal en el examen ecográfico. La leptospirosis, de haberla padecido, podría haber respondido al tratamiento con piperacilina que recibió. No hubiese esperado que las pruebas hepáticas se normalizaran si el paciente tuviera tularemia no tratada o micosis endémicas. El CMV es otra causa de enfermedad hepática colestásica, y el paciente tiene un mayor riesgo de infección por CMV debido a su trabajo con niños; Sin embargo, él no fue testeado para este virus. La hepatitis tóxica o isquémica (arterial o venosa) suele ser autolimitada cuando se ha superado el insulto inicial. La prueba de FAN moderadamente positiva sugiere que la hepatitis autoinmune es posible. El nivel de IgG normal argumenta en contra de este diagnóstico.




EVOLUCIÓN
Los ensayos de PCR en suero para el virus de la hepatitis B y el virus de la hepatitis C fueron negativos. Un título de anticuerpo anti-músculo liso fue 1: 160. Una muestra de biopsia transjugular reveló un infiltrado linfohistiocítico con granulomas lobulares  no necrotizantes pequeños (Fig. 1A) y un granuloma en anillo de fibrina (definido como un granuloma con un vacuola de grasa central y fibrina circundante) Esteatosis (pero sin características de esteatohepatitis o lesión hepática asociada con metotrexato). No había necrosis ni fibrosis notable, y sólo unas pocas células plasmáticas estuvieron presentes. Las tinciones para bacilos ácido-alcohol resistentes y hongos fueron negativas. La tinción inmunohistoquímica para CMV fue negativa. No hubo evidencia de obstrucción biliar crónica o trastorno linfoproliferativo.







Figura 1. 
El panel A (hematoxilina y eosina) muestra inflamación linfohistiocítica portal y lobular (el tracto portal puede ser identificado por la vena porta [PV], la arteria hepática [HA] y el conducto biliar interlobular [BD]) y un granuloma portal no necrotizante(asterisco). 
El panel B (hematoxilina y eosina) muestra un granuloma fibrínico característico, en el que una vacuola grasa (FV) está rodeada por histiocitos (asterisco) y rodeada además por un anillo de fibrina (flechas).




PONENTE
El examen histológico del hígado muestra un infiltrado linfohistiocítico y unos cuantos granulomas pequeños no necrotizantes y un granuloma de anillo de fibrina. Aunque existen asociaciones clásicas entre variantes específicas de granuloma y ciertas afecciones (por ejemplo, granulomas no necrotizantes y sarcoidosis, granuloma necrotizante y tuberculosis,  y granuloma en anillo de fibrina y fiebre Q), estos hallazgos histológicos no son específicos para estas entidades. Las enfermedades granulomatosas autoinmunes deben ser consideradas debido a la artritis reumatoide coexistente y autoanticuerpos moderadamente positivos. No hay características de sarcoidosis en este caso, y la colangitis biliar primaria es poco probable en un hombre que tiene una prueba negativa de anticuerpos antimitocondriales, colestasis transitoria, fiebre, y sin daño en el conducto biliar en la biopsia. La arteritis de la célula gigante a veces causa granulomas hepáticos, pero el paciente no tiene dolor de cabeza o mialgias, y es improbable una mejoría sin inmunosupresión adicional. El linfoma también puede causar enfermedad hepática granulomatosa. Sin embargo, no hay evidencia de linfoma extrahepático, la biopsia no reveló linfoma, y ​​la resolución espontánea de lesión hepática grave no se esperaría si el linfoma era la causa. Dada la inmunosupresión, las altas fiebres, los sudores profusos y la ausencia de cáncer, una infección es la explicación más probable para una hepatitisen este casos granulomatosa. El paciente podría haber estado expuesto a hongos que son endémicos en Texas y en el Valle Central de California, pero no tiene ninguna enfermedad extrahepática (por ejemplo, pulmonar) que sería típica en una reactivación de infección o en una infección primaria, y las tinciones para  hongos son negativos. Las tinciones también son negativas para  tuberculosis, y no hay antecedentes de factores de riesgo para exposición a tuberculosis, aunque los cultivos negativos son obligatorios antes de descartar esta condición. La exposición a animales de granja (por ejemplo, ganado vacuno, cabra, oveja) puede conducir a hepatitis granulomatosa por brucelosis o fiebre Q. Aunque la brucelosis surge en respuesta al contacto directo con animales de granja (o sus productos lácteos no pasteurizados), la fiebre Q frecuentemente ocurre en ausencia de contacto directo con animales. Los hallazgos histológicos característicos de la biopsia hepática también favorecen la fiebre Q como principal diagnóstico.



EVOLUCIÓN
Las pruebas serológicas de las muestras de suero para Coxiella burnetii mediante el ensayo de inmunofluorescencia fueron positivas (título de anticuerpos de fase I, negativo, título de anticuerpos IgG de fase II, 1: 4096, título de anticuerpos IgM de fase I, 1: 1024 y título de anticuerpos IgM de fase II, 1: 4096). No se identificó ganado u otra exposición relevante para  fiebre Q. La paciente fue tratada con un curso de dos semanas de doxiciclina y tuvo resolución de los síntomas y de la coagulopatía. Dos semanas más tarde, volvió a trabajar, y la administración de metotrexato y etanercept se reinició. No ha tenido secuelas.



COMENTARIO
En este caso,  una afectación  hepática no diagnosticada y la presencia de anticuerpos autoinmunes suscitaron preocupación por  hepatitis autoinmune. Una biopsia hepática no reveló hallazgos histológicos clásicos de hepatitis autoinmune, sino que reveló inflamación granulomatosa y granuloma de anillo de fibrina. Estos hallazgos son característicos de la fiebre Q. Los granulomas se encuentran en el 1 al 2% de las biopsias hepáticas que se realizan para investigar la lesión hepática de causa poco clara.1 Los cambios granulomatosos surgen en hepatopatías infecciosas, autoinmunes, malignas, inducidas por fármacos o idiopáticas.1 Las características histológicas del granuloma , Necrotizante, supurativo o epitelioide sin necrosis) pueden sugerir un diagnóstico pero no son patognomónicos. La hepatitis granulomatosa, particularmente asociada con granulomas necrotizantes, genera sospecha de causa infecciosa. Las infecciones por hongos y micobacterias diseminadas representan la mayoría de los casos de hepatitis granulomatosa infecciosa.2 Las infecciones que se asocian menos frecuentemente con granulomas hepáticos, en particular las infecciones con supuración, incluyen infección por F. tularensis, yersiniosis, actinomicosis, infección por Bartonella henselae y brucelosis. Las causas no infecciosas de hepatitis granulomatosa incluyen colangitis biliar primaria, vasculitis, lesión hepática inducida por fármacos (por ejemplo, alopurinol), inyección de material extraño , Algunos tumores hepáticos primarios y linfomas. Los granulomas del anillo de fibrina se caracterizan por una inflamación granulomatosa con una vacuola de grasa central y un anillo circundante de fibrina (Fig. 1B), y son sugestivos pero no patognomónicos de la fiebre Q; En una serie, 10 de 23 pacientes (43%) con granulomas de anillo de fibrina demostraron tener esta infección4. También se han descrito granulomas de anillo de fibrina en leishmaniasis visceral, toxoplasmosis, hepatitis por EBV e hipersensibilidad al alopurinol. 4 La fiebre Q es una enfermedad zoonótica mundial causada por la bacteria intracelular C. burnetii. La infección comienza con la inhalación de esporas que se originan en ganado infectado, ovejas y cabras. En Estados Unidos, los estados con mayor incidencia incluyen Utah, Oregón y Nebraska.5 La fiebre Q también se ha reportado en California y Texas.5,6 Aunque no se sabe con certeza dónde fue expuesto el paciente, el período típico de incubación de 2 a 3 semanas sugiere que lo más probable es que haya adquirido la infección en California. Las esporas pueden sobrevivir durante largos períodos y pueden ser transportadas por el viento a largas distancias, ocasionalmente más de 10 millas.7 Esta durabilidad y transmisibilidad pueden explicar por qué el 60% de los pacientes con fiebre Q, incluyendo este paciente, no han tenido contacto con el ganado .8 La mayoría de las personas permanecen asintomáticas después de la exposición a C. burnetii y posterior seroconversión. La fiebre Q aguda se caracteriza por altas temperaturas, dolor de cabeza, neumonía y hepatitis.8-10 La miocarditis y la meningoencefalitis son complicaciones raras. La mayoría de las infecciones agudas se resuelven dentro de 2 a 3 semanas, incluso sin tratamiento. 10 La enfermedad localizada persistente (antes conocida como fiebre Q crónica) se desarrolla meses después de la exposición inicial y puede seguir fiebre Q sintomática aguda o infección asintomática. Ocurre en menos del 5% de los pacientes; Los pacientes inmunocomprometidos y las pacientes embarazadas corren el mayor riesgo. La infección endovascular, comúnmente endocarditis en el lado izquierdo del corazón, es la manifestación más frecuente, seguida de osteomielitis y hepatitis crónica. Las pruebas serológicas son el pilar del diagnóstico para la enfermedad localizada aguda y persistente. La doxiciclina es el antibiótico de elección en adultos no embarazadas sin endocarditis.8-10 Los títulos positivos de anticuerpos FAN y anti-músculo liso en este paciente, así como su historia de enfermedad autoinmune, inicialmente sugirieron la hepatitis autoinmune como hipótesis de trabajo, a pesar de que la fiebre y la colestasis fueron reconocidas como atípicas. El diagnóstico de hepatitis autoinmune requiere la presencia de autoanticuerpos (FAN y anticuerpos anti-músculo liso), altos niveles de IgG, ausencia de hepatitis viral y hallazgos histológicos característicos en biopsia hepática (por ejemplo, hepatitis activa con abundantes células plasmáticas). Este caso, el hallazgo de granulomas hepáticos en la biopsia, sin hepatitis activa o células plasmáticas abundantes, descartó este diagnóstico. Los autoanticuerpos son característicos de muchas afecciones reumatológicas pero también pueden estar presentes en asociación con trastornos malignos, medicamentos e infecciones.12 Se ha notificado FAN en el 12 al 35% de los pacientes con fiebre Q y se han notificado anticuerpos anti-músculo liso en 30 Al 65% .9,13 En algunos pacientes también se han reportado factores reumatoides, anticuerpos citoplásmicos antineutófilos y anticuerpos anti-ADN bicatenario9,13. Los casos complejos requieren que los médicos clínicos no sólo consideren qué pruebas deben ordenar sino también entender La probabilidad de falsos positivos o falsos negativos. Este es un caso en el que la prueba serológica es un falso positivo, pero los hallazgos histológicos son verdaderos.



Fuente: 
Histology Rings True
Rabih Geha, M.D., Marion Peters, M.D., Ryan M. Gill, M.D., Ph.D., and Gurpreet Dhaliwal, M.D.
N Engl J Med 2017; 376:869-874March 2, 2017DOI: 10.1056/NEJMcps1609391

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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12. Rose NR. Infection, mimics, and autoimmune
disease. J Clin Invest 2001; 107:
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13. Camacho MT, Outschoorn I, Tellez A,
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of patients with Q fever: characterization
of antigens by immunofluorescence, immunoblot
and sequence analysis. J Autoimmune
Dis 2005; 2: 10.
Copyright © 2017 Massachusetts Medical Society.



ATENEO HOSPITAL PINTOS 18/10/2017. OJO ROJO DOLOROSO.

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OJO ROJO DOLOROSO
 
Hospital "Dr. Ángel Pintos" de Azul





OBJETIVO
Reconocer las patologías que causan Ojo Rojo y Doloroso
Ser capaz de realizar tratamiento de urgencia
Derivar al especialista de forma oportuna



Paciente 43 años sexo masculino.

MOTIVO DE CONSULTA: dolor intenso de cabeza, náuseas y vómitos asociados a la disminución de la visión y ojo rojo. Figura 1




Figura 1


ENFERMEDAD ACTUAL se presenta a la consulta un paciente de 43 años que se encontraba en el cine cuando de repente comenzó con dolor intenso de cabeza y en el ojo derecho que se irradia al hemicráneo asociado a náuseas y vómitos.
Consulta al servicio de urgencia en el que usted se encuentra de guardia

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL:
Al ojo rojo lo podemos dividir en diferentes tipos según la forma de su inyección que pude ser conjuntival periférica, ciliar, o mixta.
Figura 2



Figura 2. Tipos de inyección conjuntival.

Esta división nos permitirá reconocer las patologías frente a las cuales estamos presente.
Las inyecciones conjuntivales periféricas nos hablan de problemas de superficie.
La inyección ciliar nos hace pensar en procesos de afección más profundos ya que están generando dilatación y congestión de plexos vasculares profundos
Las formas de inyección mixta se trata de una combinación de ambas y existe una patología específica que genera este tipo de congestión la cual veremos más adelante


CAUSAS
  • Conjuntivitis
  • Afecciones de la cornea
  • Uveítis
  • Glaucoma Agudo


Las principales patologías que producen ojo rojo doloroso son las conjuntivitis que las vamos a dividir en agudas y crónicas, las afecciones de la córnea que van desde CE corneales o subtarsales, queratitis infecciosa, úlceras. Uveítis que se dividen en anteriores, posteriores y panuveítis. Glaucoma agudo.

INTERROGATORIO BÁSICO:
Qué preguntas harían a un paciente que acude a la urgencia por ojo rojo doloroso?
El interrogatorio básico o abordaje del paciente con ojo rojo doloroso es el siguiente. Él mismo nos podrá guiar sobre cuál es la patología que está causando el problema en cuestión

  • Disminución de la agudeza visual
  • Sensación de cuerpo extraño
  • Fotofobia
  • Secreción
  • Trauma
  • Lentes de contacto


CONJUNTIVITIS
  • Agudas (Figura 3)


Figura 3. Conjuntivitis aguda




  • Crónicas (Figura 4)



Figura 4. Conjuntivitis crónica


Las conjuntivitis generan una inyección conjuntival a predominio periférico. Está asociada fundamentalmente a secreción, sensación de CE, pero puede no tener tanta secreción sobre todo en las formas alérgicas o las blefaroconjuntivitis.
El paciente refiere levantarse con los ojos pegados y muchas veces tienen familiares o amigos que están cursando un cuadro de conjuntivitis.
Las conjuntivitis pueden ser algo distintas según su etiología.
Las formas infecciosas son las bacterianas y las virales. Las formas bacterianas se caracterizan por presentar mayor secreción que las formas virales.  Las cuales conjuntivitis virales cursan  fundamentalmente con epífora, sensacion de CE, picazón y clásicamente presentan adenopatía preauricular.

QUERATITIS / ULCERA DE CORNEA

FORMAS CLÍNICAS
  • Úlcera Simple
  • Úlcera dendrítica o Herpética
  • Úlcera del Zona Oftalmico (Zoster)
  • Queratitis Fototraumática
  • Queratitis por lagoftalmos
  • Cuerpo extraño Corneal


TIPOS DE AFECCIÓN CORNEAL
  • Úlcera simple es la forma más frecuente (Figura 5).



Figura 5. Úlcera simple de córnea

Muchas veces relacionado con traumatismo previo, introduccion de CE o lente de contacto

  • Ulcera dendrítica: Es la típica ulcera con características dendríticas  (Figura 6
  • Figura 6. Úlcera dendrítica



  • Queratitis fototraumática: Es una queratitis difusa provocada por la acción de los rayos UV que se generan en el arco de soldadura. Los pacientes que no usan máscara de proteccion sufren estas queratitis que tipicamente provocan mucho dolor durante la noche.(Figura 7)



Figura 7. Queratitis fototraumática (soldadura con autógena)






  • Cuerpo extraño corneal: Esta asociado al antecedente de trabajo con amoladora por ejemplo (Figura 8)

Figura 8. Cuerpo extraño corneal.




UVEÍTIS

CLASIFICACIÓN

  • Anterior
  • Intermedia
  • Posterior
  • Panuveítis

Las uveítis se dividen según el compartimiento que afectan. Aquí nos vamos a referir a las uveítis anteriores que son las más frecuentes.

UVEÍTIS – ANTERIOR

SÍNTOMAS:
  • Disminución de la visión
  • Dolor leve
  • Fotofobia


SIGNOS:
  • Inyección Ciliar
  • Precipitados queráticos
  • Disminución PIO
  • Sinequias

Figuras 9 y 10




Figura 9. Uveítis.Sinequias



Figura 10. Uveítis



GLAUCOMA AGUDO

SÍNTOMAS:
  • Dolor ++++
  • Disminución de la visión
  • Halos alrededor de las luces
  • Nauseas y vómitos


SIGNOS
  • Inyección mixta
  • Dilatación pupilar intermedia
  • Edema corneal
  • Cámara estrecha
  • Aumento del Tono ++++
Figura 11, 12
Figura 11. Glaucoma agudo
Figura 12. Grados de ángulo agudo predictores de glaucoma de ángulo agudo. 




TRATAMIENTO  DEL GLAUCOMA AGUDO:
B-Bloqueante Tópico: Timolol 0,5%
Agonista alfa 2 Tópico: Brimonidina
Acetazolamida V.O.: 500mg en una única toma
Corticoide Tópico: Pueden o no estar presentes.

REEVALUAR EN 1HORA
Repetir tratamiento tópico y Agregar Manitol endovenoso (1 a 2 grs/Kg)


TRATAMIENTO DEFINITIVO (Figura 13)


Figura 13. Tratamiento definitivo de glaucoma.


SÍNTOMAS Y SIGNOS DE LAS PRINCIPALES ENTIDADES QUE CURSAN CON OJO ROJO
Figura 14















Presentó
Dr. Tomás Cubero.
Especialista en oftalmología






ATENEO HOSPITAL PINTOS 20/09/2017. VARÓN DE 72 AÑOS CON LINFOMA PRIMARIO DE SISTEMA NERVIOSO CENTRAL.

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Hospital"Dr. Ángel Pintos" de Azul
Sexo: masculino. Edad: 72 años.
Estado civil: Casado.
Ocupación: Jardinero.
Procedencia: Chile.
Fecha de ingreso: 28 de junio de 2017.

MOTIVO DE INTERNACIÓN: Hemiparesia braquiocrural izquierda. Hipertensión arterial.

ENFERMEDAD ACTUAL: Paciente que ingresa en el nosocomio por Guardia presentando ansiedad, cefalea intensa, confusión mental y marcha inestable. Estas manifestaciones clínicas llevaban doce horas de evolución.
Un cuadro similar, acaecido en mayo de 2017, motivó una internación donde se diagnosticó una lesión focal intracraneal occipital derecha.  El paciente no efectuó los controles  pertinentes con su neurocirujano, ni tampoco se apegó a los tratamientos farmacológicos impuestos luego del alta hospitalaria.

ANTECEDENTES PATOLÓGICOS:
Hipertensión arterial tratada con candesartán, con una dosis diaria de 8 mg.
Hiperplasia prostática benigna. Tamsulosina 0.4 mg a la noche.
Eccema psoriasiforme (biopsia). Prurito intenso. Meprednisona 30 mg y 20 mg por 14 días. Cetirizina 10 mg por día. Hidroxicina 25 mg por día. Buena evolución, con remisión de las lesiones.
Vitíligo.
Intertrigo micótico en pie con onicomicosis (tiñas pedis y unguium). Clotrimazol en pasta.
Un análisis de sangre oculta en materia fecal: Resultado positivo.

En la internación previa de un mes antes ya mencionada  se llevó a cabo una TC de encéfalo y tóraco-abdomino-pélvica informada como: 
Encéfalo: Imagen hiperdensa de 15 mm de diámetro en región corticosubcortical del territorio limítrofe de la arteria cerebral posterior derecha que presenta un leve realce luego de la administración de contraste endovenoso y halo de edema perilesional. Impresión diagnóstica: metástasis.
 Tórax con contraste endovenoso: Derrame pleural bilateral de ligera magnitud.
Abdomen con contrastes oral y endovenoso: Calcificación de 10 mm de diámetro en el lóbulo hepático derecho. Calcificación de vesícula prostática.
Resonancia magnética de encéfalo sin contraste (Figuras 1 y 2)


Figura 1







INTERNACIÓN EXAMEN FÍSICO 
Vigil y lúcido. Regular a mal estado general.
Foco neurológico motor izquierdo. Hemiparesia braquiocrural izquierda.
Cefalea occipital.
Hipertensión arterial (190/90 mm de Hg).
Fallas mnésicas. Hipoprosexia. Ansiedad. Alucinaciones visuales.
Incontinencia de orina.
Prurito sine materia.


DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Lesión ocupante de espacio cerebral.
ACV isquémico.
AIT.
Crisis hipertensiva.
Trastorno de conversión.


LABORATORIO:
Hemograma: GB: 11.200/mm3. GR: 4.120.000/mm3. Hb: 13.50 g/dl. Hto.: 38 %. VCM: 83 µm3. Plaquetas: 262.000/mm3. Glucemia: 130 mg/dl. Urea: 27 mg/dl. Creatinina: 0.88 mg/dl.
Coagulograma: TP: 13 segundos. CP: 100 %.
ECG: Signos de hipertrofia del ventrículo izquierdo.
Ionograma: Na+: 145 mEq/l. K+: 4.66 mEq/l. Cl-: 107 mEq/l.
VIH: negativo (ELISA)
Sedimento urinario y urocultivo: Sin evidencias de infección urinaria.

Rx de tórax. (figura 3)




TC de cerebro sin contraste:Imagen hiperdensa de 15 mm de diámetro en región corticosubcortical del territorio limítrofe de la arteria cerebral posterior derecha que presenta halo de edema perilesional.

IMPRESIÓN DIAGNÓSTICA CONSIDERANDO LA TC ACTUAL Y LA PREVIA
Lesión focal intracraneana crónica
Se contacta con médico neurocirujano tratante, quien indica internación con las siguientes prescripciones:
Reducir la presión arterial.
Dexametasona 8 mg: 1 ampolla cada 12 horas (EV).
Fenitoína sódica: 100 mg cada 8 horas (VO).
Cefalea: Ibuprofeno, 400 mg cada 8 horas (VO).
Se llevó a cabo una  Ecografía abdominal: Sin particularidades.
Interconsulta con el servicio de Gastroenterología: SOMF +. Búsqueda de tumor primario.

EVOLUCIÓN
Buena evolución.
Normotenso.
Sin signos de déficit neurológico.
Cefalea leve localizada  en occipucio.
Se otorga el alta con indicaciones de medicación (losartán, fenitoína y meprednisona), visita al gastroenterólogo y cirugía en quince días para biopsia del tumor.
Se llevó a cabo biopsia de la lesión cerebral

 
Figura 4



Figura 5



Figura 6



BIOPSIA:  LINFOMA DE CÉLULAS GRANDES (Figuras 4,5 y 6)



Informe biopsia (Figura 7)


Inmunomarcación (Figura 8)




LINFOMA PRIMARIO DEL SNC
Linfoma no Hodgkin (LNH) extranodal que se desarrolla dentro del cerebro, médula espinal, ojos o leptomeninges; sin evidencia de afectación sistémica ni antecedentes de linfoma sistémico.
Constituye el 2 % de los linfomas extranodales. 1 % de los tumores intracraneales. 1 % de los linfomas no Hodgkin.
Relación estrecha entre las infecciones con HIV y EBV.
Histología: LNH de células B de alto grado, generalmente del tipo difuso de células grandes, inmunoblástico o linfoblástico. Las tinciones de reticulina demuestran que las células infiltrantes están separadas una de otra por un material que se tiñe con plata (patrón “en anillo” característico del linfoma encefálico primario).
Factores de riesgo: Edad mayor a 60 años. Estados de inmunodeficiencia congénita, adquirida (HIV) o iatrogénica (pacientes trasplantados).
Actualmente, existe una disminución de la incidencia en pacientes que viven con el HIV, y un incremento en personas inmunocompetentes mayores de 60 años sin que se haya podido identificar la causa.
Lesiones únicas o múltiples. TC: Hiperdensas. RMN: Hipointensas. Realce en anillo con contraste.


CLÍNICA
Cefalea. Alteración del comportamiento y/o del nivel de conciencia. Déficit focal neurológico. No suelen existir síntomas B.
Neoplasia de rápido crecimiento.
Plan de estudio: HIV. Fondo de ojo. TC toracoabdominal. RM del neuroeje. PBMO. PL.
Tumor muy agresivo y de mal pronóstico.
Sin tratamiento, la mediana de supervivencia es de 2-3 meses. La radioterapia prolonga la supervivencia hasta 12-18 meses, y la quimioterapia hasta 32 meses.
Tumores muy sensibles al tratamiento con corticoides, pudiendo incluso llegar a desaparecer la lesión.
Quimioterapia supera a la radioterapia (neurotoxicidad). El citostático de elección en inmunocompetentes es el metotrexato a altas dosis. En pacientes con HIV se prefiere la radioterapia a la quimioterapia.
El 50 % reaparece la enfermedad luego del tratamiento, en los dos primeros años. En estas recaídas, se puede utilizar radioterapia, metotrexato, temozolomida, rituximab, topotecán o citarabina.



 





 Presentó
 Bernardo Quattrocchio – 
Residente de primer año de Clínica Médica
Hospital Municipal de Azul "Dr. Ángel Pintos"

Volver atrás, girando en círculos muy redondos...

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En este ejercicio clínico se presenta un caso que es discutido por un médico internista al que se le van proporcionando datos de la historia clínica en forma secuencial, y este analiza el cuadro a la luz de los nuevos elementos, de una manera análoga al proceso diagnóstico en la práctica real de la medicina.



PRESENTACIÓN
Un hombre de 28 años que acude al servicio de urgencias con dolor abdominal náuseas y vómitos. El paciente informó que había tenido dolor intermitente en los  cuadrantes superior  e inferior derechos del abdomen durante 6 semanas. El dolor empeoraba cuando comía alimentos y generalmente disminuía en 1 a 2 horas después de tomar antiácidos. En esta ocasión, el dolor había sido severo y había durado 8 horas. La ingesta de alimentos empeoró el dolor y el cual fue  seguido por un episodio de vómitos no hemáticos ni biliosos. No tenía fiebre o escalofríos.


PONENTE
Los episodios recurrentes y limitados de dolor en el lado derecho del abdomen después de las comidas son característicos del cólico biliar y de la enfermedad de ulcerosa péptica. El aumento de la severidad y la persistencia del dolor en el momento de la presentación actual del paciente podría representar evolución a colecistitis aguda o a perforación ulcerosa. Otras causas de dolor en el lado derecho del abdomen  incluyen apendicitis, hepatitis, colitis, nefrolitiasis, e infarto renal, aunque estos trastornos parecen ser poco probables sobre la base  de la naturaleza recurrente y previamente limitada del dolor.


EVOLUCIÓN
El paciente había recibido un diagnóstico de síndrome de Gilbert 2 años antes cuando su médico de atención primaria notó que tenía hiperbilirrubinemia indirecta aislada. Él paciente  era obeso (índice de masa corporal de 33) y tenía  hígado graso no alcohólico. Nunca había usado tabaco o drogas recreativas y rara vez bebía alcohol. En el examen físico, la temperatura fue de 37.1 ° C, la frecuencia cardíaca de 84 latidos por minuto, la presión arterial 145/90 mm Hg, la frecuencia respiratoria 18 respiraciones por minuto, y la saturación de oxígeno de 100% mientras respiraba aire ambiente. Se sentía incómodo por el dolor abdominal. Había ictericia en escleras. Los exámenes cardíaco y pulmonar fueron normales. Había dolor leve en los cuadrantes superior e inferior derechos del abdomen, sin rebote  ni reacción peritoneal. No había estigmas de enfermedad hepática crónica.


PONENTE
Las causas más comunes de hiperbilirrubinemia indirecta aislada en un adulto son el síndrome de Gilbert y la hemólisis. El hígado graso no alcohólico puede estar asociado con una incomodidad sorda en el cuadrante superior derecho, pero no suele ser causa de dolor intenso. La obesidad y la hemólisis predisponen a los pacientes a la formación de cálculos biliares (de colesterol y  pigmentarios respectivamente). La ictericia del paciente y el dolor en el lado derecho del abdomen sugieren un trastorno hepatobiliar como hepatitis, infiltración hepática, congestión hepática, colecistitis o coledocolitiasis.


EVOLUCIÓN
El recuento de leucocitos fue de 19.800 por milímetro cúbico (86% de neutrófilos, 5% de linfocitos, 8% de monocitos y cero bandas), el nivel de hemoglobina de 16.0 g por decilitro, y el recuento de plaquetas es de 196,000 por milímetro cúbico. Los niveles de electrolitos, nitrógeno ureico en sangre, creatinina y  glucosa eran normales. El total el nivel de bilirrubina fue de 6,7 mg por decilitro  por litro; rango de referencia, 0.2 a 1.1 mg por decilitro), y la bilirrubina directa  era de 2,6 mg por decilitro (rango de referencia, de 0,0 a 0,3 mg por decilitro). La alanina aminotransferasa fue de 185 U por litro (valor normal, menos de 54), la  aspartato aminotransferasa 157 U por litro (rango normal, 10 a 42) y la fosfatasa alcalina 101 U por litro (rango normal, 40 a 130). La albúmina era de 4.7 g por decilitro. El RIN fue 1.1. La lipasa era normal. La tomografía computarizada de abdomen reveló un hígado de tamaño normal con esteatosis leve y esplenomegalia (16 cm) en el diámetro sagital) pero no había cálculos biliares, ni dilatación de la vía biliar ni evidencia de colecistitis. El  apéndice no fue visualizado. El paciente fue ingresado en el hospital y se comenzó con la administración intravenosa de meropenem.


PONENTE
La hiperbilirrubinemia predominantemente indirecta sugiere que el síndrome de Gilbert o  la hemólisis pueden estar acompañando a una  enfermedad aguda. Sin embargo, un dolor en el lado derecho del abdomen, leucocitosis, y un nivel elevado de bilirrubina directa (proporcional a los otros valores bioquímicos del hígado) despiertan  preocupación por colecistitis o coledocolitiasis. Los resultados de la TC no sugieren ninguna condición categóricamente, pero la ultrasonografía es más sensible para la detección de cálculos biliares dentro de la vesícula biliar, y la colangiografía por resonancia magnética para detectar o descartar coledocolitiasis de forma más definitiva. Aunque el estrés fisiológico y la deshidratación puede contribuir a la leucocitosis, descartar la colangitis es esencial. La hemólisis a veces causa una modesta elevación de los niveles de aminotransferasas (particularmente de aspartato aminotransferasa) además de hiperbilirrubinemia indirecta. La hemoglobina normal no es compatible con un diagnóstico de hemólisis, pero el paciente puede tener hemoconcentración o hemólisis totalmente compensada. Deberían solicitarse un  frotis de sangre periférica  y un recuento de reticulocitos.


EVOLUCIÓN
En el segundo día de hospital, el dolor abdominal disminuido y el recuento de glóbulos blancos disminuyó a 14.200 por milímetro cúbico, pero los valores del hepatograma aumentaron. La  bilirrubina total fue de 19,5 mg por decilitro y el nivel de bilirrubina directa de 11,2 mg por decilitro. La alanina aminotransferasa  era de 519 U por litro,  aspartato aminotransferasa nivel 188 U por litro, y la fosfatasa alcalina de 171 U por litro. La prueba de anticuerpos de superficie de hepatitis B fue positivo. Antígeno de superficie de Hepatitis B y anticuerpos para hepatitis A (IgM), hepatitis C y antígeno core de hepatitis B  fueron negativos. La ceruloplasmina era normal. Los FAN y los anticuerpos antimitocondriales fueron negativos. La ultrasonografía de abdomen reveló una vesícula llena de barro biliar con engrosamiento de la pared y líquido pericolecístico, hallazgos consistente con colecistitis aguda (Fig. 1A). No había dilatación de la vía biliar común del conducto ni coledocolitiasis. La colangiopancreatografía  por resonancia magnética confirmó estos hallazgos (Fig. 1B). Infiltración grasa del hígado y esplenomegalia se observaron en ambos estudios. Las venas porta y hepáticas eran permeables y su flujo era normal en la ecografía.














Figura 1.  Ultrasonografía  y   Colangiopancreatografía de la vesícula biliar.
Una imagen ultrasonográfica del abdomen (Panel A) muestra una vesícula biliar llena de barro biliar (flecha), con engrosamiento de la pared de la vesícula biliar (asteriscos) y una pequeña cantidad de líquido pericolecístico (puntas de flecha). En la imagen de RMN en T2 con supresión grasa (Panel B) muestra engrosamiento de la pared de la vesícula biliar e irregularidad con líquido pericolecístico asociado (puntas de flecha) y una cantidad moderada de barro en la vesícula biliar (flecha).



PONENTE
El aumento brusco en el nivel de bilirrubina directa puede ser explicado por la colecistitis aguda con gran inflamación (síndrome de Mirizzi),  y/o transitoria obstrucción de la vía biliar por barro biliar o microlitiasis, superpuesta a la hepatopatía crónica del paciente ( hígado graso no alcohólico). La ultrasonografía y la colangioresonancia magnética mostraron  colecistitis aguda  que puede causar ictericia leve incluso en ausencia de obstrucción de la vía biliar principal. La coledocolitiasis causa ictericia más franca aunque en estos casos el nivel de la bilirrubina directa es típicamente inferior a 10 mg por decilitro. Es posible que tanto el barro biliar como  un cálculo biliar transitoriamente obstruyan  la vía biliar biliar común antes de que el método  más sensible de imágenes detecte la causa por ejemplo coledocolitiasis. Estos estudios diagnósticos  se realizaron en el segundo día de hospital; la reducción del dolor apoya esa hipótesis. El nivel de bilirrubina indirecta permanece alto, pero la hemólisis o el síndrome de Gilbert rara vez  elevan la bilirrubina indirecta  a más de 5 mg por decilitro. La combinación de enfermedad hepática y hemólisis en un paciente joven debe impulsar la consideración de enfermedad de Wilson. Sin embargo, el paciente no tiene un desproporcionado aumento de la aspartato aminotransferasa ni de la alanina aminotransferasa que son típicos de la enfermedad de Wilson, y por otro lado el nivel de ceruloplasmina es normal. Dado el elevado nivel de aminotransferasas, es importante considerar causas virales, tóxicas, vasculares y autoinmunes de hepatitis. El panel estándar  para hepatitis virales fue negativo, aunque falsos negativos pueden ocurrir. La prueba de reacción en cadena de la polimerasa pueden complementar al panel básico utilizado para  hepatitis cuando se sospecha fuertemente infección viral (por ej infección aguda por el virus de la hepatitis C). Pruebas para virus que ocasionalmente infectan el hígado como citomegalovirus, virus de Epstein-Barr y virus del herpes simple: también deben tenerse en cuenta. Sería útil preguntar al paciente sobre el uso de acetaminofeno, otros medicamentos de venta libre y suplementos nutricionales que podría causar efectos hepatotóxicos. No existían antecedentes de hipotensión arterial severa u obstrucción de la vena hepática observados en la ecografía que pudiesen  sugerir una causa vascular de la lesión hepática.
La esplenomegalia es poco probable que sea atribuible a la hipertensión portal, dado el nivel  normal de albúmina RIN normal, y recuento de plaquetas normal. proporción de albúmina, relación internacional normalizada. La esplenomegalia podría sugerir en cambio infiltración (por ejemplo, infección o cáncer) o acumulación de glóbulos rojos anormales en el contexto de enfermedad hemolítica


EVOLUCIÓN
En el tercer día de hospital, el dolor abdominal se resolvió, y el paciente permaneció afebril. Los niveles de bilirrubina total bajaron a  5.7 mg por decilitro y el nivel de bilirrubina directa a 2,5 mg por decilitro. La alanino aminotransfersa  alanine fue de 292 U por litro, el nivel de aspartato aminotransferasa 89 U por litro, y el nivel de fosfatasa alcalina 174 U por litro. Meropenem se suspendió. El paciente fue dado de alta a su casa, y remitido a cirugía para una colecistectomía electiva, y programada y con una cita para medicina general al día siguiente. 



PONENTE
El cuadro clínico es consistente con colecistitis aguda y obstrucción biliar transitoria superpuesta (por ejemplo, por pasaje de barro o cálculos biliares). La resolución rápida es más típica del barro biliar que el de una hepatitis viral o tóxica



EVOLUCIÓN
En la consulta  clínica del día siguiente, un médico que no había conocido al paciente durante la internación, revisó los resultados de sus prueba de 2 años antes. En dichas pruebas, junto a una bilirrubina indirecta de 1,9 mg por decilitro, el paciente había tenido una lactato deshidrogenasa elevada en un nivel de 320 U por litro (rango normal, 120 a 220) y un nivel de haptoglobina de menos de 8 mg por decilitro (rango normal, 26 a 240). Sus niveles de aspartato aminotransferasa, alanina aminotransferasa, y la fosfatasa alcalina eran normales en ese momento. El nivel de hemoglobina era de 15.0 g por decilitro, y el volumen corpuscular medio fue de 83.6 fl, con una concentración media de hemoglobina corpuscular de 37 g por decilitro (rango normal, 32 a 36) y un ancho de distribución de glóbulos rojos del 15.7% (normal rango, 11.5 a 14.5). La revisión del informe de una  ecografía de 2 años antes reveló hepatomegalia con infiltración de hígado graso y esplenomegalia (16 cm en el diámetro sagital). No había cálculos biliares.


PONENTE
La hiperbilirrubinemia indirecta sostenida, una elevación del nivel de lactato deshidrogenasa, un indetectable nivel de haptoglobina y esplenomegalia con una  hemoglobina  normal sugiere una hemólisis compensada. La anemia hemolítica puede ser causada por procesos inmunes, microangiopáticos o infecciosos, o puede ser el resultado de anormalidades congénitas de la membrana de los eritrocitos, de las enzimas o de la hemoglobina tales como son la esferocitosis hereditaria, la deficiencia de glucosa 6-fosfato deshidrogenasa, la anemia drepanocítica  y la talasemia. La elevada concentración de hemoglobina corpuscular media es particularmente característica de la esferocitosis hereditaria


EVOLUCIÓN
Estudios de laboratorio de la visita clínica después del alta revelaron un porcentaje de reticulocitos del 3.2% (rango normal, 0.5 a 2.2) y un recuento absolutos de reticulocitos  de 172.100 por milímetro cúbico (normal rango, 31,500 a 108,800). El frotis de sangre periférica obtenido en esa cita y en el primer día de hospital fueron revisados por un hematopatólogo y mostró los cuerpos de Pappenheimer (gránulos que contienen hierro) pero no había acantocitos, esquistocitos o esferocitos. En esa misma cita, la madre del paciente recordó que el padre del paciente había sido sometido a una colecistectomía por cálculos biliares a los 27 años de edad.


PONENTE
La reticulocitosis sostenida en este paciente es una respuesta compensatoria a la hemólisis en curso. El antecedente  de cálculos biliares de su padre a una edad temprana sugiere una anemia hemolítica hereditaria con cálculos biliares pigmentarios. Anemia falciforme, talasemias, y  esferocitosis hereditaria causa colelitiasis prematura, pero el frotis de sangre periférica no muestra evidencia de estas condiciones. Además, las talasemias se caracterizan por microcitosis y la talasemia sintomática y la enfermedad de células falciformes típicamente se manifiesta en la infancia y están asociados con  anemia. El paciente probablemente tuvo una lesión hepática transitoria de obstrucción de la vía biliar por barro biliar o un cálculo secundario a un estado hemolítico hereditario crónico. Lo atípico de la obstrucción biliar transitoria en este paciente es la ausencia de dilatación de la vía biliar común en múltiples estudios de imágenes, e hiperbilirrubinemia marcada, aunque esta última probablemente sea multifactorial. La historia  familiar, la concentración hemoglobínica corpuscular media elevada  y la hemólisis crónica compensada con una predisposición hacia la formación de cálculos biliares apuntan a un diagnóstico de esferocitosis hereditaria. Los esferocitos son casi universales en la esferocitosis hereditaria pero pueden no ser vistos en el frotis de sangre periférica en casos leves en los que el número de glóbulos rojos deformados es bajo.


EVOLUCIÓN
Cuatro semanas después, el paciente se sometió a una colecistectomía  laparoscópica, que reveló múltiples cálculos biliares pigmentarios, el  más grande de 1,0 cm por 0,6 cm por 0,6 cm. Un frotis de sangre periférica perioperatorio  que fue revisado por un segundo hematopatólogo mostró esferocitos ocasionales. Un mes después de la colecistectomía, el paciente vio a un hematólogo. Los valores de laboratorio de esa visita mostraron una normalización del nivel de aminotransferasas  y un retorno a los valores basales  de bilirrubina total (3.3 mg por decilitro) con una bilirrubina directa  de 0,9 mg por decilitro. La prueba de  fragilidad osmótica reveló una mayor fragilidad de los eritrocitos, y la determinación por citométría de flujo de colorante eosina-5'-maleimida (EMA) mostraron una disminución de  la fluorescencia, que confirmó el diagnóstico de esferocitosis hereditaria. La prueba de antiglobulina directa (reacción de Coombs), no se realizó. Un frotis de sangre periférica que se obtuvo 7 meses después mostró múltiples esferocitos (Fig. 2).






Figura 2. Frotis de sangre periférica.
Un frotis de sangre periférica (tinción de Wright) muestra esferocitos (selectivamente indicado por flechas).





Para evaluar el síndrome de Gilbert concomitante (uridine diphosphoglucuronato-glucuronosyltransferase), se realizó el genotipado 1A1 (UGT1A1). El resultado mostró heterocigosidad para el polimorfismo TA7. Aunque los niveles de bilirrubina pueden estar ligeramente elevados  en estados heterocigotos, se requiere típicamente homocigosidad  para diagnosticar síndrome de Gilbert definitivamente. El aumento crónico de la bilirrubina indirecta en este paciente fue atribuido a esferocitosis hereditaria.
Siete meses después, el paciente se sentía  bien, sin recurrencia de su dolor abdominal




COMENTARIO
Una exacerbación aguda de un cuadro de dolor intermitente en el lado derecho del abdomen  asociado con hiperbilirrubinemia y aminotransferasas  elevadas  sugirieron un evento común por su prevalencia: colecistitis aguda con obstrucción biliar transitoria por barro biliar o cálculos. Sin embargo, habías algunas pistas ocultas o latentes en su historia clínica, que incluía el laboratorio donde existía evidencia de hemólisis, una concentración de hemoglobina  corpuscular media alta y una esplenomegalia que mirados en conjunto sugirieron una causa poco común del cuadro: la esferocitosis hereditaria.
La esferocitosis hereditaria es la anemia hemolítica causada por un defectos en las proteínas de membranas de glóbulos rojos más común, con una incidencia de 1 caso por 2000 personas de ascendencia del norte de Europa.1 En la esferocitosis hereditaria, deficiencias en las proteínas de membrana o  en las proteínas del citoesqueleto proteínas citoesqueléticas asociadas, secundarias a mutaciones genéticas heredadas dan como resultado una interacción debilitada  entre la membrana y el citoesqueleto (Fig. 3). Esto lleva a la degradación de la membrana mediante vesiculación y pérdida progresiva de la membrana, a medida que los glóbulos rojos pasan a través de los senos esplénicos. La forma esférica resultante conduce a una menor deformabilidad y al aspecto característico en el frotis de  sangre periférica. Estos esferocitos tienen dificultad para pasar a través de las estrechas fenestraciones  de los sinusoides venosos y son destruidos por los macrófagos dentro del bazo.1














Figura 3. Hemólisis en la esferocitosis hereditaria.
El panel A muestra la estructura de un glóbulo rojo normal y un esferocito; los insertos muestran interacciones entre la membrana y el citoesqueleto mediados por las proteínas de banda 3, banda Rh, y banda 4.(2),  y anquirina; la glicoforina C, banda 3, Rh, banda 4 (3),  y actina;  α-espectrina y β-espectrina.
Las mutaciones genéticas de cualquiera de las proteínas sombreadas pueden conducir a deficiencias que causan esferocitosis hereditaria. La interrupción de la conexión entre la bicapa lipídica y el citoesqueleto produce microvesiculación, pérdida de membrana y formación de esferocitos.
El panel B muestra  la pulpa roja del bazo en la que los glóbulos rojos pasan de los senos a los sinusoides a través de espacios estrechos entre las células endoteliales. Los esferocitos son menos deformables debido a una reducida relación superficie/volumen  retiénendose selectivamente en los senos , donde se produce destrucción adicional o hemólisis.







Los pacientes con esferocitosis hereditaria típicamente se presentan  con anemia hemolítica, ictericia, esplenomegalia, una concentración de hemoglobina corpuscular media elevada  y esferocitosis. La esferocitosis  hereditaria leve, que este paciente tenía, se distingue de la forma moderada y severa de esferocitosis hereditaria por el grado de anemia (nivel de hemoglobina, por lo general de 11 a 15 g por decilitro), reticulocitosis (porcentaje de reticulocitos, generalmente 3% a 6%), bilirrubinemia generalmente de 1 a 2 mg por decilitro y esferocitosis (generalmente de 2 a 3 esferocitos) por campo de gran aumento) .1 Tradicionalmente, la medición de la hemólisis en una solución hipotónica (la prueba de fragilidad osmótica), se ha utilizado para confirmar el diagnóstico en pacientes en quienes las características estándar de laboratorio son insuficientes. Sin embargo, los resultados de las pruebas son normales en 10 a 20% de los pacientes con esferocitosis hereditaria y pueden ser anormales en pacientes con otras causas de esferocitosis, como la anemia hemolítica autoinmune.2 La prueba de unión de EMA es un ensayo de  citometría de flujo que detecta disminución de la unión del colorante EMA a la proteína de la banda 3; la deficiencia de esta proteína es una característica fisiopatológica central en la esferocitosis hereditaria. El test de unión a EMA tiene una sensibilidad del 90% y una especificidad del 95%, y es ahora el métrodo diagnóstico preferido en casos equívocos.3 La esplenectomía es el tratamiento para los síntomas de la esferocitosis hereditaria moderada o grave. 2 La esplenectomía no cambia las alteraciones  del citoesqueleto de los eritrocitos, pero elimina el foco primario de la hemólisis. El consenso actual desalienta la esplenectomía en  la esferocitosis hereditaria leve porque los riesgos asociados con el  inmunocompromiso resultante supera el riesgo de complicaciones hemolíticas.2 En pacientes con esferocitosis hereditaria moderada o grave, esta relación riesgo-beneficio se invierte porque la esplenectomía  disminuye sustancialmente la hemólisis y la incidencia de cálculos biliares pigmentarios. La incidencia de colelitiasis entre los niños y adultos jóvenes con esferocitosis hereditaria es aproximadamente 40% .4, 5 La colecistectomía está  generalmente reservada para pacientes con síntomas de enfermedad  colelitiásica. Estudios retrospectivos han demostrado que los niños con esferocitosis hereditaria leve que se someten a colecistectomía dirigida por síntomas, con poca frecuencia  requieren esplenectomía posterior 6,7; estos hallazgos sugieren que la esplenectomía en el momento de la colecistectomía no está indicada en estos pacientes. Varias  oportunidades se perdieron en este paciente para establecer el diagnóstico de esferocitosis hereditaria. El primer médico ambulatorio que lo vio dos años antes, probablemente consideró la  hemólisis sobre la base de  las  pruebas que le solicitó,  lactato deshidrogenasa y haptoglobina. Sin embargo, el nivel normal de hemoglobina  puede haber proporcionado una falsa confianza del profesional y lo desalentaron en continuar por elcamino de la hemólisis como mecanismo de base y se conformó estableciendo  un diagnóstico del síndrome de Gilbert (aunque la esplenomegalia no podría ser explicada por este diagnóstico). Los médicos que lo vieron durante la  hospitalización no buscaron  un diagnóstico unificador raro  porque la obesidad del paciente proporcionó un explicación de sus cálculos biliares. Finalmente, cuando la hemólisis fue reconocida después del alta  a través una revisión retrospectiva de todos los datos tanto como paciente ambulatorio que como internado, el hallazgo de los esferocitos  que estaban inicialmente ausentes. Sin el conocimiento altamente especializado de que los esferocitos pueden no ser visibles en tanto como el  2 a 3% de los pacientes con esferocitosis hereditaria leve, era difícil de  defender  este diagnóstico.8 
Un diagnóstico de esferocitosis hereditaria leve 2 años antes no habría justificado una esplenectomía, ni colecistectomía, ni  medicamentos o metodología de detección de colelitiasis. Sin embargo,  si el paciente hubiese conocido su condición de esferocitosis hereditaria y así su  riesgo asociado  a padecer  enfermedad de cálculos biliares, él podría haberse  presentado al sistema de atención médica antes por su cuadro  de 6 semanas de dolor abdominal episódico. La ultrasonografía ambulatoria y una aceleración de la  colecistectomía podrían  haber evitado el costo y las complicaciones asociadas con la colecistitis aguda y obstrucción transitoria del conducto biliar común, que implicaban hospitalización, exposición a la radiación, riesgo de pancreatitis y una incomodidad sustancial.
En retrospectiva, es fácil ver cómo el escrutinio de la concentración de hemoglobina corpuscular media elevada  o una investigación temprana sobre la historia familiar podría haber apuntado a la esferocitosis hereditaria. Sin embargo, los desafíos de reconocer la hemólisis sin anemia y reconocer esferocitosis hereditaria sin esferocitos fueron importantes.
Todos los clínicos aspiran a discernir patrones de diagnóstico cuando ellos se visibilizan por  primera vez, pero a veces   el derrotero hacia la verdad no es directo, sino que tenemos que ir y volver sobre nuestros propios pasos, muchas veces girando en círculos muy redondos, como  esferocitos…




Fuente:  
CIRCLING BACK FOR THE DIAGNOSIS
Joseph Rencic, M.D., Mengyu Zhou, M.D., Gerald Hsu, M.D., Ph.D.,
and Gurpreet Dhaliwal, M.D.

References
1. Perrotta S, Gallagher PG, Mohandas N.
Hereditary spherocytosis. Lancet 2008;
372: 1411-26.
2. Bolton-Maggs PH, Langer JC, Iolascon
A, Tittensor P, King MJ. Guidelines
for the diagnosis and management of
hereditary spherocytosis — 2011 update.
Br J Haematol 2012; 156: 37-49.
3. Bianchi P, Fermo E, Vercellati C, et al.
Diagnostic power of laboratory tests for
hereditary spherocytosis: a comparison
study in 150 patients grouped according
to molecular and clinical characteristics.
Haematologica 2012; 97: 516-23.
4. Bates GC, Brown CH. Incidence of
gallbladder disease in chronic hemolytic
anemia (spherocytosis). Gastroenterology
1952; 21: 104-9.
5. Tamary H, Aviner S, Freud E, et al.
High incidence of early cholelithiasis detected
by ultrasonography in children and
young adults with hereditary spherocytosis.
J Pediatr Hematol Oncol 2003; 25: 952-4.
6. Ruparel RK, Bogert JN, Moir CR, et al.
Synchronous splenectomy during cholecystectomy
for hereditary spherocytosis:
is it really necessary? J Pediatr Surg 2014;
49: 433-5.
7. Alizai NK, Richards EM, Stringer MD.
Is cholecystectomy really an indication for
concomitant splenectomy in mild hereditary
spherocytosis? Arch Dis Child 2010;
95: 596-9.
8. Mariani M, Barcellini W, Vercellati C,
et al. Clinical and hematologic features of
300 patients affected by hereditary spherocytosis
grouped according to the type of
the membrane protein defect. Haematologica
2008; 93: 1310-7.




CUAL ES EL DIAGNÓSTICO? "NUTCRACKER SYNDROME" (SÍNDROME DEL CASCANUECES)

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Un paciente de 22 años presenta hematuria intermitente, que lo lleva síndrome anémico secundario (déficit severo de hierro y anemia microcítica hipocrómica) de 8 años de evolución. Asociado a la hematuria se queja de dolor en flanco izquierdo, nauseas y ocasionales vómitos. Refiere que los vómitos a veces son de alimentos ingeridos el día anterior sin digerir
En el examen físico no presenta alteraciones de importancia excepto la palidez de piel y mucosas.


Se le practicó una ecografía que no mostró alteraciones, una TAC normal ,pielografía descendente normal, cistoscopia normal observándose durante el procedimiento, orina hematúrica proveniente del meato ureteral izquierdo.
En el laboratorio se observa anemia con un hematocrito de 26% y un sedimento de orina con campo cubierto de hematíes, no eritrocitos crenados ni cilindros, y la función renal es normal. Resto del laboratorio normal. La biopsia renal fue normal.
Se llevó a cabo un procedimiento diagnóstico.


Cual es el procedimiento, y cual el diagnóstico?



Se llevó a cabo una flebografía renal izquierda que mostró una severa estenosis a la altura del compás aorto mesentérico, visualizándose dilatación venosa en el hilio renal izquierdo y presencia de várices.


Se confirmó el diagnóstico de "Síndrome del cascanueces" (Nutcracker Syndrome)
"Nutcracker Syndrome"


La compresión de la vena renal izquierda entre la arteria mesentérica superior y la aorta (cascanueces) puede producir hipertensión venosa con várices hiliares y vasos colaterales. Cuando los vasos venosos dilatados erosionan los fornix renales se produce hematuria.
Es uno de los diagnósticos diferenciales que se plantea en el “Loin pain hematuria syndrome” (síndrome de lumbalgia-hematuria) que incluye: nefrolitiasis, nefropatía por IgA , cáncer del tracto genitourinario, dolor pélvico crónico y endometriosis
Los signos y síntomas clínicos asociados al síndrome del cascanueces incluyen dolor en flanco izquierdo que puede variar en intensidad, muchas veces con relación ortostática, hematuria, nauseas y vómitos relacionados con la compresión del duodeno al mismo nivel, varicocele izquierdo por trastornos del retorno venoso de la vena espermática homolateral y dolor testicular en el hombre o algias pelvianas en la mujer. También pueden observarse várices en miembros inferiores.
Si bien el diagnóstico puede sospecharse por eco doppler venoso, el gold Standard diagnóstico es la venografía.


El tratamiento depende de la severidad de los síntomas pero se ha utilizado stents en la vena renal, y reimplantación de la vena renal


Fuente:
Sugimoto I, Takashi O, Ishibashi H, Takeuchi N, Nagata Y, Honda Y. Left Renal Vein Entrapment Syndrome (Nutcracker Syndrome) treated with Left Renal Vein Transposition. Jnp J Vasc Surg. 2001 10:503-507. Abstract.

Oteki T, Nagase S, Hirayama A, Sugimoto H, Hirayama K, Hattori K, Koyama A. Nutcracker syndrome associated with severe anemia and mild proteinuria. Clin Nephrol. 2004 Jul;62(1):62-5. PMID 15267016.

MUJER DE 32 AÑOS CON HIPERALDOSTERONISMO PRIMARIO POR ADENOMA ADRENAL FUNCIONANTE (ALDOSTERONOMA)

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Hospital Municipal "Dr Ángel Pintos"

Mujer de 32 años
MOTIVO DE INTERNACIÓN: extrasistolia ventricular con criterios de malignidad

ENFERMEDAD ACTUAL: es traída a la guardia del hospital por servicio de emergencia por haberse despertado con “sensación de muerte”, malestar general, mareos. Inicialmente interpretada como “crisis nerviosa” se aplicó diacepan 10mg IM y se realiza ECG que muestra aritmia compleja por extrasístoles ventriculares frecuentes que ceden espontáneamente al igual que todo el cuadro.

ANTECEDENTES DE ENFERMEDAD ACTUAL:  antecedentes de episodios de nerviosismo, episodios fugaces de palpitaciones. Diarrea que atibuye a “estados nerviosos”.Quince días antes de la internación actual consultó a su médico por palpitaciones por lo que se reduce la dosis de T4 que toma desde hace varios años.  Posteriormente se reciben dosajes de hormonas tiroideas solicitados al momento de dicha consulta (antes de modificar la dosis):  TSH 0,41mU/L (normal 0,4 a 4,5).  T4 libre 2,2ng/dl (normal 0,7 a 1,8).
Dos días antes de esta internación recibió analgésicos por contractura cérvico-dorsal. Refiere asimismo en los últimos 7 días calambres en gemelos.

ANTECEDENTES PERSONALES Y PATOLÓGICOS:  Hipotiroidismo desde hace 13 años. HTA diagnosticada hace 1 año. Le explicaron que la misma se relacionaba con su "personalidad nerviosa".  "Extrasistolia", refiere que le han diagnosticado extrasístoles en varias consultas y algunos electrcardiogramas pero que siempre le dijeron que eran "benignas" y que no requerían estudio ni tratamiento específico. Según le dijo su madre tuvo sufrimiento fetal al final de su gesta.  

Fecha de última menstruación 1 mes antes. Eva test actual (-) Tomó anticonceptivos hasta hace 1 mes

ANTECEDENTES FAMILIARES:  Madre arritmia. Padre:  ACV, DBT2, HTA, Dislipemia
Abuelo fallecido de muerte súbita a los 50 años

HÁBITOS: alcohol escaso los fines de semana, tabaco no. Dieta general.  Medicación actual valsartan 80 mg atenolol 50 mg y 25 mg de hidroclorotiazida/día, levotiroxina 125 ug/día

Trabaja como empleada en un comercio

EXAMEN FÍSICO: lúcida, TA 170/100 mm Hg frecuencia 65 por minuto. Temperatura 36,2°C
Frecuencia respiratoria 20 por minuto. Saturación de O2 98% respirando aire ambiente.
Tórax y abdomen s/p

Se solicitan análisis de rutina y de los cuales llama la atención Hipopotasemia severa 1,1 meq/l,  Na 147, creatinina 2 mg/dl.  y CPK  7905 UI/L

Ionograma en orina: Na:  54,2 K: 27,25, Cl: 61,1. Volumen diurético 2600 ml/24 hs 
Se indica potasio EV, Mg y K por vía oral.

Interconsulta con cardiología: Paciente con HTA tratada crónicamente con valsartán, diuréticos y  betabloqueantes que ingresa por arritmia ventricular asociada a QT largo, HVI. Se objetiva hipopotasemia severa. Pendiente eco 2D. Se interpreta como hipopotasemia asociada a diuréticos.

Informe del ECG:  
Ritmo sinusal. FC 71 Eje eléctrico de QRS 0* Onda P.  QTc 566 mes PR 140 mseg QRS 90 mseg. Infradesnivel horizontal del ST en dos derivaciones que creo son DI, DII, AVF. Sin embargo no tanto en DIII ni en AVL. Pero sí es infradesnivel de 2 mm y horizontal que traduce lesión subendocardica. Arritmia ventricular extra sistolica con tripletas, dupletas polimorficas. Ecocardiograma y eco Doppler no muestran HVI, FS conservada, pericardio libre, resto s/p. Se solicitó ecografía abdominal y TC para evaluar suprarrenales. 


D1

D2


D3


aVR



aVL aVF




V1 V2 V3


V4



V5 V6




RITMO

Ecocardiograma y eco Doppler no muestran HVI, FS conservada, pericardio libre, resto s/p.
Se solicitó ecografía abdominal y TC para evaluar suprarrenales.

Tomografía computada de abdomen:  litiasis vesicular. Se observa imagen hipodensa  de 27 X 17 mm en suprarrenal derecha que realza con la administración de contraste EV compatible con adenoma.



La flecha marca el adenoma adrenal derecho





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Después de tomar muestras de sangre para aldosterona, renina, cortisol plasmático, CLU, ácido vanil mandélico y catecolaminas plasmáticas se comenza con espironolactona 200 mg/día, potasio por VO, y eventual enalapril si la TA es mayor a 140/90 mm Hg.

Se reciben los valores de laboratorio hormonales:
Actividad de renina plasmática:  menos de 0,6  ng/mL/hora.
Aldosterona plasmática: 30 ng/dl
Relación Aldosterona/renina 50.
Valores de CLU, vanilmandélico y catecolaminas plasmáticas y urinarias dentro de los valores normales
Se interpreta el cuadro como hiperaldosteronismo  primario secundario a adenoma suprarrenal derecho funcionante. Se consideró innecesario el dosaje diferencial de aldosterona en ambas venas suprarrenales para confirmar lateralización y se indicó cirugía laparoscópica de la glándula adrenal derecha a lo que la paciente y su esposo se opusieron. A la paciente se le ofreció continuar con tratamiento médico con espironolactona 100mg cada 12 horas y controles clínicos e imagenológicos por consultorio externo.
Seis meses y un año después del diagnóstico, la paciente se encuentra asintomática, su TA es de 128/86 mmHg,supotasio plasmático es de 4,1 meq/L y el tamaño del adenoma no se ha modificado. 






HIPERALDOSTERONISMO PRIMARIO (SÍNTESIS)
Aunque inicialmente se consideró una rareza, el aldosteronismo primario ahora se considera una de las causas más comunes de hipertensión secundaria ( HTA ). Litynski informó los primeros casos, pero Conn fue el primero en caracterizar bien el trastorno en 1956. El síndrome de Conn, como se describió originalmente, se refiere específicamente al aldosteronismo primario debido a la presencia de un aldosteronoma suprarrenal (neoplasia suprarrenal benigna secretora de aldosterona).
Con base en datos más antiguos, originalmente se estimó que el aldosteronismo primario representaba menos del 1% de todos los pacientes con HTA. Datos posteriores, sin embargo, indicaron que en realidad puede ocurrir hasta en un 5-15% de los pacientes con HTA. Aldosteronismo primario puede ocurrir en un porcentaje aún mayor de pacientes con HTA resistente al tratamiento y puede estar considerablemente infradiagnosticado; esto es especialmente cierto si los pacientes con HTA refractaria al tratamiento no son remitidos específicamente para su evaluación a un endocrinólogo.
Aunque el aldosteronismo primario sigue siendo un desafío diagnóstico considerable, el reconocimiento de la enfermedad es crítico porque la HTA asociada al aldosteronismo primario a menudo se puede curar (o al menos controlar de forma óptima) con la intervención quirúrgica o médica adecuada. El diagnóstico generalmente es de 3 niveles, lo que implica un cribado inicial, una confirmación del diagnóstico y una determinación del subtipo específico de aldosteronismo primario.
Aunque estudios previos sugirieron que los aldosteronomas eran la causa más común de aldosteronismo primario (70-80% de los casos), el trabajo epidemiológico posterior indicó que la prevalencia de aldosteronismo debido a hiperplasia suprarrenal idiopática bilateral (HIB), es mayor de lo que había sido creído previamente. Estos informes sugieren que la HIB puede ser responsable de hasta el 75% de los casos de aldosteronismo primario. Además, los informes han descrito un raro síndrome de aldosteronismo primario caracterizado por características histológicas intermedias entre el adenoma suprarrenal y la hiperplasia suprarrenal, que a menudo se localiza unilateralmente (también se refirió a la literatura anterior como "aldosteronismo intermedio") .



Figura 1. Imagen de resonancia magnética (MRI) en un paciente con síndrome de Conn que muestra un adenoma suprarrenal izquierdo.







Figura 2. El escintigrama obtenido mediante el uso de yodo-131-beta-yodometil-norcolesterol (NP-59) en un hombre de 59 años con hipertensión muestra una captación de radionúclidos bastante intensa en el tumor adrenal derecho. En la cirugía, se confirmó un tumor de Conn.



Clínicamente, la distinción entre las 2 principales causas del aldosteronismo primario es vital porque el tratamiento de elección para cada uno es marcadamente diferente. Si bien el tratamiento de elección para los aldosteronomas es la extirpación quirúrgica, el tratamiento de elección para la HIB es el tratamiento médico con antagonistas de la aldosterona.

Las entidades que se sabe que causan aldosteronismo incluyen lo siguiente:

  1. Adenomas productores de aldosterona (APA) [ 1 ]
  2. Adenomas productores de aldosterona sensible a la renina (AP-RAs, también abreviado como RRAs)
  3. Hiperplasia suprarrenal idiopática bilateral (glomerulosa) o HIB (también conocida como hiperplasia suprarrenal primaria o HSP)
  4. Formas familiares de aldosteronismo primario
  5. Secreción ectópica de aldosterona (los ovarios y los riñones son los dos órganos descritos en la literatura que, en el contexto de una enfermedad neoplásica, que pueden ser fuentes ectópicas de aldosterona, pero esto es raro).
  6. Carcinomas suprarrenales productores de aldosterona puros (muy raros; fisiológicamente se comportan como APA)

La aldosterona, al inducir la reabsorción renal de sodio en el túbulo contorneado distal (TCD), aumenta la secreción de iones de potasio y de hidrógeno, causando hipernatremia, hipocalemia y alcalosis.



ALDOSTERONISMO PRIMARIO GENÉTICO-FAMILIAR
Existen tres variedades genético-familiares distintas de aldosteronismo primario. Sutherland y sus colegas describieron por primera vez la variedad tipo 1 de aldosteronismo primario familiar, aldosteronismo remediable con glucocorticoides (GRA), en 1966. En GRA, la HTA responde clínicamente a pequeñas dosis de glucocorticoides además de otros agentes antihipertensivos. [ 2 ]La forma tipo 1 de aldosteronismo primario familiar se debe a un producto génico quimérico aberrante formado que combina el promotor sensible a glucocorticoides (inhibidor) del gen de la 11beta-hidroxilasa (CYP11B1) con la región codificante del gen de la aldosterona sintetasa (CYP11B2). En niveles de glucocorticoides ambientales, el promotor no se silencia por completo de la transcripción, y esto conduce a la sobreexpresión de la aldosterona sintetasa, con el consiguiente aumento de la síntesis y secreción de aldosterona.
La variante tipo 2 del aldosteronismo primario familiar (que no es sensible a los glucocorticoides) se describió por primera vez en 1991. Aunque no se ha identificado la anomalía genética exacta para el aldosteronismo primario tipo 2, los datos sugieren que el locus para esta enfermedad está en la banda 7p22. [ 3 ]
La variante tipo 3 del aldosteronismo primario familiar se debe a KCNJ5 (canal de rectificación interior del potasio, subfamilia J, miembro 5) mutaciones del canal de potasio. Este tipo fue descrito por el grupo Lifton en 2011. [ 4 ]


DIAGNÓSTICO

1 PRUEBAS DE DETECCIÓN (DE PRIMER NIVEL) PARA EL ALDOSTERONISMO PRIMARIO INCLUYEN LAS SIGUIENTES:
ANiveles séricos de potasio y bicarbonato
B Niveles de sodio y magnesio
C Relación de actividad plasmática de aldosterona / renina plasmática

2 LAS PRUEBAS DE CONFIRMACIÓN (SEGUNDO NIVEL) INCLUYEN LO SIGUIENTE:
A Nivel de aldosterona sérica
B Prueba de excreción de aldosterona en orina de 24 horas
C Prueba de carga de sal

3 PRUEBAS PARA DETERMINAR EL SUBTIPO DE ALDOSTERONISMO PRIMARIO (PRUEBAS DE TERCER NIVEL) INCLUYEN LAS SIGUIENTES:
A Prueba de estimulación postural
B Prueba de estimulación de furosemida (Lasix)
C Ritmo diurno de la aldosterona

LA INVESTIGACIÓN RADIOLÓGICA INICIAL EN EL ESTUDIO DEL ALDOSTERONISMO PRIMARIO ES LA TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA (TC) SUPRARRENAL DE ALTA RESOLUCIÓN Y CORTE FINO   (2-2,5 mm) CON CONTRASTE.

Otras pruebas incluyen lo siguiente:

CENTELLOGRAFÍA CON YODO-METIL-NORCOLESTEROL NP-59: aunque es bastante difícil de establecer y no está disponible de forma rutinaria, esta prueba puede ser útil en casos seleccionados para distinguir entre adenomas e hiperplasia.

MUESTREO VENOSO SUPRARRENAL: el muestreo venoso suprarrenal probablemente tiene su mayor utilidad cuando los hallazgos de imágenes suprarrenales son completamente normales a pesar de la evidencia bioquímica de aldosteronismo primario y en escenarios en los que la patología suprarrenal bilateral está presente en imágenes y la bioquímica sugiere la presencia de un aldosteronoma funcional

PRUEBA DE SUPRESIÓN DE DEXAMETASONA: esta prueba es relevante solo en el contexto de un posible aldosteronismo familiar

PRUEBA DE METOCLOPRAMIDA (REGLAN): esta es una prueba no invasiva para distinguir entre aldosteronomas e hiperplasia suprarrenal idiopática (HSI)


MANEJO
La terapia farmacológica incluye el uso de lo siguiente:

  • Bloqueadores de los canales de calcio
  • Antagonistas de mineralocorticoides
  • Glucocorticoides

La cirugía es el tratamiento de elección para las variantes lateralizables del aldosteronismo primario, incluidos los aldosteronomas típicos, los adenomas sensibles a la renina (RRA) y la hiperplasia suprarrenal primaria (HAP). Una adrenalectomía se puede realizar a través de una laparotomía formal o mediante el uso de una técnica laparoscópica (con la utilización de este último método cada vez más común).


FISIOPATOLOGÍA

  1. Los factores más importantes que aseguran la hipocalemia en el  aldosteronismo primario son:  hipersecreción de aldosterona, que actúa sobre el conducto colector cortical para estimular la secreción de potasio en el líquido tubular, aumentando así la pérdida  renal / urinaria de potasio [ 5 ] ; 
  2. Volumen intravascular adecuado, que permite un suministro adecuado de agua  (flujo tubular) a los túbulos contorneados distales (TCD) y los conductos colectores para permitir la pérdida renal de potasio; 
  3. Ingesta adecuada de sodio en la dieta, lo que a su vez aumenta el potasio corporal total, el suministro renal / tubular de sodio y, por lo tanto, aumenta la pérdida renal de potasio a través del sistema de transporte en contracorriente.
La ausencia de una o más de las circunstancias fisiológicas descritas anteriormente puede explicar la ausencia de hipocalemia franca en muchos pacientes con aldosteronismo primario comprobado.
La alcalosis metabólica asociada en el aldosteronismo primario se debe a una mayor pérdida renal de iones de hidrógeno mediada por hipocalemia y aldosterona.
Casi el 20% de los pacientes con aldosteronismo primario tienen intolerancia a la glucosa como resultado del efecto inhibidor de la hipocalemia sobre la acción y secreción de la insulina; sin embargo, la diabetes mellitus no es más común que en la población general.


ETIOLOGÍA
La anomalía cardinal que causa el síndrome de aldosteronismo primario es la producción de aldosterona autónoma (no suprimible). Además de la producción de aldosterona no suprimible, los niveles de renina plasmática suprimidos  coexisten conun volumen  volumen de líquido intratravascular y extravascular muy levemente expandido. La regulación normal de la secreción de aldosterona está mediada en diversos grados por la renina, los niveles séricos de potasio y sodio, el estado del volumen intravascular y la corticotropina.
La regulación de la producción de aldosterona por estos factores puede alterarse de diversas maneras, según el subtipo de aldosteronismo primario. Generalmente, los adenomas productores de aldosterona (APA) y GRA siguen siendo sensibles a la corticotropina, mientras que la hiperplasia suprarrenal idiopática (IAH) y los adenomas sensibles a la renina (RRA) productores de aldosterona mantienen la respuesta al sistema renina-angiotensina (RAS).
En aldosteronismo remediable con glucocorticoides (GRA), se suprime el RAS y la aldosterona se regula mediante corticotropina debido a la fusión del gen quimérico de un promotor sensible a la corticotropina con las regiones codificantes del gen de la aldosterona sintetasa (que normalmente no tiene dicho promotor ) Por lo tanto, los niveles de corticotropina ambiental patológicamente sobreestimulan la síntesis de aldosterona inapropiadamente. [ 6 ]
En pacientes con aldosteronismo remediable con glucocorticoides (GRA), la administración de dexametasona (o cualquier otro glucocorticoide) a dosis suficientes para suprimir la producción excesiva de corticotropina da como resultado una reducción en la síntesis de aldosterona y natriuresis y la eventual corrección de las anomalías bioquímicas del aldosteronismo primario. [ 7 ] Los estudios histológicos en esta enfermedad han mostrado hiperplasia específica de la zona fasciculada, con atrofia concomitante de la zona glomerular.

CAUSAS
La causa exacta del aldosteronismo primario esporádico debido a un adenoma o hiperplasia no está clara. La existencia de factores tróficos (p. Ej., Endotelinas, citocinas) se ha postulado en casos de hiperplasia. Las mutaciones somáticas de los genes que conducen a una ventaja de crecimiento en el tejido adenomatoso suprarrenal son una causa posible, pero no probada.
En formas familiares de aldosteronismo primario, se conoce la base molecular de GRA. GRA se debe a una mutación que resulta de un producto genético híbrido. [ 3 ] Los genes de la 11beta-hidroxilasa y la aldosterona sintetasa que normalmente se encuentran cerca uno del otro en el cromosoma 8 se cruzan para crear un nuevo producto genético híbrido. Este gen híbrido consiste en la secuencia reguladora sensible a la corticotropina del gen de 11beta-hidroxilasa (CYP11B1) fusionado al componente estructural del gen de la aldosterona sintetasa (CYP11B2). [ 2 ]
La mayoría de los aldosteronomas esporádicos surgen de la zona fasciculada, y a menudo tienen una hiperplasia glandular cercana al adenoma. Esto sugiere que se produce una respuesta proliferativa de las células a algún factor paracrino / autocrino actualmente no identificado. Dentro de esta zona de hiperplasia, se cree que tiene lugar un cambio clonal en una sola célula, proporcionando así el nido para el adenoma en desarrollo.
La base genética del aldosteronismo familiar tipo 2 no está clara; sin embargo, el locus para esta enfermedad se ha mapeado en 7p22 (banda 11q13). [ 3 ] Este síndrome puede manifestarse histológicamente como hiperplasia o adenomas.
La base genética para el aldosteronismo familiar tipo 3 se ha descifrado recientemente. Las mutaciones en el gen codificador del canal de potasio KCNJ5 dan como resultado la pérdida de selectividad iónica, la despolarización de la membrana celular, el aumento de la entrada de Ca2 + en las células adrenales de la glomerulosa y el aumento de la síntesis de aldosterona. [ 4 ]
ALDOSTERONISMO TERCIARIO
La existencia de aldosteronismo terciario como una entidad separada sigue siendo controvertida. Se presume que la entidad es el resultado de elevaciones crónicas de los niveles de renina en plasma y aldosteronismo secundario, lo que finalmente establece un estado de aldosteronismo no regulado y autónomo con una imagen histológica de hiperplasia mixta y adenomas en el tejido adrenocortical afectado. Se considera que este cuadro clinicopatológico es el resultado final irreversible de los efectos neurohumorales prolongados sobre la resistencia vascular y la hipertrofia "terminal" del tejido adrenocortical productor de aldosterona.
Existen pocos casos bien descritos, pero en la mayoría, las glándulas suprarrenales son hiperplásicas, a menudo con hiperplasia nodular (que puede causar confusión diagnóstica). Prácticamente todos los casos descritos se encuentran en el contexto de la estenosis de la arteria renal, lo que complica aún más la atribución del estado hipertensivo al exceso crónico de aldosterona "inapropiada".
Inicialmente, los niveles de renina son elevados, lo que es típico del aldosteronismo secundario. Cuando se desarrolla la fase terciaria (autónoma), el perfil bioquímico cambia a un estado de renina baja / alta aldosterona. El paradigma es análogo a la patogénesis del hiperparatiroidismo terciario.


EPIDEMIOLOGÍA
PREVALENCIA EN LOS ESTADOS UNIDOS
La prevalencia exacta del aldosteronismo primario no está clara, pero las estimaciones sugieren que el 5-15% de los casos de hipertensión esencial (HTA) pueden deberse al aldosteronismo primario. La prevalencia de aldosteronismo primario es probablemente más alta en pacientes que tienen un nivel de potasio sérico bajo, en pacientes que son ancianos y en pacientes que tienen HTA que es resistente al uso de medicamentos únicos.

PREVALENCIA INTERNACIONAL
No hay evidencia que demuestre que el aldosteronismo primario, en sus formas más comunes, ocurra en exceso relativo en cualquier parte del mundo. [ 8 ]

DATOS DEMOGRÁFICOS RELACIONADOS CON LA RAZA, EL SEXO Y LA EDAD
El aldosteronismo primario ocurre en todo el mundo. Varios informes sugieren una mayor prevalencia entre los afroamericanos, las personas de origen africano y, potencialmente, otros negros. Esto parece ser particularmente cierto de la variante idiopática de hiperplasia suprarrenal (IAH) de la enfermedad.
Los adenomas productores de aldosterona (APA) son más comunes en mujeres que en hombres, con una relación de mujer a hombre de 2: 1. El paciente típico con APA es una mujer de entre 30 y 50 años.

PRONÓSTICO
La morbilidad y la mortalidad asociadas con el aldosteronismo primario, especialmente el síndrome de Conn, se relacionan principalmente con la hipocalemia y la hipertensión (HTA). [ 9 , 10 ] La hipocalemia, especialmente si es grave, causa arritmias cardíacas, que pueden ser fatales.
Las complicaciones de la HTA crónica incluyen infarto de miocardio, enfermedad cerebrovascular e insuficiencia cardíaca congestiva. El tratamiento también puede conducir a complicaciones, como reacciones a los medicamentos y complicaciones de la cirugía.
Existe evidencia de que el aldosteronismo crónico en sí mismo, en ausencia de presión arterial elevada (p. Ej., Como ocurre en el aldosteronismo secundario), también se asocia con un mayor riesgo de lesión cardíaca, que incluye lesión isquémica, hipertrófica y fibrótica. Además, los estudios han demostrado que los pacientes con aldosteronismo primario son más propensos a tener o desarrollar hipertrofia ventricular izquierda, accidente cerebrovascular y síndromes coronarios agudos que los pacientes con grados similares de HTA por otras causas. [ 11 ] Por supuesto, los pacientes con HTA por aldosteronismo primario también corren el riesgo de desarrollar todo el espectro de complicaciones de la HTA crónica, incluida la nefropatía hipertensiva y la retinopatía.


HISTORIA
La presentación clínica del aldosteronismo primario no es distintiva, y el diagnóstico correcto requiere un alto índice de sospecha por parte del médico. Los escenarios clínicos comunes en los que se debe considerar la posibilidad de aldosteronismo primario incluyen los siguientes:
Pacientes con hipocalemia espontánea o no provocada, especialmente si el paciente también es hipertenso [ 12 ]
Pacientes que desarrollan hipocalemia severa y / o persistente en el contexto de dosis bajas a moderadas de diuréticos que deplecionan de potasio
Pacientes con hipertensión resistente al tratamiento (HTA refractaria)
Los pacientes con hipocalemia severa reportan fatiga, debilidad muscular, calambres, dolores de cabeza y palpitaciones. También pueden tener polidipsia y poliuria por diabetes insípida nefrogénica inducida por hipocalemia. La HTA de larga duración puede provocar problemas cardíacos, retinianos, renales y neurológicos, con todos los síntomas y signos asociados.
En un estudio que comparó los efectos cardíacos del aldosteronismo primario versus secundario, Cesari et al determinaron que si bien ambos tipos de aldosteronismo se caracterizaban con frecuencia por hipertrofia ventricular izquierda y disfunción diastólica, solo el aldosteronismo primario se asoció con una evidente disfunción sistólica subclínica. Además, los pacientes con aldosteronismo primario tuvieron frecuencias cardíacas más bajas y valores de resistencia arterial y resistencia vascular más altos que aquellos con la condición secundaria, mientras que la actividad de la renina plasmática fue menor en el aldosteronismo primario que en el secundario (0,56 frente a 15,00 ng / ml / h, respectivamente). . [ 13 ]

ALDOSTERONISMO PRIMARIO FAMILIAR
Las dos principales variedades familiares de aldosteronismo primario son el aldosteronismo remediable por glucocorticoides (GRA, aldosteronismo primario familiar tipo 1) y un tipo no remediable por glucocorticoides (aldosteronismo primario familiar tipo 2).
El reconocimiento de GRA es particularmente importante debido a sus implicaciones para los pacientes que son hipertensos y cuyos miembros de la familia aparentemente no se ven afectados. La HTA, derrames cerebrales y otros eventos cardiovasculares significativos se describen en personas jóvenes con este síndrome.
Aunque el síndrome es poco común, los niveles elevados de sospecha son esenciales para el diagnóstico. Menos de 200 casos bien validados existen en la literatura. Todos los pacientes con GRA deben ser tratados médicamente con glucocorticoides y sin cirugía.

Aunque poco común, GRA puede ser más frecuente de lo que se suponía previamente. Un subgrupo significativo de pacientes con la variedad normopotasémica más leve de este síndrome probablemente se presume incorrectamente que tiene una HTA esencial. [ 9 ]
Los antecedentes familiares de HTA (particularmente con una edad temprana de inicio), HTA en niños, HTA de baja renina y presunta HIA son las situaciones típicas en las que se debe considerar este diagnóstico.
El tercer tipo de PA familiar, debido a mutaciones en el gen codificador del canal de potasio KCNJ5, se considera extremadamente raro, pero también puede conducir a HTA e hipocalemia a una edad muy temprana.


EXAMEN FÍSICO
Los pacientes con aldosteronismo primario no presentan hallazgos clínicos distintivos, y un alto índice de sospecha basado en la historia del paciente es vital para realizar el diagnóstico. Los hallazgos podrían incluir lo siguiente:
Hipertensión (HTA) - Esta condición casi invariablemente ocurre, aunque se han descrito en la literatura algunos casos raros de aldosteronismo primario no asociado con HTA.
Debilidad
Distensión abdominal
Íleo por hipokalemia
Hallazgos relacionados con complicaciones de la HTA: insuficiencia cardíaca, hemiparesia debida a accidente cerebrovascular, soplos carotídeos, soplos abdominales, proteinuria, insuficiencia renal, encefalopatía hipertensiva (confusión, cefalea, convulsiones, cambios en el nivel de conciencia) y cambios retinianos hipertensivos
Es importante tener en cuenta que el aldosteronismo primario en sí mismo por lo general no se asocia con edema, a pesar del estado de volumen expandido asociado con este. La falta de edema es el resultado de natriuresis espontánea y diuresis (llamado "escape de aldosterona") que ocurre en pacientes con aldosteronismo primario y que parece estar mediado por el péptido natriurético auricular (ANP). [ 14 , 15 ] Cabe señalar que este efecto probablemente se basa en la activación del sistema apical ATP / UTP / P2Y2 (en el nivel del túbulo de conexión / conducto colector), lo que conduce a una mayor presentación de sodio, que a su vez induce cierre del canal de sodio epitelial (ENaC), con la disminución resultante en la reabsorción de sodio (es decir, natriuresis potenciada). [ 16] Por lo tanto, el hallazgo de edema importante en los pacientes que se presume que tienen aldosteronismo sugiere que o bien un diagnóstico equivocado o se ha hecho que las complicaciones asociadas, como la insuficiencia renal o cardiaca, están presentes.


CONSIDERACIONES DIAGNÓSTICAS
Se debe considerar el diagnóstico de aldosteronismo primario en todas las personas con hipertensión (HTA) e hipocalemia. Hacer el diagnóstico correcto puede ser la única forma de lograr un control adecuado de la presión arterial y, por lo tanto, prevenir las secuelas de una HTA mal controlada.
Las condiciones a considerar en el diagnóstico diferencial del aldosteronismo primario incluyen las siguientes:
HTA
HTA maligna
Encefalopatía hipertensiva
Hipocalemia
Alcalosis metabólica
Estenosis de la arteria renal
HTA Renovascular
HTA esencial con baja renina: Constituye aproximadamente el 40% de la HTA esencial
Masticar tabaco
Intoxicación por carbenoxolona
Síndrome aparente de exceso de mineralocorticoides (AME)
Varias causas de aldosteronismo secundario: a diferencia del aldosteronismo primario, estas causas se asocian con niveles elevados de renina (actividad de renina plasmática)
Síndrome de Chrétien: este raro síndrome se caracteriza por un exceso de mineralocorticoides y una HTA adrenocortical secundaria a un adenoma pituitario que produce proopiomelanocortina (POMC) [ 17 ]
Tumor suprarrenal secretor de deoxycorticosterone (DOC)
Isquemia renovascular
Preeclampsia (toxemia del embarazo)
Tumor secretor de renina: estos son tumores raros que surgen del aparato yuxtaglomerular
Consumo excesivo de regaliz: en esta situación, el componente de ácido glicirricínico inhibe la 11beta-hidroxiesteroide deshidrogenasa, lo que altera la conversión de cortisol en cortisona en los riñones; por lo tanto, el cortisol se une a los receptores mineralocorticoides y actúa como un mineralocorticoide
Otros trastornos y síndromes genéticos / familiares seleccionados a considerar incluyen los siguientes:
Síndrome de Gitelman - Esto se debe a un cotransportador de sodio / cloruro defectuoso (NCCT); es básicamente una tubulopatía perdedora de sal con aldosteronismo secundario
Síndrome de Barrter: es una fenocopia de al menos 3 defectos genéticos distintos (es decir, hiperactividad del cotransportador de sodio-dicloruro de potasio [NKCC2], el canal de potasio medular externo renal [ROMK1] o el canal de cloruro epitelial renal [ClCKb], este último codificado por el gen barttin, también es una tubulopatía que pierde sal con aldosteronismo secundario y es fisiopatológicamente similar al síndrome de Gitelman
Síndrome de Gordon: esto se debe a mutaciones inactivantes de las serina-treonina quinasas WNK1 y WNK4 ("sin lisina [K]" quinasas), lo que provoca hipertensión, hipercalemia, hipercloremia leve, acidosis y actividad suprimida de la renina plasmática
Pseudoaldosteronismo (síndrome de Liddle): este es un trastorno autosómico dominante raro debido a mutaciones hiperactivantes del canal de sodio epitelial renal (ENaC), con una reabsorción excesiva de sodio en el túbulo distal renal; los niveles de renina y aldosterona son bajos
Deficiencia de 11beta-hidroxiesteroide deshidrogenasa
Resistencia a glucocorticoides: esto se debe a mutaciones inactivantes del receptor de glucocorticoides

DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES
Carcinoma suprarrenal
Incidentaloma suprarrenal
Cirugía suprarrenal
Síndrome de Bartter
Deficiencia de hidroxilasa C-11
Deficiencia de hidroxilasa C-17
Complejo de Carney
Síndrome de Conn
Eclampsia
Síndrome de Cushing Iatrogénico


CONSIDERACIONES DIAGNÓSTICAS
Los individuos con aldosteronismo primario pueden presentar alcalosis metabólica hipopotasémica; sin embargo, hasta el 38% de los pacientes con aldosteronismo primario pueden ser normocalémicos al momento de la presentación. [ 12 ]
Los estudios de laboratorio de rutina pueden mostrar hipernatremia, hipocalemia y alcalosis metabólica como resultado de la acción de la aldosterona en el túbulo contorneado distal renal (mejora la reabsorción de sodio y la excreción de iones de potasio y de hidrógeno). [ 18 ]

PRUEBAS HISTÓRICAS

FLEBOGRAFÍA SUPRARRENAL
Este procedimiento se intentó en la década de 1980 y su objetivo era visualizar de forma invasiva los patrones venosos que rodean a los adenomas adrenocorticales. El procedimiento ha caído en descrédito debido al riesgo de infarto suprarrenal y ya no se usa.
Ensayo terapéutico de espironolactona (Aldactone)
Este procedimiento ya no se usa como una prueba de diagnóstico para aldosteronismo primario, porque existen alternativas más fáciles y más rápidas; por lo tanto, actualmente tiene un valor histórico.
Por incompleto, el ensayo terapéutico con espironolactona involucró la administración de espironolactona por vía oral a una dosis de 100 mg 4 veces al día durante 5 semanas ya no se usa. Una prueba positiva se caracterizaría por una disminución en la presión arterial diastólica de al menos 20 mm Hg.


PRUEBAS DE DETECCIÓN (PRIMER NIVEL)

NIVELES SÉRICOS DE POTASIO Y BICARBONATO
La hipopotasemia y la alcalosis metabólica tienen bajas sensibilidades y especificidades para el aldosteronismo primario cuando estos niveles se prueban por sí mismos. La hipopotasemia ( nivel sérico de potasio menor de 3.6 mEq / l) tiene una sensibilidad del 75-80% mientras el paciente sigue una dieta normal de sodio. [ 5 ] Por lo general, se asocia con alcalosis metabólica leve (niveles séricos de bicarbonato mayores de 31 mEq / l) y una kaliuresis inadecuada (excreción urinaria de potasio mayor de 30 mmol / día).

NIVELES DE SODIO Y MAGNESIO
La hipernatremia sérica leve en el rango de 143-147 mEq / L y la hipomagnesemia leve por pérdida renal de magnesio son otros hallazgos bioquímicos asociados en el aldosteronismo primario establecido. [ 19 ]

RELACIÓN DE ACTIVIDAD PLASMÁTICA DE ALDOSTERONA / RENINA PLASMÁTICA

Dado a que la relación aleatoria de la actividad plasmática de aldosterona / renina plasmática (PRA) es bastante constante en muchas condiciones fisiológicas, puede utilizarse para el cribado. Los valores normales son menores a 270 cuando la concentración de aldosterona se expresa en pmol / L, o son menores de 10 cuando la concentración de aldosterona se expresa en ng / dL. [ 20 ]

ALGORITMO 1.  PARA LA DETECCIÓN DE POTENCIAL ALDOSTERONISMO PRIMARIO.
Cuando la aldosterona se mide en ng / dL y la ARP se mide en ng / ml / h, una relación de aldosterona en plasma / ARP superior a 20-25 tiene una sensibilidad del 95% y una especificidad del 75% para el aldosteronismo primario. Cuando la aldosterona se mide en pmol / l, una relación mayor a 900 es consistente con el aldosteronismo primario. [ 21 , 22 ]


LIMITACIONES
Las limitaciones en la utilidad de la ración de aldosterona / ARP en plasma incluyen lo siguiente:
Una de las principales limitaciones de estas pruebas es la variabilidad inherente de la secreción de aldosterona debido a un ritmo circadiano intrínseco
La mayoría de las recomendaciones sugieren realizar la prueba mientras se retiran todos los antihipertensivos que pueden afectar el sistema renina-angiotensina (RAS); esto puede ser difícil de lograr cuando una enfermedad grave dicta la continuación de algunos medicamentos para controlar la hipertensión (HTA) y la hipopotasemia durante la prueba.
La obtención de la relación aldosterona / ARP en plasma en el contexto del uso crónico de un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (ACE) (es decir, más de 4 semanas de uso) aumenta la especificidad de la prueba de relación pero reduce la sensibilidad
Aunque la utilidad de las pruebas de la proporción plasmática de aldosterona / ARP ha sido bien validada en blancos y asiáticos, no se ha validado en otros grupos raciales importantes.


INTERFERENCIA POR MEDICACIÓN
La relación de aldosterona / ARP en plasma no debe calcularse cuando el paciente toma medicamentos que pueden interferir con esta medición. La espironolactona, un antagonista del receptor de aldosterona, debe suspenderse durante 6 semanas antes de la prueba. Eplerenona, otro antagonista del receptor de aldosterona, también puede interferir con las pruebas y se debe suspender durante al menos 2 semanas antes de la prueba.
Los alfabloqueantes, como la doxazosina, no interfieren con la relación AP / ARP. Los betabloqueantes y los bloqueadores de los canales de calcio no afectan la precisión diagnóstica de la relación en la mayoría de los casos.


ARP  DESPUÉS DEL AGOTAMIENTO DE LA SAL Y  AGUA Y / O  POSTURA ERGUIDA
En el aldosteronismo primario, la ARP es inferior a 1 ng / ml / hy no aumenta más de 2 ng / ml / h después del agotamiento de la sal y el agua, la administración de furosemida o 4 horas de  postura erecta. Esta prueba, junto con las pruebas de supresión de captopril, se ha usado como una prueba de detección o como una prueba confirmatoria (de segundo nivel) para el aldosteronismo primario.
Las pruebas de confirmación se basan en el concepto de que la aldosterona se secreta de forma no regulada en el aldosteronismo primario y, por lo tanto, no puede ser suprimida por las aportaciones habituales de la regulación fisiológica. De manera similar, la ARP se suprime crónicamente y tónicamente y no se puede estimular

PRUEBAS DE SUPRESIÓN DE CAPTOPRIL Y LOSARTÁN
Esto implica la administración oral de una sola dosis de captopril (25-50 mg), un inhibidor de la ECA. En individuos sanos, los niveles de aldosterona se suprimirán a menos de 15 ng / dL. La prueba tiene una sensibilidad de 90-100% pero una especificidad de solo 50-80%.
En un estudio de 135 pacientes que se sometieron a las pruebas de captopril y losartán (bloqueador de los receptores de angiotensina-II [ARB]), Wu et al concluyeron que los valores de la relación de ARP y la concentración de aldosterona derivada de la prueba de losartan eran más precisos que los obtenidos mediante la prueba de captopril para el diagnóstico de aldosteronismo primario. [ 23 ]
Los autores encontraron que cuando se utilizaba una relación de ARP (ng / dL por ng / ml / h) superior a 35 y una concentración de aldosterona de más de 10 ng / dL, los valores de especificidad diagnóstica para captopril y losartan eran 89.1% y 93.8 %, respectivamente, y los valores de sensibilidad de diagnóstico respectivos fueron 66.2% y 84.5%. Los autores recomiendan la realización preferencial de la prueba de supresión de losartán.


PRUEBAS DE CONFIRMACIÓN (SEGUNDO NIVEL)

NIVEL DE ALDOSTERONA SÉRICA
Después de 3 días de una dieta sin restricción de sodio y 1 hora de decúbito horizontal, las personas sanas tienen niveles de aldosterona de menos de 15 ng / dL. Cuando la aldosterona sérica se eleva por encima de 22 ng / dl y se suprime la renina, la prueba de aldosterona sérica (S-Aldo) prácticamente confirma el diagnóstico de aldosteronismo primario. Sin embargo, debido a que la secreción de aldosterona es variable, el valor predictivo negativo y positivo de un único nivel aleatorio de aldosterona es limitado.
Hasta un 40% de los pacientes con aldosteronismo primario tienen niveles séricos de aldosterona que permanecen dentro del rango de referencia en las pruebas repetidas, como suele ser el caso en la hipertensión esencial (HTA). (Vea la tabla a continuación).




Algoritmo para la confirmación de aldosteronismo primario (ALGORITMO 2)



PRUEBA DE EXCRECIÓN URINARIA DE ALDOSTERONA EN 24 HORAS
La prueba de excreción urinaria de aldosterona (Aldo-U) es una de las herramientas diagnósticas confirmatorias más útiles porque es un índice para la secreción diaria total de aldosterona (de manera similar al cortisol libre de orina de 24 h [CLU]) el cual  está típicamente elevado en pacientes con síndrome de Cushing).
En la mayoría de los pacientes con aldosteronismo primario, el Aldo-U de 24 horas es mayor que 14 mcg / día (después de 3 días de carga de sal). Solo alrededor del 7% de los pacientes con aldosteronismo primario tienen valores de menos de 14 mcg / día.


PRUEBA DE CARGA DE SAL
La prueba de carga de sal puede realizarse utilizando un protocolo de carga de sal intravenosa o un protocolo de carga de sal oral. El protocolo oral requiere la ingestión diaria de al menos 10-12 g de cloruro de sodio durante al menos 5 días antes de realizar la prueba. Cuando se ha cumplido el protocolo oral, se miden las excreciones Aldo-U, sodio, potasio y creatinina durante 24 horas, y se debe determinar la aldosterona sérica y la ARP. En individuos normales, el principal metabolito de Aldo-U, la aldosterona-18-glucurónido urinario, debe caer por debajo de un nivel de 17 mcg / día. La no supresión de Aldo-U-18G es altamente sugestiva de aldosteronismo primario. No obstante, esta prueba es engorrosa y rara vez se realiza.
La medición de creatinina urinaria de 24 horas valida la idoneidad de la muestra de orina, mientras que un valor de sodio urinario de 24 horas de al menos 250 mEq / día confirma una carga de sal adecuada durante los días previos a la prueba y, por lo tanto, valida las otras mediciones.


DETERMINACIÓN DE LAS PRUEBAS DEL SUBTIPO DE ALDOSTERONISMO PRIMARIO (TERCER NIVEL)
Una vez que se ha confirmado el diagnóstico de aldosteronismo primario mediante una prueba de primer o segundo nivel, el siguiente paso es determinar el subtipo de aldosteronismo primario e identificar una enfermedad curable quirúrgicamente. A efectos prácticos, esto significa distinguir entre un adenoma suprarrenal y una hiperplasia suprarrenal idiopática (HAI). (Ver el cuadro a continuación) [ 18 , 24 ]



Algoritmo para distinguir subtipos de aldosteronismo primario. (ALGORITMO 3)


En general, los pacientes con adenomas son más jóvenes que los pacientes con hiperplasia y tienen hipertensión (HTA) e hipopotasemia más severa, así como niveles más altos de aldosterona en la orina (Aldo-U) que los pacientes con HAI. Sin embargo, estos parámetros clínicos no son lo suficientemente confiables para distinguir con precisión el adenoma de la HAI


PRUEBA DE ESTIMULACIÓN POSTURAL
Los aldosteronomas se asocian con una disminución anómala del nivel de aldosterona con la postura erguida, en contraste con los pacientes con hiperplasia suprarrenal idiopática (HAI), en los que se produce un aumento del nivel de aldosterona mediado por el sistema renina angiotensina (RAS) con la postura erguida.
De forma similar, se produce un aumento del nivel de aldosterona sérica en pacientes con adenomas sensibles a renina (ASR), HTA esencial de baja renina y casos muy raros de hiperplasia suprarrenal unilateral (este último presenta características intermedias entre la hiperplasia suprarrenal idiopática [IAH] y la aldosterona). produciendo adenoma suprarrenal, ocasionalmente designado como "aldosteronismo intermedio"). [ 25 ]
Cuando la tomografía abdominal (TC) y la resonancia magnética (RM) se combinan con estimulación postural, el valor predictivo positivo (VPP) de una prueba postural anormal en la predicción de aldosteronismo primario corregible quirúrgicamente debido a un solo adenoma es del 98%.
El protocolo de prueba postural estándar implica la obtención de valores iniciales para los niveles de aldosterona sérica (Aldo-S) y actividad de renina plasmática (ARP), así como estos niveles 2 horas después de que el paciente haya asumido una postura erguida. Los niveles de Aldo-S típicamente aumentan en esta configuración al menos un 50% por encima del valor inicial en personas sanas, en personas con HTN esencial y en el subgrupo de pacientes con aldosteronismo primario que tienen hiperplasia suprarrenal idiopática (HAI) o ASR.
Entre los pacientes con aldosteronomas (adenomas productores de aldosterona, APA), los niveles de S-Aldo generalmente no aumentan o, paradójicamente, descienden a este nivel. Se ha informado que la sensibilidad y especificidad de esta prueba en el diagnóstico diferencial de las principales causas del aldosteronismo primario es tan alta como 80-85%.

PRUEBA DE ESTIMULACIÓN DE FUROSEMIDA (LASIX)
Esta prueba a menudo se combina con la prueba de postura erguida. La prueba típica implica la administración oral de 40 mg de furosemida la noche anterior, así como la mañana de la prueba. En la mañana de la prueba, después de que se haya administrado la dosis de furosemida, el paciente permanece en posición vertical de 2 a 3 horas; luego, se analizan los niveles de Aldo-S y ARP. La interpretación de los resultados de la prueba es similar a la descrita anteriormente para la prueba de estimulación postural.

RITMO DIURNO DE LA ALDOSTERONA
El ritmo circadiano de la secreción de aldosterona en individuos sanos es similar al del cortisol y depende de la corticotropina. Los valores más bajos se observan alrededor de las 11:30 p.m. hasta la medianoche, y los valores más altos ocurren temprano en la mañana alrededor de las 7: 30-8: 00 a.m. (suponiendo un ciclo normal de sueño-vigilia). Si bien esto se conserva en pacientes con aldosteronomas, generalmente se pierde en pacientes con HAI.
En algunos pacientes con aldosteronomas se pueden encontrar niveles elevados de corticosterona 18OH y / o cortisol 18OH en plasma y orina, pero son poco frecuentes en la HAI. [ 26 , 27 ]


TOMOGRAFÍA COMPUTADA Y RESONANCIA MAGNÉTICA NUCLEAR

TC
La investigación radiológica inicial en el estudio del aldosteronismo primario es una tomografía computada suprarrenal de alta resolución y corte fino (2-2.5 mm) con contraste.
Los aldosteronomas tienden a ser pequeños, en contraste con los adenomas adrenocorticales productores de cortisol; solo los aldosteronomas que tienen al menos 1 cm de diámetro se pueden detectar de manera confiable y consistente.
La sensibilidad general de la tomografía computada suprarrenal de alta resolución y corte fino es mayor al 90%, pero la imagen se complica por los muchos hallazgos falsos positivos asociados con los incidentalomas, que se informan en algunas series que se encuentran hasta en 10- 15% de la población general (su prevalencia aumenta con la edad). [ 28 ]
Además, los estudios con TC de alta resolución en realidad pueden ser perjudiciales, ya que estas exploraciones a menudo detectan la hiperplasia que acompaña a los adenomas y pueden dar lugar a una tendencia a sobrediagnosticar la hiperplasia suprarrenal idiopática (HAI). De manera similar, debido a que la hiperplasia suprarrenal a largo plazo se asocia con la formación de pseudonódulos y nódulos, esta imagen radiográfica a menudo se puede confundir con el diagnóstico de adenomas autónomos.

INDICACIONES QUIRÚRGICAS
Algunos investigadores sugieren que cuando se detecta un macroadenoma unilateral solitario (mayor de 1 cm) en una tomografía computarizada en un paciente joven en el contexto de un aldosteronismo inequívoco, está indicada la adrenalectomía unilateral. Sin embargo, debido al riesgo dependiente de la edad de que un macroadenoma suprarrenal unilateral solitario pueda ser un adenoma no funcional, algunos expertos creen que el muestreo de la vena suprarrenal [ 18 ] debe realizarse en pacientes mayores de 40 años.


RMN
En general, se acepta que la RMN no es superior a la TC con contraste para la visualización adrenal. Las tomografías computarizadas de alta resolución en realidad pueden tener una mejor definición suprarrenal.



Figura 1 Imagen de resonancia magnética (RMN) en un paciente con síndrome de Conn que muestra un adenoma suprarrenal izquierdo.


Si el examen (de TC y RMN) de un paciente con aldosteronismo primario es completamente normal, generalmente se recomienda un ensayo de tratamiento de 6 a 12 meses con antagonistas de aldosterona, después de lo cual los estudios de imágenes deben repetirse. El tratamiento con glucocorticoides también se puede considerar para el aldosteronismo remediable con glucocorticoides (GRA), si se sospecha esta condición.


GAMMAGRAFÍA NP-59 IODO-METIL-NORCOLESTEROL
Aunque es bastante difícil de configurar y no está disponible de forma rutinaria, esta prueba puede ser útil en casos seleccionados para distinguir entre adenomas e hiperplasia. En los grandes centros de referencia de medicina nuclear, el valor discriminante de la prueba se aproxima al de la muestra venosa suprarrenal (cerca del 90%), especialmente con tumores más grandes de 1,5 cm de diámetro o más. La actividad típica administrada es de 37 MBq (1 miliCurie; mCi).






Figura 2 Escintigrama obtenido mediante el uso de yodo-131-beta-yodo
El escintigrama obtenido mediante el uso de yodo-131-beta-yodometil-norcolesterol (NP-59) en un hombre de 59 años con hipertensión muestra una captación de radionúclidos bastante intensa en el tumor adrenal derecho. En la cirugía, se confirmó un tumor de Conn.



Los resultados de la prueba mejoran si ha habido una supresión previa con dexametasona de las glándulas suprarrenales usando 0,5-1 mg de dexametasona oral cada 6 horas. En este contexto, las imágenes de adenoma permanecen visibles, mientras que las imágenes de glándulas hiperplásicas se desvanecen después de 2-3 días de tratamiento con dexametasona.
La exploración estándar puede producir un resultado falso negativo para aldosteronomas pequeños; sin embargo, el rendimiento diagnóstico se puede aumentar mediante la administración conjunta de espironolactona. Esta es la principal alternativa de diagnóstico para el muestreo venoso suprarrenal (AVS).
Un estudio retrospectivo de Di Martino et al indicó que, en casos seleccionados, el aldosteronismo primario puede localizarse preoperatoriamente mediante la prueba NP-59 en lugar del muestreo venoso adrenal. Basando el rendimiento de la prueba en los resultados patológicos, la sensibilidad y el valor predictivo positivo fueron 90.9% y 83.3%, respectivamente; basar el rendimiento en el control de la presión arterial postoperatoria resultó en una sensibilidad y un valor predictivo positivo del 91,6% (para ambos). [ 29 ]


MUESTREO VENOSO SUPRARRENAL
Debido a que este procedimiento depende en gran medida de la disponibilidad de radiólogos intervencionistas técnicamente competentes, no puede (y no debe) realizarse universalmente, a pesar de que es el criterio estándar para la confirmación del exceso de aldosterona lateralizable. [ 30 , 31 , 32 ]De hecho, el muestreo de la vena suprarrenal puede realizarse selectivamente solo cuando las imágenes preoperatorias no pueden lateralizar definitivamente un aldosteronoma supuestamente unilateral. Un informe de Dekkers et al apoya esta línea de argumentación y cuestiona la noción de realizar muestreo venoso adrenal en todos los pacientes con aldosteronismo primario. El estudio encontró que en el seguimiento de un año, la intensidad de la medicación hipertensiva y los beneficios clínicos no difirieron significativamente entre los pacientes evaluados por muestreo venoso suprarrenal y los evaluados por TC suprarrenal. [ 33 ]
El muestreo venoso suprarrenal probablemente tenga su mayor utilidad cuando los hallazgos de imágenes suprarrenales son completamente normales a pesar de la evidencia bioquímica de aldosteronismo primario y en entornos en los que la patología suprarrenal bilateral está presente en las imágenes y la bioquímica sugiere la presencia de un aldosteronoma funcional.
La prueba también tiene utilidad para resolver la etiología exacta en casos de aldosteronismo primario en el que existe discordancia entre los hallazgos bioquímicos y los hallazgos radiológicos con respecto a si el aldosteronismo primario se debe a una hiperplasia suprarrenal idiopática (HAI) o un aldosteronoma.
Una serie informó que el 41% de los pacientes con una tomografía computada suprarrenal normal que tenían evidencia bioquímica de aldosteronismo primario en realidad tenían enfermedad lateralizable, mientras que el 49% de los pacientes con micronódulos bilaterales en la tomografía computarizada también tenían enfermedad lateralizable. [ 34 ] Incluso en los casos en los que solo se encontró un solo nódulo suprarrenal en las imágenes, cuando se realizó un muestreo venoso suprarrenal, confirmó una enfermedad lateralizable en solo el 51-66% de los casos.
Técnica
Las venas suprarrenales se cateterizan a través de un abordaje venoso femoral percutáneo. Los catéteres venosos derecho e izquierdo deben colocarse en las venas suprarrenales ipsilaterales para evitar errores en el manejo de las muestras. (La canulación de la vena suprarrenal derecha es técnicamente difícil debido a la corta longitud de este vaso. La vena suprarrenal izquierda es más larga, lo que permite una colocación más estable del catéter).
Al inicio y después de la estimulación con corticotropina (preferiblemente mediante infusión continua a 50 mcg / h durante la duración del estudio de muestreo), se obtienen muestras de sangre simultáneamente de ambas venas suprarrenales, así como de la vena cava inferior, y las muestras se analizan para aldosterona y cortisol.
Con el fin de documentar la colocación de los catéteres dentro de las venas suprarrenales, se calcula una relación de cortisol adrenal a vena cava (post corticotropina); debe ser mayor que 5-10.

DIAGNÓSTICO
La precisión de la prueba excede el 95% cuando el procedimiento es técnicamente exitoso. Si la secreción unilateral autónoma de aldosterona está presente en cualquier lado, la relación de las concentraciones de aldosterona entre las venas suprarrenales derecha e izquierda generalmente excede 10: 1. Se pueden presentar resultados falsos positivos cuando la estenosis de la arteria renal está presente; por lo tanto, la estenosis de la arteria renal debe excluirse completamente, especialmente antes de realizar una prueba altamente invasiva.
La mayoría de los pacientes con una fuente unilateral de aldosterona tienen relaciones de aldosterona adrenal a cortisol suprarrenales superiores a 4. Las relaciones de menos de 3 sugieren hiperplasia, y los valores de 3-4 se consideran resultados indeterminados.
Riesgos
El muestreo venoso suprarrenal no está exento de riesgos. La trombosis venosa suprarrenal e ilíaca, la hemorragia suprarrenal, la insuficiencia suprarrenal o incluso la hemorragia venosa mayor debido a desgarros transmurales y luxaciones del catéter se encuentran entre las posibles complicaciones.


ENSAYOS DE HIDROXICORTICOSTERONA Y OXOCORTISOL-HIDROXICORTISOL
Debido a las diferentes zonas adrenocorticales implicadas en la hiperplasia idiopática, en comparación con los adenomas, los ensayos de plasma 18-hidroxicorticosterona (18-OHB) o plasma y / orina 18-oxocortisol (18-oxo-F) / 18-hidroxicortisol pueden ser de uso diagnóstico  [ 26 , 27 ]



5MED
Esteroides adrenocorticales de la zona de transición.  


Los aldosteronomas suelen estar asociados con niveles de 18-OHB superiores a 100 ng / dL. De manera similar, el aldosteronismo remediable por glucocorticoides (GRA, hiperaldosteronismo familiar de tipo 1), aunque es una enfermedad hiperplásica por definición, también se asocia con una producción incrementada de estos derivados de 18-oxo / hidroxi. Esta distinta bioquímica no está presente en los adenomas sensibles a la renina (RRA). En este punto, pocos centros envían estas pruebas especializadas de bioquímica, y su valor actual es principalmente histórico


PRUEBA DE SUPRESIÓN DE FLUDROCORTISONA
Esta prueba funciona según el mismo principio en que se basan la infusión intravenosa de cloruro de sodio o las pruebas de carga oral de sal para confirmar el diagnóstico de aldosteronismo primario. Sin embargo, la prueba de supresión de la fludrocortisona ha perdido gran parte de su popularidad, ya que requiere hospitalización del paciente y de 4 a 5 días para completarse, y actualmente es principalmente de interés histórico.
Por razones de compleción, la descripción de esta prueba es la siguiente: la fludrocortisona se administra por vía oral a una dosis de 0.1-0.2 mg cada 6 horas, junto con cloruro de sodio y potasio suplementarios. En el individuo sano, después de esta estimulación, el nivel sérico de aldosterona (S-Aldo) se suprime típicamente a menos de 8 ng / dl, con una excreción urinaria de aldosterona (U-Aldo) menor de 12 mcg / día.
En pacientes con aldosteronismo primario, ni el nivel de aldosterona en orina ni el nivel de aldosterona en plasma suprime los umbrales mencionados anteriormente.


PRUEBA DE SUPRESIÓN DE DEXAMETASONA
Esta prueba es relevante solo en el contexto de un posible aldosteronismo familiar. Habitualmente, en pacientes con aldosteronismo primario, la dexametasona se asocia con una reducción transitoria de leve a moderada de los niveles de aldosterona en plasma y urinaria, aunque no en el rango de referencia normal. [ 7 ]
En el subgrupo de pacientes con aldosteronismo primario con aldosteronismo remediable con glucocorticoides (GRA), dosis pequeñas de dexametasona (1-2 mg / día) inducen la normalización completa en los niveles plasmáticos y de aldosterona en la orina. Esto está invariablemente asociado con una mejoría en la hipertensión (HTA) en estos pacientes. Otros informes sugieren un nivel de corte para la aldosterona plasmática de menos de 4 ng / dL y / o una supresión relativa de aldosterona en plasma de más del 80% de la línea de base para el diagnóstico de GRA después del desafío con dexametasona.
Existen tres variantes del aldosteronismo primario familiar. El aldosteronismo primario familiar tipo 1 (también llamado GRA) se relaciona con la mejoría de la HTA con dosis bajas de dexametasona. Los aldosteronismos primarios familiares tipo 2 y 3 no son suprimibles con dexametasona.

PRUEBA DE METOCLOPRAMIDA (REGLAN)
Esta es una prueba no invasiva para distinguir entre aldosteronomas e hiperplasia suprarrenal idiopática (IAH). Aprovecha la expresión diferencial de los receptores de dopamina en la membrana celular de las células adrenocorticales.
En condiciones normales, la dopamina causa la inhibición tónica de la aldosterona, mientras que la serotonina (5-HT) provoca una mayor secreción de aldosterona in vivo. La metoclopramida es un antagonista del receptor de la dopamina D2, así como un agonista parcial del receptor 4 de la serotonina (5-HT4) y, por lo tanto, su administración conduce a un aumento de los niveles de aldosterona. Este patrón normal de respuesta se retiene en pacientes con aldosteronomas e hipertensión de baja renina (HTN), pero no en pacientes con HAI. [ 35 ]
Después de una inyección intravenosa de 10 mg de metoclopramida, los niveles séricos de aldosterona aumentan significativamente en pacientes con aldosteronomas, pero permanecen sin cambios o paradójicamente reducidos en pacientes con HIA. Esta prueba experimentó un aumento en el uso a mediados de la década de 1990, especialmente en Europa, pero actualmente se usa muy poco en los Estados Unidos.


ESTUDIOS DE LABORATORIO ADICIONALES
PRUEBA DE ESTIMULACIÓN DE CORTICOTROPINA
La prueba de estimulación con corticotropina usa la inyección intravenosa estándar de 250 mcg. En aldosteronomas, típicamente se observa una respuesta robusta de aldosterona. En la hiperplasia suprarrenal idiopática (HAI), la oleada de aldosterona es considerablemente más débil. La prueba ya no se usa porque el valor discriminante de la prueba es bastante pobre. [ 6


PRUEBA DE INFUSIÓN DE ANGIOTENSINA II
Esta prueba implica evaluar la respuesta de la actividad de la renina plasmática (ARP) y la aldosterona sérica (Aldo-S) a una infusión continua de angiotensina II. Las características de respuesta son similares a las observadas en las pruebas de postura, con un aumento apropiado en el nivel de aldosterona observado en HAI pero no en aldosteronomas.
La prueba de infusión de angiotensina II es mucho menos popular que otras pruebas de aldosteronismo porque requiere infusión continua y monitorización hemodinámica cercana, y rara vez se usa hoy en día.


HALLAZGOS HISTOLÓGICOS
Los hallazgos histológicos varían de acuerdo con el tipo de aldosteronismo primario que tiene un paciente. Los aldosteronomas típicos se caracterizan por tejido adenomatoso, generalmente con morfología de tipo zona fasciculada. La mayoría de estos tumores son pequeños (<3 a="" acinos="" asociada="" c="" cargadas="" cm="" cordones.="" de="" di="" difusa="" dispuestas="" en="" focal="" hiperplasia="" l="" la="" las="" lulas="" mayor="" menudo="" metro="" o:p="" o="" ocurre.="" pidos="" son="" y="">3>
Los adenomas sensibles a la renina (RRA) se caracterizan por una morfología de tipo zona glomerulosa. Las únicas otras características distintivas son características bioquímicas únicas y predecibles.
La hiperplasia suprarrenal idiopática (IAH) se caracteriza por hiperplasia difusa que puede ser micronodular, macronodular o una mezcla de ambas. La morfología de las células es comúnmente similar a la zona glomerulosa.
En la hiperplasia suprarrenal primaria (HAP), típicamente se observa hiperplasia difusa, que es unilateral y tiene morfología de la zona fasciculada.
El síndrome de aldosteronismo primario rara vez ocurre en el contexto del carcinoma suprarrenal, por lo que la causa de la hipersecreción de aldosterona es una enfermedad maligna (en lugar de un adenoma benigno). En tales casos, la histopatología revela las características típicas del carcinoma adrenocortical (CCA) , incluidas las figuras mitóticas, la invasión local y las metástasis ganglionares locorregionales.



TRATAMIENTO
Consideraciones de enfoque
Entre los principales objetivos del tratamiento para el aldosteronismo primario se encuentran (1) la normalización de la presión arterial, (2) la normalización de los niveles de potasio sérico y otros electrolitos, y (3) la normalización de los niveles séricos de aldosterona. [ 18 , 36 ]
El tratamiento apropiado para el aldosteronismo primario depende de su causa. Aunque la hipertensión (HTA) se cura frecuentemente después de una adrenalectomía unilateral en pacientes con aldosteronismo primario secundario a un aldosteronoma suprarrenal, la tasa media de curación de la HTA es solo del 19% después de una suprarrenalectomía unilateral o bilateral en pacientes con hiperplasia suprarrenal idiopática (HAI). Por lo tanto, el tratamiento médico es el tratamiento de elección para la variante HAI de aldosteronismo primario.


MED
Efectos de los principales antihipertensivos en el sistema renina-angiotensina.
En pacientes con un aldosteronoma, el tratamiento médico se usa preoperatoriamente para controlar la presión arterial y corregir la hipocalemia, disminuyendo así el riesgo quirúrgico. La terapia médica también se administra a pacientes con HTA persistente en el postoperatorio, candidatos quirúrgicos pobres y pacientes que rechazan la cirugía.
En pacientes con insuficiencia cardíaca que tienen aldosteronismo secundario, se ha demostrado que el antagonismo de la aldosterona por espironolactona y eplerenona confiere un beneficio de supervivencia. [ 37 ]





TERAPIA FARMACOLÓGICA
BLOQUEADORES DE LOS CANALES DE CALCIO

Al inhibir el flujo de calcio intracelular en las células adrenocorticales, los bloqueadores de los canales de calcio dihidropiridínicos reducen la producción de aldosterona en respuesta a una variedad de estimulantes, que incluyen potasio, corticotropina y angiotensina-II.
La nifedipina es la más ampliamente estudiada de estos medicamentos; sin embargo, aunque la nifedipina causa una mejoría significativa en pacientes con hipertensión (HTA), no aborda la fisiopatología de la afección. La actividad de la renina plasmática (ARP), los niveles de aldosterona, el volumen plasmático y las concentraciones séricas de potasio permanecen esencialmente sin cambios mientras se usa nifedipina.

ANTAGONISTAS DE MINERALOCORTICOIDES
Los antagonistas de mineralocorticoides, como la espironolactona, son ligandos inhibidores del receptor mineralocorticoide (MR). Logran un notable control de la presión arterial y la normalización del volumen plasmático y las concentraciones séricas de potasio, particularmente en pacientes con aldosteronomas. [ 38 ]
Los efectos saludables de la espironolactona parecen deberse principalmente a su impacto en el equilibrio de la sal y el agua en lugar de su antagonismo de la aldosterona en el riñón. La combinación de espironolactona y tiazidas a menudo proporciona un mejor control de la presión arterial que la espironolactona sola.
Debido a los efectos adversos estrógenos de la espironolactona, incluida la impotencia y la ginecomastia, el incentivo para desarrollar un agente antialdosterónico de eficacia similar sin estos efectos adversos es considerable. La eplerenona es un agente antialdosterónico selectivo que puede cumplir esta promesa, ya que es un antagonista específico del receptor de la aldosterona que no tiene los efectos antiandrógenos adicionales asociados con la espironolactona.


GLUCOCORTICOIDES
En el subgrupo de pacientes con aldosteronismo remediable con glucocorticoides (GRA), el tratamiento de elección es la administración de la dosis más baja posible de glucocorticoides que se puede usar para lograr un control adecuado de la presión arterial. Debido a los posibles efectos adversos que pueden resultar incluso de un exceso sutil de glucocorticoides, el uso de glucocorticoides de acción corta, como la prednisona y la hidrocortisona (en lugar de la dexametasona), generalmente es lo mejor.


OTROS
Los inhibidores de la ECA y los bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA) también son opciones de tratamiento potenciales. Las opciones de tratamiento médico menos ideales incluyen diuréticos ahorradores de potasio, como triamtereno y amilorida, que no son antagonistas de mineralocorticoides. La amilorida actúa a nivel del túbulo contorneado distal pero no se une a los receptores mineralocorticoides.
Existen algunos informes del uso de inyección percutánea de etanol o ácido acético en aldosteronomas como una modalidad de tratamiento; en estos casos, el tratamiento generalmente se administró a pacientes para quienes la cirugía estaba contraindicada. [ 39 ] Esta técnica no es popular ni está bien validada. Además, requiere la experiencia técnica de un radiólogo intervencionista altamente capacitado.

CONSIDERACIONES
La terapia no quirúrgica también es una opción de tratamiento viable en pacientes que tienen enfermedad lateralizable pero que son candidatos quirúrgicos pobres debido a otras comorbilidades coexistentes. También es una opción de tratamiento viable en el raro entorno de los adenomas suprarrenales funcionales bilaterales que de otra manera requerirían una adrenalectomía bilateral.


CIRUGÍA SUPRARRENAL
La cirugía es el tratamiento de elección para las variantes lateralizables del aldosteronismo primario, incluidos los aldosteronomas típicos, los adenomas sensibles a la renina (RRA) y la hiperplasia suprarrenal primaria (HAP).
Preoperatoriamente, una vez que se hayan realizado y confirmado los diagnósticos bioquímicos y anatómicos, el paciente debe comenzar un ciclo de espironolactona de 3 a 5 semanas. Esto sirve como una herramienta de diagnóstico adicional (para confirmar el diagnóstico de aldosteronismo primario) y como un medio para predecir la respuesta de la presión arterial que se puede esperar después de la cirugía.
Una adrenalectomía se puede realizar a través de una laparotomía formal o mediante el uso de una técnica laparoscópica (con el rendimiento de este último cada vez más común). La opción laparoscópica ahora permite ofrecer terapia quirúrgica a pacientes relativamente débiles que no podrían resistir una laparotomía formal. Los estudios en curso evalúan sistemáticamente el lugar de las operaciones de conservación suprarrenal frente a la adrenalectomía unilateral total en estos pacientes. [ 40 ]
Entre las opciones estudiadas se encuentran (1) suprarrenalectomía parcial, en la que se realiza una resección en cuña de la glándula con el adenoma junto con enucleación de aldosteronoma y (2) adrenalectomía ahorradora de médula, en la que se intenta retener la médula suprarrenal tejido mientras se elimina la corteza.

RESULTADOS
Alrededor del 60-70% de los pacientes se vuelven normotensos después de la cirugía curativa para aldosteronomas cuando se evalúan 1 año después de la operación. La hipertensión (HTA) típicamente no se resuelve inmediatamente después de la operación sino, más bien, durante 3 a 6 meses. (Aunque después de la cirugía, prácticamente todos los pacientes con un aldosteronoma tienen reducciones significativas en la secreción de aldosterona y la presión arterial y también demuestran una corrección de la hipopotasemia. [ 41 , 42 , 43 , 44 , 45 ] )
Un estudio retrospectivo de 168 pacientes con aldosteronismo primario sometidos a una suprarrenalectomía encontró que la HTA se curó o controló en el 77% de los pacientes con adenoma unilateral y en el 68% de los pacientes con aldosteronismo que no tenían adenoma, pero cuya relación aldosterona / cortisol fue al menos 5 veces mayor en el lado dominante que en el lado no dominante. [ 43 ]
El porcentaje de pacientes que permanecen normotensos 5 años después de la operación es aproximadamente del 53%. La resolución de la HTN después de la adrenalectomía ocurre invariablemente en el contexto de un historial familiar en el que la HTN está ausente y / o cuando el paciente ha usado preoperatoriamente 2 o menos antihipertensivos.
La adrenalectomía tiene muy poca utilidad en el contexto de la hiperplasia suprarrenal idiopática (HAI). En los casos informados en los que se ha realizado cirugía involuntariamente en pacientes con IAH, los efectos sobre la presión arterial, la hipocalemia y la hipersecreción de aldosterona han sido mínimos, lo que refuerza aún más la necesidad de hacer un diagnóstico correcto antes de justificar una adrenalectomía.

La persistencia de la HTA después del aparente tratamiento quirúrgico de la enfermedad lateralizable es más común en pacientes mayores de 45 años, en aquellos que tuvieron HTA durante más de 5 años antes de la cirugía y en personas que no respondieron antes de la operación a la espironolactona. [ 43 , 44 ]
La HTA persistente puede estar relacionada con el restablecimiento de los barorreceptores, los cambios hemodinámicos establecidos, los cambios estructurales en los vasos sanguíneos o la HTA esencial coincidente.
Otra posibilidad a considerar en la HTA persistente es una resección incompleta del adenoma, con tejido remanente hiperplásico remanente. La coexistencia de nefroesclerosis hipertensiva en algunos pacientes con HTN persistente también es una posibilidad clara. También se debe considerar la coexistencia de otras causas secundarias de HTA; la estenosis de la arteria renal es una consideración importante.

CUIDADO PREOPERATORIO Y POSTOPERATORIO
Antes de la cirugía, los pacientes deben recibir al menos 8-10 semanas de tratamiento médico para disminuir la presión arterial y corregir los síndromes metabólicos que a menudo se asocian con el aldosteronismo primario.
En el postoperatorio, los perfiles metabólicos deben ser monitoreados de cerca. La mayoría de los pacientes no desarrollan hipomineralocorticoidismo permanente y, por lo tanto, no requieren reemplazo de fludrocortisona.
Para los pacientes que desarrollan hipoaldosteronismo, los síntomas pueden persistir por un tiempo prolongado y pueden ser similares al retraso observado en la recuperación de glucocorticoides suprarrenales luego de la supresión crónica de la corticotropina por esteroides exógenos. Sin embargo, si se desarrolla hiperpotasemia significativa , se deben suspender los suplementos de potasio y se puede iniciar el tratamiento con furosemida a dosis de 80 a 160 mg diarios.


DIETA
Una dieta baja en sal, aunque útil para lograr el control de la presión arterial en el aldosteronismo primario, puede estar asociada con resultados negativos falsos en las pruebas bioquímicas.
Una dieta alta en sal dificulta el logro del control de la presión arterial y puede dar resultados falsos positivos en las pruebas bioquímicas.


RESUMEN DE PAUTAS
Una serie de recomendaciones sobre el manejo del aldosteronismo primario fueron desarrolladas por la Sociedad Francesa de Endocrinología (SFE), la Sociedad Francesa de Hipertensión (SFHTA) y la Asociación de Cirugía Endocrina Francófona (AFCE). [ 46 , 47 , 48 , 49 , 50 , 51 , 52 , 53 ] Incluyen una recomendación para detectar aldosteronismo primario en pacientes con cualquiera de los siguientes:
Hipertensión severa (presión arterial sistólica de 180 mm Hg o mayor o presión arterial diastólica de 110 mm Hg o mayor)
Hipertensión resistente (presión arterial sistólica de 140 mm Hg o superior o presión arterial diastólica de 90 mm Hg o superior, incluso después del uso de al menos tres agentes antihipertensivos, incluido un diurético tiazídico)
Hipertensión asociada a hipopotasemia (ya sea espontánea o diurética asociada)
Hipertensión o hipocalemia relacionada con un incidentaloma suprarrenal
Con respecto a la cirugía, las recomendaciones establecen que la adrenalectomía laparoscópica se debe utilizar en pacientes con aldosteronismo primario lateralizado que son candidatos para cirugía. En términos de tratamiento médico, se recomienda el uso de amilorida en pacientes con intolerancia a la espironolactona, mientras que la eplerenona se sugiere como otra alternativa en casos de intolerancia a la espironolactona o si la amilorida no controla suficientemente la hipertensión.
En una actualización de 2016 de sus guías de práctica clínica para el diagnóstico y tratamiento del aldosteronismo primario de 2008, la Endocrine Society incluyó las siguientes recomendaciones [ 54 , 55 ] :
Detección de la condición en sujetos con presión arterial sostenida superior a 150/100 mm Hg, como se encuentra en cada una de las tres mediciones obtenidas en días diferentes, así como en pacientes con hipertensión (presión arterial> 140/90 mm Hg) resistente a tres convencionales medicamentos antihipertensivos (incluido un diurético) o con presión arterial controlada (<140 a="" accidente="" aldosteronismo="" antecedentes="" antihipertensivos="" apnea="" cerebrovascular="" con="" cuatro="" de="" debe="" del="" diur="" e="" edad="" el="" en="" espont="" familiares="" grado="" hg="" hipertensi="" hipertensos="" hipocalemia="" incidentaloma="" inducida="" inicio="" los="" m="" medicamentos="" mm="" n="" neos="" o:p="" o="" os="" pacientes="" por="" primario="" primer="" realizar="" s="" se="" sue="" suprarrenal="" tambi="" tamizaje="" temprana="" temprano="" ticos="" todos="" una="" y="">140>
El uso de la relación  aldosterona / renina plasmáticas para la detección de aldosteronismo primario posible en los grupos de pacientes anteriores
El uso de una o más pruebas confirmatorias en pacientes con una relación plasmática positiva de aldosterona / renina para confirmar o excluir definitivamente el diagnóstico
El uso de tomografía computarizada adrenal en todos los pacientes con aldosteronismo primario para excluir grandes masas que pueden representar el carcinoma adrenocortical y para ayudar al radiólogo intervencionista y al cirujano donde sea apropiado anatómicamente
Cuando el tratamiento quirúrgico es factible y deseado por el paciente, el uso del muestreo venoso suprarrenal para hacer la distinción entre enfermedad suprarrenal unilateral y bilateral
El uso de pruebas genéticas para el hiperaldosteronismo familiar tipo 1 en pacientes en los que se confirma el inicio del aldosteronismo primario antes de los 20 años y en aquellos con antecedentes familiares de aldosteronismo primario o accidente cerebrovascular a una edad temprana (<40 a="" o:p="" os="">40>
El uso de adrenalectomía laparoscópica unilateral en pacientes con aldosteronismo primario unilateral documentado (es decir, adenoma productor de aldosterona o hiperplasia suprarrenal unilateral) o, en pacientes que no pueden o no desean someterse a cirugía, la administración de tratamiento médico que incluye un antagonista del receptor mineralocorticoide
La administración de tratamiento médico con un antagonista del receptor de mineralocorticoides en pacientes con aldosteronismo primario debido a enfermedad suprarrenal bilateral
En pacientes con aldosteronismo remediable con glucocorticoides, la administración de la dosis más baja de glucocorticoides para reducir la hormona adrenocorticotrópica y así normalizar la presión arterial y los niveles de potasio como tratamiento de primera línea; si la presión sanguínea no se normaliza con el glucocorticoide solo, se puede agregar un antagonista del receptor mineralocorticoide

RESUMEN DE MEDICACIÓN
En el aldosteronismo primario no quirúrgico, el tratamiento médico es el tratamiento de elección. El fármaco que es el tratamiento de primera elección para la mayoría de las variantes del aldosteronismo primario no quirúrgico es la espironolactona, que se usa para lograr el normoaldosteronismo y para ayudar con el control de la presión arterial. Los suplementos de potasio no deben administrarse de forma rutinaria con espironolactona debido a la posibilidad de desarrollar hipercalemia.
En pacientes que no pueden tolerar la espironolactona, se pueden utilizar otros diuréticos ahorradores de potasio, como la amilorida y el triamtereno, aunque se consideran opciones menos ideales. [ 37 ]
El aldosteronismo remediable con glucocorticoides (GRA) se trata con pequeñas dosis de glucocorticosteroides (es decir, hidrocortisona, prednisona). En dosis óptimas, los glucocorticosteroides normalizan la aldosterona y la presión arterial.
Se pueden agregar varios antihipertensivos para lograr un control adecuado de la presión arterial. Los bloqueadores de los canales de calcio dihidropiridínicos (p. Ej., Nifedipina) inhiben directamente la producción de aldosterona; sin embargo, aunque producen mejorías significativas en pacientes con hipertensión (HTA), no abordan la fisiopatología. La actividad de la renina plasmática (PRA), los niveles de aldosterona, el volumen plasmático y las concentraciones séricas de potasio permanecen esencialmente sin cambios con el uso de nifedipina.
Otros agentes de segundo paso para el control de la presión arterial incluyen los diuréticos tiazídicos, los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) y los bloqueadores del receptor de la angiotensina II. [ 23 ]
Una dieta restringida en sodio (menos de 80 mEq o menos de2 g de sodio por día), el mantenimiento del peso corporal ideal y el ejercicio aeróbico regular contribuyen sustancialmente al éxito del tratamiento farmacológico.



ANTAGONISTAS DE ALDOSTERONA, SELECTIVOS

Estos agentes compiten con los sitios receptores de aldosterona, reduciendo el edema y la ascitis.
ESPIRONOLACTONA (ALDACTONE)
La espironolactona se une competitivamente a los receptores en el sitio de intercambio sodio-potasio dependiente de aldosterona en el túbulo renal contorneado distal. Proporciona efectos diuréticos y antihipertensivos, lo que provoca una mayor excreción de sodio y agua, al tiempo que conserva el potasio. La espironolactona se administra sola o con un agente diurético que actúa sobre el túbulo renal proximal. La espironolactona puede bloquear los efectos de la aldosterona en los músculos lisos arteriolares.

EPLERENONA (INSPRA)
La eplerenona bloquea selectivamente la aldosterona en los receptores mineralocorticoides en los tejidos epiteliales (p. Ej., Riñones) y no epiteliales (p. Ej., Corazón, vasos sanguíneos, cerebro), disminuyendo así la presión arterial y la reabsorción de sodio.


DIURÉTICOS AHORRADORES DE POTASIO
Estos agentes se usan como medicamentos de segunda línea para el tratamiento del aldosteronismo primario debido a una enfermedad no lateralizante y / o enfermedad de lateralización para la cual la cirugía está contraindicada o rechazada. A menudo se deben usar con otros antihipertensivos para lograr el mejor control de la presión arterial, ya que no son antihipertensivos potentes.
TRIAMTERENE (DYRENIUM)
El triamtereno es un diurético ahorrador de potasio con propiedades natriuréticas relativamente débiles. Ejerce un efecto diurético en el túbulo renal distal para inhibir la reabsorción de sodio a cambio de potasio e hidrógeno. El triamtereno aumenta la excreción de sodio y reduce la pérdida excesiva de potasio e hidrógeno asociada con hidroclorotiazida. No es un antagonista competitivo de mineralocorticoides; su efecto conservador de potasio se observa en pacientes con enfermedad de Addison (es decir, sin aldosterona).
El inicio y la duración de la actividad con triamtereno son similares a los de hidroclorotiazida. No se demuestra un efecto antihipertensivo predecible. Se absorbe rápidamente después de la administración oral, y los niveles plasmáticos máximos se alcanzan dentro de 1 hora de la dosificación. El triamtereno se metaboliza principalmente a un conjugado de sulfato de hidroxitriamtereno. Los niveles plasmáticos y urinarios de este metabolito superan con creces los niveles de triamtereno.

AMILORIDA
Amilorida es una pirazina-carbonil-guanidina no relacionada químicamente con otros agentes antiqualiuréticos o diuréticos conocidos. Es un fármaco conservador del potasio (antiacaliurético) que, en comparación con los diuréticos tiazídicos, posee actividad natriurética, diurética y antihipertensiva débil. Los efectos de Amiloride han sido parcialmente aditivos a los efectos de los diuréticos tiazídicos en algunos estudios clínicos. Cuando se administra con una tiazida o diurético de asa, se ha demostrado que disminuye la excreción urinaria aumentada de magnesio que ocurre cuando se usa una tiazida o un diurético de asa solo.
La amilorida tiene actividad conservadora de potasio en pacientes que reciben agentes diuréticos kaliuréticos. Amiloride no es un antagonista de la aldosterona, y sus efectos se observan en ausencia de aldosterona. Ejerce su efecto ahorrador de potasio a través de la inhibición de la reabsorción de sodio en el túbulo contorneado distal, el túbulo colector cortical y el conducto colector. Esto disminuye el potencial negativo neto de la luz tubular y reduce la secreción de potasio e hidrógeno y sus excreciones posteriores.
Amiloride por lo general comienza a actuar dentro de las 2 horas después de una dosis oral. Su efecto sobre la excreción de electrolitos alcanza un pico entre 6-10 horas y dura aproximadamente 24 horas. Los niveles plasmáticos máximos se obtienen en 3-4 horas, y la vida media plasmática del fármaco varía entre 6 y 9 horas.

Amiloride no es metabolizado por el hígado; en cambio es excretado sin cambios por los riñones. Dentro de las 72 horas, aproximadamente el 50% de una dosis de amilorida se excreta en la orina y el 40% en las heces. El medicamento tiene poco efecto sobre la tasa de filtración glomerular o sobre el flujo sanguíneo renal. Debido a que el hígado no metaboliza el hidrocloruro de amilorida, no se prevé la acumulación de medicamentos en pacientes con disfunción hepática; sin embargo, la acumulación puede ocurrir si se desarrolla el síndrome hepatorrenal.
Amiloride rara vez debe usarse solo. Usados ​​como agentes únicos, los diuréticos ahorradores de potasio, como la amilorida, aumentan el riesgo de hipercalemia (aproximadamente 10% con amilorida). Amiloride debe usarse solo solo cuando se haya documentado la hipocalemia persistente y solo con una titulación cuidadosa de la dosis y una estrecha monitorización de los niveles séricos de electrolitos.


DIURÉTICOS TIACÍDICOS
Los diuréticos tiazídicos inhiben la reabsorción de sodio en los túbulos distales, aumentando la excreción de sodio, agua y iones de potasio e hidrógeno. Han sido efectivos en el tratamiento de la hipertensión de diversas etiologías. Además de disminuir la reabsorción de sodio, también parecen disminuir la sensibilidad de los vasos sanguíneos a las sustancias vasopresoras circulantes. En todos los pacientes tratados con diuréticos, se deben controlar los niveles de electrolitos. Los ejemplos de diuréticos tiazídicos son hidroclorotiazida y clortalidona.

HIDROCLOROTIAZIDA (MICROZIDE)
La hidroclorotiazida inhibe la reabsorción de sodio en los túbulos distales, causando una mayor excreción de sodio y agua, así como de iones de potasio e hidrógeno.

CLORTALIDONA
La clortalidona inhibe la reabsorción de sodio en los túbulos distales, causando una mayor excreción de sodio y agua, así como de iones de potasio e hidrógeno.


BLOQUEADORES DE LOS CANALES DE CALCIO
Los bloqueadores de los canales de calcio afectan la presión arterial al disminuir la resistencia periférica vascular. Con los bloqueadores de los canales de calcio de acción corta, la respuesta cardíaca a esta acción es variable y puede producirse taquicardia. Las preparaciones de acción prolongada pueden causar una disminución en la frecuencia cardíaca.
Los bloqueadores de los canales de calcio se clasifican por su estructura y tienen diferentes grados de selectividad en sus efectos sobre el músculo liso vascular. Las dihidropiridinas no ejercen efectos electrofisiológicos y se usan comúnmente para controlar la hipertensión. Se puede producir rubor facial. Los ejemplos de bloqueadores de los canales de calcio incluyen amlodipina e isradipina.

AMLODIPINA (AMLOC)
La amlodipina se considera generalmente como una dihidropiridina, aunque la evidencia experimental sugiere que también se puede unir a sitios de unión a no dihidropiridina. Es apropiado para la profilaxis de la angina variante y tiene efectos antianginosos y antihipertensivos. La amlodipina bloquea la liberación postexcita de iones de calcio en el músculo liso vascular y cardíaco, inhibiendo así la acción de la adenosina trifosfatasa (ATPasa) en la contracción de miofibrillas.
El efecto global de la amlodipina es la reducción de los niveles de calcio intracelular en las células cardíacas y de músculo liso de la vasculatura coronaria y periférica, lo que da como resultado la dilatación de las arterias coronarias y periféricas. La amlodipina también aumenta el suministro de oxígeno al miocardio en pacientes con angina vasoespástica y puede potenciar los efectos del inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA).
Durante la despolarización, la amlodipina inhibe la entrada de iones de calcio en canales lentos y áreas sensibles al voltaje del músculo liso vascular y el miocardio. Beneficia a pacientes no embarazadas con disfunción sistólica, hipertensión o arritmias. Tiene una vida media sustancialmente más larga que nifedipina y diltiazem y se administra una vez al día.

FELODIPINO
La felodipina relaja el músculo liso coronario y produce vasodilatación coronaria, que a su vez mejora el suministro de oxígeno al miocardio. Beneficia a pacientes no embarazadas con disfunción sistólica, hipertensión o arritmias. Puede usarse durante el embarazo si está clínicamente indicado.

Los bloqueadores de los canales de calcio potencian los efectos del inhibidor de la ECA. La protección renal no está probada, pero estos agentes reducen las tasas de morbilidad y mortalidad en la insuficiencia cardíaca congestiva. Los bloqueadores de los canales de calcio están indicados en pacientes con disfunción diastólica. Son efectivos como monoterapia en pacientes negros y ancianos.

ISRADIPINA
Isradipina es un bloqueador de canales de calcio dihidropiridina. Inhibe la entrada de calcio en áreas sensibles al voltaje seleccionadas del músculo liso vascular y el miocardio durante la despolarización. Esto causa la relajación del músculo liso vascular coronario, lo que produce una vasodilatación coronaria. La vasodilatación reduce la resistencia sistémica y la presión arterial, con un pequeño aumento en la frecuencia cardíaca en reposo. Isradipina también tiene efectos inotrópicos negativos.

NIFEDIPINA, DE LIBERACIÓN PROLONGADA (ADALAT CC, NIFEDICAL XL, PROCARDIA XL)
La nifedipina de liberación prolongada relaja el músculo liso coronario y produce vasodilatación coronaria, que a su vez mejora el suministro de oxígeno al miocardio.


INHIBIDORES DE ECA
Los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) previenen la conversión de angiotensina I a angiotensina II, un potente vasoconstrictor y una menor secreción de aldosterona. Son fármacos efectivos y bien tolerados sin efectos adversos sobre los niveles de lípidos en plasma o la tolerancia a la glucosa. Impiden la progresión de la nefropatía diabética y otras formas de glomerulopatías, pero parecen ser menos eficaces en pacientes negros que en pacientes blancos. Los inhibidores de la ECA están contraindicados en el embarazo.
Los pacientes con alta actividad de renina plasmática (ARP) pueden tener una respuesta hipotensora excesiva a los inhibidores de la ECA. Los pacientes con vasculopatía renal bilateral o con un solo riñón, cuya perfusión renal se mantiene con altos niveles de angiotensina II, pueden desarrollar insuficiencia renal aguda irreversible cuando se los trata con inhibidores de la ECA, y se debe tener precaución con su uso en estos pacientes. Curiosamente, aunque el aldosteronismo primario es una afección asociada con baja renina plasmática, la secreción de aldosterona parece ser exquisitamente sensible incluso a concentraciones subnormales de angiotensina II. Este fenómeno parece ser la base de la eficacia de los inhibidores de la ECA en el aldosteronismo primario (específicamente hiperplasia suprarrenal idiopática [AHI]).
La tos y el angioedema son menos comunes con los miembros más nuevos de esta clase que con el captopril. Deben controlarse las concentraciones séricas de potasio y creatinina sérica para el desarrollo de hipercalemia y azotemia. Los agentes en esta clase incluyen captopril, lisinopril y enalapril.

CAPTOPRIL
El captopril previene la conversión de angiotensina I a angiotensina II, un potente vasoconstrictor, lo que resulta en una menor secreción de aldosterona. Se absorbe rápidamente, pero la biodisponibilidad se reduce significativamente con la ingesta de alimentos. Captopril logra una concentración máxima en 1 hora y tiene una vida media corta. La droga es eliminada por el riñón; la función renal deteriorada requiere la reducción de la dosis. Captopril se absorbe bien por vía oral.
Administre captopril al menos 1 hora antes de las comidas. Si se agrega al agua, úselo en 15 minutos. La dosis puede ser baja al principio, luego ajustarse según sea necesario y según lo tolere el paciente.

ENALAPRIL (VASOTEC)
Enalapril previene la conversión de angiotensina I a angiotensina II, un potente vasoconstrictor, lo que resulta en niveles elevados de renina plasmática y una reducción en la secreción de aldosterona. El medicamento ayuda a controlar la presión sanguínea y la proteinuria. El enalapril disminuye la relación de flujo pulmonar a sistémico en el laboratorio de cateterización y aumenta el flujo sanguíneo sistémico en pacientes con resistencia vascular pulmonar relativamente baja.

Enalapril tiene un efecto clínico favorable cuando se administra durante un período prolongado. Debido a que ayuda a prevenir la pérdida de potasio en los túbulos distales, el enalapril reduce la cantidad de suplementos de potasio oral que necesita el paciente.

LISINOPRIL (PRINIVIL, ZESTRIL)
Lisinopril previene la conversión de angiotensina I a angiotensina II, un vasoconstrictor potente, lo que resulta en niveles elevados de renina en plasma y una reducción en la secreción de aldosterona.

BENAZEPRIL
Benazepril previene la conversión de angiotensina I a angiotensina II, un vasoconstrictor potente, lo que resulta en niveles elevados de renina plasmática y una reducción en la secreción de aldosterona.
Cuando los pacientes pediátricos no pueden tragar las tabletas o la dosis calculada no se corresponde con la concentración de la tableta, se puede combinar una suspensión extemporánea. Combine 300 mg (15 tabletas de 20 mg de concentración) en 75 ml de vehículo de suspensión Ora-Plus y agite bien durante al menos 2 minutos. Deje que las tabletas se sientan y se disuelvan durante al menos 1 hora, luego agite de nuevo durante 1 minuto. Agregue 75 ml de Ora-Sweet. La concentración final es de 2 mg / ml, con un volumen total de 150 ml. El tiempo de caducidad es de 30 días con refrigeración.

FOSINOPRIL
Fosinopril es un inhibidor de la ECA competitivo. Previene la conversión de angiotensina I a angiotensina II, un potente vasoconstrictor, lo que resulta en niveles elevados de renina en plasma y una reducción en la secreción de aldosterona. Disminuye la presión intraglomerular y la filtración de proteína glomerular al disminuir la constricción arteriolar eferente.

QUINAPRIL
Quinapril es un inhibidor de la ECA competitivo. Reduce los niveles de angiotensina II, disminuyendo la secreción de aldosterona.

RAMIPRIL (TRITACE)
Ramipril inhibe inhibe parcialmente tanto la actividad de la ECA circulante como del tejido, por lo tanto, reduce la formación de angiotensina II en el tejido y el plasma. Ramipril tiene un efecto antihipertensivo incluso en pacientes con hipertensión de baja renina.


BLOQUEADORES DEL RECEPTOR DE ANGIOTENSINA II
Los bloqueadores de los receptores de la angiotensina II reducen la presión sanguínea al bloquear el receptor final (es decir, la angiotensina II) en el eje renina-angiotensina. Al igual que los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA), están contraindicados en el embarazo. Deben controlarse los niveles séricos de electrolitos y creatinina. Irbesartan y losartán son ejemplos de bloqueadores del receptor de angiotensina II (BRA). Curiosamente, aunque el aldosteronismo primario es una afección asociada con baja renina plasmática, la secreción de aldosterona parece ser exquisitamente sensible incluso a concentraciones subnormales de angiotensina II. Este fenómeno parece ser la base de la eficacia de los BRA en aldosteronismo primario (específicamente hiperplasia suprarrenal idiopática [AHI]).

IRBESARTAN (AVAPRO)
Irbesartan bloquea los efectos vasoconstrictores y secretores de aldosterona de la angiotensina II en el sitio del receptor del tejido. Puede inducir una inhibición más completa del sistema renina-angiotensina que los inhibidores de la ECA. Además, irbesartan no afecta la respuesta a la bradiquinina, y es menos probable que se asocie con tos y angioedema.

LOSARTAN (COZAAR)
Losartan bloquea los efectos vasoconstrictores y secretores de aldosterona de la angiotensina II. Puede inducir una inhibición más completa del sistema renina-angiotensina que los inhibidores de la ECA. Además, losartan no afecta la respuesta a la bradiquinina, y es menos probable que se asocie con tos y angioedema. Es adecuado para pacientes que no pueden tolerar los inhibidores de la ECA.

OLMESARTAN
Olmesartan bloquea los efectos vasoconstrictores de la angiotensina II al bloquear selectivamente la unión de la angiotensina II a los receptores de la angiotensina II tipo 1 en el músculo liso vascular. Su acción es independiente de las vías para la síntesis de angiotensina II.

VALSARTAN (DIOVAN)
Valsartan es un profármaco que desplaza la angiotensina II de los receptores de angiotensina II tipo 1, bloqueando los efectos vasoconstrictores de la angiotensina II. Valsartan también puede disminuir la presión arterial a través de sus efectos sobre la liberación de aldosterona, la liberación de catecolaminas, la liberación de arginina vasopresina, la ingesta de agua y las respuestas hipertróficas.
Valsartan puede inducir una inhibición más completa del sistema renina-angiotensina que los inhibidores de la ECA. Además, no afecta la respuesta a la bradiquinina y es menos probable que se asocie con tos y angioedema. Valsartan es adecuado para pacientes que no pueden tolerar los inhibidores de la ECA.

TELMISARTAN (MICARDIS)
Telmisartan bloquea el vasoconstrictor y los efectos secretores de aldosterona de la angiotensina II al bloquear selectivamente la unión de la angiotensina II al receptor AT1 en muchos tejidos, como el músculo liso vascular y la glándula suprarrenal y, por lo tanto, reduce la presión arterial. También se encuentra un receptor AT2 en muchos tejidos, pero se desconoce si AT2 está asociado con la homeostasis cardiovascular y telmisartan tiene una afinidad mucho mayor por el receptor AT1 que por el receptor AT2.


CORTICOSTEROIDES
Esta clase de agentes son terapéuticamente apropiados solo para el subtipo GRA de aldosteronismo primario. El tratamiento de elección en GRA es la administración de la dosis más baja posible de glucocorticoides que se puede usar para lograr un control adecuado de la presión arterial. Debido a los posibles efectos adversos que pueden resultar incluso de un exceso sutil de glucocorticoides, el uso de glucocorticoides de acción corta, como la prednisona y la hidrocortisona (en lugar de la dexametasona), generalmente es lo mejor.
PREDNISONA
La prednisona es un profármaco de acción corta que ejerce sus efectos después de que se metaboliza y se convierte en prednisolona. La prednisona imita el cortisol de origen natural y se usa en GRA para suprimir rápidamente los niveles de aldosterona y resolver la expansión del volumen y la hipertensión en este trastorno, siendo generalmente eficaz en las 2 semanas posteriores al inicio del tratamiento.

HIDROCORTISONA
La hidrocortisona posee una similitud molecular con la aldosterona y, por lo tanto, no solo se une al receptor de glucocorticoides (resultando en menores niveles de aldosterona en la GRA), sino también al receptor mineralocorticoide (MR), lo que también proporciona una inhibición competitiva de los niveles ambientales de aldosterona en la MR nivel (que resulta en la disminución de los efectos fisiológicos de los niveles ambientales existentes de aldosterona en GRA).




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